Sergio Rodríguez Julio
2008
Es casi una
improvisación. Ustedes saben que yo como planteé el seminario, es más que nada
con la pretensión de aunque sea lograr armar unas preguntas en función de ir
pensando alguna epistemología de cruce entre el psicoanálisis y la neurobiología. O
sea, el psicoanálisis
tiene que mantener su propia epistemología así como la neurobiología tiene que
mantener la suya. Pero
hay una zona de frontera donde entonces se abre la pregunta: ¿Cómo
podemos trabajar en esa zona de frontera psicoanalistas y neurobiólogos? Nos
remite a un intento de ir pensando, de buscar, una epistemología de cruce.
Les doy una pista
porque sino inclusive a algunos de ustedes ya hay cosas que le van a sonar
repetidas, y efectivamente son repetidas, cuestiones tomadas de un artículo que
presenté yo en unas jornadas que hicimos en Psyche Anudamientos
y en la que me propuse retrabajar la epistemología psicoanalítica. El artículo
fue sobre eso, no me acuerdo como se llamaba[1]
pero alude a la cuestión de la angustia y ese tipo de cuestiones. Voy a ir
tomando cosas de ese artículo ylas voy a ir comparando con planteos de Damasio.
Alrededor de eso trataré de armar, preguntas de cruce.
Una cuestión importante,
en general en el campo no lacaniano tenemos a grandes rasgos dos tendencias
epistemológicas. Una son lo neopositivistas, que se apoyan digamos en
neopositivismo clásico. Un ejemplo cumbre de eso, para bien y para mal fue José
Bleger. Otros son lo neopositivistas más modernizados, que se apoyan en Poper y
se apoyan en Kuhn. Tienen sus inconvenientes esos epistemólogos, porque piensan
fundamentalmente en función de las ciencias positivas, las ciencias exactas.
Entre paréntesis Kandel también hace una cierta propuesta epistemológica
absolutamente razonable y lógica cuando plantea el reduccionismo como un
instrumento básico para la investigación experimental en neurobiología, con lo que
estoy completamente de acuerdo, me parece que tiene razón. Después en el campo
lacaniano el básico, fue Gastón Bachelard. Althusser lo retrabajó para establecer la epistemología que había
tras de los trabajos de Lacan y de Marx y en cierto modo de Freud. Pero cuando Althusser
hizo ese trabajo yo no recuerdo bien pero correría algo así como el año 1966, 65,
era una época de Lacan donde Lacan se había centrado en dos grandes periodos.
Uno, era pescar la lógica de lo imaginario. El otro la de lo simbólico. Y si bien él se planteaba ya en esa época, los
tres registros de la experiencia, como real - simbólico - imaginario, no tenía aún
el desarrollo que afinó después, cuando logró ir escribiéndolos en
articulación, hasta llegar inclusive a una fórmula mínima digamos, poco
apropiada para explicar, pero muy exacta en cuanto a la formulación, en que
planteaba que simbólico es lo que no es real ni imaginario, imaginario es lo
que no es simbólico ni real, y real es lo que no es simbólico ni imaginario.
Una típica forma matemática. La epistemología que desarrolló Althusser tuvo más
relación con esos momentos de la elaboración de Lacan. Yo creo que nosotros a
esta altura del viaje tenemos la obligación, o será de obsesivo o superyoico
que soy, pero de tratar de revisar nuestra epistemología justamente en función
de la subversión que ha significado la teorización de Lacan para el desarrollo
del psicoanálisis. Entonces, a partir de tener en cuenta este recorrido
histórico que he hecho a vuelo de pájaro, propongo explicitar la lógica de
epistemología del psicoanálisis desde una constante discreta, discreta lo digo
en el sentido de discontinua, no en el sentido de en secreto. Retrosignificación,
fundada en el nudo Borromeo -el cuarto-, nudo referido al acto y efecto de
nominar, ser nominado. También en los matemas de discurso de Lacan y otros
desplegados por mí y algunos otros. No se asusten por eso están puestos ahí, (en
la pizarra) nada más que a modo de generar una atmósfera. Desde ese axioma, la
retrosignificación resignificará objetos “a” atrapados como pérdida o gozando
gozados y habitando el espacio potencial entre los cuatro lazos en el que
transcurren los fenómenos transicionales que acompañan lo real de la vida de
cualquiera de nosotros. Hago una pequeña aclaración, porque acá he mezclado
terminología y conceptos de Lacan con terminología y conceptos de Winnicott, y
conceptos que no se si Winnicott los suscribiría tal como lo estoy usando yo,
pero me animo a usarlos así, porque en verdad con el pasaje del tiempo y de los
análisis que operaron sobre mí y aquellos que conduzco, se me ha ido aclarando,
o lo creo así, esa es mi creencia, que más allá de la creencia neurótica de que
se vive en serio la vida, ninguno de los que la habitamos dejamos de jugar a
vivir. Creo en ese sentido que el espacio potencial, no transicional, tuve un
equívoco ahí, el espacio potencial, es ese espacio, donde jugamos a vivir y que
en él es que se dan fenómenos transicionales y que esos fenómenos
transicionales transitan justamente entre los tres registros de la experiencia
y la operación de nominación. De ahí deviene la potencialidad de ese espacio y
ahí también deviene que el objeto “a”. Lacan lo dice en un pie de
página en “La subversión del sujeto”, que su “a” se en el objeto
transicional de Winnicott. Estos objetos “a” están funcionando como perdidos,
o gozando gozados y habitando el espacio potencial entre los cuatro lazos en
los que transcurren los fenómenos transicionales que acompañan lo real de la
vida de cada uno de nosotros. Por lo tanto, pensados desde los tres registros
de la experiencia de la vida, ante circunstancias reales en las cuales pugnan
pulsiones y deseos, son trabajados y actuados en discurso y lazo social. Esta
síntesis, esta condensación que obviamente es claramente una deuda con Lacan,
me parece que permite resumir las principales bases estructurales y formales de
la teoría y la practica psicoanalítica.
Les cuento una
pequeña anécdota. Estuve hace poco en una conferencia que dio el doctor Gregorio
Isajaroff, colega de APA. Es un tipo muy interesante. Ha combinado en toda su
vida tres prácticas, la de violinista,
la cual la practica desde los tres años, la de psicoanalista y la de
investigador en neurobiología, vale la pena escucharlo. Por supuesto que hubo
cosas que estuvimos en desacuerdo, inclusive las conversamos, las discutimos. Entre
otras, odia a Damasio. Lo que es lógico porque esta tomado todavía por Poper y
por lo tanto por el neopositivismo. Entonces, un Damasio, le suena a
delirantemente conceptualizador. Pero ojo, con esto no le quito mérito a
Isajaroff que conoce mucho del tema. Salí muy contento de haber ido a escuchar su
conferencia. Pero cuento esto, en el sentido de que no todos los gatos son
pardos. Damasio dice en su libro El error de Descartes: “propongo que la razón humana depende de
muchos niveles de organización neuronal y no de un único centro cerebral”. Centros cerebrales de ‘alto nivel y de bajo
nivel’ desde las corteza prefrontales
al hipotálamo y al tallo cerebral cooperan en la constitución de la razón.”
Al depender la razón,
el razonamiento de varios sistemas, esto lo subrayo, no puede no presuponer,
sinergias, conflictos, pérdidas, y refracciones. Les recuerdo la definición que
da el diccionario de la Real
Academia de refractar: hacer que cambie de
dirección el rayo de luz, que pase oblicuamente de un medio a otro de diferente
densidad. esto para nosotros es muy evidente, justamente con los efectos
que se producen según que nudo del anudamiento borroméico predomine en cada
circunstancia, en relación a determinado objeto.
Sigue Damasio: “Los niveles inferiores en el edificio neural
de la razón son los mismos que regulan al procesamiento de las emociones y los
sentimientos junto con las funciones corporales necesarias para la
supervivencia de un organismo. A su vez estos niveles inferiores mantienen
relaciones directas y mutuas con prácticamente todos los órganos corporales. Colocando
así directamente el cuerpo dentro de la cadena de operaciones que generan las
mas altas capacidades de razonamiento, toma de decisiones y por extensión,
comportamiento social y creatividad. La emoción, el sentimiento y la regulación
biológica, desempeñan su papel en la razón humana, los órdenes inferiores de
nuestro organismo están en el bucle de la razón elevada.” Les recuerdo que
Lacan era bastante afecto a usar la palabra bucle en más de una circunstancia.
