17-08-2005
Siglo XXI- Novedades en la dirección de la cura.
La clase de hoy no va a ser puro ateneo como estaba pensada. Quiero plantear una fundamentación que va mucho más allá de la clase de hoy. Un debate que tenemos en Psyche Anudamientos que ustedes saben es el agrupamiento al que pertenecemos la mayoría de docentes que hemos trabajado en el seminario, es cómo hacer de la enseñanza del psicoanálisis algo que sea acorde con lo que la práctica psicoanalítica se propone. Planteado freudianamente es el trabajo con el inconsciente y planteado lacanianamente es un campo más amplio que sería algo así como el trabajo con lo que hay de objeto en lo que efímeramente suele mostrarse como sujeto. Lo que Lacan tornó evidente, aunque al mismo tiempo no registrable para gran parte del movimiento lacaniano, es que eso tiene que traslucirse también en como se forma a los psicoanalistas. Hay partes que para el movimiento lacaniano, aunque sea desde el punto de vista aparente, está claro. Por ejemplo la discusión con IPA sobre que no puede decirse que un análisis es didáctico anticipatoriamente y que no puede ser dictaminado didáctico porque se analice con x analista y no con otro, todo eso está supuestamente claro. Digo supuestamente porque actualmente son muchos los lacanianos de trascendencia por el vigor de su pensamiento quiero decir no tanto por la numerosidad o no de sus instituciones, que por ejemplo dan por finalizada la experiencia del pase y la dan como fracasada. Personalmente coincido con esa posición, por ejemplo, pero en esa posición hay gente como Melman, de otro modo hay gente como Dumezil, de otro modo gente como Debay. Lo que les quiero decir es que esa discusión que aparentemente estaría saldada desde la proposición del 9 de octubre de 1967 sin embargo no está saldada pero se discute más abiertamente. Otra cuestión es como se enseña. Lo que uno observa es que la mayor parte de los llamados seminarios en las instituciones psicoanalíticas en realidad son planes de estudios universitarios. Algunos inclusive se proponen francamente tomar esa función, por ejemplo APA, APdeBA, IPA. Hace dos años hubo una circular de IPA que yo tuve en mis manos, no sé si llegamos a publicarla en la revista, donde les decían a sus filiales que tenían que acercar lo más posible sus planes de estudio a la currícula universitaria porque en realidad lo que ellos se proponen es pasar a formar parte del establishman universitario, como además ocurre con una gran parte de ellos. No lo juzgo desde el punto de vista moral porque muchos de ustedes se va a meter en algún momento de docentes en alguna universidad porque es un modo de ganar algún dinero y además ganarse una cantidad de transferencias tanto para que después supervisen como para que se analicen con ustedes. El tema está en que la enseñanza universitaria como lo planteaba Lacan es una enseñanza donde se trasmite un saber que viene desde otro lugar y desde otro lugar significante. Por lo tanto no tiene nada de creativa habitualmente, por supuesto hay excepciones que confirman la regla. Lacan a su enseñanza le dio un nombre: seminarios, iba a tratar de investigar un poco por el lado de la etimología pero no tuve tiempo. La verdad que siempre me llamó la atención aunque fuera por el lado de la homofonía la relación entre seminario y semen con lo que el semen obviamente tiene de generativo. Además el acto del seminario en Lacan, buena parte de lo complicado tiene que ver con que él transformaba cada clase en una investigación sobre lo que él estaba tratando de dilucidar. No se preocupaba por dar la receta una vez terminado y probado el producto, que es lo que pasa en la universidad, sino que él le trasmitía a quienes lo escuchaban, su propio proceso de investigación y él que lo tomaba lo tomaba.
Alicia me agradecía que le hubiese prestado El cuento de la buena pipa, de Perrier que fue uno de los discípulos más brillantes que tuvo Lacan. Lamentablemente después se separaron justamente en la época del 67, 68. Perrier fue un gran investigador clínico. Algunos de ellos, Perrier, Melman, Miller, Yankelevich, Juan... hubo unos cuantos entre ellos que tomaron ese sesgo. Les digo esto porque después de la clase pasada, Laura Lueiro que saben es una persona por la que siento respeto, por ser mi esposa la respeto menos (risas) y además está coordinando el seminario sobre el cual supuestamente a mí se me consulta, me planteó que había algo de la clase que pensaba que yo lo estaba planteando muy oscuro. Justo tocó el tema que dentro del seminario de este año para mí es el tema que más está en investigación, por eso decidí volver sobre el tema, tratar de ver si se puede aclarar más, alrededor de eso hacer jugar algunas viñetas clínicas y vemos si podemos avanzar en la investigación. Es un tema que lo planteaba en la clase anterior, también lo plantié en la primera clase de este seminario, eso les demuestra que es un tema que me obsesiona, creo que no es mi neurosis, no solamente por lo menos. A lo largo de los años que yo llevo en mí practica hace unos años me di cuenta que estaba haciendo cosas que se salían de lo llamado clásico dentro del psicoanálisis. Al mismo tiempo yo me sentía responsable de eso que hacía y estaba de acuerdo pero evidentemente me planteaba el problema de que me exigía entonces investigar y dar razones de eso porque sino sería un irresponsable. Me fue llevando su tiempo lo fui pensando de diversos modos, no terminaba de satisfacerme. Recién a comienzos de este año que me invitaron a un panel en Moreno que a mí me interesaba mucho porque es un lugar de trinchera, en el sentido de que ahí se está trabajando con lo que está más deteriorado de la sociedad en función de las cuestiones económicas sociales, me encontré con una serie de experiencias que sumadas a las que tenía yo, me empezaron a hacer precipitar una idea que es la que aparece confusa. Al mismo tiempo considero que es una idea importante si fuera cierta porque a mí me termina de dar una posibilidad de conceptualizar algo que en los comienzos de mí práctica se me aparecía desde diversas corrientes psicoanalíticas y no psicoanalíticas como una pugna de recetas diferentes en cuanto a como tratar la enfermedad mental. Por ejemplo en esa época estaban los psicoanalistas clásicos, ortodoxos, que entrevistaban a la gente y en la segunda o tercer entrevista ya la mandaban al diván y empezaban un análisis que tenía que tener idealmente cuatro sesiones semanales, no idealmente tres sesiones semanales lo cual se decidía en función de las posibilidades económicas del candidato a paciente. Desarrollaron un intento de conceptualización, el más fuerte a mi modo de ver es el que hizo Bleger en su libro Simbiosis y ambigüedad sobre las sesiones del psicoanálisis. Él intenta desde una epistemología neopositivista fundamentar porque los psicoanalistas trabajaban de esa manera. También me encontraba con otros psicoanalistas, en esa época estaba fisurándose el movimiento psicoanalítico en sus fundamentos. Si bien era algo que venía de antes, de antes de otro modo.
