Crisis, repeticiones, estabilizaciones. Su relación con los tres registros
Cuando se arme el debate después va a circular el micrófono inalámbrico entre los que vayan interviniendo en él. Les pido una cosa muy sencillita: digan nombre y apellido, si quieren despacito si les da vergüenza, frente al micrófono, para que después cuando desgraba Gastón pueda poner el nombre y apellido del que intervino, sino se pone un guión; me parece más lógico nombrar. De paso también para la gente nueva, aunque probablemente en las entrevistas les avisaron, el hábito nuestro es que después de cada clase desgrabamos la clase y la enviamos por mail a los participantes del seminario.
El tema de hoy es crisis, repeticiones, estabilizaciones. Su relación con los tres registros. Por supuesto nos estamos refiriendo a estos temas que podrían valer para la subjetividad singular, hoy los vamos a tomar en relación a las sociedades. Las crisis, las repeticiones, las estabilizaciones y su relación con los tres registros en las sociedades. Como me informaron colegas que estuvieron haciendo las entrevistas que hay algunos nuevos integrantes que tienen poca idea de la teoría lacaniana, si bien trato siempre de transmitir lo más entendible posible las cuestiones, es probable que igual haya cuestiones que les queden como interrogantes, plantéenlo en preguntas y comentarios. No sólo no molesta sino que la experiencia es que ayuda a entender más, a meternos más a fondo en cada uno de estos temas.
Quiero partir de hacerles recordar algo que Freud con su estilo lo plantea, y desde entonces muchos psicoanalistas /Otto Rank, Theodor Reik, obviamente el propio Lacan) Lo voy a plantear en el mío. Las sociedades, lo digo a propósito así en plural porque por lo tanto lo que estoy armando es un sobrevuelo trans-histórico llamémosle, las sociedades siempre tuvieron alguna forma de registrar sus problemas. En el orden simbólico tuvimos la forma animista, la forma politeísta, la monoteísta, agrego la cientificista. En lo imaginario la rivalidad con lo otro, lo digo a propósito así y no el otro, no porque no esté el otro en juego, con observar en este momento las guerras entre norteamericanos y ciertas naciones musulmanas es obvio que están los otros, pero que aparecen como lo otro para las sociedades. Entonces en lo imaginario la rivalidad con lo otro, sostenida como diferencias entre grupos, tribus, etnias, luego feudos, reinados, naciones, doctrinas científicas. Lo digo a propósito porque especialmente los psicoanalistas que somos muy narcisos, como en general los seres humanos, solemos creer que las peleas al interior del movimiento psicoanalítico son una cosa solamente de los psicoanalistas, pero cuando uno conoce la historia por ejemplo, de los congresos de matemáticos, se entera de la carnicería que se arma en esos congresos. Y en lo real esta cuestión de cómo registran sus problemas las sociedades, suele aparecer como desconcierto, terror, angustia y odio por rápido desplazamiento y transformación de la angustia. Los que tenemos la práctica de trabajo con nuestros pacientes, estamos bastante habituados a ver cómo la angustia se transforma en odio. Bueno, algo similar también podemos encontrar en las sociedades. Esto hizo que a partir de la existencia de la escritura se fuera desarrollando la historia, se fueran desarrollando legislaciones que desembocaron en los diversos aparatos jurídicos, de los cuales nombro algunos fundamentales: digamos el bíblico ( en el cual estoy, por lo tanto, englobando tanto a los judíos como a los cristianos), el romano, el coránico que por ejemplo, en general, se lo creía como un derecho perdido, sin embargo fíjense con que fuerza a resurgido en los países de hegemonía musulmana. Todo eso, esos derechos, esos aparatos de leyes han producido un ordenamiento simbólico-imaginario que produce una realidad social.
Pero la teoría política sale del plano solamente descriptivo de los fenómenos para intentar encontrar razones. Aún no tomaban forma con pretensiones científicas, eran sólo exposiciones, llamémoslas así. Luego, en el Renacimiento hizo punta Maquiavelo, que para atender las razones y acciones de los príncipes analizaba prolijamente las modalidades de reacción de las masas. “ El príncipe”, de Maquiavelo, es un libro que a todos ustedes que están interesados en este tipo de temática, se los recomiendo. Si salimos, digamos de la vulgata, de pensar a Maquiavelo como un cínico, tampoco como un cínico en relación a la escuela cínica de filosofía, sino en el sentido vulgar en el que se usa la palabra, y lo leemos atentamente, encontraremos realmente un material muy rico para entender y seguir pensando. Es más, hoy que estaba releyendo algunas cosas de él por la clase que iba a dar, se me ocurrió ya el próximo seminario que voy a dar que será dentro de dos años, más o menos, o dentro de, por lo menos un año y medio y que va a ser una lectura psicoanalítica de “El Príncipe”, de Maquiavelo. Creo que es una deuda que tenemos los psicoanalistas con Maquiavelo, y que sería interesante, por lo menos, comenzar a intentar saldarla.
Luego, vinieron Juan Jacobo Russeau, Federico Hegel y finalmente Marx. Obviamente estoy haciendo saltos muy gruesos, estoy nombrando solamente algunos personajes, están quedando muchos de lado, pero los nombro porque lo que quiero es ir siguiendo un movimiento del cual nosotros somos herederos y procuraremos ser, de alguna forma, sucesores. La gran diferencia de Marx con los otros reside en que él intenta encontrar razones científicas, para entender el movimiento de las sociedades. Fíjense que estoy seleccionando las palabras: no digo busca o encuentra razones científicas. Intenta buscar razones científicas. En cada uno de esos movimientos culturales que fueron desarrollando las sociedades para entenderse a sí mismas, se fueron fundamentando lógicas del poder y legalidades que los sostenían y que a la vez emanaban de esas lógicas del poder. La división entre poder y dirigidos durante una gran parte de la historia apareció como algo del orden natural. En todo caso podía aparecer como algo del orden sobrenatural en tanto era remitido a las ánimas de los fenómenos naturales o a los dioses en el politeísmo o a Dios en las religiones monoteístas, pero como algo en relación a lo cual los seres humanos no tenían nada que hacer excepto someterse. Eran simples objetos de esos fenómenos. Siempre recuerdo, porque a mi me impresionó mucho, el efecto, por ejemplo, para hablar de algo reciente, 1945, el efecto que le produjo a la nación japonesa, todavía lo estamos observando, la pérdida del carácter de Dios viviente del emperador. Ustedes saben que cuando Mc Arthur les hizo firmar que Hiroito no era un Dios fue una conmoción, hubo una cantidad enorme de suicidios de oficiales del ejercito japonés ante el palacio del emperador. Pero eso es lo anecdótico, pregúntense ustedes que pasa que una nación tradicionalmente guerrera como fue Japón, se transformó (por lo menos hasta ahora) en “pastorcitos de ángeles”. Por supuesto, somos psicoanalistas, sabemos lo que encubren las formaciones reactivas, ¿verdad? Vaya a saber lo que vendrá, pero por lo menos hasta ahora ocurre eso. Digo esto por lo que estoy tratando de transmitir, para nosotros, racionalistas del siglo XXI, psicoanalistas de diverso pelaje y no psicoanalistas de pelaje más diverso aún. En fin, estas cuestiones de la relación de Dios con la sociedad, o de los Dioses con la sociedad, nos parecen que sé yo, está bien, ¿cómo decir? Como anécdotas interesantes de lo que pasó en la historia. Pero ustedes piénsenlo al revés, traten de situarse en la cabeza de esa gente: para ellos las cosas eran así, no había otra posibilidad. A lo sumo, en las crisis, entraban en discusión y llevaban a la guerra la supuesta inservibilidad de tal o cual poderoso. Fíjense inclusive por ejemplo, en la insurrección de los esclavos romanos, la insurrección de Espartaco que verdaderamente puso en jaque al estado romano, no se proponía abolir la esclavitud. Se proponía, en todo caso, suplantar a los jefes del estado romano pero no para generar un nuevo modo de producción. Ni que decir las guerras entre Reinos, entre imperios, entre feudos, no respondían para nada a criterios de búsqueda de justicia, o cosa por el estilo. No, sino en todo caso de la imposición de una religión sobre otra. Era otro mundo. Difícil para nosotros ubicarnos, dejar atravesar nuestra cabeza por él.
Tengamos en cuenta que en esas épocas, por otro lado, los desarrollos tecnológicos no alejaban demasiado a la producción de las dimensiones de la auto-subsistencia. Aunque, por supuesto, aparecido el dominio del fuego, la rueda y salidos de la recolección y la pesca; la alfarería y los primeros instrumentos de piedra, comenzó a asomar el plus-producto y la cuestión de su apropiación y distribución. Pero si comparamos lo que era el plus-producto en esa época con lo que es el plus-producto actualmente, aquel parece un chiste, ¿verdad?.