Vuelvo a la Real
Academia: bucle
viene del francés Bucle, y este del latín búcula, boquita. Rizo de cabello en
forma helicoidal. Les recuerdo que tanto el ADN como componente y el RN, o
sea el ácido Desoxirribunucléico y el Ribonucléico,
tienen forma helicoidal. Dicho de otro
modo, ni se piensa, ni se decide, ni se actúa, al margen de nuestro cuerpo.
Lo que a la vez repercute sobre éste. Es un antiguo descubrimiento de Freud,
tan antiguo como el Proyecto… y la Interpretación de los sueños,
reafirmado como cuestión de fundamento por el que resistiría a toda la
resistencia que prevenía del mundo académico en 1905. Los Tres ensayos sobre la sexualidad
infantil lo escribe ante la renegación que hacía en el mundo académico
a aceptar la sexualidad infantil. O sea, que el cuerpo es erotizado, erogeneizado,
en la primera infancia. Entonces, es una verificación de los neurobiólogos sobre
la teoría psicoanalítica, su confirmación del punto de vista de Freud, que se
nos renueva diariamente en nuestra práctica, sea con niños o adultos. Las
ordenes inferiores de nuestro organismo están en el bucle de la razón elevada,
dicho en criollo, en los mas altos razonamientos. Aparece en el aumento del
peristaltismo de nuestras tripas. Dicho más en criollo aún: la cagadera ¿Está claro? Alrededor de
esto puede haber discusiones, por ejemplo, con mi querido amigo Miguel Calvano, sobre
si primero la palabra o lo heredado en el cuerpo. Pero la presencia del cuerpo
es indudable. Son discusiones, que a mi
modo de ver, no se zanjan cronologías, sino registrando las interdependencias
estructurales. Aclarará Damasio algo sabido de antiguo. Están, y funcionan
prehistóricamente. Se habla de historia a partir del nacimiento de la
escritura, hace quince mil años un poquito más. En verdad están mucho antes del
nacimiento de la
escritura. El trabajo de Kandel con la Aplisya ubica ya, en el pequeño caracol, una serie
de estas respuesta del organismo.
Para una
epistemología destinada a encontrar las lógicas que pueden anudar algunos
conceptos en la frontera entre psicoanálisis y neurobiología. nuestras concepciones,
y las de Damasio y muchos otros neurobiólogos, pueden permitir ir sentando
algunas primeras bases. A mi modo de conjeturar, son articulables. Retomo algo
que dije al comienzo, de ese articulo mío sobre epistemología psicoanalítica, “por lo tanto, lo tensado desde los tres
registros de la experiencia de vida, ante circunstancias reales de las cuales
pugnan tensiones y deseos son trabajados y actuados en los discursos y los lazos
sociales, sobre el cuerpo”. Esto es articulable conque los niveles
inferiores en el edificio neural de la razón, son los mismos que regulan el
procesamiento de las emociones y los sentimientos, junto con las funciones
corporales necesarias para la supervivencia de un organismo. A su vez, estos
niveles inferiores mantienen relaciones directas y mutuas con prácticamente
todos los órganos corporales, colocando así el cuerpo directamente dentro de la
cadena de operaciones que generan las más altas capacidades de razonamiento,
toma de decisiones y por extensión, comportamiento social y creatividad. La
emoción, el sentimiento y la determinación biológica, desempeñan un papel en la
razón humana, los órdenes inferiores de nuestro organismo están en el bucle de
la razón elevada. Fíjense, si entre la conceptualización freudiana del cuerpo
como pulsional y la conceptualización de Damasio sobre el cuerpo, no hay
aproximaciones posibles. Y por lo menos, puntos de entrecruce. El
psicoanálisis a
través del análisis de la experiencia de imposibilidades y de producciones de
cambios de posiciones subjetivas en los terrenos de los sentimientos, los
razonamientos, los accionares, y las conductas, a podido discernir, vías y
articulaciones que en las relaciones con lo otros inciden en ellas. A la vez,
como ellas inciden en la conformación de los razonamientos y de las
participaciones en los lazos sociales. Los neurobiólogos están logrando
precisar cada vez más, cómo estos condicionamientos éxtimos[2]
en las personas operan sobre el cuerpo, el sistema nervioso, glandular,
inmunológico, y sobre el cerebro. Tenemos ahí un campo de colaboración y puesta
en cuestión mutuas. Debemos tener claro, que mientras ellos responden desde una
epistemología necesariamente
reduccionista, nosotros lo hacemos desde una amplia, asentada necesariamente
,en la observación y formas de operación de las personas en los lazos sociales.
O sea, son dos campos diferentes, pero
en mutua dependencia y articulación. Ellos nos aportan sobre el fondo inmortal de la historia[3],
cuando hablan de los niveles más bajos, etcétera. Nosotros aportamos, desde lo
que las historias inciden en cada historia y modifican, aún a sus niveles más
arcaicos -claro que sin dejar de reconocer los límites de nuestros actos, como
ellos van reconociendo los de los suyos-Ningún
practicante de ambos campos, debe resignar continuar explorando el suyo. Elaborando,
para ampliar la eficacia de nuestras prácticas.
Dice Damasio: la neurobiología ha
logrado discernir de un modo experimental positivo que la palabra tiene tantos
efectos sobre el sistema neuronal como los psicofármacos. Una anécdota, que
no cito textualmente, pero él dice por ejemplo, que se han cometido muchas
barbaridades con el Prosac. Digo en el artículo mío citado anteriormente: Este arribo de las investigaciones
fisioneurológicas que ratifica el descubrimiento freudiano es un paso muy importante
pero insuficiente. De él se pueden colgar los cognitivo conductuales, los sistémicos,
y hasta esoterismos varios. La gente que anda en yoga y en ese tipo de
prácticas, les va a hablar de los chakras,
y de toda una anatomía en relación a los chakras
y una técnica con muchos éxitos inmediatos aunque pasajeros. Cada una de esas
prácticas puede lograr resultados varios, pero ninguna de ellas, la amplitud y
profundidad que logra la psicoanalítica. ¿Dónde radica la diferencia y en qué
se fundamenta? Para decirlo por vía de una analogía, Colón descubrió América,
luego otros ampliaron las exploraciones hasta que Américo Vespucio cartografió aproximadamente
el continente. Que sus humanos originarios conocían más o menos, según etnias y
poderes tribales o nacionales. Luego se fueron relevando accidentes
geográficos, reservas naturales, etcétera. Se estructuraron las primeras divisiones
políticas coloniales, según ingleses, franceses, españoles, portugueses. Más
adelante vinieron independencias y nuevos reordenamientos políticos nacionales
y sociales. La materia que será descripta por la geografía, hace millones de
años que está más o menos igual, pero hizo falta de la estructura del lenguaje
humano, distinguida por proceder por analogías, comparaciones, oposiciones, diferencias,
cálculos, metáforas, para ir no solo dibujando y describiendo, sino utilizando
y transformando para bien y para mal, dicha naturaleza. Aparecieron los
espeleólogos, los geólogos, ingenieros, zoólogos, botánicos, agrónomos,
veterinarios, etcétera. Los neurobiólogos nos dan descripciones no sólo
estáticas sino también relacionales y dinámicas del mapa cerebro, neuro,
músculo, inmuno, endocrinológico. Apresurados al estilo de Ansermet, dicho con
todo respeto, o en sus inicios Kandel, más respeto aún, quisieron sobreimprimir
esas descripciones a localizaciones de la imaginería psicoanalítica deductiva, al
cerebro. De dicha imaginería deductiva psicoanalítica se apresuraron a tratar
de construir una cierta cartografía, de producciones de cambios de posiciones
subjetivas en los terrenos de sentimientos, de razonamientos, los accionares y
la conductas, asimilando sinapsis y huella psíquica o buscando Kandel (en sus
inicios) las localizaciones del yo, superyo y ello. Creo que cometen un error. En el reconocimiento de estas
cuestiones, la historia se dio a la inversa que en la conquista de América. Los
psicoanalistas, ejerciendo el
psicoanálisis, cartografiamos anticipadamente terrenos no
conocidos. Comparativamente, de un modo similar a lo que hoy hacen lo satélites.