Estoy hablando del año 70. Antes había ocurrido las diferencias clásicas que llevaron a la fractura del movimiento psicoanalítico, no refiero a eso sino a cuestiones más posteriores como por ejemplo Ferenczi- Freud, Rang- Freud, esas diferencias tuvieron que ver, yo diría, con que se estaba descubriendo el yacimiento inconsciente y entonces cada uno se iba situando frente a ese yacimiento de maneras diferentes para explotarlo. Ese descubrimiento iba produciendo efectos diferentes en sus descubridores, por ejemplo a algunos los asustaba. Yo creo que Ana Freud, la gente de la psicología del yo e inclusive en algunos pequeños fragmentos, el propio Freud se asustó de haber abierto las puertas del infierno como él mismo dijo en La interpretación de los sueños. Surgió como reacción la psicología del yo. El caracú de la psicología del yo es que el yo tiene que terminar dominando el inconsciente. Melanie Klein no sólo no se asusta sino que uno diría hasta se divierte con el inconsciente. No puede dejar de quedar influenciada por lo que es el imaginario habitual de los seres humanos y transformar al inconsciente en una especie de circo romano. Entonces luchan entre sí fantasías corporizadas donde objetos malos luchan con objetos buenos, penes contra tetas, tetas contra conchas. Habría que hacer alguna vez una comedia musical. (Risas) No me refiero a ese período del movimiento psicoanalítico sino a un período posterior, ya en el 18 habían surgido las preocupaciones presionado Freud por Ferenczi por como llevar el psicoanálisis a las masas y entonces surgen los grupalistas. Los grupalistas surgen de un médico especializado en tuberculosis que empezó a agrupar a los enfermos de tuberculosis internados en su hospital para organizar la administración de medicamentos y armar un sistema de premios, de notas.
Marta: Pratt, 1905.
Sergio: Freud recién había escrito Tres ensayos sobre la vida sexual. Luego aparece Moreno que no tenía nada que ver con el psicoanálisis pero que había notado, cosa que yo se lo escuché decir a más de un paciente actor o actriz, de que hacer teatro le hacía bien subjetivamente.
Marta: trabaja sobre la catarsis.
Sergio: trabaja sobre la catarsis pero sobre la base de poner en escena el sufrimiento.
Marta: teatro de la espontaneidad.
Sergio: después empiezan a aparecer los psicoanalistas tratando de operar ahí. Bion, los norteamericanos y discusiones, por ejemplo Bion planteaba que toda interpretación en una psicoterapia de grupos tenía que ser grupal en cambio había norteamericanos que planteaban la combinación de la interpretación grupal con lo que ellos llamaban interpretación radial, o sea interpretación a la persona. Metido Moreno con lo suyo empiezan a haber psicoanalistas a ver como se puede utilizar el psicodrama. Cuando yo entro en el movimiento psicoanalítico en los 70 todo eso era contrapuesto. Eran pocos los psicoanalistas que trataban de producir una combinatoria y en general lo hacían empíricamente, no había una conceptualización de eso, no la hay en cierto sentido, es a lo que estoy tratando de llegar hoy. Pasé por todo eso, pasé por lo que ahora le llaman la sistémica que a mí en su momento me entusiasmó. Empecé trabajando en una clínica psiquiátrica donde había puros esquizofrénicos, melancólicos y realmente el tema de la relación entre la enfermedad del enfermo mental y la familia en concreto era tan evidente que entonces Beatson o cualquiera de ellos impactaba fuerte en la cabeza de uno, después uno se encontró con los límites de eso pero era interesante toda la historia. Les hago este pequeño prólogo porque lo que yo me encuentro desde hace unos años es que me demandan una consulta y empiezan a ocurrir cosas donde de golpe a mí la consulta, la entrevista, luego el trabajo terapéutico se me va transformando. Me pregunto que estoy haciendo.