Ahora, la llegada de la llamada revolución industrial, multiplicó dicha situación y llevó a la generación de un plus con dimensiones cualitativamente diferentes. Ahí sí se empieza a marcar radicalmente otro momento en la historia. Ya el plus que puede producir un hombre solo con una máquina no tiene ni punto de comparación con el plus que podía producir un artesano, por ejemplo. Ahí es donde surge la discusión sobre la distribución del plus producto. Primero desde Russeau, como un ideal de justicia, todavía no como un intento de análisis científico y luego desde Marx con pretensiones de cientificidad a través de discernir su teoría de la plusvalía, la estructuración de la sociedad en clases contradictorias, las crisis de estructura como el efecto de la entrada en conflicto entre el desarrollo de las fuerzas productivas y las relaciones sociales de producción y la utopía de que la clase trabajadora en el poder, al librarse de sus cadenas liberaría a todas las demás. Recién, cuando el plus producto es cualitativamente diferente a todas las etapas previas de la humanidad estas ideas encuentran condiciones para tomar curso, para pensarse. Lo interesante a subrayar es que cualquiera de las diferentes creencias que dominaron a las sociedades a través de la historia captaban que lo que pasaba en las sociedades no era efecto del razonamiento de las personas sino de poderes que los trascendían. Las almas de los elementos naturales, los dioses que manejaban dichos elementos, una diosa madre cómo Materazu entre los Japoneses, el dios padre entre los monoteístas. Luego aparecen el contrato social como primer intento de poner las razones al comando y más tarde la idea de que lo que maneja el movimiento de las sociedades es la estructura de las relaciones sociales de producción y el desarrollo de las fuerzas productivas, lo que lleva al proyecto socialista como nuevo intento de comando a través de razones de la conciencia. O sea, hasta al aparición de las ideas burguesas digamos de Rousseau, nadie se planteaba la cuestión desde el tema de la justicia. Y, hasta la aparición de Marx, nadie se planteaba a fondo analizar que era lo que generaba condiciones de posibilidad para que pudieran subsistir tales X ideas y que cayeran tales otras X ideas, sino que las cosas eran así. Recién el descubrimiento del inconsciente y la producción de la práctica psicoanalítica con la consiguiente posibilidad de formalizar su experiencia permite ir elaborando un método para analizar que coloque a los fenómenos sociales bajo observación, y hasta los límites que la castración del lenguaje permite, bajo posibilidades de un accionar similar y diferente de los hasta ahora conocidos. Tengo conciencia que estoy planteándoles una paradoja: similar y diferente. Pero no planteo la paradoja de que hay posibilidad de recuperar el paraíso que nunca se tuvo, pero en el cual hasta un Federico Engels creyó que había existido. No sé quienes de ustedes leyeron “El origen de la familia, la propiedad privada y el estado”, pero en ese libro Engels creía que había existido una sociedad sin contradicciones al interior de la sociedad.
El psicoanálisis no cree que haya existido el paraíso ni que pueda llegar a existirlo. Justamente este optimismo escéptico del psicoanálisis, otra vez vuelvo a utilizar la paradoja, junto a que explicita que no es la conciencia de las razones la que pilotea las sociedades, sino la lógica del inconsciente hace que, a pesar de su difusión, particularmente en algunos países occidentales, sea rechazado en su potencialidad para el análisis social por las otras disciplinas sociales y no desarrollado en toda su potencialidad por la inmensa mayoría de los psicoanalistas. La cantidad de colegas presentes en este seminario, que ha tenido buena difusión, es un ejemplo de esto. No lo digo quejándome, ni nada por el estilo, cuando se me ocurrió la idea del seminario yo lo conversaba con Abel, con Laura, con las colegas que están colaborando docentemente en el seminario, yo tenía claro que iba a ser un seminario de poca gente, es más, yo creí ( Laura es testigo porque se lo dije anoche) dije: mañana por ahí suspendemos el seminario porque si no viene gente o vienen tres o cuatro ya está, se acabó ¿no?. Insisto que no lo digo quejándome sino que lo señalo como un síntoma interesante a tener en cuenta, a analizar, pensar, etc.
Dicha lógica, me estoy refiriendo a la lógica del inconsciente, del inconsciente como estructura, articula lo inconsciente, o sea aquello que está reprimido, lo inconsciente que constituye a cada uno, con lo inconsciente de los otros en el lazo social. Este es uno de los grandes problemas del ser humano, que tiene que articular lo que forma parte de su singularidad inconsciente con lo que forma parte de la singularidad inconsciente del otro.
El goce repetitivo y estabilizado. Ustedes saben que hay sociedades que han subsistido con una misma modalidad de producción miles de años. Las crisis y los actos de reposicionamiento de las sociedades se tejen en dicha lógica y con los piolines de los cadenudos. Para aquellos que no son psicoanalistas, no se pongan nerviosos, poco a poco lo vamos a ir trabajando, pero me estoy refiriendo a las cadenas de nudos borromeos. Este es un nudo borromeo (lo muestra), lo voy a ir explicando otra vez, los que vinieron al módulo anterior han escuchado las explicaciones, pero la complejidad de la estructura que sostiene a los seres parlantes es que, justamente, como una red de estos algos (nudos). A eso Lacan le llamó cadenudos, en el sentido de cadenas de nudos.
El psicoanálisis no genera esperanzas, a lo sumo puede facilitar ilusiones. Este es un tema en el que vengo insistiendo desde el año pasado, está en un articulo en www.psyche-navegante.com al que pueden ustedes acceder. En el número 54, el de Julio. También, no me acuerdo si en “ Pollerudos” o en este último libro que habíamos escrito Ricardo y yo: “Escenas, Causas y Razones de la vida erótica”. Pero por qué insisto en diferenciar esperanzas de ilusiones. En primer lugar, de paso les diré, es algo que en parte le adeudo a Tomas Abraham, de una participación de él en una mesa redonda en la que hacía notar que en el mito de la caja de Pandora cuando se sacaban todas las desgracias de la humanidad, la última que se sacaba era la esperanza. Lo cual me dejo pensando. Y es cierto, porque la esperanza deja en manos del otro la resolución positiva de los problemas que lo aquejan a uno. ¿Se dan cuenta? Obviamente el prefijo de esperanza tiene que ver con esperar. Queda el ser parlante en una posición absolutamente pasiva. Distinto de: ilusiones, en las que no prejuzga sobre el resultado, sí manifiesta anhelos, pero en relación a los cuales el ser parlante puede tornarse sujeto activo en el sentido de buscar efectivizar su ilusión. Entonces, después habrá parte que se realizara, parte que no se realizara, en fin, esas cosas que pasan. Pero es totalmente diferente. Entonces el psicoanálisis no genera esperanzas, me meto en esta discusión, por otro lado, porque para los que tenemos una antigua formación lacaniana, sabemos como el lacanismo a estado atravesado por una cantidad de poses que se han tomado en general, en relación a fragmentos de cuestiones que ha ido diciendo Lacan. Una pose de muchos lacanianos es una especie de escepticismo melancólico, donde nada vale nada, nada sirve para nada, las cartas están echadas, sería. Eso, en realidad, tiene que ver con algunas cosas planteadas por Lacan efectivamente en cuanto a la relación entre el deseo y lo imposible, la relación entre el lazo social y lo imposible, pero donde Lacan al mismo tiempo, en otros lados ha planteado que eso no es lo único, digamos. Las sociedades entran no sólo en relación con lo imposible sino también con lo contingente, con lo posible y con lo necesario. El psicoanálisis cuando está operando, por ejemplo, en la singularidad del paciente lo que suele facilitarle es que se le regeneren ilusiones. Una de las patologías más habituales que recibimos en los consultorios actualmente son las patologías depresivas donde la gente viene desesperanzada, desilusionada, desconcertada, aplastada por el desconcierto. El trabajo con ellos lo que suele facilitarles es que vuelvan a engancharse con las ilusiones y por lo tanto con una actitud, con una posición activa en relación a su propia vida. O sea, se hagan responsables de su propia vida, en ese sentido somos casi, yo diría, lo contrario de aquellas religiones fatalistas que creen que todo está decidido por el destino. Nosotros que tanto hemos utilizado y seguimos utilizando el análisis de los mitos griegos, sin embargo, lo que no tenemos es la posición trágica de los griegos, para los cuales las cartas están echadas de tal manera que mientras más el sujeto intente huir de su destino más lo encontraría. El ejemplo clásico fue justamente, Edipo.
El marxismo ya advirtió que los conflictos sociales reconocían razones no concientes constituidas por estructuras analizables y trabajables. Por ejemplo recordemos que hablaba de la diferencia entre clase en si, o sea ser en si y conciencia de sí. Toda la preocupación de los partidos marxistas en sus diferentes variantes y matices siempre fue y es, tratar de introducir la conciencia de clase en la clase obrera. El error estuvo, haciendo un balance, en creer que se podía adquirir una conciencia representante del ser. Lacan empieza a plantearse esta problemática, no de la manera que yo lo estoy haciendo ahora, sino a partir del famoso aforismo de Descartes: pienso, luego existo. Y hace todo un trabajo desde empezar a analizarlo, donde él lo que pesca ahí es la diferencia de tiempos, digamos, que marca Descartes: pienso, luego existo ¿verdad? Pienso, mientras pienso no existo, luego existo. Y va haciendo todo un trabajo hasta llegar a otro aforismo que él plantea diferente al de Descartes (está en la Tercera de Roma para quienes tengan ganas de leer) que es: no soy donde pienso, soy donde eso se goza. Sí, más o menos es así, no es literal la cita pero esa es la idea. Con lo cual produce una separación entre el pensar y el ser, y al ser lo introduce como un ser de goce. Por lo tanto es irrepresentable por definición. El marxismo captó también que dichos conflictos se resuelven por la vía de alguna forma de hegemonización y/o transacción. Supónganse: los comunistas cuando se plantearon el tema, pusieron en el centro la toma del poder, lo que ponen en el centro es el concepto de hegemonización: tomar el poder para homogeneizar a la sociedad a través de hegemonizarla. Los reformistas, los social demócratas más bien se plantean la transacción, la negociación por vía de las reformas. Esto creo que tiene que ver con eso que dice Lacan en algunos lugares y que suele ser sorpresivo, por ejemplo está en “Radiofonía”, está dicho en la “Tercera de Roma”, si no recuerdo mal, en “El reverso del psicoanálisis”. Lacan le atribuye el descubrimiento del síntoma a Marx, no a Freud, a Marx. Y creo que tiene que ver con esto: con que efectivamente Marx lo que capta es que los fenómenos sociales no son efecto de la conciencia de la gente sino de algo que pasa en otro lugar, digamos, la estructura de las sociedades. Y que además las sociedades terminan, al funcionar por vía del conflicto, de la contradicción (si hablamos en términos marxistas), terminan o en cierta homogenización hegemonizada como decía anteriormente o en una cierta transacción. Incluso Marx, cuando parte del valor de uso, en su elaboración de la teoría de la plusvalía en “El capital”, en el primer capitulo del primer tomo, plante que algo tenga valor de uso puede partir del estomago o la fantasía, así lo plantea Marx. Con lo que se aparta del materialismo vulgar, en el que, sin embargo, luego recaerán muchos de sus epígonos. El materialismo que supone que es materia sólo lo que es materia, lo digo a lo gallego ( que no se ofenda mi esposa) pero así lo suponían. Marx para nada, Marx lo relacionaba con la fantasía, no sólo con la materia materia.