Estudiando con la mirada, la audición y la mediación del lenguaje, describen
elementos del cosmos, aún no pisados por los humanos. Cuando se arribe a ellos,
se dispondrá de aproximaciones mapeadas por los satélites, pero seguramente se encontrarán
mucho más particularizaciones sobre la organización y el funcionamiento de la
materia, en que los hombres posarán sus naves, sus pies. Estamos en un tiempo
previo, en el que como los viejos conquistadores podemos facilitar, ver, y
operar los principales accidentes, rutas, etcétera. Pero, nos encontramos con
lo ya construido helicoidalmente entre soma
- cerebro y vuelta sobre el cuerpo en
cada voluta, en la filogenia, en la
ontogenia y en los traumas, previos a nuestra intervención. Y sobre eso
a la vez que podemos visualizar rutas principales y facilitar transitarlas con
nuestra lectura de letras, significantes, mitos y fantasmas, éstas puede
resultar insuficientes por toparnos con contribuciones previas hechas a la
materia orgánica. Y encontrarnos conque sólo la palabra, hay lugares que ya no
está en condiciones de modificar.
Me impactó
fuertemente, porque la verdad es que esto yo no lo conocía, la información que
nos transmitió Gabriel
Brarda sobre el fenómeno de la falla de la apoptosis
en el autismo y la función de su éxito en el desarrollo. Algo verdaderamente
impactante. Es evidente que diferentes combinaciones pueden resultar útiles, y
lo serán más en el futuro cuando se progrese con manipulaciones genéticas y
manejo de aminoácidos de diferente tipo. Pero
a la inversa, lo ya conceptualizado nos coloca en condiciones de colaborar con
neurobiólogos avispados, para desde nuestra experiencia sugerirles rutas
principales sobre la cuales investigar en relación a las marcas orgánicas que puedan
ir dejando, no solo herencias sino también ontogenias y traumas. Como dije
en la primera clase, esas rutas son las que devienen de cómo la persona haya
cursado la relación con el cuerpo de la madre y con la función del nombre del
padre en el encuentro con los deseos ordenados fálicamente en cada uno de los
padres. Y cómo esa combinación haya cargado
las zonas erógenas, cómo el infantil
sujeto[4] ha
reaccionado a esos estímulos y/o falta de estímulos, y en qué posición haya
quedado como hablante, en su lógica gramatical, en su estructuración de la
sintaxis, en su capacidad o ausencia de metaforizar. Y con que incidencia sobre
su cuerpo, su pensamiento y su intervención en los vínculos sociales de cada
una de estas cuestiones.
Brevemente, una
viñeta de un caso que trato con interrupciones, idas y vueltas y de modos muy singulares,
justamente por el tipo de caso que es. Estamos en el 2008, y creo que empecé
algo así como en el 95, o sea que pasaron unos doce, trece años. Primero vino
un matrimonio muy preocupado por una hija, que querían que yo tratara. Cuando
me hacen todo el relato, les hago la pregunta elemental, si la chica quería
venir o no. Ella imponía como condición, que fuera toda la familia. Aseguraban
que ellos podían traerla igual. La chica tendría unos quince años, algo así. Entonces
dije que no, que viniera toda la familia. Empezó el tratamiento que duró unos
cuantos meses. Algo así como un año. El muchacho, era el que no tenía problemas. Era brillante, con poca relación diaria con
el resto de la familia. Un
as en un deporte profesional que el padre había deseado practicar, sin animarse
a hacerlo. Trabajé con los dos padres y la chica. La verdad que cuando la vi entrar, me
pegué un susto grande, porque toda la pose, las facies, la mirada, la forma de
hablar, tenían las formas, la apariencia de un brote esquizofrénico hebefrénico.
No así, según advertiría después, la estructura de lo que decía. Los hebefrénicos,
saben ustedes, son muy graves. Cuando empezamos a trabajar, simplemente al
encontrarse la piba con un tipo que la respetaba en su decir y que además
atendía e intervenía sobre el decir de
los padres, ubicó la situación y pasó a ser efectivamente una espacie de
terapia de familia. No creo ni en las terapias de familia ni en las de pareja,
porque coincido con lo que decía Lacan, no son terapeutizables, quiero decir,
no son curables. Sino que lo que se puede lograr en todo caso es aclarar
algunas cosas y que después cada una siga el camino que les precipite.
Efectivamente acá ocurrió así. Después
de unos cuantos meses, cerca de un año, el padre dijo: ya está, se acabo la terapia de familia. Que cada uno se analice con un
analista en particular. Todos estuvieron de acuerdo, la chica pidió
analizarse con un tipo más joven cosa que me pareció razonable, él me pidió
análisis a mí, y la señora no se quiso analizar. Se las hago breve, al tiempo
el divorcio, toda una historia. Detrás del problema de la chica, la verdad, había
un matrimonio fracasado. Para ser exactos, desde antes de casarse. Se empezó a
desenvolver la historia del hombre. Este hombre padece realmente, un fenómeno
que aún hoy que estuve con él y el hijo, siento que es la primera vez que tengo
la intuición de que pueda empezar a salir un poco de eso. Es un hombre que vive
permanentemente con pánico no solo a que dejen de amarlo, a que no lo amen,
sino a que lo abandonen. Es un hombre que si se llega a desestabilizar va a hacer
una melancolía, ese es mi diagnóstico, mientras tanto aparece como una de esas
neurosis obsesivas de carácter más bien hipomaníacas. Digamos, exitoso como
empresario. Analizándolo, me enteré del siguiente dato. Fue único hijo y a los
cuatro meses que nació, el padre adquirió una grave enfermedad de columna, si
no recuerdo mal era una tuberculosis de columna. Entonces la madre y el padre
deciden mandar al bebé, a que lo críe una tía. A los dos meses. Cuando tendría
seis meses, una cosa así, tuvo un eczema generalizado en todo el cuerpo, desde
la cabeza a los pies, incluido, brazos, manos, todo. Y se rascaba terriblemente.
No habían entrado los corticoides, las pomadas con corticoides, ninguna de esas
cosas. El pediatra no encontró otra solución que agarrar dos cajas de las que
usan para los tubos fluorescentes, y meterle un bracito en cada una. O sea que
encima de toda la historia previa de extrañamiento a los 4 meses de vida
extrauterina, se pasó hasta que se le curó la eczema con los bracitos rígidos,
metido en la cuna. Tenía
una fantasía consciente, que se le aparecía recurrentemente, traumática, y que
inclusive que a veces le trajo alguna dificultad en el mar. Consistía en verse
adentrándose a nadar, encontrarse con un banco de arena lejos de la playa y
cansado, subir a dicho banco y que nadie lo veía ni venía a rescatarlo. Bueno,
obviamente no hace falta explicar mucho, las sobre determinaciones en la
subjetivación de este hombre que lo llevaron a esa patología. Después de
catorce años de trabajo y haber pasado por ese lugar mil veces, lugar del cual
no tiene recuerdos, tiene sólo relatos familiares. Hace quince días están
viniendo junto con el hijo nuevamente, porque están por transformar la empresa
en una nueva empresa a medias, lo que les está trayendo un despelote infernal. Porque
a este hombre le agarró una celotipía paranoide, con respecto a la chirusa como le dice a la chica que se
está por casar con su hijo. Se llenó de fantasías de que la futura nuera le iba
a afanar la empresa, y lo iba a
dejar a él en la miseria. Que si ustedes ven es la repetición de
todas las otras fantasías. Bueno, saltó el disyuntor hace quince días más o
menos. Tal fue así que me llamó desesperado para pedirme una sesión de
emergencia. En ese momento estaba entre paciente y paciente. Le dije, habláme después
porque ahora no puedo conversar, y le di un horario. No me habló, cuando no me
habló pensé, se calmaron las cosas. No
le hablé a propósito y cuando vinieron hoy, las cosas se habían calmado efectivamente.
¿Sobre qué base se habían calmado? Sobre que habían tenido una conversación muy
franca y aclaratoria. Obviamente el pibito este, es el hijo predilecto del padre.