Una señora viene muy angustiada, el marido es un tirano cruel, un maldito, todas esas cosas que se dice de los maridos en esas circunstancias y entonces viene a atenderse conmigo. Viene para que en cierta parte yo la domestique, o sea me haga cómplice del marido y en parte le de armas para que se enfrente al marido. Hago unos pequeños toques y me doy cuenta que si había algo que estaba lejos de su imaginario era cualquier idea sobre separación. Era una señora que venía de una trayectoria muy creyente católica y había tenido relaciones sexuales con este muchacho prematrimoniales entonces en muy poco tiempo se casan. Ya habían cometido aquel pecado encima no casarse, se casan. Aparece un primer hijo, aborto no. Aparece un segundo hijo que encima vino en dupla, aborto no. aparece un tercer hijo que encima es down, aborto no. ninguno de los cuatro hijos fue buscado lo cual no quiere decir que la señora y el ex marido, a esta altura, no los quieran, es otro tema. Con el chico down es distinta la cuestión. Fueron hijos que le fueron impuestos. No le estoy echando la culpa al marido. Esta señora es una excelente investigadora científica que a esta altura de su desarrollo como investigadora científica recibió propuestas de Estados Unidos, Inglaterra, Brasil, de varios lugares para que se fuera a trabajar en su investigación. Ella no lo hace porque tiene a los hijos y porque el marido no le va a dar la autorización para que se lleve a los hijos. Ustedes se dan cuenta el infierno que es la vida de esta señora en relación a este conflicto. Cuando empieza, empieza como les conté. Yo me di cuenta que la cosa estaba que ardía, para que ustedes se den una idea no muchos meses después le propongo a la señora que una arma de fuego que había guardada en la casa se la pase a un vecino/a para que el arma no estuviese en la casa. Al mismo tiempo me doy cuenta que nada más lejos de su imaginario que separarse, divorciarse entonces estaba en una carrera contra el reloj. Hablamos del tiempo varias veces en este seminario, no estoy hablando del tiempo cronológico. Sino que ambos ante la crisis matrimonial estaban saliendo del instante de ver que les había llevado diez años y habían entrado en el tiempo de comprender, o sea cuando no comprendían nada.
Por supuesto los deseos de separación en ella aparecían a borbotones, en sueños, en equívocos pero me daba cuenta que si yo empujaba para ese lado lo único que iba a lograr era que ella desertara del tratamiento. Le propuse que viniera con el marido. Dos veces vinieron juntos, en las cuales se tornó absolutamente evidente la intransigencia del marido y que ese matrimonio estaba acabado, que no era un problema del psicoanalista sino que estaba acabado por ambos lados. Vinieron juntos dos veces nada más porque el señor se negó a seguir viniendo. Ya entonces trabajar el tema de la separación con la señora era de un lugar distinto, era desde un lugar que tenía que ver con la experiencia en la propia transferencia.
Participante: ¿vos te estabas preguntando desde que abordaje, desde que fundamento teórico haces cada cosa que haces? ¿Por qué la inclusión de un cónyuge?
Sergio: exacto. Esa es la pregunta que hasta ahora yo encontré sin contestar o las contestaciones fueron desde capillas y empíricas. Si se me hubiera ocurrido hacer una terapia de pareja con esta pareja hubiera fracasado estrepitosamente.
Les cuento una de familia. Me hablan por teléfono me cuentan de una chica que está muy grave. Me la recomienda una colega que me tiene mucha confianza yo también a ella. Le digo que venga la chica y me dicen que la chica se niega a venir, sólo vendría si viene toda la familia. Digo que venga toda la familia. La primera vez que vinieron cuando vi entrar a la chica pensé en brote esquizofrénico, por la posición corporal, por el rostro, por la disgregación del discurso, si bien no había alucinaciones ni había delirios. En la medida que empezamos a trabajar la chica inició una epopeya de denuncias de como a partir del nacimiento del hermano que no venía con ellos, ella había sido completamente dejada de lado y todo se había volcado hacia el hermano. De esto habían pasado ya como 15 o 16 años. Ella se había pasado todo ese tiempo haciendo mérito para tratar de recuperar un lugar en la mirada de los padres, en la atención de los padres y se había pegado contra la pared todas las veces. Lo escucho al padre que de algún modo aceptaba que eso había sido así y que lo aceptaba a conciencia. Sin demasiado sentimiento de culpa ni de deuda, como esas cosas de la vida. La madre más bien negaba permanentemente toda la cuestión pero por ahí tenía enunciaciones realmente mortíferas hacia la chica, que obviamente surgían del inconsciente, esta señora no tenía la más mínima idea de que eso transcurría en ella. Con mortíferas me refiero por ejemplo: hizo tal cosa y se podría haber muerto y seguía hablando como si no hubiera dicho nada, no dijo se podría haber muerto e hicimos tal cosa. Empezamos a trabajar y surgió por un lado que lo que decía la chica era cierto entonces yo me puse firme en que trajeran al muchacho también. El muchacho vivía en la estratosfera porque a él eso no lo había afectado. Además lo que empezó a surgir fue una tensión enorme entre la pareja que justamente era pedaleada permanentemente a través de la tensión con la hija. La hija hacía el suficiente quilombo como para que los padres tuvieran con quien enojarse.
Damasia: era el chivo expiatorio de la casa.
