lunes, 18 de junio de 2012

Sobre la crisis de la actual época


Psicoanálisis, Cultura, Sociedad
¿Sociedades locas?
Sergio Rodríguez                                   3ª semana de junio 2012
Razones de este escrito
Considero útil de mi parte, leer y trabajar la “Presentación del tema del IX congreso de la AMP, hecha por Jacques-Alain Miller el 15 de mayo 2012” Lo considero así, no sólo porque sin lugar a dudas es el mentor del agrupamiento con más integrantes del movimiento lacaniano internacional, sino porque en esta ocasión,  plantea cuestiones que deben ocuparnos a todos los psicoanalistas. Cuestiones sobre la época que venimos analizando hace años en www.psyche-navegante.com Y en libros como Desarraigos[1] y Tratamientos de Esquizofrenias, Psicosis y otras Yerbas[2]. Lo he vuelto a hacer, particularmente, con respecto y respeto a Zygmunt Bauman y sus reflexiones, en la nota que le hizo La Vanguardia de España[3]. Por supuesto, no me reduciré a trabajar los planteos de Miller, sino que seguiré reflexionando sobre la crisis epocal.

Razones de Miller
En los comienzos del documento que paso a analizar, Miller plantea el tema así: “Se trata para nosotros de dejar atrás el siglo XX para renovar nuestra práctica en un mundo bastante reestructurado por dos factores históricos, dos discursos: el discurso de la ciencia y el discurso del capitalismo.Coincido. Pero agregándole un elemento importante que incide en todos los discursos. Y es que el desarrollo facilitado por el discurso de la ciencia de nuevas tecnologías ha incidido fuertemente en rasgos esenciales de los lazos sociales. Anotemos, por lo menos dos presencias masivas. 1) Los efectos de la informática en las relaciones sociales y familiares. 2) El alcance planetario y potenciado de la televisión y sus efectos en los imaginarios individuales y de masa.
¿Por qué les otorgo esa importancia? Iré por partes.


Primero y básico, la informática.
Repercutió en la base material de la sociedad y facilitó condiciones para generar nuevas nuevos acontecimientos, en modalidades de producción y consiguientemente en las relaciones sociales para la producción y circulación de mercancías. ¿Por qué? Porque inventó medios técnicos que pasaron a formar parte indispensable, tanto para la producción, como para la circulación de mercancías y de discursos. Dichos medios han potenciado y diversificado de manera enorme la oferta, y en términos relativos, el abaratamiento de esta. Han generado condiciones para expulsar mano y seso de obra. Donde antes (fábricas u oficinas), para determinado volumen de producción se ocupaban x cantidad de personas, hoy para el mismo volumen y calidad se ocupa x-n (x a la menos n). Lo que queda disimulado momentáneamente por el crecimiento demográfico, la fabricación centrada en calidades descartables, y el abaratamiento relativo de las mercancías. De los 50 del siglo XX, a ahora, se pasó de 2500 millones habitantes en el planeta a 7000 millones. Aquellos elementos combinados, hacen que a pesar de los desarrollos antedichos, el mercado no se sature y también que no se evidencien escaseces.  Es una de las formas de manifestación del malentendido. La consecuencia ha sido la profundización de la tendencia al malentendido universal. La publicidad centrada en la imagen, particularmente de caras bonitas y cuerpos fuertes y bellos, ofrece permanentemente cómo apariencias de objetos deseables (“a”), promesas de juventud y lozanía que no se condicen con lo real de los cuerpos hipnotizados por ella. Pero desata en los mismos, anhelos de identificación, deseos, y formas de gozar, que les hagan suponer que se acercan a los generados como ideales siglo XXI.
Esto lo podríamos formalizar, matematizándolo así:
Tecnología + Descartables <>[4] Explosión Demográfica = velamiento de efectos patológicos y disgregantes.
T + D <> ED = Velamiento de patologías y disgregaciones.
Una mayoría médica, obsesionada por las publicidades de los laboratorios farmacéuticos, busca prolongar la vida a cualquier costo. En primer lugar, despreciando la calidad de dicha sobrevida. Ese tipo de médico, probablemente acuciado por su propio temor a envejecer y morir, insiste en la búsqueda del “suero de la juventud”[5] (veladamente la inmortalidad) que obsesionaba a los alquimistas pre-científicos[6].
Todo lleva a un efecto muy paradojal. La Cultura actual, a la cual condiciona fuertemente la planetarización de la televisión al servicio de las corporaciones y en primer lugar de sí misma, promueve dos posiciones contradictorias. Una, la masificación, y otra, el individualismo. Ambas operan contra la subjetivación de los hablantes. Hablantes qué cómo sabemos pierden su ser individuos, si entran en lazo social, discurso. Ya que en el mismo acto se dividen entre sujeto de la enunciación y del enunciado, división que se supedita a la interpretación del receptor. Insisto, masificación e individualismo operan contra las subjetivaciones.