Por eso no venía a las sesiones de familia, porque la víctima digamos, fue la
chica a partir que nació el muchacho. La chica es cuatro años mayor. Cuando
apareció el muchacho, se reprodujo el mismo fenómeno que había sufrido el padre.
Claro que cuatro años después de nacida, ya es otra historia, no es lo mismo
que cuatro meses después de nacido. Igual está el cuatro. Bueno, pero ayer
pensaba, por qué habíamos repasado con tanta claridad lo que había ido pasando
tantas veces y me preguntaba cómo puede ser que siga cayendo y recayendo en el
mismo punto. ¿Qué se me escapaba a mí? Nada, creo que recién empieza a haber
una modificación ahora, y no porque haya hecho alguna interpretación nueva, no
me engaño. S creo que ha tenido mucho que ver, que la tensión llego al voltaje
máximo. Fue cuando él tuvo la fantasía fuertísima, de que el hijo había dejado
de quererlo, no lo iba a querer jamás. En ese punto me pregunto, todo lo
trabajado psicoanalíticamente estuvo bien, y está bien tener en claro los
condicionamientos que ha habido en la ontogenia de este hombre, aparecen cosas
en la filogenia también, porque lo interesante de hoy y creo que es justamente
porque lo que mejoró, es que se pudo empezar a preguntar ¿Por qué mi madre era
tan fría? ¿Por qué era tan seca? ¿Qué le habría pasado a la madre? Por lo tanto
por la filogenia en la que también hubo una historia y un trauma. Ahora ¿por
qué no suponer que eso ha dejado marcas en el sistema neuronal e interneuronal
y en el cuerpo de este hombre y no sólo en la trasmisión vía oral, lenguajera[5]?
Un “pequeño detalle”, en un momento
muy grave de la situación de divorcio, donde estaban recién separados, un día
la ex-esposa lo llama y le dice que se había tomado un vagón de pastillas. Cuando
llega, la encuentra tirada en el suelo, se había mandado el intento de
suicidio. No se había enterado nadie, ni
había tocado nada. Durante unos segundos dudó: se iba y ya estaba, nadie se enteraba. Pero no. Fue más fuerte en
él, digamos el ideal de yo, llamó a la ambulancia, se la puso en riñón
artificial por un tiempo y la señora zafó.
Debe interesarnos la marca, porque se darán cuenta que él se hubiera
transformado en el activo, de lo que él había sufrido pasivamente. De víctima,
hubiera pasado a victimario. Bueno ¿Por qué no suponer que quedaron marcas
neuronales e interneuronales de aquel arcaico episodio en el que la criatura
vio desaparecer de su atención al Otro imprescindible? El trabajo
psicoanalítico, obviamente, ha logrado hacer bastante con todo eso. Actualmente
tiene una compañera, con la cual se quieren mucho, es un hombre grande ya
cincuenta y pico de años, casi sesenta, y la mujer también es una señora
grande, quiero decir no es un levante casual. Andan planeando irse a vivir
juntos, una casa, en fin... Pero tal vez dentro de diez años, un caso así,
trabajado en común entre un psicoanalista y alguien que sepa manejar bien
determinadas combinaciones de aminoácidos por ejemplo, o determinadas
manipulaciones genéticas, acelere el trámite y le dé mas consistencia. ¿Por qué
creer que lo único que vale es nuestra teoría y nuestra práctica? No se si logro
dar a entender lo que estoy tratando de transmitir. El buen psicoanalista, pone
en juego todo su aparato perceptivo para registrar lo que el hablante emite
verbalmente y de varias formas más, sea en la soledad del consultorio o en
muchas otras formas de trabajo. Y ese trabajo perceptivo será al que Freud llamó
Atención
Libremente Flotante, y que presta atención a las diferencias
registrando las letras, esos emergente literales entre lo simbólico y lo real,
que convocan a la escritura de otros significantes que los que la meseta de los
dichos van emitiendo. Forman parte de las letras, gestos, entonaciones, rictus,
cambios de tonalidad de voz, manejo de los ojos, colores, temperaturas,
sudoraciones, sequedades de piel.
Les cuento
brevemente, estoy de duelo, entonces me van a escuchar hablar de Ulloa montones
de veces, una anécdota de Fernando que se la escuche contar a un ex paciente de
él que era muy amigo mío en esa época, ahora está en la de EOL. Era un joven
estudiante de la facultad de psicología, un bello animal narcisístico diría el amigo Freud, encima lleno de
ideas políticas progresistas capaces
de transformar el mundo, etcétera, etcétera, etcétera. En las asambleas se
distinguía de lejos, era lindo, alto, encima inteligente y con buena verba, las
minas alrededor como locas. Entonces Ulloa hacía lo que él llamaba las
asambleas clínicas, que eran, reunía a sus quinientos alumnos, se sentaba, no
decía nada y esperaba a que alguien empiece a hablar. Bueno y se armaban
situaciones muy interesantes a partir de lo cual, él iba trabajando lo que
quería transmitir. A partir de lo que ahí iba pasando. Y este amigo mío, me lo
contó él, vuelta a vuelta, siempre, se paraba y le discutía y lo trataba de
reaccionario y no se cuantas cosas más. Terminaba la asamblea clínica, la gente
se iba, y se quedaban corrillos de discusión, porque era lógico, al haber sido
así la clase, la muchachada seguía afuera la discusión. Y Ulloa
pasaba entre ellos y se iba. Un día pasa entre ellos y lo ve a ese muchacho discutiendo
fervorizadamente con otros. Se le paró al lado, le pegó con el dedo en el
ombligo y le dijo: un día vos, me vas a consultar, y siguió de largo.
Efectivamente, dos o tres años después de una crisis de pareja, fue a parar al
consultorio de Ulloa. Bueno obviamente ya antes él había operado como analista.
Desde su observación y con ese gesto, instaló el semblant. Y le facilitó al otro desear analizarse. Les di el
ejemplo a propósito. Porque ¿qué significante era el que estaba jugando?