Sergio: exactamente, estas hablando en lenguaje sistémico o de Pichón Riviere. Desarrollamos esas entrevistas un tiempo largo, largo para mí estilo, unos seis meses hasta que un día el señor dijo basta acá se acaba la terapia familiar cada uno que pida análisis, yo voy a pedir análisis, esto no se resuelve acá. Todos estuvieron de acuerdo, incluida la chica. Yo digo que está bien. Se disuelve ahí lo que ellos llamaban terapia familiar. Este hombre me llama, me pide un análisis que sigue una serie de alternativas donde se divorcia de la esposa. La esposa hace un intento de suicidio verdaderamente grave. Él llega la encuentra tirada después de que se había mandado unos buenos paquetes de psicofármacos, terminó de riñón artificial la señora y safó ahí nomás. Él me contó, cuando la vi ahí pensé mejor me voy, después pensó que no y llamó al SAME.
Geraldine: en relación a la transferencia cuando estaba toda la familia en esta terapia familiar, cuando el padre dice se acaba la terapia familiar que cada uno pida análisis ¿quién se quedaba con vos en ese punto? Vos dijiste me llamó y me pidió a mí pero con esto de que la chica queda siempre relegada y la primera consulta fue por esta chica ¿cómo se maneja eso porque estaban los cuatro en análisis con vos?
Sergio: no te voy a dar una receta, te voy a decir lo que pasó en ese momento. Cuando todos estuvieron de acuerdo en que las entrevistas familiares caían yo me retiré dejé la cosa ahí y después al primero que me pidió entrevista se la di. Entro a trabajar a través del padre se explicita mucho más la crisis de pareja, se produce el incidente de intento de suicidio y ya ahí se conmueve toda la familia. La señora es enviada a un analista, la chica pide un analista y además no quiere que sea conmigo, ella lo dice. La chica no era una esquizofrenia ni nada por el estilo, es una histeria severa con una base melancólica muy importante. Ella tendió a quedar con respecto a mí en una posición más bien paranoide en el sentido del terapeuta del padre. Ahora que hace mucho de esta cuestión hace poco tuve noción de que anda bastante bien la piba. El matrimonio se disolvió, fue la guerra de los Rouse. La señora siguió su análisis primero con gente muy floja como analistas y psiquiatras, luego mejor. El señor siguió conmigo. El es muy grave, hizo varias interrupciones y retomes, actualmente está en una interrupción. Cuando él interrumpió esta última vez decía seguro que yo voy a volver y yo le decía no estoy tan seguro de que va a volver. Para lo que es la vida de él se siente bastante bien, se estabilizó con otra mujer de una manera muy distinta a lo que había sido su matrimonio. Ha tomado de otro modo las rindas de su negocio, tiene otra modalidad de relación con los hijos pero entonces me pidió análisis el hijo de él, aquel que estaba en la estratosfera aterrizó. Yo dudé. Ahí hay otro problema porque en realidad el padre sigue siendo paciente mío, es más hubo un momento en que vinieron paralelamente, no en conjunto. Dudé pero lo que me plantié es que había una relación suficientemente simbiótica entre el padre y el hijo donde por ahí no estaba mal que a ambos los atendiera el mismo analista.
Participante: ¿para producir una separación entre ellos?
Sergio: para regular te diría, una separación entre ellos. Una advertencia de Bleger que es importante es que si ustedes producen una separación intempestiva en una simbiosis se psicotiza uno de los dos miembros. Cuando uno se encuentra con una situación así es mejor tratar de ver como regula la cuestión. En ese tipo de casos donde ustedes ven que yo por ahí transgredo las normas clásicas. Si me escuchara un psicoanalista clásico me diría cómo vas a analizar al padre y al hijo al mismo tiempo en paralelo! No es sencillo ni tampoco es sencillo tomar la decisión pero yo creo que estuve bien, además la práctica hasta ahora me viene demostrando que estuve bien. Pero tengo que dar razones de esto, ese es el problema. Ahí viene la cuestión planteada del siguiente modo, todos nosotros los que estamos acá y los que están en el mundo estamos anudados por lo imaginario, no hay otra forma y eso toma expresiones. Supónganse, hay tribus que nosotros no conocemos, más bien del Pacífico, donde por ejemplo los pronombres no existen y sin embargo conversan entre ellos sin la existencia de los pronombres, eso les permite vivir pero viven de un modo muy diferente a nosotros. Hoy veía por televisión que hay un chiquito guaraní internado en el hospital de niños, tiene una enfermedad grave cardiaca. Los médicos se están ocupando de él, están haciendo lo que pueden. El padre quiere retirarlo y llevárselo. Él piensa que tuvieron la confianza suficiente en los médicos, él no los ataca. Es interesante escucharlo hablar al padre, es un pibe joven que debe tener unos 18 o 19 años. Él habla español. No ataca a los médicos pero dice que ya le dieron tres meses y que el chico sigue grave y que entonces quiere probar con el brujo de su tribu. Entrevistan al brujo de la tribu y es un señor que tiene 107 años, estaba ahí en el hospital.
Marta: a ese le funciona la medicina. (Risas)
Sergio: además hay que verlo, si yo llego a los 107 años como el brujo de esa tribu. Era una maravilla, pensaba, discutía, hablaba en guaraní.
Participante: ¿Cómo contaron los 107 años?
Sergio: lo deben haber contado por los números arábicos, eso lo decía el chico además. El brujo decía ya hemos probado con los médicos, no vamos a dejar de atenderlo con los médicos pero yo me comunico con Yamandú, el dios guaraní, además tenemos nuestros propios remedios naturales. Vamos a probar con eso. Si alguien de una psicopatología neopositivista escucha ese discurso dice intérnenlo, tiene una paranoia sin arreglar. Si uno no es tonto se da cuenta que es un producto de una cultura absolutamente diferente a la nuestra y donde ese discurso del brujo tiene una lógica absoluta. Tal vez una lógica hasta menos fallida que la de los médicos. Lo traigo como ejemplo en el sentido de que ¿están afectados por el malestar en la cultura estos guaraníes que están atravesando este problema tan dramático en este momento? sí están afectados por el malestar en la cultura.