Freud descubre al inconsciente y su relación con la erogeinización del cuerpo en los primeros tiempos y lo centra, al inconsciente, en el efecto de la represión por función de la cultura. “Malestar en la cultura”, libro clásico de Freud en este terreno. Ahora, esto no debe dejar pasar desapercibido que ya por hablar se reprime. Esto, los colegas y amigos que estuvieron en el módulo anterior, me han escuchado decir bastante de esto, por eso no voy a insistir ahora, pero si de los que no estuvieron en el módulo anterior viene como pregunta, lo charlamos. Ahora, el que sólo por hablar se reprima no excluye, todo lo contrario, los conflictos entre erogeinidad e ideales, que descubrió Freud y que efectivamente están presentes y tienen un peso muy fuerte en estas cuestiones. Lacan parte de esta cuestión de que ya por hablar se reprime y desde ahí recoloca toda la teoría. Al pensar al hablante ser (lo digo de un modo horrible pero así Lacan pone en primer lugar al hablante y al ser en dependencia, justamente, para marcar la dependencia del ser con respecto a la palabra) Entonces conjetura al hablante ser entre los tres registros con sus consecuencias de sentido o sea lo imaginario por efecto de la relación entre significantes; de sin sentido o sea la letra, y lo que queda fuera de sentido a lo cual Lacan le va a llamar objeto a, que queda fuera de sentido y por eso causando el deseo del sujeto. El inconsciente pasa a ser formalizado así como efecto de los cadenudos, estas cadenas de nudos borromeos que les planteaba antes en que los discursos se enredan. Sobre esto hemos hablado bastante en el módulo anterior, vuelvo a repetir lo mismo: los que recién ingresan en este módulo métanse, pregunten, lo volvemos a trabajar lo que haga falta porque a todos nosotros nos viene bien re-trabajar todos estos temas.
El inconsciente entonces pasa a ser una estructura de producción, como ya se lo planteaba Freud con la metáfora de la hilandería en “La interpretación de los sueños”, cuando Freud escribe la interpretación de los sueños, para tratar de dar a entender a sus lectores de qué se trata el inconsciente lo compara con una hilandería. Es más habla del socio industrial que dirige a los trabajadores y del socio capitalista que pone el dinero, en el caso del inconsciente sería la libido, el cuerpo erógeno. Pero Lacan al plantearlo de la manera que les relataba antes, o sea haciéndolo depender de la palabra y de la relación por lo tanto entre discursos y registros ( simbólico, imaginario y real) subordina al inconsciente a esa estructura fundamental en la que se articulan discursos y nudos. Digo esto porque muchas veces se pueden encontrar con la sorpresa en trabajos de Lacan en los que habla de “el inconsciente freudiano y el nuestro” Y uno dice ¿cómo? ¿ Lacan tiene una idea diferente a la de Freud sobre el inconsciente? Sí y no. La idea diferente, en todo caso, tiene que ver con el reconocimiento de las causas del funcionamiento del inconsciente mucho más atadas a la estructura del lenguaje y a esos tres efectos diversos que produce el lenguaje. Por un lado el significado, por otro lado el sin sentido con su disposición a combinarse y por otro lado lo que queda por fuera de ser significado en lo que se habla.
Nietzche planteaba el eterno retorno en relación a la cultura ¿ de qué? De la repetición de lo maligno. El siglo XX obviamente lo volvió a ratificar y no se queda atrás lo poco que va del XXI y no me quiero imaginar los años que vienen. Explotación interhumana, guerras, corrupción. Entonces, ¿los psicoanalistas haremos como Maquiavelo y lo atribuiremos a una maldad intrínseca de los seres humanos?, él se plantea así la cuestión. Maquiavelo hace bien en seguirlo por el lado del ser pero siempre y cuando lo liguemos a lo último que captó Lacan del ser humano y es que su ser sólo está en el goce y no en el pensamiento. Algo que adelantó Georges Bataille en su libro “La parte maldita” pero no porque hagamos como Maquiavelo una calificación moral del mismo. Cuando Maquiavelo habla de que el ser humano es malo, está haciendo una calificación moral. Lacan discierne que eso se goza o gozase, referido al ser de cada uno de nosotros, o sea que se goza del propio cuerpo aunque se lo haga desde fuera del cuerpo para lo cual el otro no es más que un instrumento. El otro que nos hace gozar no es parte de nuestro goce, excepto cuando a lo sumo, se nos aparece como símbolo de nuestro supuesto valor. O sea cuando gozamos del valor que creemos tener, gracias a como vemos al otro gozar. Como podemos desentrañar, se establece un conflicto entre la necesidad del lazo social para sostener una vida gozosa con que esta, la vida gozosa, pasa solo por nuestro cuerpo. Entonces, ¿todo es igual? Cómo plantea Dicépolín en “Cambalache”, ¿todos somos lo mismo? ¿No hay diferencias entre malos y buenos? Por supuesto que las hay, y lo trataremos en otra clase cuando intentemos abrir un poco más de luz sobre la meta- psicología de la bondad y de la maldad, así como de la valentía y la cobardía. Pero ahora estamos trabajando en función de entender algo más, sobre crisis estabilizaciones y repeticiones.
En cualquiera de esos momentos de una sociedad, los adjetivos enunciados pueden, me refiero a bondad y maldad, pueden tensarse más o menos. Claro que las estabilizaciones facilitan el ejercicio de la bondad. Cuando una sociedad está más o menos “estabilizada, las cosas andan bien, como en Noruega, en Suiza, en Finlandia, etc”, es más fácil ser bueno. El tema es que no hay sociedad perfecta pero, obviamente, no es lo mismo diciembre del 2001 en la Argentina, en cuanto a la relación entre los seres humanos, que este momento. Y no estamos tan lejos ni en el tiempo ni tampoco en la situación concreta material, pero fíjense que el llamado “veranito” de Duhalde, esta nueva ilusión que se arma con Kirchner, etc., aplaca los ánimos, tranquiliza a la gente. Y le permite ser más bondadosa. Las repeticiones, el desconcierto y reacciones imprevisibles, las crisis, facilitan la maldad, generan mejores condiciones para la maldad. Lamentablemente tenemos ejemplos muy gráficos en este momento, no sólo por el aumento de la delincuencia urbana, sino por el aumento de la locura en la delincuencia urbana. La delincuencia urbana hasta hace diez años tenía códigos: no mataba por matar, todo lo contrario, buscaban que no hubiera muertos, en fin, una cantidad de cosas que estos últimos años lo han ido haciendo perder.
Cassette Nº 2
Eso también lo vemos. La reacción de los estudiantes universitarios y de parte del pueblo santafesino con las inundaciones en Santa Fe, fueron un ejemplo de eso, pero sabemos que cuando comparamos, las dimensiones son muy distintas. Lo que trato que discernamos gira alrededor de las condiciones de posibilidad de cada uno de estos fenómenos sociales.
El marxismo caracterizaba a las crisis como efecto de la contradicción de las relaciones sociales de producción con el desarrollo de las fuerzas productivas. Para quienes no hayan tenido ningún recorrido por textos marxistas y para decirlo lo más sencillamente posible, ubiquemos las relaciones sociales de producción como la modalidad de relación que se produce entre los hombres para producir bienes materiales y las fuerzas productivas son los hombres mismos (su fuerza de trabajo) y aquellos instrumentos que se utilizan para producir esos bienes materiales. Fue evidente esa contradicción en la inadaptación del régimen feudal de producción con su legalidad de servidumbre al despliegue de la industria que exigía la circulación libre de la fuerza de trabajo. Otro ejemplo clásico que se suele utilizar es la crisis del esclavismo en EE.UU. Ahora tienen ustedes ahí a la sangre corriendo en Liberia, un país inventado por los norteamericanos para devolver sus esclavos a África, por eso se llama Liberia, porque supuestamente los liberaban. Algo similar ocurrió con la contradicción que se produjo entre las nuevas tecnologías post industriales y el encorsetamiento de la propiedad estatal y la planificación centralizada en el comunismo. Hay algo que, como estamos adentro, es difícil pensarlo pero si ustedes hicieran el esfuerzo por ubicarse dentro de trescientos años y leyeran la historia de la década del noventa y la compararan con la historia del 20 al 80, dirían: ¿qué pasó? ¿Qué pasó con ese régimen que parecía absolutamente acerado, consistente, condensado, inamovible y que parecía además que iba a arrasar con el capitalismo en el mundo? Qué que de golpe se vino abajo como un castillo de naipes? Es curioso que la gente no se pregunte sobre eso, la gente lo vive, dice: sí, pasó. Hay colegas nuestros que ya están analizando a gente que vivía en esos países y que emigraron como producto de la crisis de esos países. Y es curioso, porque lo que me relatan es que esa misma gente que tuvo que emigrar de esos países y que están muertos de hambre acá en nuestro país, así como estaban muertos de hambre allá, no se preguntan qué pasó. Pasó, punto. Sin embargo es un tema interesante a preguntarse, no es cualquier cosa lo que ha pasado ahí. Y algo similar, pero distinto, nuevamente planteo una cierta paradoja, se está produciendo entre los efectos de esas nuevas tecnologías y la modalidad del discurso del capitalista que está vinculando a capitalistas y trabajadores.