¿Alguna palabra en particular? No ahí el significante, era esa postura de mi amigo
de oposición sistemática al profesor. Era evidente para un buen analista que
ese muchacho le otorgaba todo el saber a él y además estaba profundamente
enamorado de ese saber de él. Entendamos que no en términos de homosexualidad
ni ninguna de esas cosas. Esos significantes, en ese punto habrán mostrado un
nuevo representante del sujeto y de su deseo inconsciente para aquellos otros
significantes que el contexto metonímico ha ido escribiendo. Pero ese litoral
es el mismo en que la pulsión funciona como voz excedente y como pérdida de
goce entre lo somático y lo psíquico como decía Freud. Esa lógica, es la que se
le pierde a cualquier otra terapia en su accionar a pura conciencia. ¿Por qué
se les pierde? Porque resisten, no aceptan la información que ofrece el psicoanálisis con
respecto a la estructura formal que rige a esos animales que somos, diferentes
de cualquier otra especie. Diferentes en tanto con la disposición y evolución
del habla se fue estructurando el lenguaje. Lo que nos permitió una incidencia
sobre la naturaleza para bien y para mal, que ninguna otra especie tiene y que
pagamos al precio de la ignorancia producida por la imposibilidad de decir, de
escribir todo. La frase medio ambiente, latiguillo de los neurobiólogos
para informar de la influencia de lo no orgánico en lo orgánico dice mucho y
por eso mismo, no dice nada. A la vez, nos deja pistas interesantes para
continuar nuestras elaboraciones. ¿Qué quiero decir con estas afirmaciones
aparentemente contradictorias? Que medio ambiente presupone todo aquello que
forma el ambiente en cuyo medio queda cada uno de nosotros. Por lo tanto supone
naturaleza, culturas, semejantes, superiores, subordinados, mercancías, instrumentos
modalidades de trabajo, familias, relaciones sociales de producción y
circulación de mercancías, corporaciones, etcétera. De aquí que la exigencia
del trabajo interdisciplinario incluye también etnólogos, antropólogos,
economistas, sociólogos, artistas, deportólogos, etcétera. Porque medio
ambiente refiere todo lo que nos rodea e influye. Pero no establece jerarquía
ni prioridades temporales, cualitativas, cuantitativas, etcétera. En lugar del
apresuramiento de colegas como Ansermet en identificar sinápsis a huellas de
percepción y su influencia como el neurobiólogo Magistretti, me parece más
conveniente advertir las similitudes formales entre letras, significantes,
gramáticas y sintaxis con conceptos como los siguientes de Antonio Damasio, que
está en la página 165. “Alguna de las
imágenes que se evocan no son verbales, el aspecto de una determinada persona
en un determinado lugar. Mientras que otras son verbales, palabras y frases
atribuidas a atributos, actividades, nombre, etcétera. El sustrato neural de
tales imágenes, es un conjunto de representaciones organizadas y topográficamente
separadas que tiene lugar en varias cortezas sensoriales iniciales, visual,
auditiva y otras. Estas representaciones se construyen bajo la guía de
representaciones disposicionales que se retienen de manera distribuida sobre un
gran número de corteza de asociación de orden superior. /…/ A un nivel no
conciente, redes de la corteza prefrontal responden de manera automática e
involuntaria a señales que surgen del procesamiento de las imágenes arriba
indicadas. Esta respuesta prefrontal procede
de representaciones disposicionales que contienen el conocimiento perteneciente
a la manera en que determinado tipo de situaciones se han emparejado de manera
general con determinados tipos de propuestas en la experiencia individual del
lector, en otra palabras, procede de representaciones disposicionales que son
adquiridas, pero no innata. aunque como se ha expuesto antes las disposiciones
adquiridas se obtienen bajo la influencia de disposiciones que son innatas. Su experiencia puede diferir de
modo sutil pero importante de la de otros. Es solo del lector. En resumen, las
representaciones disposicionales prefrontales adquiridas que son necesarias
para las emociones secundarias son un conjunto distinto de las representaciones
disposicionales innatas que precisan las emociones primarias, pero como el
lector descubrirá más adelante, las primeras necesitan a las últimas para
expresarse. Las representaciones disposicionales de estas últimas prefrontales
responden: A) Mediante la activación de núcleos del sistema nervioso autónomo y
enviando señales al cuerpo a través de los nervios periféricos y con el resultado se disponen en el estado más
comúnmente asociado con el tipo de situación disparadora. B) Mediante el envío
de señales al sistema motor de manera que los músculos esqueléticos completen
la imagen externa de una emoción en expresiones faciales y postura corporal. C)
Mediante la activación de los sistemas endocrinos y de péptidos cuyas acciones
resultan en cambio en los sistemas del cuerpo y del cerebro. Y finalmente D)
Activando mediante pautas concretas los núcleos neurotransmisores no
específicos del tallo cerebral y del procencéfalo basal que entonces libran sus
mensajes químicos en regiones variadas de el telencéfalo, por ejemplo, los
ganglios basales y la corteza cerebral. Este conjunto aparentemente exhaustivo
de acciones es una respuesta masiva, es variado, está dirigido a todo el organismo
y en una persona sana es una maravilla de coordinación.” Damasio hace
maravillas, y con razón de la complejidad del funcionamiento cerebral. De la
misma manera que cada uno de nosotros se ha ido maravillando si tenía capacidad
de sorpresa y no estudiaba escolásticamente, de la complejidad de los
descubrimientos freudianos de la función en el habla y la escritura, de los desperdicios tomados hasta entonces
solamente como equivocaciones. Les confieso que aún hoy, me pasó esta mañana si
no recuerdo mal, me sigo sorprendiendo con las cuestiones que aparecen en el
inconsciente de mis pacientes. Me cuesta creer, creo, pero me cuesta creer. Igual
cuando el amigo de
Lacan nos fue introduciendo en Sassure, en Jacobson, en Peirce, en Frege. Bueno
y luego su definición estricta del sujeto del inconsciente, su instalación del
centro de gravedad de los fundamentos del psicoanálisis en los tres registros,
la función de nominación, cuarto nudo, el a polifacético y
las estructuras de discurso, de vínculos sociales, en sus matemas y todo sobre
el trasfondo de la función del saber y de sus faltas. Lo inconsciente,
diferente de lo real. En lo inconsciente hay un saber que no se sabe, pero hay
un saber. Lo real es aquello que se nos presenta como radicalmente no sabido.
La lengua funciona como reacción frente a lo real, tanto por ser causada por
deseos inconscientes gatillados por faltas reales, aunque solo sea un resultado
de carencias en lo simbólico imaginario. O por faltas reales imposibles de
resolver en tanto no se dispone radicalmente de un saber capaz de tramitarlas. En dichas reacciones el ser parlante
intenta maniobrar apelando a la invención. Distinto al resto de las especies
animales. No se ata a códigos, tiene la facultad de donde lo sabido no le
alcanza, explorar metáforas que lo representen buscando otras variantes
desconocidas. La invención, subsidiaria absoluta de la capacidad metafórica,
es lo que planta la diferencia radical entre los humanos y otras especies. Tengan
en cuenta que hay especies animales a las cuales actualmente se les ha
descubierto enorme cantidad de señales, códigos enteros, lo que no tiene ninguna
de ellas, es capacidad metafórica. La invención, es subsidiaria absoluta de la
capacidad metafórica, y planta la diferencia radical entre los humanos y otras
especies. Es producto de nuevas elecciones, tal vez simplemente el cambio de, o
la notación de otra letra en algún paradigma, abre una nueva combinatoria y un
giro radical en el eje metonímico. Recuerdan los dos ejes del lenguaje,
metonímico horizontal, paradigmático vertical. A veces para bien, otras para
mal, pero propiciando siempre un acto de nuevo tipo fuera de las repeticiones
de goce habituales. En el Proyecto…, Freud ronda esta cuestión
en los capítulos “El Recordar y El Juzgar” capítulo XVII y en el XVIII “Pensar
y Realidad”. Lacan lo aborda decididamente a partir de corregirse en su
anterior de predicar al lugar del Otro como lugar del código, para pasar a
llamarlo tesoro de los significantes. Recuerden en La subversión del sujeto,
pié de página. También en La instancia de la letra, en L’ Etourdit,
de los que yo me acuerdo... ¿Cómo?... El metonímico es el horizontal y el
metafórico es el paradigmático. Y a modo de ejemplo, también lo hizo en su
habla y escritura. Llena de neologismos y de significantes a los que le da un
nuevo uso con nuevos sentidos. Neologismos, por ejemplo, éxtimo, es un invento de él: Extimidad.
Goce: significante al cual le da un nuevo uso. El campo del lenguaje genera
dicha posibilidad. El inconsciente la alimenta. La lalengua en una sola palabra, se
refiere a la lengua en permanente mutación por producciones de los
Inconscientes que se socializan. Comparen estas afirmaciones, las de Damasio y
las mías apoyadas en Freud y Lacan, y advertirán porque me animo a afirmar que
existe correspondencia aunque no sin fallas, sin complementariedad, entre la
estructura de la Cultura, el lenguaje y lo somato-cerebro-corporal. Su
articulación es la partera del acto del sujeto. De los pocos momentos de
libertad, en que es radicalmente distinto de cualquier individuo de otra
especie zoológica. Adviertan que en relación a los comienzos de seminario,
renuncio a la palabra homología y no tomo analogía, la sugerida por un colega
de APA. Sostengo que entre ambas estructuras, la del lenguaje y la somato-cerebro-corporal,
hay una correspondencia fallida. O para ser más exacto, hay una correspondencia
con fallas. Esto es importante porque es otra de las razones de un fenómeno
típicamente humano como lo es la pulsión de muerte y las encrucijadas
mortíferas, trágicas, como gustaba decir Fernando Ulloa, a las que
puede y suele llevarnos el narcisismo. Particularmente ese tipo de narcisismo
que no logra estructurarse según la torsión de la banda de Moebius. La banda de
Moebius, genera mejores condiciones de
posibilidad para que en los atravesamientos de espacios el objeto a
que cada uno somos, se articule en discurso, a través de más de una dimensión
de su experiencia con otros. En el nudo olímpico, es 1 a 1, desanudado queda
aislado, herido en el único registro del cual se estuviera sosteniendo.