Silvia Sisto: me quedé pensando porque el papá optó por los médicos primero.
Alicia: no, no optó por los médicos primero. El yamán les dijo que el chiquito tenía una piedra en corazón. El termino que uso si no es piedra es algo parecido. Que lo llevaran y lo hicieran ver, hubo una recomendación. Se puede hacer una operación pero los médicos no pueden asegurar que de esa operación salga con vida. No hay garantía. Desde ahí se crea esta situación donde el padre dice entonces no, si no hay respuesta acá.
Silvia: respuesta fallida.
Sergio: por eso digo que son mucho más lógicos que muchos alópatas y que muchos homeópatas que se fundamentalizan en su discurso terapéutico y rechazan cualquier otro discurso terapéutico con lo cual lo único que hacen es dejar de probar otras posibilidades. Hay precipitación en el malestar en la cultura porque, momentáneamente olvidemos a Freud, malestar en la cultura tiene que ver con represión de los deseos inconscientes y por lo tanto la inhibición del funcionamiento pulsional, eso deriva en malestar. No es que no sea cierto pero obviamente a esta altura ya podemos tener claro que el malestar en la cultura no proviene sólo de eso, ni siquiera fundamentalmente de eso sino que proviene fundamentalmente de que diariamente nos tenemos que confrontar con la castración, diariamente nos tenemos que confrontar con lo real. En este sentido estos guaraníes en este momento se están confrontando nada más y nada menos que con el real de que una criaturita de pocos meses puede estar en las vísperas de su muerte y ante eso ellos reaccionan. Ellos se mueven de la manera que contaba Alicia, en parte contaba yo y operan. El imaginario nos empuja siempre a imaginarnos las cosas a través de las personas porque el imaginario fundamentalmente está asentado en el cuerpo. No hay nada más fácil que imaginar a través de los cuerpos. Uno ahí dice el Yamán ese es un bruto, no debe saber ni leer ni escribir, es un atrasado. Levi-Strauss diría que ese hombre está conformado en toda una cultura que es diferente a la nuestra pero que es toda una cultura y habría que ver si dentro de esa cultura tal vez algunas de las cuestiones que ocurran no pueden resultar más favorables que algunas decisiones alopáticas. El cuerpo de cada uno de ellos lo que nos está ocultando es que en realidad hay una precipitación del malestar en la cultura en un conjunto de personas que al mismo tiempo que los está afectando colectivamente los está afectando singularmente. No todos están afectados de la misma manera por esa precipitación del malestar en la cultura al mismo tiempo que están todos precipitados, inclusive los médicos del hospital de niños que en este momento deben estar ellos también sufriendo en relación a que hacen. Habrá algunos de ellos que diga y si sabés que en tres meses se muere, que se muera entre los suyos, que hagan lo que puedan hasta donde les de la cultura de ellos. Habrá otros que estén diciendo: no, si nosotros logramos importar tal máquina de Estados Unidos y metérsela al pibe de tal manera lo podemos mantener sobreviviendo durante catorce años para que dentro de catorce años se invente la válvula apropiada.
Silvia Sisto: operaron por primera vez a un feto de seis semanas.
Sergio: intrauterina fue la operación. Pero es que el malestar en la cultura, la castración, lo real, también es esto. No es sólo la aparición salvaje del saber que no se sabe, del no saber radical, digámoslo así para que no se confunda con el saber del inconsciente. Es con lo que ellos se topan en este momento, tanto los guaraníes como los médicos del hospital de niños. Muchas otras veces que aparece también en estas circunstancias aparece a través de diversas alternativas posibles pero ninguna asegurable. Pero incluso les diría que ese tipo de castración es más insufrible que cuando radicalmente el saber se nos presenta como ausente. Cuando radicalmente se nos presenta como ausente que le vamos a hacer, aparece el duelo, algunos lo atravesaran mejor que otros. Cuando aparece esa cuestión de si hiciera tal cosa o hiciera tal otra que después de producido el evento real, la muerte, va a ser si hubiera hecho tal cosa, es la frase más siderante que hay en esas circunstancias.
Participante: el punto de incertidumbre. Una cosa sería saber que es imposible por ninguna vía avanzar para curar, por ejemplo a este chiquito con lo cual no habría conflicto, se sabe que va a morir en un lado o en el otro. Pero si entiendo lo que estas planteando es el punto de la incertidumbre, no tener seguridad en ninguna de las respuestas posibles.