$ S2
S1 a
Ustedes piensen que el capitalista queda de este lado (izquierdo), el trabajador queda acá (derecho), lo llamativo de este discurso, a diferencia del amo antiguo a mi modo de ver, es que acá en el lugar del a, el S2 no sólo produce mercancías sino que produce desocupados, produce marginados, produce eso que ven ustedes en la calle hurgando entre las basuras. Ustedes dirán ¿ por qué le echas la culpa a los trabajadores? ¿Qué tienen que ver con eso? Tomen en cuenta ustedes algo muy sencillo: el nivel de movimiento huelguístico y de movimiento en defensa, digamos de la clase, llamémoslo así, ha bajado abruptamente en el mundo desde lo que fueron los finales de la década del 60 comienzo del 70 hasta ahora. Ustedes en esas épocas, todos los fines de año tenían una estadística de la cantidad de centenares de millones de obreros que habían entrado en huelga en los diferentes países del mundo ¿verdad? Ahora ya ni se preocupan en hacer estadísticas porque no existe eso. Ahora ¿por qué no existe?, porque esta gente es mala, como tal vez diría Maquiavelo. Bueno, por supuesto que tendrán su egoísmo como cualquiera de nosotros, pero el tema es que esta gente está cuidando su trabajo y para cuidar su trabajo no duda, no vacila en que haya otros que caigan por fuera de los márgenes. Bueno, obviamente no estoy salvando de responsabilidad a lo que está acá (lado izquierdo) Obviamente son los responsables principales. Entonces, están los dos lugares del lado izquierdo del matema que es el lado del agente, con apariencia de dominante, de hegemonizar. En este momento la gran tensión que hay, a mi modo de ver, entre norteamericanos y europeos (eso se observa bien si se analizan los presupuestos de la Unión Europea y los presupuestos de los norteamericanos) El de estos es el de una sociedad basada en la locura financiera y el armamentismo. El de los europeos corresponde más a una sociedad que sigue intentando basarse en la producción y procurando no ir tan fácilmente a la guerra. No es una tensión cualquiera. Cuando yo le escuché, a Bush decir por la CNN: Salimos de la estrategia disuasiva para ir a la estrategia preventiva y a partir de ahora el eje pasa entre los que están con el bien, que son los que están con nosotros, y los que están con el mal, que son los que no están con nosotros. Pensé: esos no son los musulmanes, esos son los europeos ¿verdad?. Fíjense un detalle que los diarios ( a mi modo de ver) lo trataron demasiado fácilmente. ¿Qué le pasó al amigo Bush que a la semana de que Kirchner hizo su gira “exitosa” (entre comillas no porque este de acuerdo o no conque sea exitosa, sino porque no tengo idea de lo que de fondo pasó ahí o no) pero en todo caso en apariencia exitosa, por Europa, a la semana Bush se lo lleva a EE.UU. Cuando en realidad pensaba entrevistarlo en septiembre ¿ qué es la Argentina en el tablero mundial? Es un país que tiene cierta importancia, pero obviamente no tiene la importancia que tienen, primero un coloso en América del Sur como es Brasil o que tienen una serie de países europeos o de medio oriente o, ni que decir de oriente, tipo China y Vietnam, etc. Entonces, lo que ocurrió es que el tipo vio peligrar, a ver, para hablar en términos ajedrecísticos: el tipo vio peligrar un alfil y se calentó por el alfil. Entonces quiere decir que tiene la dama amenazada ¿verdad?
- (intervención inaudible)
A Bush que le amenacen la dama, hay que tener ganas... más fea que la mierda, tonta encima. Bueno, pero el tampoco es un tipo, digamos brillante. Vamos a pasar un avisito publicitario: les recomiendo de vez en cuando entrar a televerdades (www.televerdades.com), hay una que es maravillosa, de la primera dama de allá. Le prepara un cumpleaños sorpresa a Bush, lo anuncia por chateo, por lo cual por supuesto salió en televisión y en todos los diarios. ¿No es maravilloso? Yo a veces digo: ¿estos están dirigiendo al mundo? Uno se ríe para no llorar porque en cualquier momento volamos por los aires, si estos tipos dirigen el mundo.
La pregunta es esa: ¿qué pasa que no hemos volado por los aires? Pero bueno, digresiones... pero digamos: hablando en los términos lancaneses, donde está hegemonizando el discurso del capitalista claramente es en EE.UU. En Europa todavía no tiene ese grado de hegemonía el discurso del capitalista. Pesa mucho aún el discurso del amo antiguo y algunos otros discursos capitalistas de los cuales hablaremos en el resto del modulo. Pero este discurso es terrible, porque eso lo decíamos en la última clase, quiebra la relación directa entre amo y trabajador. Lo que no dije en esa clase, por cuestiones de didáctica (quise centrarla en determinadas cuestiones) es esto que les digo hoy, que es la otra cosa grave: ese discurso produce no sólo mercancías sino que produce restos humanos. Fíjense que una de las grandes preocupaciones del propio Bush en este momento es como aumentó la desocupación en EE.UU y entonces ha empezado a usar (ha tenido como maestro a Menem, evidentemente) ha empezado a usar los instrumentos menemistas para tratar de disimular. ¿Por qué? Porque los tipos tenían un 6,4 de desocupación, calculaban que este mes pasaban a un 6,3, cuando hacen las estadísticas llegan a la conclusión que pasaron a un 6,2. Pero ¿por qué pasaron a un 6,2? Porque hay casi 600.000 norteamericanos que dejaron de buscar trabajo. Esto los argentinos lo conocemos bien: con eso disimulaba Menem la desocupación en la Argentina, no contaba a los que ya se resignaban y dejaban de buscar trabajo. Eso está pasando en EE.UU. Si ustedes no me creen, tienen derecho, al fin y al cabo ¿quién soy? Pero entren a la CNN en internet, y esto está publicado (yo no me acuerdo) pero hace tres días más o menos, está publicado por la CNN.
Bueno entonces, el problema de este discurso me parece a mí en las sociedades en las que se torna hegemónico, está que al producir esta dis-relación, digamos, esta no relación directa facilita el efecto de producir seres humanos como restos, como ocurrió en la Argentina, por lo menos hasta la caída de De la Rúa, y no sabemos todavía que va a ocurrir. Lo que pasa es que nosotros no estamos al tanto, digamos, no seguimos los diarios con atención pero en los “pequeños tigres asiáticos” pasó algo parecido, durante un momento. Lleva a una modalidad de degradación que se caracteriza por la disgregación. Eso que ustedes escuchan decir habitualmente de que la gente está cada vez más aislada, de que la amistad cada vez tiene menos peso, de que el individualismo se sobrepone absolutamente a las relaciones sociales, etc. O sea que realmente genera un peligro grave social que ya no es lo que se imaginaba Marx de clase contra clase, sino de disgregación social, que es otra cosa. Acá en la Argentina, en Colombia (sé que hay un amigo colombiano) eso es muy evidente, la lucha de pobres contra pobres, como forma de degradación y disgregación. En Colombia también ocurre, por lo menos es lo que uno ve en la película “ La virgen de los Sicarios”. Bien. Entonces esto referido a las crisis.
En relación a la estabilización desde el punto de vista de esta conceptualización lacaniana que planteaba anteriormente, lo que ocurre en las estabilizaciones es que ha logrado producirse un imaginario social que anuda eficazmente lo simbólico y lo real durante un período de tiempo. Eso lleva a producir una nueva realidad social. Son esos períodos donde en una sociedad triunfa una determinada idea, supónganse el “new deal” en EE.UU. El “new deal” en EE.UU. los sacó de un estado donde ellos también se sentían bajo la amenaza de la disgregación. O supónganse la Italia de los 80´ en comparación con la Italia de los 70´, 60´. Son momentos, o supónganse la España post franquista en comparación con la España franquista, son momentos donde se produce un imaginario eficaz, llamémosle así, para el funcionamiento de la sociedad. Durante un tiempo va a servir para mantener esa estabilidad y esa sensación (no sé como decirlo), pero esa sensación de “felicidad”. A mí me causa mucha gracia porque últimamente en mi consultorio escucho mucha gente que dice: “ no, si nosotros estuviéramos como España, yo me quiero ir a España” y yo me acuerdo lo que era España ¿vos te acordás? ¿te acordás la obra de teatro esa? “La camisa” creo que se llamaba, una obra de teatro donde al protagonista era una emigrante española, no me acuerdo en que país europeo, que trabajaba de planchadora o de costurera, para poder mandar algunos manguitos a su familia en España. Y todo el drama se desarrollaba alrededor de esa cuestión, de eso no hace tanto, eso era en le época que vivía Franco todavía, mil nueve setenta y pico, Franco murió en el 74´, si no recuerdo mal.