Encerrado – desligado,
en una revolucionaria trampa circular,
de vuelta sobre si mismo 360 grados. Este tipo de narcisismo, por sólo poder
ligarse a través de prestancias imaginarias, se encuentra con diferentes
fenómenos, quedando encerrado dicha circularidad producto de su mismo. Fenómenos,
como éste están entre los que la mayoría de los neurobiólogos no logra entender,
arrinconados en la tendencia lógica a buscar la supervivencia de los animales
de otras especies. Lo que los lleva a
ilusionarse con el yo y con la educación. Cayendo en aporías como la de Damasio, de creer
que el nazismo o el comunismo, las guerras y las delincuencias, son producto de
malas educaciones. Aunque es bueno registrar que Damasio, no ha perdido la
capacidad de la duda inteligente. Dice en la página 277, “En cada momento, el estado del yo es construido desde los cimientos. Es
un estado de referencia evanescente reconstruido de manera tan continua y
consistente que el propietario nunca sabe que está siendo rehecho, a menos que
algo no funcione con este hacer de nuevo, pero nuestro yo, mejor aún, nuestro
meta yo, únicamente se entera de este ahora, un instante después.” Observen
como se acerca al concepto de sujeto del inconsciente, mucho más que muchos
psicoanalistas Lacanianos y más aún de otras corrientes, atrapados en su
dificultad para diferenciar $ de yo. Y
Damasio se acerca, sin disponer de los conceptos de real, de azar, de S1, de S2.
Tienen la palabra ustedes.
Roberto Vechiarelli: --Bueno, no primero quería pasar un pequeño avisito,
porque está relacionado con el tema de hoy. Que en la segunda clase de Carlos Názara, yo hice una
intervención que fue mal desgrabada y entonces aclaro. Porque sino es un
horror. Donde dice la conciencia es anterior, debe decir, la conciencia es
posterior... (Laura Lueiro
aclara que ya fue enviada la errata) Ah lo mandaste, ah bueno, bueno, listo,
fenómeno. Bueno eso por un lado. Y por otro quería hacerte una pregunta, porque
a mí se me hace siempre una galleta con el tema este del nudo Borromeo, pero el
nudo Borromeo plantea, digamos, no hay una prevalencia, o no hay una
anterioridad de registros. Los registros son simultáneos, ¿Si? Bueno, entonces,
también se me hace un lío con el tema de la razón, de acuerdo a esto que
estamos trabajando ahora, porque yo buscaba a la razón siempre del lado de lo
simbólico, ahora, con estos estudios esto que vos estas comentando parecería
que como él habla de distintos niveles, él habla de operaciones superiores a la
razón, pero parecería que hay y creo que sí y estoy de acuerdo con eso, no,
como proceso anteriores, como lo dije en esa intervención justamente, de lo
pulsional interviene ya en el proceso del conocer. Entonces, la razón no
estaría solamente del lado de lo simbólico. Bueno esta es la pregunta, nada
más.
S. R.: --Si, es
importante la pregunta, para eso ubiquémonos primero radicalmente en una cosa y
les puedo dar bibliografía para situarse según Lacan, y yo en eso comparto totalmente
lo de a Lacan. El sujeto es evanescente,
transitorio, se constituye y cae en diferentes lugares de la cadena, por eso es
que yo me enojo un poco cuando usan la palabra sujeto en términos generales,
Ahora estamos en un intercambio de ese orden con Miguel, discusión interesante.
En verdad, en “La Tercera de Roma”, Lacan después de dar muchas vueltas, después
haber partido de “pienso donde no soy,
soy donde no pienso”, es más parte en realidad de “pienso donde no soy, luego soy donde no pienso”, termina
desembocando en dicha “La Tercera…”, en pienso donde no
soy, soy donde eso, ahí habría que inventar una especie de neologismo, pero sería
donde eso gozase, pero gozase en el sentido de ser gozado y gozar. O sea, el único punto de ser es de goce.
Entonces él se da cuenta lo que está diciendo y dice, bueno ustedes me
preguntarán ¿En qué lugar del nudo
Borromeo está el sujeto? Y dice, les voy a hacer una broma, más a mis años
y sigue hablando al estilo de él varias páginas y después agrega, el sujeto reaparece
en el analista. Con lo cual lo que está diciendo según yo interpreto es, el sujeto solo puede ser efecto de la
interpretación de la metáfora. No hay otro sujeto, en verdad y esto es lo que comparto con él. Creo que
él nos ubica a los seres parlantes en el lugar de “a”, atrapado entre los tres registros. Esa es la posición casi
permanente de todos nosotros. Ojo, no es un problema de ser objeto del otro. Eso
ya tiene que ver con el goce que no
debería haber[6].
El goce del Otro. Por ejemplo, un psicótico alucinado, por un neurótico
manipulado por un perverso, eso es otra historia. Sino que en general quedamos
ahí, somos objeto, no tienen porque escandalizarse, somos objetos de la estructura. No de
otra persona. Después podemos serlo, eso ya son los avatares de la vida. Pero es imposible
creer que uno puede liberarse de las cadenas de la estructura, uno está ahí.
Esta es una vieja
conversación entre Veccharelli y yo. Damasio, si bien no estoy de acuerdo con
los ideales de Damasio, pienso de otra manera, pero por su camino, lo cuestiona
a Descartes, que obviamente es su gran fuerte de inspiración. Si ustedes leen
el libro, se dan cuenta que Descartes es la gran fuerte de inspiración de
Damasio. Pero cuestiona nada más y nada menos que la idea núcleo de Descartes
que es la separación del cuerpo del alma. Lo que tiene que ver con la pregunta
que estás haciendo vos. Yo, estoy de acuerdo en separar cuerpo de alma, pero no
en el sentido religioso, sino en el sentido del alma como la Cultura que nos
trasciende. El cuerpo muere, y lo que cada uno de nosotros en el mejor de los
casos, son algunos actos, algunos significantes flotando en la lengua de cada Cultura.
Pero en ese sentido Lacan, creo que compartiría totalmente Damasio, si
conversara sobre que se razona también con el cuerpo.
Las fundamentaciones que va dando Damasio a través de
todo el libro alrededor de eso son notables, y son esas cosas donde uno dice, ¡Pero cómo no me di cuenta de esta obviedad!
Por ejemplo, uno de los ejemplos que da, hoy ando escatológico, son las
cagaderas preexamen y lo que eso influye en cómo el examinando da su examen. O
sea, el razonamiento efectivamente no es algo sólo del orden de lo simbólico.
En el razonamiento interviene lo real, lo simbólico y lo imaginario. Los tres
elementos. Y desde el punto de vista de los neurobiólogos, el cuerpo, las
vísceras y el cerebro.
Queda una pregunta
pendiente, muy interesante. Fue una amplia discusión entre algunos de nosotros
allá por el año ’84. Recuerdo conversaciones muy interesantes que tuve en
aquella época con Javier Aramburu. Lacan plantea pocos años antes de su muerte,
la equivalencia de los tres registros. Hasta ese momento, venía planteando la
primacía de lo simbólico. A partir de ahí plantea la equivalencia. Algunos
muchachos, el amigo
Miller y algunos amigos de él, en ese momento se embalan y plantean la primacía
de lo real. Se arma una discusión entre bandas,
alrededor de eso. Lo que me planteaba Javier, no me lo voy a atribuir, podría atribuírmelo porque él
está muerto, no lo dejó escrito, pero en verdad la idea es de él. Lo que
planteaba Javier, para mí, es la verdad de la cuestión. Javier
decía, los tres registros, ¿Son equivalentes? Si, ¿Pero a partir de qué? De la
primacía del significante. Porque el significante es el que funda los tres
registros, entonces algunos dicen, bueno, pero el significante es del orden de
lo simbólico. Si, pero no es lo simbólico. Y si ustedes observan la obra
lacaniana van a ver que hasta el último seminario, él sigue hablando de la
primacía del significante al mismo tiempo que habla de la equivalencia de los
tres registros. Bueno espero haberte respondido.
La señora Silvia Sisto que acaba de cumplir años, no digo cuántos
por supuesto...
Silvia
Sisto: --Me
parece que esto que están conversando se me ocurrió que se resolvía, para
pensar el tema del sujeto, que el sujeto tampoco está por ejemplo, en una
formación del inconsciente. No está ni en el sueño, ni en el fallido, sino en la interpretación. Y
ahí interviene la
letra. Entonces ahí interviene lo real simbólico imaginario.