Sergio: exacto, no es que no habría conflicto de fondo especialmente los neuróticos comunes ni que decir los psicóticos no se resignan nunca a la muerte del ser querido. Siempre un resto de duelo nos queda. Mi padre se murió hace 30 años, sin embargo más de una vez de descubro, estoy haciendo lo mismo que el viejo, si el viejo estuviera acá. Creo que lo tengo bastante tramitado a ese duelo. Pero la incertidumbre es peor. Mi viejo murió lamentablemente de una enfermedad muy desgraciada y que no tiene cura, no tiene arreglo, por suerte en él duró dos años y medio y se murió. Hay gente que le dura diez, veinte, treinta años. Es la misma enfermedad que tiene el físico Hawking, hace treinta años que está con eso, lo único que puede mover es un dedo. Se produce una degeneración de los cordones laterales de la médula entonces poco a poco van perdiendo todas las funciones motoras. Este hombre la verdad que es admirable pero yo he conocido muchos otros que se les ha estirado 10 años y han sido años de feroces sufrimientos para ellos, para la familia, para todos. Les confieso, a mi viejo primero lo llevé a los mejores neurólogos, me dijeron que no había nada por hacer. Armamos una estrategia en la familia. A partir de ahí cada tipo que me decían yo iba. Lo llevé a acupuntura.
Participante: al padre Mario.
Sergio: si me hubieran dicho del padre Mario lo hubiera llevado sin ningún inconveniente. A mí me queda la ventaja de que yo probé todo, no me queda el si yo hubiera ido..., que es terrible.
Silvana: después de la pérdida siempre aparece una especie de incertidumbre. Aunque hayas agotado todas las posibilidades después de la pérdida aparece una nueva, en algún lugar. Al menos lo que yo escucho además de los personales, en los duelos de pacientes es un primer momento donde aparece siempre esta cosa de no poder tramitar, dejar, como no resignarse a empezar el duelo con la incertidumbre si hubiera. Después tal vez empiecen a tramitar el duelo.
Sergio: exactamente. Entonces lo imaginario nos presenta a las personas, lo imaginario nos puede presentar a los grupos también. Nos puede presentar a las identidades colectivas, nos puede presentar montones de formas de precipitación. Después de haber atravesado todas las experiencias que les conté lo que yo me pregunto es lo siguiente: cuando yo recibo una consulta me tengo que preguntar que del malestar en la cultura, como, en el como está con qué forma y a través de quienes está precipitando. Sobre esa base yo tengo que ir diseñándome la estrategia de acceso a trabajar con ese malestar en la cultura. Si yo vuelvo a esa familia en al que ahora finalmente estoy trabajando con el hijo que era el sano de la familia. Lo primero que tuve que darme cuenta ahí fue que la chica no estaba esquizofrénica, que la chica estaba sintomatizando y a través de su sintomatizar denunciando una modalidad de precipitación en la cultura que en verdad estaba funcionando en el conjunto de la familia pero que yo no podía discriminar todavía de que modo. Después hubo un momento en el que a mí se me aparentó como que tenía que ver con esa cosa típica de nació el varón, lindo encima, etc, la nena desplazada. O sea como un problema de fallas en las funciones de los nombres parentales y por lo tanto de emergencia de la rivalidad imaginaria, de la rivalidad fraternal. Por suerte no me quedé atrapado en eso, me di cuenta que algo más pasaba, que en esa familia había gatas encerradas, por definirlo de algún modo. Hasta que este hombre dice basta, este hombre decide asumir su verdad. En el momento que decide asumir su verdad se descompagina todo el ordenamiento imaginario de esa familia y empiezan a armarse reordenamientos. Pasan incluso por esa situación grave en la que podría haber habido una muerta.
Participante: ¿Vos pudiste ubicar más allá de este síntoma que traía la hija cual era el malestar en la cultura que se precipitaba en ella en principio?
Sergio. Lo que ubicaba y que es lo que se desnuda al final y que la chica denunciaba pero no explícitamente sino implícitamente, lo ubicaba más en la modalidad de enunciación de la cuestión que en los enunciados que era una familia que estaba ordenada instrumentando el velo de la hipocresía. Todos ocultaban algo, inclusive la chica. Esa fue una de las primeras cosas que pesqué por eso no me enganché en la rivalidad de los hermanos, por eso también lo hice traer al hermano. No puedo decir la profesión pero el hermano practicaba una profesión que era de altísimo riesgo para la vida de quien la practicaba. El hermano aparecía como sin conflicto de toda la cuestión. Aparecía practicando esa profesión por otro lado como una identificación muy fuerte de lo que había sido el deseo insatisfecho del padre de toda la vida. El padre había querido practicar esa profesión y no se había animado. De lo que me avivé es que detrás de toda esa hipocresía, no lo estoy usando en un modo insultante cada familia vive como puede, lo que me daba cuenta era que el aparentemente más sano no estaba sano, que estaba poniendo en riesgo su vida regularmente. Alienado en el deseo del padre por eso yo lo hago bajar. En realidad vivía en un altillo de la casa el pibe, con sus aparatos de música, sus cosas, sus amigos. Ese era también un dato para mí, él para desenvolver su vida había tenido que aislarse de ese quilombo familiar. Lo curioso de todo esto es que el que termina en análisis conmigo y todavía está y creo que por como viene va llegar a su fin en algún momento porque el pibe está metido realmente a su estilo, no es un análisis clásico, es el pibe. Si yo, como hacen muchos colegas, cuando me hablan los padres y me dicen de la hija les digo que la traigan y me dicen que sola no quiere ir y yo les digo que si el problema es ella la analizo a ella, hubieran pasado cosas mucho peores de las que después pasaron.
Silvana: Pensaba como pensar este ejemplo de localizar el malestar en la cultura si es lo que entendí al menos en lo que sería el discurso de un paciente. Está claro que sería más fácil en una familia de acuerdo a diferentes discursos, como se presenta la familia, como es la dinámica de la familia en el consultorio. ¿Cómo pensarlo si hubiera venido esta chica sola?