La locura mundial ¿tendrá cura?
Desde estos agregados, podemos reforzar el aserto de Miller cuando dice citando a Lacan: “‘Todo el mundo delira, está loco”. No es un chiste: traduce la extensión de la categoría de la locura a todos los hablantes, ya que todos padecen de la misma carencia: no saben qué hacer con la sexualidad.” Lo que se le escapa, es que locura, en estricta psicopatología fundada en Lacan, no es lo mismo que psicótico. Pero lo cierto es que la inmensa mayoría está loca, en tanto el Nombre del Padre es debilitado por este tipo de Cultura y uno de sus resultados, el debilitamiento y hasta desprestigio de las religiones monoteístas y ateas. Eso abrió puertas a que de las familias tradicionales, se haya pasado a las que como producto de la frecuencia[7] de los divorcios,  toman la forma de familias en “delta”[8].
A la vez, todo esto es relativo. En “aquellos tiempos” también existían las y los amantes, y muy difundidamente lo que ahora aún se mantiene en algunos lugares de Centroamérica y de nuestro propio país, la segunda y hasta 3ª “casa”[9]. Ni hablar de modos de familia oficialmente poligámicas como en las culturas musulmanas, o poliándricas como en el budismo tibetano. Claro que creo que no es azar, sino que son lugares en los que sus formas religiosas, aún tienen peso importante como las principales organizaciones de masa de dichas poblaciones. Dicho de otra manera, son lugares en que hay una fuerte creencia en garantías de algún Otro sin castrar.
Qué no ocurra así en el occidente cristiano ¿es una ventaja? La inexistencia de reconocidos y fuertes líderes políticos, sociales, o religiosos, con escasas y honrosas excepciones[10] ¿es una ventaja? ¿Son posibles  organizaciones artificiales de masas y sus culturas, sin enérgicos líderes qué convoquen fuertes transferencias que den condiciones para las identificaciones en función de deseos inconscientes? La experiencia histórica pareciera mostrar que no. ¿Cuánta relación tienen esas ausencias con las tendencias a la disgregación, el aplastamiento, el desánimo, la falta de iniciativas, la inacción, la ausencia de creatividades?