En cambio las crisis se producen cuando ese imaginario entra a fracasar porque es agujereado por lo real. O sea porque surge algo real que pone en crisis, que lleva a fracasar ese imaginario, ahí es donde empieza, de algún modo, lo simbólico a tratar de agujerear a ese real para reconstituir un imaginario. En ese sentido, si ustedes lo piensan, hay un cierto ejemplo de eso en la Argentina actual. Simplemente que, por casualidad, porque no nos engañemos: no creo que haya sido producto de ninguna estrategia del otro mundo sino por casualidad, Kirchner llegó a presidente y empezó a tomar una cantidad de medidas inesperadas aún para los kirchneristas más cercanos. Y produce una nueva realidad. Ahora, cuando digo “una nueva realidad” ¿qué digo? ¿bajó mucho la desocupación? No. ¿ mejoraron mucho los sueldos? No. Simplemente se armó otro estado de ánimo en la gente y otra ilusión.
Las repeticiones en lo social se dan entre otras causas, por la imposibilidad de prescindir de algunas de las formas de discurso para el lazo social. Siempre el lazo social se produce en relación al discurso, o sea a lo que emite el agente, a lo que recibe el receptor (el otro) y a las modalidades de significación que eso produce. Lo cual hace que en algún momento aparezca la castración. Además, y esto ocurre porque lo real se produce, se regenera como efecto a posteriori de las propias operaciones simbólicas. No es como algo que nos cae del cielo, sino que la propia operación simbólica llega a un límite donde se manifiesta fracasada o donde como resto produce un nuevo real. Hubo un tiempo donde se logra sostener la situación, y hay un momento donde empieza a fracasar. En el momento en que empieza a fracasar, reaparece, digamos lo real. Lo real, o sea aquello de lo que no sabemos nada, aquello que trataremos de ubicar dentro de algún saber, como lo hacían los animistas con las almas para los elementos naturales, los politeístas con los dioses, los monoteístas con el dios, y en la modernidad, los científicos con la ciencia. Eso es otra cosa: si bien muchos de nosotros todavía arrastramos eso por nuestra progenie, pero está como olvidado lo que era la ilusión científica. En los años 50, 60, se creía que con el desarrollo científico y técnico se iban a generar las condiciones para que no subsistieran los graves desequilibrios sociales que traían todas las sociedades. Estamos hablando de algo de hace 40 años, no tanto. Creo que hay que abandonar la idea de recuperar un paraíso que nunca existió y que no lo construirán ni revoluciones, ni reformas, ni programas, ni modelos, ni pedagogías como instrumentos teleológicos, o sea como instrumentos que supuestamente llevan a un final exitoso. Sí, que tanto diversas formas de movimientos políticos que a veces pueden tomar formas pacíficas, formas democráticas, formas no democráticas, como diversos tipos de programas, modelos, pedagogías, en diferentes momentos pueden ser útiles para la construcción de imaginarios necesarios para el lazo social, pero imaginarios que no podrán dejar de ser transitorios. Esto facilitará capacidades para mantenerse atentos a las emergencias de la castración, o sea de agujeros en esos imaginarios, y su consecuencia, el reinicio de operaciones simbólicas que generen nuevos imaginarios transitorios. Dicho de otra manera, a mi modo de ver, los seres humanos estamos condenados a una búsqueda permanente del buen ordenamiento de la sociedad y por lo tanto condenados a no encontrarlo nunca. Sí, encontraremos mejores, peores, pero nada más. Bueno, acá paro.
- Fernando Escudero: Eso último que dijiste es textual, lo de la concepción existencialista de ¿Geop Simmel? Acerca de que las formas individuales están en permanente en búsqueda de trascendendencia y que viven trascendiéndose, o sea que la característica de la vida psicológica o la vida espiritual, es estar entre la forma individual necesaria para iniciar un proceso de trascendencia y la trascendencia. O sea que es una permanente búsqueda. Simmer es, de alguna forma, inspirador en muchos aspectos de Heideger, o sea es una filosofía metafísica pero que se adapta mucho exactamente a esa dinámica.
- Sergio Rodriguez: Te agradezco el comentario. No lo conozco a Simmel, te soy franco, no soy un gran conocedor de filosofía. Puedo coincidir con él en un terreno: de que justamente es en buena medida función del imaginario en nosotros, los seres hablantes, generar la idea de la trascendencia. En ese sentido es una idea muy seductora, casi diría hipnótica. Es una idea a la que yo personalmente trato de resistirme, sé que no lo logro en la dimensión que quisiera. Pero fijate que cuando se dice trascendencia se está trayendo una palabra que es muy cara a las religiones. No lo digo peyorativamente, al contrario, justamente en cierto modo voy a levantar eso. Ahora me invitaron a un congreso de psiquiatría donde voy a tomar el tema porque creo que el psicoanálisis justamente de una de las cosas que nos saca, a los que más o menos nos apropiamos y somos apropiados por él, es de batallar, idea contra idea. Y nos mete más en el interrogante de que función y qué valor cada idea tiene en el funcionamiento social. No para establecer, llamémosle así, igualdades conciliadoras: no es esa la cuestión. Sino, doy un ejemplo en Freud: para mí Freud sobre la religión, que tiene varios escritos, ustedes saben: “Moisés y el monoteísmo”, “Tótem y Tabú”, “ El porvenir de una ilusión”, en general hay una serie de escritos donde el se mete bien psicoanalíticamente, ¿qué función jugó tal creencia, o religión o tal patriarca o tal profeta en tal sociedad? Es una forma de meterse. Otra forma de meterse, que creo que en algo de eso cae en “El porvenir de una ilusión” es en hacer una crítica liberal de la religión. Por supuesto cualquier científico podría creer que demuestra que dios no existe, en realidad la cuestión de dios es un tema de lógica, y es un tema indecidible, desde el punto de vista lógico. Pero podría mostrar que las religiones, en fin, “son creencias de los ignorantes”. Eso no agrega no quita mucho. El propio Marx, ustedes saben, decía que la religión era el opio de los pueblos. En parte tiene razón, pero ahí le plantearía a Marx: ¿ y el opio no jugará alguna función en la sociedad? ¿Qué quiero decir con esto? Por ejemplo, veo como uno de los graves problemas del momento actual y esta claro que si hay un tipo ateo, laico, agnóstico, soy yo porque ya soy de tres o cuatro generaciones en ese sentido, o sea ni siquiera lo tengo que pensar, es algo que lo llevo en la sangre ¿verdad? Pero cuando veo esa tendencia brutal a la disgregación, la caída del peso de la religión católica como religión de masas y el asenso de las religiones electrónicas, la verdad, me preocupo. ¿Por qué? Porque las religiones electrónicas, esas religiones electrónicas prometen la cura ya. Mientras la religión católica propone la trascendencia del ser humano en el paraíso según las acciones que haya llevado cabo en la tierra con lo cual establece, digamos, una cierta carta social, un cierto contrato social, podríamos decir. No sé si ustedes ven las consignas de ellos. Bueno, por ejemplo la que tenés acá en Santa Fe ¿cómo se llama? La iglesia universal de Dios, por ejemplo. Porque justamente al quebrar absolutamente una idea de la trascendencia pensada en un más allá que el presente transforman al ser humano en un ser de puro presente donde entonces no hay otra salida que la disgregación, la confrontación. En el momento en que entre ellos están juntadas sus manos y con el pastor hablando y que sé yo, parece al revés del coro de ángeles. Cuando salen de ahí ya no es así, la selva urbana sigue estando. Entonces cuando vos traes ese tema a mi me parece interesante y no me molestaría estar hablando en ese sentido de algún modo de la trascendencia. Lo que me parece que no hay que rendirse es a cierta idea de la trascendencia que tiene que ver con uno como persona, lo llamaría así. A esa idea se rindió Freud por ejemplo. Esto lo dijo Lacan cuando criticó que Freud haya dejado en manos de un terceto, x, no importa, el movimiento psicoanalítico, dominado por la psicología del yo. Lo curioso es que Lacan tampoco se pudo liberar de eso y después de haber criticado todo el tiempo eso y después de haber disuelto su propia institución cuando él ya se había decidido a morir, no pudo dejar de dar el paso atrás de tratar de volver a convocar una institución tras su imagen, sus ideales y dejarle la herencia a un x de la institución. No me interesa en sentido los temas del parentesco, cuestiones que plantean algunos. Sino esta cuestión de que él no pudo soportar la idea de no tratar de trascender a través de sus herederos. Entonces, volviendo a lo que vos planteas, creo que la trascendencia juega toda una función en la sociedad y que no es despreciable, todo lo contrario. Nada más que hay que articularlo en los tres registros.
- Fernando Escudero: No habla de una trascendencia hacia un mundo no natural. Él habla de la trascendencia en formas individuales, lo imaginario desde el punto de vista del psicoanálisis puede ser una forma individual, transitoria que vos decís que está, el ser humano, condenado a una permanente formulación de un imaginario. Él dice exactamente lo mismo, lo que pasa es que lo dice no con relación a lo imaginario sino habla de formas individuales que pueden ser idiosincrasias, identidades sociales, pueden ser categorías, valores elegidos. Inclusive él habla que al hablar de un mundo particular para cada uno que puede ser una forma individual, se accede a ese mundo a través de elección de categorías, conceptos y todo lo demás que no llegan a la cosa en sí. O sea que por eso a veces hay incompatibilidad porque un mundo de una clase social, por ejemplo, frente a otra puede ser un mundo que no está contacto con la cosa en sí, ni con el dinero ni con el poder, sino con categorías y con formas de denominar a la cosa en sí pero que no es la cosa en sí, por eso muchas veces no hay entendimiento. O sea él habla, como es un metafísico, habla de la vida en términos existenciales y en términos de esta dinámica, pero no habla de trascendencia con relación al otro mundo, sino de superación de formas individuales que son, él dice que son inevitables, y son como una demanda permanente de lo que él llama vida.