Sergio: dos respuestas, si hubiera venido la chica sola otro hubiera sido el decurso de los acontecimientos. La pregunta es muy importante y por eso cada vez le doy más importancia a las cosas de Lacan a pesar de que ustedes muchas veces me escuchan citar a otros analistas que me parece que merecen ser citados porque han aportado cosas interesantes. Yo parto de que cualquier elemento de discurso que me solicita consulta está ubicado en objeto a. Lacan dice que lo más importante que él nos deja es el nudo Borromeo y los matemas y en el nudo no van a encontrar el sujeto en ningún lugar. Cuando se lo presionó en relación a eso en La tercera, él dice les voy a hacer un chiste lacaniano, el sujeto vuelve en el analista. Por lo tanto el sujeto vuelve en la interpretación del inconsciente. Por otro lado lo que nos está diciendo es algo que aunque nos cueste aceptarlo justamente porque el imaginario trata de hacernos imaginar de que nosotros somos el cuerpo, en realidad todos nosotros somos objeto e inclusive después de terminados los análisis seguimos siendo objeto, no hay otra posibilidad. El sujeto es efecto efímero en función del desenvolvimiento de los cadenudos. O sea me salgo de la instancia de la letra me voy a RCI a La tercera y en lugar de hablar el sujeto como efecto efímero de la cadena significante digo los cedenudos. O sea del significante produciendo los tres efectos. Entonces lo que voy observando es como se me presenta eso, no como es, nunca voy a saber como es. A partir de eso voy a tratar de maniobrar para que eso pueda ir siendo analizado, eso no es la persona es eso que se me presenta. Al ir analizando eso que se me presenta puede ser que eso termine derivando en análisis personales como el padre de este chico y como este chico en los últimos años.
No es la primera vez que yo termino analizando hijos de gente que fueron pacientes míos, eso por mi edad además. Es interesante porque cuando el padre o la madre que se analizó con uno manda al hijo también hay que pensar ¿Por qué me lo manda? ¿Qué fantasía tiene? ¿Este pibe por qué viene? ¿Qué lo trae? ¿Es conveniente que lo tome? Si uno lo piensa solo desde el psicoanálisis personal, vino un candidato más lo toma y listo. Cuando nos vienen así viene algo de la relación entre el padre o la madre que lo envía y el hijo. Vuelve a aparecer esta cuestión de la precipitación del malestar en la cultura. Si yo me ubico así tengo a observar tres registros de lo que se me está presentando y según como se van anudando, desanudando y reanudando yo voy trabajando. Les cuento de un caso que creo que ya les conté, alguien que se me presentó y yo lo primero que pensé que era una paranoia hipocondríaca. Después que lo escuché dos o tres veces dije es una histeria grave con ideas deliroides hipocondríacas. Después que lo seguí escuchando y trabajando más con él capté que además estaba con algunas sensaciones en el cuerpo a las que les estaba dando interpretaciones delirantes. Lo mandé a diferentes médicos, por las sensaciones periniales lo mandé a un urólogo de mi confianza y por otro lado porque me avivé que probablemente esté en desarrollo un hipertiroidismo lo mandé a un endocrinólogo. Ahí yo estoy operando sobre lo imaginario del cuerpo y con lo real del cuerpo.
Participante: y con lo simbólico que viene en su discurso.
Sergio: desde una interpretación simbólica de lo que ahí está ocurriendo. Si yo me pongo a interpretarle a él lo que le está pasando a secas, viene una o dos veces y se va y con razón. Ustedes dirán vos sos médico. Ustedes son la mayoría psicólogos y pueden darse cuenta si hay algo que no es de su campo y entonces lo mando a un buen clínico general.
Al mismo tiempo voy a ver como se va situando en los discursos, eso también me va dando toda una información.
Lo que trato de trasmitirles en este seminario es que hay que dejar de lado las discusiones sobre psicoanálisis individual, psicoanálisis grupal, psicoanálisis de familia, psicoanálisis institucional y que en vez de ir desde un saber previo a encarar lo que tenemos que encarar tenemos que tener la capacidad de leer en lo que viene cual es el instrumento más apropiado para esa circunstancia. A mí me ha pasado de gente que está en los finales del análisis, hacerle venir la pareja. Tampoco es un problema del diagnóstico, del inicio del tratamiento, les puede aparecer a la mitad, al final, de mil maneras. El tema es que creo que tiene profundamente que ver con la principal indicación de Freud que es atención libremente flotante. Si la atención es libremente flotante se tiene que liberar de todo juicio imaginario. Es difícil, no es sencillo porque nosotros estamos anudados ahí pero vale la pena hacer el esfuerzo porque por un lado se llenan más nuestros consultorios pero además somos más eficaces en nuestro trabajo cosa que nos interesa a nosotros, al paciente y al psicoanálisis.
Ethel: ¿podemos ser tan amplios con respecto a otras teorías terapéuticas? Me acordaba de los guaraníes, porque yo siento que ahí se me paran los pelos de punta. Podría aceptar otros sistemas de pensamiento pero no otras teorías terapéuticas.
Participante: ¿cómo teorías terapéuticas?
Ethel: sistémicas, conductismo. No me siento igual de libre.