Otro punto a trabajar.
Dice Miller: “–el Nombre del Padre que Lacan, en el transcurso de su enseñanza, termina por convertir en nada más que un síntoma, es decir una suplencia de un agujero” Aquí disiento, no es lo mismo un síntoma que un “sinthôme”[11], que es como lo escribió Lacan aludiendo a una antigua escritura de hombre primero en griego y luego en francés. Podríamos decir que el -en Nombre del Padre- así lo escribía en su Una cuestión preliminar a todo tratamiento posible de la psicosis, no era un síntoma cualquiera. Era la resultante de lo que por la acción tercera del que estuviera en la función padre,  zurciera el agujero que deja, la pérdida imaginaria de  los objetos parciales y de la madre total. Zurcido hecho  con significantes emblemáticos, que dieran comienzo a la cadena en la que, pos edípicamente el sujeto fuera escribiendo su propio nombre[12]. O sea, algunos significantes que lo representen en su singularidad. Y que habitualmente, de cierta forma, tienen alguna relación con el que distinguía al en Nombre-del-Padre como resultado de la ternada referida anteriormente. Resultante que requiere de la disposición  materna y del accionar tercero y tercerizante de ese fulano/a.
Es por esto, que no es cualquier síntoma, ni suple cualquier agujero. Justamente por eso, qué esté decayendo, pone en riesgo la necesidad de cada hablante de llegar a escribir su propio nombre, el que lo represente. El que va a funcionar como cuarto nudo que reanude al nudo Borromeo. Que siempre está, al menos, fallado. Al más, desanudado, desatando psicosis.
                            
Me sorprende que Jacques Alain Miller, estudioso e investigador de la obra de Lacan, en lo que ha sido su discurso para preparar la presentación del IX Congreso de la AMP no haya utilizado ni los nudos, ni los matemas de discurso. Más que como subrayé, sí advierte, lo que está ocurriendo en esta “cultura de locos”.
Recordemos que Lacan en la Reunión de Venezuela  fundamentó lo que lo llevaba más allá de Freud en el mismo punto en que se identificaba con la teoría más audaz, del fundador del Psicoanálisis, la del instinto de muerte. Diferenciándose de él aclaró que lo que dejaba, tenía ochenta años[13], eran los nudos y los matemas en sustitución del dibujo freudiano en El Yo y el Ello. Lo dijo así: “/…/ mis tres no son los suyos[14]. Mis tres son lo simbólico, lo real y lo imaginario. Me vi llevado a situarlos con una topología, la del nudo, llamado Borromeo. /…/ El nudo Borromeo pone en evidencia la función del al-menos-tres[15]. Anuda a los otros dos desanudados. Eso le di yo a los míos. Se los di para que supieran orientarse en la práctica.[16] /.../ Porque el goce del cuerpo hace punto contra el Inconsciente. De allí mis matemas que proceden de que lo simbólico sea el lugar del Otro, pero que no haya Otro del Otro.[17]
Considero que, tanto en nuestra práctica como en nuestra elaboración teórica, los nudos -Borromeos- incluido el cuarto que agrega, tanto como los 5 matemas y a los que les parezcan acertados los otros tres que agregué yo[18], deben estar presentes o latir tras nuestras elaboraciones. No es hacer la venia a una herencia superyoica.  Qué yo sepa o conozca, no se han planteado herramientas sintetizadoras mejores, para utilizar cómo brújula y sextante, en nuestras difíciles navegaciones por los mares del Inconsciente.  Cumplen con la función contingente de, ante lo imposible que es tejer la unidad de lo diverso, no conformarse con lo imaginario ni renegar de nuestra lisis psíquica en tanto hablantes.
Una Cultura con la forma actual de lisis, exige a los psicoanalistas estar en primera fila analizándola, para colaborar en que se produzcan síntesis mejores. Algunas de las cuales podrían lograr influir a Culturas y sociedades para destinos mejores que las actuales disgregaciones.

Profundizar el análisis de Cultura y Sociedades
Es desde esta posición, que coincido con Jacques Alain Miller cuando le propone a su Asociación “Para el próximo Congreso propongo llegar más adelante en las consecuencias de dicha perspectiva, estudiando lo real en el siglo XXI.” Coincido con él, que son los objetos a dilucidar en los próximos años.
Termino esta parte volviendo a lo que cité de Lacan, ahora para analizarlo más minuciosamente. Iré frase por frase. Dice: “mis tres no son los suyos[19]. Mis tres son lo simbólico, lo real y lo imaginario.” Freud, con Yo, Superyó y Ello, intentó a trasmitir los efectos del inconsciente, apegado aún al imaginario corporal-cerebral[20]. Observemos el dibujo famoso de El Yo y el Ello.