- (Sergio Rodriguez) Entendí lo que vos planteabas, ya lo entendí digamos en la intervención anterior y ahora lo reafirmas bien. Lo tomé, como base, para ampliarlo en relación a cuestiones más generales de las sociedades y en las que creo que la religión es un punto clave. La búsqueda de la trascendencia individual, vos además lo planteaste muy claro en relación a identidades, por ejemplo dijiste por ahí, en relación a rasgos. Efectivamente se juega en el orden de lo imaginario, por supuesto, como cualquier otra cuestión humana en el orden de lo imaginario no sin su relación con lo simbólico y lo real. No tiene forma de liberarse en ese sentido. Yo lo lleve a las religiones, porque me vino bien el comentario tuyo para ir a algo que a mi, en este momento, me tiene preocupado. Pero con esto no se vaya a creer que yo hago una exaltación de la religión. No es esa la cuestión, sino que intento ubicar la religión en su función. Su función es, por un lado, como decía Marx: ser el opio de los pueblos. Pero por otro uno debe hacerse sobre la pregunta si los pueblos no “necesitan opio”. Imaginémonos una sociedad que viviera sus pulsiones y sus confrontaciones sin red imaginaria. Algo parecido ocurre con la televisión. La televisión es un fenómeno muy actual, recordemos que en la Argentina la apareció en el año 1954. Y tomó alcance masivo con el campeonato mundial del 78´, la televisión color y el control remoto. Aún hay lugares en la Argentina, y con Laura hemos estado en lugares que no son justamente como la capital, hemos estado en la quebrada de Humahuaca, en la Yunga norteña, y ahí todavía hay muchísima gente que vive sin televisión. Ahora, la televisión como fenómeno de masas en la urbe juega una serie de funciones. Una de las que juega es que la gente no se mate entre si, aunque esto resulte paradójico. Hay algunos sociólogos o psicólogos que plantean que el aumento de la delincuencia urbana tiene que ver con lo que la televisión muestra en las pantallas. Eso es una tontería, el aumento de la delincuencia urbana tiene que ver con cuestiones mucho más de fondo. En cambio, que la gente se quede atrapada en la pantalla facilita que no aumente la violencia urbana. Esto a mi me lo hizo entender un sociólogo chileno que cuenta que estaba haciendo una encuesta de opinión y va a encuestar a un, lo que nosotros llamaríamos un “villero”, lo que entre ellos es un habitante de una “cayampa” y le pregunta por qué mira televisión. Y este hombre lo hace entrar al encuestólogo a la casilla (ustedes se imaginan: una pequeña casilla como una villa de acá) lo lleva, en tres pasos, a la pared de atrás. Hay una ventana, abre la ventana, cuando abre la ventana hay otra casilla de la villa y entonces le dice: ¿qué quiere que mire esto todo el día?. Me parece un buen ejemplo. O sea que lo que estoy planteando es que a todos los fenómenos humanos tratemos de ubicarlos en relación a los tres registros ya que eso nos facilitará conjeturar, momento por momento, circunstancia por circunstancia, situación por situación, qué función está jugando. Si a mi me hubieran preguntado hace treinta años sobre el Papa, lo hubiera mandado a la puta que lo parió. Si hoy me preguntan: ¿Qué opinas del Papa? Contestría: mirá fue la única voz importante en el sentido de trascendente que se levantó contra la guerra de Irak. Bueno, eso me parece importante. En cambio ahora lanza una campaña contra la homosexualidad, eso no sirve. Me parece que lo interesante del psicoanálisis es que nos puede sacar de esa cuestión de identificarnos con la bandera de un club, o con la camiseta de un club y por el contrario, colocar en análisis cada situación que se va dando.
- Abel Langer: Yo estaba pensando en el matema del supercapitalista y estaba pensando en el resto y la disgregación que produce este discurso. Vos traías el ejemplo de los países de oriente que sufrieron también las consecuencias de las crisis y yo estaba pensando que salieron rápidamente de esas crisis, es decir en el término de dos años salieron de esas crisis totales en las que habían caído. La Argentina lleva, digamos para remitirnos a lo que nos pasa acá, llevamos cinco años de depresión económica y, digamos, con el discurso de Menem diez años de disgregación social en avance ¿no? Y estaba pensando que ahí en este discurso no hay salida. Si fuera un discurso aplicable a la sociedad Argentina nada más, bueno: nos vamos a Uruguay. El problema es que es un discurso que avanza y, por otro lado, lo que vos planteabas: bueno, estando Kirchner en Europa lo citó Bush allá. Vos decías peligró la dama. Es cierto, por otro lado es: “aquí mando yo, entiéndase”. Lo pienso así, a buen entendedor pocas palabras: “oiga, venga para acá. Y tal día y a tal hora. Se terminó, a ver si entiende quién es el que manda”. Porque a mi me parece que las dificultades que suceden en el mundo actual es que hay gente que no entiende quién manda. Digamos ese es el vacío con el que se enfrenta el lenguaje, que ahí es donde aparece lo real: cuando no se entiende quién es el que manda. Y en este discurso me parece que los que aparecen como resto también pueden ser que sean los que no entienden quienes son los que mandan.
- Sergio Rodriguez: Eso es sabido por encuestas: que una parte de los que votaron a Menem proviene de los propios marginales. Ahora la diferencia que tendría,: por un lado me parece muy importante lo que vos planteas en el sentido de que hay mucha gente que pareciera no entender que el mundo cambió y quienes están mandando ahora y que consecuencias eso tiene ¿no? Eso se lo dijo Lula hace poco a la izquierda de su partido, no sé si ustedes lo leyeron pero salió en todos los diarios. Les dijo: “ustedes no entienden que el mundo cambió”
- Abel Langer: Digamos si él hubiese entendido que el mundo cambió no hubiese avanzado con las propuestas que avanzó durante 30 o 40 años. Ahora, él que no entendió, lo entendió de golpe y le tiene que hacer entender a los otros. Le va a costar un poco de trabajo.
- Sergio Rodriguez: Lo que plantea Abel es muy interesante en el siguiente sentido: por un lado así como critiqué a Marx lo voy a reivindicar ahora y también lo voy a reivindicar a Lacan y al psicoanálisis en ese sentido. En el sentido de que la gente según el lugar que ocupe está limitado por ese lugar y dentro de ese lugar tiene movimientos limitados para hacer. Esto lo vemos tanto en la clínica psicoanalítica, por ejemplo cuando muchas veces uno ve, escucha gente que supuestamente cae de su peso que tendría que separarse en su matrimonio y, sin embargo, no se separan. Uno no debe observar con la mentalidad fundamentalista de esa tontería que anduvo en el lacanismo en alguna época de que había que proceder según el deseo y punto. Lacan de lo que habló es de “no ceder en el deseo”, de que cuando se cede en el deseo quien lo hace puede pasar a sentirse culpable. Pero no es lo mismo no ceder, que hacer el deseo. Ese fundamentalismo tiene que ver también con vacilaciones dentro del propio Lacan, donde en alguna época, hablando de Antígona, levantaba el “deseo puro”. Pero ya en “Los cuatro conceptos...”, en cierto modo, él se autocrítica de eso. ¿Por qué? Por una cuestión muy sencilla, porque las relaciones sociales justamente son entre deseos salvajes, pero que tienen que vehiculizarse vía la demanda. Y la demanda no es ejecutable si no es en la relación con el otro. No se debe ceder en el deseo, pero eso no quiere decir que uno lo lleve hasta las últimas instancias, de cualquier manera. Eso uno lo observa mucho en la clínica, pero en las cuestiones políticas también porque lo que apareció brutalmente en la década del noventa digamos, y en los comienzos del siglo XX, fue la hegemonía de ese Discurso del capitalista, que pone al deseo del agente amo como absoluto. Pero en la guerra de Irak cuando hay toda una parte de Europa que se le abre, y donde Bush no puede llevar adelante la guerra de Irak con el apoyo de la ONU, ahí tenemos que leerlo como un síntoma social, ahí ha pasado algo, no es cualquier cosa. Porque además era muy divertido, yo no sé si ustedes vieron el discurso del ministro de relaciones exteriores de Francia ( no me acuerdo ahora como se llamaba) en la ONU. Parecía un demócrata de izquierda de la mejor cepa y en realidad es ministro de un gobierno conservador. Hizo un bellísimo discurso, me acuerdo. Pero si ocurre eso, es porque si bien es cierto que manda este discurso, también es cierto que está en complicaciones, que está en dificultades.
- (intervención inaudible)
- No claro, por supuesto. Pero las dificultades se le han metido adentro del propio centro del Imperio. Por ejemplo: los tipos dicen con mucha claridad. Uno de los problemas que tienen es que están gastando 4000 millones de dólares mensuales en el sostenimiento de las tropas en Irak y encima las tropas se le quieren volver porque los están matando todos los días y además porque extrañan a la novia. Cómo le dijo en su momento, este chico Bin Laden, “ellos están demasiado acostumbrados al confort como para hacer la guerra”. Quiero decir: está todo en movimiento. Ahora, captar lo que vos planteas es muy importante y vos tenés razón. Lula recién lo capta cuando tiene que gobernar, hasta que él no tuvo que gobernar el no captaba eso.