Sergio: Creo que con respecto a otras teorías terapéuticas no porque ya ahí estamos hablando de cosmovisiones y las cosmovisiones llevan a la confrontación, no hay otra. Con respecto a otras intervenciones terapéuticas sí. En la revista que ustedes tiene en mano me pidieron un artículo sobre emergencia y relato un caso donde el suicidio de uno de mis pacientes fue impedido por una puteada de un albañil. La intervención perfecta y el azar que hizo que los bomberos trataran de entrar al departamento por la puerta de atrás, lo cual fue como una interpretación para ese hombre en ese momento.
En este momento estoy trabajando con una señora, hace ya unos tres años, que en realidad vino muy angustiada y preocupada porque la hija era anoréxica. La hija se está analizando con una discípula de Bleismar que no es una colega que goce de mi simpatía pero que es una tipa a veces inteligente. Como la cosa andaba muy mal consultaron a una sistémica que yo conozco de la época en que dirigía el viejo Psyche y que es una de las mejores sistémicas acá en la Argentina que es Cecil .... Cuando me enteré que la habían consultado a Cecil le hablé por teléfono y mantuvimos una relación telefónica durante un período que era muy grave de la piba. La verdad que hicimos una buena conexión en cuanto a como trabajaba ella con la familia y como trabajaba yo con la madre. La otra colega no se quiso comunicar con nosotros. La cosa anduvo bien, la muchacha salió de su anorexia por lo menos por ahora y la madre está tratando otras cosas de su vida.
Respondiendo a la pregunta teorías no porque definitivamente son cosmovisiones. Pero intervenciones sí.
Participante: estoy tratando de acordarme como terminaste la clase pasada. Fue un párrafo.
Tengo la sensación que está en conexión con la clase de hoy.
Laura: es este.
Sergio: es lo que estoy tratando de hacer.
Participante: dijiste el deseo es
Marta: yo te pregunté y me dijiste que estaba en un artículo que no es el de ahora sino el anterior.
Sergio: sobre el objeto a. Ya que lo preguntas es interesante pero ahí tómenlo con beneficio inventario. En todo esto que les planteo en relación a la precipitación del malestar en la cultura con respecto a como definir estrategia y táctica no tengo dudas. Con esto que les voy a decir del objeto a sí tengo mis dudas porque a mí mismo me sorprendió haber llegado a eso y la verdad lo eche a correr por escrito a ver quien me discute y si me aclaro. Tengo la idea de que son homólogos el objeto radicalmente a con el significante como S1 o sea sin articulación a otros significantes lo cual es impensable porque un significante es significante porque otro significante lo significa. No obstante lo cual me apoyo en algunas cosas de Lacan donde él plantea la homología del objeto a con el S1 y da razones de porque en La tercera. Yo lo que plateo es que S1 es el significante poder. Pero si ustedes abstraen a la palabra poder de cualquier otra predicación que inmediatamente se le va a venir a la cabeza porque los que sean izquierdistas van a pensar que el poder es lo malo, lo que arruina la sociedad y todas esas cosas. Los señores que anden con problemas sexuales van a pensar en el poder que le da el Viagra.
Participante: tu frase fue: el deseo es deseo siempre de poder.
Sergio: estoy de acuerdo con esa frase.
Participante: la dijiste vos (risas)
Sergio: insisto es a discutir. La idea es la siguiente. Me sorprendió hace muchos años cuando trabajé Proyecto de psicología para neurólogos, estuvimos un año trabajándolo hombres y mujeres que ahora estamos en distintos lugares del movimiento psicoanalítico, Isabel Luccioni, una de ellas. Me encontré con la sorpresa de que Freud cuando habla del objeto perdido y lo refiere al ceno nutricio lo refiere a la escena de amamantamiento. O sea que a diferencia de Melanie Klein que lo imaginarizó en la teta Freud lo ubicó en el contexto de los movimientos, las cosas que hace la madre para darle de mamar a la criatura. Después en el seminario IV Lacan le va a plantear la cuestión de que la madre en los primeros tiempos es una madre simbólica y los objetos son reales y que la madre de los segundos tiempos pasa a ser real y los objetos simbólicos. Interesantísimo para entender el inicio del lenguaje en el que no tiene ninguna importancia que el chico pueda articular o no palabras, que sea sordo o no lo sea, etc. simplemente la presencia ausencia de la madre en relación a la atención de los agujeros del chico es lo que establece una estructura de lenguaje. Lacan ahí critica a los klenianos y dice que me hablan de omnipotencia del bebé la omnipotencia es materna, en tal caso el bebé identificará a la omnipotencia materna. Aparece la palabra poder. Si lo piensan toda relación con el objeto siempre es una relación con el poder pero de poder en el sentido de se puede- no se puede, está -no está, llega - no llega, mil predicaciones que lo dejen en un sin sentido al poder. Creo que el objeto a es homólogo a poder. No hay ningún objeto que como objeto por si solo sirva para nada. El objeto sirve si entra de algún modo en la circulación y ahí está el tema del poder. Insisto no del poder como poder gubernativo, sindical.
Silvia Sito: potencia lo desimaginariza.
Sergio: no sé porque potencia deja irresuelto si esa potencia es utilizada o no y si la potencia no es utilizada.
Participante: poder si no es utilizado ¿cómo sería?
Sergio: poder de por sí es un verbo, infinitivo. Les propongo que lean el artículo sobre el objeto a que está en www.psyche-navegante.com.ar no en el número actual sino en el anterior, el 67. Ahí puse en un pie de página la cita de Freud del Proyecto de psicología para neurólogos que fue lo que a mí me abrió la cabeza en su momento. No en su momento, ahí percibí la cuestión, registrar recién la registré hará dos o tres meses.
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