X: --Pero ahí hay
significante. Digo cuando hablas de la primacía del significante. Pero ¿Qué
pasa cuando no hay significante? ¿Hay real simbólico imaginario? En un
psicótico por ejemplo o en uno que no sea psicótico pero,
Silvia Sisto: -- que no le ande el inconsciente.
X: -- Que no haya
producciones del inconsciente, formaciones del inconsciente. Que alguien que se
mueve predominantemente vía identificaciones imaginarias. Un débil mental
digamos...Alguien que no produzca metáfora.
S. R.: --Bueno, la
ausencia de metáfora, de lo que yo tengo sabido hasta ahora a través de mis
lecturas y la experiencia, es patrimonio
de los débiles mentales profundos, tampoco las debilidades mentales livianas. Y
de los autismos. Justamente ahí hay toda una discusión. Hay un artículo muy
interesante de Marcela Menasse, sobre autismo, en la revista Psicoanálisis
y hospital, que hace un recorrido muy interesante de la bibliografía sobre
autismo. Creo que cae en una
confusión similar a de Maleval y me da la impresión que algunas cosas que viene
diciendo Miguel que es hacia donde por ahí también va Miguel, que es la de
suponerle al autismo una producción significante. Creo que no. Que justamente
no la logran, esa es su desgracia. Por eso la señora Temple Gradin[7]
dice y con razón, que ella piensa en imágenes. Pero en cualquier psicosis que
no sea autismo, insisto, hay producción metafórica. Tal es así que Lacan, tanto
en Una
cuestión preliminar a todo tratamiento posible…, como en El
seminario 3, habla de la metáfora delirante. Y tiene razón. Los
psicoanalistas, digamos expertos en el trabajo con las psicosis siempre nos
estamos preguntando ¿-Qué verdad nos está
trasmitiendo el psicótico a través de su delirio? Y siempre hay verdades.
Es más, muchas veces son los únicos que dicen la verdad en sus familias. Son
maravillosos... Representa, lo que no
logra, ese hablante reconocerse en la representación. O sea, logra metaforizar
pero no encontrar su lugar en la metáfora y mucho menos reconocerse en la representación. Por eso tampoco hay que interpelar... ¡Qué?... Claro,
lo que está ausente es la enunciación y eso es particularmente evidente en los
esquizofrénicos aún mucho más que en los paranoicos. Porque los paranoicos
mantienen sectores dónde hay enunciación. Al esquizofrénico, suele írsele
deteriorando.
X: --Habría que
pensar si eso estaba antes solo en el sujeto. Era una representación lábil digamos.
S. R.: --Bueno, toda
representación del sujeto es lábil. El S1 es un representante lábil.
X: --A veces
desaparece, pero deja marcas también...
S. R.: Que te parece,
si quedan atados a ese delirio. Mira si les dejará marcas. Arman la vida en función
de ese delirio. A mí me ha tocado atender paranoicos y paranoicas, donde tienen
toda la vida armada en función de ese delirio. El esquizofrénico le cuesta más
armar la vida en función de sus delirios, pero justamente porque sus delirios
van y vienen. Son frágiles. No se sostienen.
Laura
Lueiro:
--...Que por eso con las esquizofrenias el tratamiento es colaborar en el
armado de cierto delirio. Porque por lo menos...Claro. Y Mariel lo decía
bajito, por qué no lo decías...Le da cosa, bueno...
Mariel Santibáñez: --Que estoy atendiendo un chico joven de unos
dieciséis años que después de salir de internación se estabiliza pero queda con
alucinaciones, que bueno él logra que no le molesten. Se distrae. Y empezó a
hacer un montón de cosas, organizó su vida, hace fotografía, un curso de
cocina, hasta que bueno me llama la otra vez y me dice que se empezó a sentir
mal. Me viene a ver a la clínica y se le
pasaron las alucinaciones, pero se está desorganizando
L. L.: --Bueno y eso
es lo que me parece que lo interesante. Eso es lo que también hay que compartir
con los psiquiatras y los neurocientíficos. Que ellos, muchos de ellos no están
viendo este tipo de fenómenos. Digamos si hay un antipsicótico absolutamente
eficaz y le saca las alucinaciones, el paciente se descompensa y esto no en
todos los casos no, pero es muy frecuente que suceda.
M. S.: --A ver,
estaba con el antipsicótico, no a dosis máxima porque el manejaba las
alucinaciones y no le molestaban. Cuando se les fueron las alucinaciones y se
empezó a desorganizar ahí si subí a dosis máxima.
S. R.: --Si, a mí, me
toco lidiar muy de cerca con un muchacho esquizofrénico que arrastraba sus
alucinaciones desde los trece años, alucinaciones auditivas, alucinaciones muy
torturantes para él porque a veces le ordenaban matarse y otras veces le
ordenaban matar. Tiene un muy buen psicoanalista, yo más bien observé el caso,
y una muy buena psiquiatra, y fueron desembocando en el Lapenax, que
efectivamente es el antipsicótico, digamos, más radical, y más incisivo actualmente
verdad. Y efectivamente, le desaparecieron las alucinaciones. Bueno pasó un
período de unos seis meses, más o menos al borde del suicidio. Y lo que relataba,
era que sentía un enorme vacío interior, no había lo que le permitiera vivir
digamos. Luego no le reaparecieron alucinaciones, sigue con el Lapenax pero
digamos lo acosan pero no lo molestan, músicas. O sea, hubo una modificación
interesante, porque entonces tiene el acompañante, que es la alucinación, pero
no en el grado torturante de las otras alucinaciones...
Un X: -Si es música
funcional...
L. L.: --Yo quería
cambiar de tema, porque me parece que es importante lo que vos planteabas al
final, que cambiabas de opinión entre establecer una homología, entre la lógica
del significante y lo orgánico. Englobaría ahí en lo orgánico, cerebro, músculo
y todo, me parece más sencillo. Por los de correspondencia, que es el término
que usaba Freud justamente para establecer el....Bueno a mí cuesta pensar una
correspondencia que...
S. R.: --...No, perdón
si insisto en lo de, no sin fallas,
porque la tendencia puede a
ser a pensarlo y es en algunos, como complementaria, y eso si
es un error grave.
L. L.: --A mí me
cuesta pensar que pueda haber una correspondencia sin fallas digamos. Bueno
esta es la relación que establece Freud cuando él en algún momento en “Más allá
del principio del placer”, dice que a lo mejor bueno, en un futuro, que la
biología va a dar cuenta de algunos fenómenos de la mente. Y que lo que se va
a establecer ahí, es una relación de correspondencia, que es lo que estamos
viviendo ahora, digamos. De todas maneras a mi no me terminan mucho de cerrar,
la puedo pensar conceptualmente, en algunos momentos me parece que es muy clara
y en otros momentos me parece que se pierde. Ahora, hay cosas, yo me acordaba
de una caso, de un paciente que atendí y me hizo pensar mucho en esta cuestión
de la correspondencia, pero más que nada por la sorpresa y porque yo no tenía
explicación para lo que le había pasado. Brevemente, muy brevemente, es un señor
que consulta por penas de amor como suele consultar el 99,9 % de nuestros
pacientes y como le pasa a él. Dice que él, un señor de cuarenta y pico de
años, que el piensa que a los cincuenta se va a morir. ¿Por qué? Porque su papá
se murió a los cincuenta y su abuelo se murió a los cincuenta. Entonces, el a los cincuenta se va a
morir. Bueno, cuando está por cumplir cincuenta años, él empieza a hacer todos los síntomas que había tenido
su papá, que se había muerto de un melanoma. El padre se había muerto de un
melanoma, y él empieza a hacer todos los síntomas de un melanoma. Pero no eran
síntomas de conversión, es decir los médicos empiezan a investigar porque el
diagnóstico presunto era un melanoma. Bueno finalmente y después de muchos
estudios y análisis y con un diagnóstico presuntivo melanoma, lo que
encontraron fue una endocordiosis, que es una enfermedad psicosomática que se
puede alojar en distintas partes del cuerpo que lo que hace es hacer como gránulos
de los tejidos, en criollito, dicho así. Si hay un médico que entiende del tema
dirá que bárbaro lo que está diciendo esta mujer, pero como para entendernos,
es una enfermedad sicosomática de las que se clasifican como auto inmunes, pero
es mortal. Digamos, depende el órgano del cuerpo que ataque y la virulencia con
que ataque puede llegar a la muerte del paciente. En este caso, este hombre
hace esta presentación exactamente igual y con los mismo síntomas que el padre,
entonces, bueno finalmente no se murió realmente. Ahora tiene un alta, después
de....No, ya cumplió bastantes más porque a los cinco años le dan el alta de
esa enfermedad como un cáncer. A los cinco años sino, tiene un alta. Control de por vida. El alta es decir, bueno,
poder respirar, tenes menos chance pero bueno el control lo tiene, porque
además tampoco hay muchos tratamientos, en el momento lo que se le da es
corticoides para los síntomas. Porque los síntomas son molestos, dolorosos y
demás, pero en realidad no hay tratamiento ni nada para hacerle. Entonces ahí,
porque uno diría, bueno, está la fantasía, está el fantasma, está toda la
novela, todo lo que quieras, pero se hizo carne. Digamos, no era conversión,
estaba en la carne. No
se cuál es la relación, pero ahí es donde se hace muy patente esto que Lacan
decía que la letra se encarna, y que se hace carne y se encarna y que no es, pero
bueno es difícil para mí de delimitar cuál es epistemológicamente el punto en
cuestión entre ambos campos. El punto, donde ambos campos se superponen.