Lo que le quedó ausente, es lo que Lacan legó con sus “al menos tres”. 1) Qué es lo que el aparato psíquico tiene que reelaborar repetidamente: lo Real. O sea, aquellos saberes de los que no se sabe nada, y que cada son vez más. Ya que ocurrió a la inversa de las ilusiones de la modernidad. En tanto más se desarrollan ciencias y tecnologías por ampliación de la estructura de saberes, como consecuencia, más se amplían espacios de ignorancias. Porque más allá y más acá de espejismos imaginarios la particularidad de lo simbólico, es que mientras más aclara con sus inventos, más enigmas sobre las secuelas abre. 2) “Me vi llevado a situarlos con una topología, la del nudo, llamado Borromeo.” Extraigo del DRAE: topología. (Del gr. τόπος, lugar, y -logía). 1. f. Rama de las matemáticas que trata especialmente de la continuidad y de otros conceptos más generales originados de ella, como las propiedades de las figuras con independencia de su tamaño o forma. Real Academia Española © Todos los derechos reservados.” Entonces, lo que lo llevó a Lacan para situarse y situarnos sobre cómo funcionan -R. S. I.- fue mostrarse y mostrarnos, continuidades y discontinuidades en superficies, volúmenes, direcciones y sentidos, del funcionamiento del aparato psíquico. Las que habían desvelado a Freud en sus últimos años[21]. A la vez que las tres cuerdas son discontinuas, se anudan de tal manera que si una se desanuda, las otras tres también. 3) Agrega: “El nudo Borromeo pone en evidencia la función del al-menos-tres[22]. Anuda a los otros dos desanudados. Eso le di yo a los míos. Se los di para que supieran orientarse en la práctica.” Me referí a lo anterior de su dicho, por eso tomo lo que subrayé en negritas. El nudo Borromeo Lacan lo legó, no para hacer con él cualquier cabriola, sino para guiarnos en nuestras prácticas. 4) Sigue: “Porque el goce del cuerpo hace punto contra el Inconsciente.” Cuando Freud habló de las resistencias al Inconsciente, confesó que no tenía explicación para la que nombró como “viscosidad de la libido”. Creo que Lacan, dejando de lado su mito de la laminilla[23] en “Los Cuatro Conceptos…”, descubre la función resistencial del goce corporal en sí mismo. La lógica de que ese goce haga un punto de resistencia contra el Inconsciente, reside en que tapona y desorienta sobre faltas, y excluye su análisis y tratamiento.

¿Adónde va nuestra especie?
La época actual de la Cultura es una fuente permanente de esos goces fatuos, que refuerzan veladuras al y a lo inconsciente. En primer lugar, promoviendo la adicción a las pantallas. Es hasta angustiante observar a grandes y chicos sólo pendientes del goce de sus miradas. Programas televisivos que transcurren por lo siniestro, usando a discapacitados para entrampar la mirada[24],  los accidentes y sus víctimas, o hechos delictivos con resultados de muertos, etc. Y la computadora + “jueguitos” + internet, + etc. Contagian, a la que de fundadora del periodismo ha pasado a ser nada más que  esporulaciones de la TV: la prensa escrita. Del mismo modo, taponan los oídos con la estridencia de ciertas “músicas” y bocinas. En consecuencia hay cada vez menos lugar para el deseo y el goce de las otras pulsiones: piel, musculatura, oralidad, analidad, genitalidad. Y cuando aparece, lo hace desmesuradamente, como lo grafican algunas publicidades de McDonald’s