- Abel Langer: Yo creo que la lectura desde nosotros, psicoanalistas, es lo que nos permite a veces captar algunas cosas para no embarcar a toda la gente en cualquier cosa.
- Serio Rodriguez: Estoy de acuerdo en eso que plantea Abel, pero no es porque nosotros seamos mejores como personas porque no, no es esa la historia, sino que justamente nuestra propia función como psicoanalistas nos hace escuchar tantas cosas que el mundo se nos aparece mucho más complejo que al común de la gente. Mucha de las cosas que estoy trasmitiendo en este seminario y he trasmitido en otros seminarios anteriores, especialmente en relación a la función amo tienen que ver con lo que les he ido escuchando a mis pacientes, a mis pacientes amos, donde he visto gente florecer “mágicamente” y he visto gente hundirse trágicamente y he escuchado cuales eran las cosas que les iban pasando y cómo ellos iban reaccionando a esas cosas que los lleva....
Cassette Nº 3
- Sergio Rodriguez: ... Filósofos, no digo porque vos seas filósofo sino porque los citas con cierta regularidad, no tienen esa ventaja que tenemos nosotros de estar escuchando diariamente estas cuestiones. Estamos como metidos en el guiso, entonces no es ni que somos más inteligentes ni que nada, sino simplemente que estamos metidos en el guiso y al mismo tiempo, estamos metidos en el guiso sin hervirnos en él. Esa es la ventaja también porque no es lo mismo ser el psicoanalista que escucha al capitalista mientras se le funde la empresa, que ser el capitalista que se le funde la empresa. Obviamente son dos posiciones distintas, pero que están metidos de un modo diferente en el mismo guiso.
- Laura Lueiro: En relación a la conversación que ustedes llevaban. En el discurso este que tiende a armar una cierta consistencia importante, digamos, ¿qué alternativa habría en el discurso capitalista? Estoy pensando en voz alta ¿no? Lo que sabemos es que los discursos pueden girar por cuarto giro, así que giran en función de alguna falla en el discurso que acá (indica la falta de flecha en el piso superior del discurso del capitalista) es difícil que se produzca por el lado de que no hay relación y porque las flechas tienen el mismo sentido. Ahora, el reverso de ese discurso, si uno lo piensa en el reverso, porque además cada giro implica según dijo Lacan la emergencia del discurso analítico, que permite el giro en el punto de falla, es decir que aparezca la castración operando en el discurso. El reverso de ese discurso, según tu lectura de hoy, serían los restos humanos en el lugar agente produciendo síntoma en el lugar del otro. Lo cual me parece, me asusta, por un lado, como si la única posibilidad de salida que yo veo hoy es diciembre del 2001 o cualquier evento similar donde los restos humanos, en el sentido de dislocados de algún ordenamiento social, toman el comando apelando al S1 que quedaría en el lugar del otro, significante amo, produciendo síntoma y obligando a hacer algo con eso. Si esta es una de las formas de salir del discurso capitalista es que corra sangre. Bueno, si se les ocurre alguna otra me encantaría.
- Alicia: Me venía acordando de algo que me contó una amiga que hace más o menos 20, 25 años que vive en Suecia pero viene muy al pie de lo que vos decís, si bien lo mío viene más del lado de la anécdota. Ella trabaja como una asistente social que trabaja con adolescentes, con muchísimos problemas que en general tienen que ver bueno, con el suicidio, con un alto porcentaje de alcoholismo, drogas, etc., lo que quieras encontrar. Y pensaba que es una sociedad, me quede mucho esto de la estabilización, terriblemente estabilizada por cosas que ella me cuenta de que hace veinte años que ella vive allí, además de los comentarios que uno puede tener en las generalidades. En donde la familia y las madres sobre todo, no necesitan hacer de madres, ni sostener a sus hijos porque digamos el estado, la escuela les resuelve absolutamente todo. Quiere decir que entran a la escuela y tienen el odontólogo, el pediatra, o sea que los padres no tienen que llevarlos ni al médico... Bueno, en esta sociedad, en donde los chicos se crían de esa manera, donde ingresan no sé, las horas que son bastantes en la escuela, y donde supuestamente no hay nada de que preocuparse, no se sabe los adolescentes cómo se están matando.
- S.R: Es interesante lo que trae Alicia, porque ahí ustedes tienen una sociedad que no está bajo la hegemonía del discurso del capitalista, está bajo la hegemonía de, si lo dijera en mis matemas, del discurso del capitalista entre encausante y encausado. Un capitalista más al estilo del capitalista del capitalista del “new deal” y sin embargo efectivamente esos fenómenos existen. Eso mismo plantea la importancia de la función del psicoanálisis para tratar de analizar estas cuestiones. El aburrimiento en esas sociedades es uno de los motores por ejemplo, de las tragedias entre los pibes. Me acuerdo un exiliado argentino que era hijo de suizos, se exilió en Suiza, vivió en Suiza como hasta el ochenta y pico una cosa así, y un día el hijo, que había ido a Suiza de chiquito con el padre, le dice: papá, me vuelvo a la Argentina. ¿Cómo? Se imaginan, ya acá era el 85, 86, no me acuerdo. Tenían todo asegurado, vivían bárbaro y que sé yo. ¿Por qué? Porque me aburro, acá me aburro. Y el padre le dice: ¿sabes una cosa? Yo también. Y se volvieron los dos. Lo cuento porque esa es la complejidad del fenómeno humano. Las sociedades nórdicas son el mejor producto de la utopía moderna científica y socialista. No las critico, ni las peyoriso, sino que simplemente digo, son sociedades que hay que analizar cuales son sus problemas y sus cosas. Pero volviendo a lo de Laura. Bueno, el punto que vos planteas es el que se nos plantea a nosotros en la Argentina actualmente. Este terrible aumento que ha habido de la delincuencia urbana que están tratando de manejar vía represiva y vía asistencialismo. Puso a esos restos como agente, por lo menos en esos fenómenos, pero no sólo en esos fenómenos. Hay algo que a mí me llamó mucho la atención y que es muy interesante y es que en esas fiestas, llamémosle “menemistas”, esas fiestas de gente con guita, como los de acá de la torre, ¿cómo se llama esta que tenemos cerca? “Le Parc” ¿ cuál es la música que le gusta poner a los pendejos? Cumbia villera. “Los pibes chorros”. Esa es la música que ponen los hijos de los ricos, que después se quejan porque si salen en su cuatro por cuatro los secuestran y viene toda la historieta que sabemos después. Esto es lo interesante del ser humano, porque uno puede, ahí se tiene que preguntar ¿qué le pasa a esos pibes? ¿Qué les entra a funcionar como objeto de su deseo en el fantasma?: el pibe villero, el pibe pistolero. Hace poco, no sé si leyeron ustedes, ayer, anteayer, dos pibes bien de clase media uno de 14 años y otro de 17 mataron a una anciana para asaltarla. De clase media, gente económicamente bien puesta. Entonces, esa es una posibilidad y la verdad es que es la más preocupante. Porque si el mundo fuera eso, el genero humano así como está habitado por la pulsión de muerte y no logra evitar armar una catástrofe cada X tiempo y producir los efectos que esa catástrofe produce, también es cierto que ha tenido siempre la capacidad de algún modo re-equilibrarse durante otro tiempo. Entonces, no sé que va a pasar, la verdad no sé, si yo dijera qué va a pasar sería un tonto, no sé que va a pasar. Una posibilidad es esa. Otra posibilidad es lo que aparentemente está incubándose en Europa, todo eso entra en tensión, está incubándose en Europa, está incubándose en el fenómeno Kirchner acá. No sabemos a donde va Kirchner, yo no lo conozco, no creo que alguno de los que... ni el debe saber a dónde va. Es más, el otro día me llegó el comentario de gente muy cercana de él, que empiezan a estar asustados de lo que ellos llaman los fuegos artificiales del gobierno. No sabemos. Lula, lo de Lula no es tan sencillo como lo ve la ultra-izquierda, es una tontería eso. Porque así como Lula agarra y le da una parte de las jubilaciones a las empresas privadas, como acá las AFJP y todo eso, por otro lado también agarra y empieza una reforma agraria donde le entrega partes muy grandes de la tierra brasilera a los “sin tierra”, eso salió hace tres días en los diarios. Son fenómenos complejos que están en marcha, no sabemos adonde van. Me hacen señal que corte. Bueno muchachos, buenas noches, nos vemos la próxima.
Cuando se arme el debate después va a circular el micrófono inalámbrico entre los que vayan interviniendo en él. Les pido una cosa muy sencillita: digan nombre y apellido, si quieren despacito si les da vergüenza, frente al micrófono, para que después cuando desgraba Gastón pueda poner el nombre y apellido del que intervino, sino se pone un guión; me parece más lógico nombrar. De paso también para la gente nueva, aunque probablemente en las entrevistas les avisaron, el hábito nuestro es que después de cada clase desgrabamos la clase y la enviamos por mail a los participantes del seminario.
El tema de hoy es crisis, repeticiones, estabilizaciones. Su relación con los tres registros. Por supuesto nos estamos refiriendo a estos temas que podrían valer para la subjetividad singular, hoy los vamos a tomar en relación a las sociedades. Las crisis, las repeticiones, las estabilizaciones y su relación con los tres registros en las sociedades. Como me informaron colegas que estuvieron haciendo las entrevistas que hay algunos nuevos integrantes que tienen poca idea de la teoría lacaniana, si bien trato siempre de transmitir lo más entendible posible las cuestiones, es probable que igual haya cuestiones que les queden como interrogantes, plantéenlo en preguntas y comentarios. No sólo no molesta sino que la experiencia es que ayuda a entender más, a meternos más a fondo en cada uno de estos temas.