S. R.: --SÍ, yo
tampoco, simplemente ahí quiero hacer un recuerdo de Lacan que si no recuerdo
mal, están en “Los cuatro conceptos” donde él habla de psicosomática, y
plantea la psicosomática como un jeroglífico en el cuerpo. Es interesante la
idea, porque en primer lugar lo plantea como imagen en el cuerpo, pero también
lo plantea como un lenguaje de una lengua muerta. Y como una escritura también
muerta y como una escritura a ser traducida no demasiado sencillamente digamos.
traducir los jeroglíficos del Egipto de hace tres mil quinientos años, no es lo mismo
que traducir el inglés, o el italiano. Ahora ¿Cómo se instala el jeroglífico?
Que es la pregunta de Laura, si no entiendo mal. Hay aproximaciones por
observaciones. Primero hay una cuestión que es la atmósfera en que crece la
criatura cuando entre algún familiar importante hay alguna enfermedad grave. Ya
eso genera una atmósfera. Una atmósfera de preocupación, una atmósfera de
temor, muchos comentarios. Los adultos en general tendemos a no darnos cuenta
de que las criaturitas, -un año-, empiezan a caminar, escuchan nuestras
conversaciones. Como el adulto sabe que no entienden lo que decimos porque
todavía no tiene un manejo del lenguaje que les permita traducir, el adulto
conversa. Tengo en tratamiento hace muchos años a la hija de un desaparecido, que
la verdad que hubo momentos, por suerte el otro día pudimos conversar
francamente sobre la cuestión, y yo le decía que había momentos que temía que
se enloqueciera, y ella me decía que ella también. A esos momentos le llamaba,
estar descuajeringada, fíjense que es un término casi sinónimo de disgregada.
Bueno conversamos mucho alrededor de esas cosas durante el tratamiento, lo que
finalmente fue apareciendo y la fue liberando fue poder discriminar un recuerdo.
El padre había desaparecido acá, la madre había logrado huir, porque ella tenía
una angina por la cual la madre no había ido con ella a la cita envenenada. Con lo cual, el peso que ya le
queda a la criatura, es de que perdió al padre solo, por culpa de ella, una
cosa totalmente paradojal pero así suelen funcionar. Y huyeron, pasaron por
algunos países hasta que pudieron instalarse en uno. Se arma un gheto de exiliados, ella era muy
chiquita, ella se va de a acá
a los dos meses o un año no me acuerdo, de edad. No, no
llegaba al año. Lo único que recordaba y era lo que le volvía cuando se
descuajeringaba, pero hasta que logramos discriminarlos pasaron años, era un
murmullo, una especie de zumbido, donde ella no entendía nada. Le funcionaba
prácticamente como alucinación, no entendía nada. Pero era, diríamos,
siniestro. En la medida que se fue haciendo más grande fue entendiendo que en esas
conversaciones conversaban sobre qué otro había caído, a qué otro habían
matado, qué otro había desaparecido, qué otro estaban buscando. Pero eso ella
lo empieza a entender a
los seis, siete, ocho años. Hasta ese momento lo que a ella
la atravesaba era ese zumbido preocupado. Bueno esta chica padeció una anemia,
qué se yo, por lo menos siete, ocho años de su vida. Recién ahora se le esta
curando. Padeció esa anemia y en el mismo período en que entró en la anemia se
hizo vegetariana fanática. No esos vegetarianos como de moda que andan por ahí.
No, vegetariana en serio. Vegetariana. Cuando logramos que empezaran a embocar
con el tratamiento de la anemia, una de las cosas que le decían obviamente
todos los dietistas era que tenía que comer carnes rojas. Que tenía que comer
carnes rojas, y ella que no, que no podía. Bueno y lo fuimos trabajando en
análisis, y fue uno de los momentos más terribles del análisis donde yo otra vez,
fue la última vez por ahora, que volví temer que se enloqueciera, por suerte
no. En un momento se, porque a todo esto lo que también fue apareciendo claro
es que se había armado una relación absolutamente simbiótica entre esa madre y
esa hija. Cosa lógica, no hay porque enojarse con la madre. Ustedes
imagínense una mujer que ha perdido a su marido acá, que esta huyendo sola con su
criatura. Que además no armó parejas afuera. Eran una. Las dos, en verdad, eran
una. Después eso se fue trasladando en el sentido de que cada movimiento hacia
la independencia que esta piba iba haciendo traía convulsiones afectivas y
temores en la madre. Es
una muchacha que ahora tiene treinta y tres años, ¡se armaban unos candombes con la madre, que a dios gracias, la madre me
tenía un enorme confianza a mí personalmente, por conocer mi trayectoria
previa, etcétera, y entonces no la sacó del tratamiento, pero montones de veces…!
Bueno, la interpretación fundamental que fue la que pensé, o acá se vuelve loca
o acá cambia de posición subjetiva como decimos los lacanianos en relación al
fantasma. Le dije en determinado momento, por qué ella tenía asco a comer
carne. Esa es la base de su vegetarianismo, Y por una serie de cosas que van
pasando en una sesión le digo -claro, lo
de fondo es que vos tenías un gran deseo y un gran terror a darte a ser devorada por
tu madre. Cómo si a tu madre le hubiera gustado devorarte. Se armó una, que
yo la verdad, en serio, y miren que soy viejo, a esta altura raramente me
asusto, pero me asusté. Se fue mal, muy mal, me llamó en medio de la semana, me
pidió otra sesión, tuvimos otra sesión muy tormentosa también, y volvió a la
semana siguiente hecha una paz. Sigue siendo vegetariana. Pero dice, sabes que
desde aquella vez, estoy mucho más tranquila, y efectivamente está mucho más
tranquila. Pero fíjense el fantasma, cuál era ahí, ahora ese fantasma
obviamente había repercutido psicosomáticamente. Porque en definitiva, ¿la
anemia qué es? Es perder sangre. Y había habido un terrible hecho de sangre de
por medio, que la había dejado huérfana. Cosa que habíamos trabajado mucho
antes. Pero no, el fantasma canibalístico. ¿Qué puedo agregar con esto? No se,
pero por lo menos me parece que a modo de ejemplo, para pensar, puede ser útil.
Bueno me están diciendo que nos vayamos, así que muchas gracias.
[1] Se llama: El psicoanálisis entre las turbulencias del ser
objeto y las angustias del efecto sujeto www.psyche-navegante.com
N° 81
[2] Neologismo de
Lacan para nombrar lo extranjeramente íntimo y lo íntimamente extranjero
[3] Verso de La
Marcha del Reservista
[4] Así lo llamaba
Freud
[5] Neologismo
inventado por Lacan para aludir a lo que con la lalengua se dice más que
con la lengua académica.
[6] Seminario del Sinthôme
[7] Oliver Sack: Un antropólogo en Marte
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