Lo que cada vez más “brilla por su ausencia” es la sublimación. Subrayo que a mí entender, el trabajo funciona como cuarto nudo, si y sólo sí, el hablante sublima algo en él. Es lo que no favorece la modalidad actual, que por el contrario sólo logra estimular el goce corporal idealizando libertades.  Lo mismo que publicaciones “progres” que han virado de la búsqueda de mejoras sociales a la publicidad a favor de cambiar hábitos sexuales y familiares, una serie de leyes enviadas al parlamento por la señora Presidenta son un lastimoso ejemplo de esa idealización y base, para impulsar disgregaciones sociales. En nombre de dichas idealizaciones, lo que se hace ahora es “invertir”. Se publicita a favor de lo que antes se segregaba. O sea, se marcha a los tumbos, con la exigencia de: más, más y cada vez más, hasta reventar. Lo mismo pasa con el consumo, que como avizoró Lacan en Encôre, termina consumiendo a los consumidores. De otro modo pero con resultados parecidos, el vínculo entre los chicos se torna cada vez más virtual[25] vía computadoras. Cada vez juegan menos, mueven menos su cuerpo. Tempranamente entonces, se pierden en términos comparativos, lazos sociales y ejercicio y disposición de los cuerpos. El ser hablante es cada vez menos hablante, y más, ser gozado. ¿Si cada vez es menos hablante, es cada vez menos humano? Todo parecería indicar, que es lo que está en la base, de la disgregación de culturas y sociedades. Se está perdiendo la humanidad, pero sin recuperación de los instintos que protegen a las otras especies animales.






[1] Sergio Rodríguez, Silvia Sisto y otros autores.
[2] Laura Lueiro y Sergio Rodríguez
[3] Reproducidas acá por Clarín
[4] <> = Mayor, menor. Disyunción, conjunción.
[5] Ver en Psyche Navegante el reportaje al Dr. Daniel Piñeiro, sobre la medicina basada en la evidencia.
[6] Pre siglo XVII
[7]Hasta hará unos 40 años, lo raro en un aula, era el caso de algún pibe con los padres separados. Ahora, es el pibe cuyos padres son de parte de ambos, el primer matrimonio.
[8] En referencia a formaciones de islas e islotes en que desembocan grandes ríos como el Tigris y el Paraná. Deshechos de origen común, producen islas diferenciadas.
[9] Además de la casa “oficial” del pater famil, otras con “señora” e hijos.
[10] Cómo Lula, Dilma Rousssef, Cristina Kirchner, Evo Morales y algunos pocos más.
[11] Leer dicho seminario Del griego “syn” con y thomé cesura
[12] Buscar en el seminario de Lacan El Sinthôme.
[13] Se sentía cercano a la muerte que ocurriría poco menos de dos años después
[14] Se refería a Yo, Superyo y Ello.
[15] En ese entonces Lacan ya había planteado la función nominante del 4° nudo.
[16] Actas de la Reunión sobre la Enseñanza de Lacan y el Psicoanálisis en América Latina -página 4-
[17] Ídem -pagina- 5 Publicadas en 1982 por Editorial El Ateneo de Caracas
[18] Allá por los años 90
[19] Se refería a Yo, Superyo y Ello.
[20] Digo de paso. Que si tomamos en cuenta las mostraciones y demostraciones actuales de la neurobiología y que él calculó, falto de los actuales exploradores de imágenes tipo resonadores y tomógrafos, tuvo al estilo de su contemporáneo español Ramón y Cajal sobre la neurona, algunas anticipaciones geniales en lo referente a las funciones cerebrales.
[21] El Yo y el Ello fue escrito en 1927, a los 71 años, que consideraba sus últimos. Es conocida su fantasía de que moriría joven. Fantasía, que la vida le contradijo.
[22] En ese entonces Lacan ya había planteado la función nominante del 4° nudo.
[23] Así lo calificó él
[24] Formulación usada por Lacan, ya en 1964, en Los Cuatro Conceptos… Sobre el programa: Tinelli
[25] virtual. (Del lat. virtus, fuerza, virtud). 1. adj. Que tiene virtud para producir un efecto, aunque no lo produce de presente, frecuentemente en oposición a efectivo o real. 2. adj. Fís. Que tiene existencia aparente y no real./…/ Real Academia Española © Todos los derechos reservados

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