Quiero partir de hacerles recordar algo que Freud con su estilo lo plantea, y desde entonces muchos psicoanalistas /Otto Rank, Theodor Reik, obviamente el propio Lacan) Lo voy a plantear en el mío. Las sociedades, lo digo a propósito así en plural porque por lo tanto lo que estoy armando es un sobrevuelo trans-histórico llamémosle, las sociedades siempre tuvieron alguna forma de registrar sus problemas. En el orden simbólico tuvimos la forma animista, la forma politeísta, la monoteísta, agrego la cientificista. En lo imaginario la rivalidad con lo otro, lo digo a propósito así y no el otro, no porque no esté el otro en juego, con observar en este momento las guerras entre norteamericanos y ciertas naciones musulmanas es obvio que están los otros, pero que aparecen como lo otro para las sociedades. Entonces en lo imaginario la rivalidad con lo otro, sostenida como diferencias entre grupos, tribus, etnias, luego feudos, reinados, naciones, doctrinas científicas. Lo digo a propósito porque especialmente los psicoanalistas que somos muy narcisos, como en general los seres humanos, solemos creer que las peleas al interior del movimiento psicoanalítico son una cosa solamente de los psicoanalistas, pero cuando uno conoce la historia por ejemplo, de los congresos de matemáticos, se entera de la carnicería que se arma en esos congresos. Y en lo real esta cuestión de cómo registran sus problemas las sociedades, suele aparecer como desconcierto, terror, angustia y odio por rápido desplazamiento y transformación de la angustia. Los que tenemos la práctica de trabajo con nuestros pacientes, estamos bastante habituados a ver cómo la angustia se transforma en odio. Bueno, algo similar también podemos encontrar en las sociedades. Esto hizo que a partir de la existencia de la escritura se fuera desarrollando la historia, se fueran desarrollando legislaciones que desembocaron en los diversos aparatos jurídicos, de los cuales nombro algunos fundamentales: digamos el bíblico ( en el cual estoy, por lo tanto, englobando tanto a los judíos como a los cristianos), el romano, el coránico que por ejemplo, en general, se lo creía como un derecho perdido, sin embargo fíjense con que fuerza a resurgido en los países de hegemonía musulmana. Todo eso, esos derechos, esos aparatos de leyes han producido un ordenamiento simbólico-imaginario que produce una realidad social.
Pero la teoría política sale del plano solamente descriptivo de los fenómenos para intentar encontrar razones. Aún no tomaban forma con pretensiones científicas, eran sólo exposiciones, llamémoslas así. Luego, en el Renacimiento hizo punta Maquiavelo, que para atender las razones y acciones de los príncipes analizaba prolijamente las modalidades de reacción de las masas. “ El príncipe”, de Maquiavelo, es un libro que a todos ustedes que están interesados en este tipo de temática, se los recomiendo. Si salimos, digamos de la vulgata, de pensar a Maquiavelo como un cínico, tampoco como un cínico en relación a la escuela cínica de filosofía, sino en el sentido vulgar en el que se usa la palabra, y lo leemos atentamente, encontraremos realmente un material muy rico para entender y seguir pensando. Es más, hoy que estaba releyendo algunas cosas de él por la clase que iba a dar, se me ocurrió ya el próximo seminario que voy a dar que será dentro de dos años, más o menos, o dentro de, por lo menos un año y medio y que va a ser una lectura psicoanalítica de “El Príncipe”, de Maquiavelo. Creo que es una deuda que tenemos los psicoanalistas con Maquiavelo, y que sería interesante, por lo menos, comenzar a intentar saldarla.
Luego, vinieron Juan Jacobo Russeau, Federico Hegel y finalmente Marx. Obviamente estoy haciendo saltos muy gruesos, estoy nombrando solamente algunos personajes, están quedando muchos de lado, pero los nombro porque lo que quiero es ir siguiendo un movimiento del cual nosotros somos herederos y procuraremos ser, de alguna forma, sucesores. La gran diferencia de Marx con los otros reside en que él intenta encontrar razones científicas, para entender el movimiento de las sociedades. Fíjense que estoy seleccionando las palabras: no digo busca o encuentra razones científicas. Intenta buscar razones científicas. En cada uno de esos movimientos culturales que fueron desarrollando las sociedades para entenderse a sí mismas, se fueron fundamentando lógicas del poder y legalidades que los sostenían y que a la vez emanaban de esas lógicas del poder. La división entre poder y dirigidos durante una gran parte de la historia apareció como algo del orden natural. En todo caso podía aparecer como algo del orden sobrenatural en tanto era remitido a las ánimas de los fenómenos naturales o a los dioses en el politeísmo o a Dios en las religiones monoteístas, pero como algo en relación a lo cual los seres humanos no tenían nada que hacer excepto someterse. Eran simples objetos de esos fenómenos. Siempre recuerdo, porque a mi me impresionó mucho, el efecto, por ejemplo, para hablar de algo reciente, 1945, el efecto que le produjo a la nación japonesa, todavía lo estamos observando, la pérdida del carácter de Dios viviente del emperador. Ustedes saben que cuando Mc Arthur les hizo firmar que Hiroito no era un Dios fue una conmoción, hubo una cantidad enorme de suicidios de oficiales del ejercito japonés ante el palacio del emperador. Pero eso es lo anecdótico, pregúntense ustedes que pasa que una nación tradicionalmente guerrera como fue Japón, se transformó (por lo menos hasta ahora) en “pastorcitos de ángeles”. Por supuesto, somos psicoanalistas, sabemos lo que encubren las formaciones reactivas, ¿verdad? Vaya a saber lo que vendrá, pero por lo menos hasta ahora ocurre eso. Digo esto por lo que estoy tratando de transmitir, para nosotros, racionalistas del siglo XXI, psicoanalistas de diverso pelaje y no psicoanalistas de pelaje más diverso aún. En fin, estas cuestiones de la relación de Dios con la sociedad, o de los Dioses con la sociedad, nos parecen que sé yo, está bien, ¿cómo decir? Como anécdotas interesantes de lo que pasó en la historia. Pero ustedes piénsenlo al revés, traten de situarse en la cabeza de esa gente: para ellos las cosas eran así, no había otra posibilidad. A lo sumo, en las crisis, entraban en discusión y llevaban a la guerra la supuesta inservibilidad de tal o cual poderoso. Fíjense inclusive por ejemplo, en la insurrección de los esclavos romanos, la insurrección de Espartaco que verdaderamente puso en jaque al estado romano, no se proponía abolir la esclavitud. Se proponía, en todo caso, suplantar a los jefes del estado romano pero no para generar un nuevo modo de producción. Ni que decir las guerras entre Reinos, entre imperios, entre feudos, no respondían para nada a criterios de búsqueda de justicia, o cosa por el estilo. No, sino en todo caso de la imposición de una religión sobre otra. Era otro mundo. Difícil para nosotros ubicarnos, dejar atravesar nuestra cabeza por él.
Tengamos en cuenta que en esas épocas, por otro lado, los desarrollos tecnológicos no alejaban demasiado a la producción de las dimensiones de la auto-subsistencia. Aunque, por supuesto, aparecido el dominio del fuego, la rueda y salidos de la recolección y la pesca; la alfarería y los primeros instrumentos de piedra, comenzó a asomar el plus-producto y la cuestión de su apropiación y distribución. Pero si comparamos lo que era el plus-producto en esa época con lo que es el plus-producto actualmente, aquel parece un chiste, ¿verdad?.
Ahora, la llegada de la llamada revolución industrial, multiplicó dicha situación y llevó a la generación de un plus con dimensiones cualitativamente diferentes. Ahí sí se empieza a marcar radicalmente otro momento en la historia. Ya el plus que puede producir un hombre solo con una máquina no tiene ni punto de comparación con el plus que podía producir un artesano, por ejemplo. Ahí es donde surge la discusión sobre la distribución del plus producto. Primero desde Russeau, como un ideal de justicia, todavía no como un intento de análisis científico y luego desde Marx con pretensiones de cientificidad a través de discernir su teoría de la plusvalía, la estructuración de la sociedad en clases contradictorias, las crisis de estructura como el efecto de la entrada en conflicto entre el desarrollo de las fuerzas productivas y las relaciones sociales de producción y la utopía de que la clase trabajadora en el poder, al librarse de sus cadenas liberaría a todas las demás. Recién, cuando el plus producto es cualitativamente diferente a todas las etapas previas de la humanidad estas ideas encuentran condiciones para tomar curso, para pensarse. Lo interesante a subrayar es que cualquiera de las diferentes creencias que dominaron a las sociedades a través de la historia captaban que lo que pasaba en las sociedades no era efecto del razonamiento de las personas sino de poderes que los trascendían. Las almas de los elementos naturales, los dioses que manejaban dichos elementos, una diosa madre cómo Materazu entre los Japoneses, el dios padre entre los monoteístas. Luego aparecen el contrato social como primer intento de poner las razones al comando y más tarde la idea de que lo que maneja el movimiento de las sociedades es la estructura de las relaciones sociales de producción y el desarrollo de las fuerzas productivas, lo que lleva al proyecto socialista como nuevo intento de comando a través de razones de la conciencia. O sea, hasta al aparición de las ideas burguesas digamos de Rousseau, nadie se planteaba la cuestión desde el tema de la justicia. Y, hasta la aparición de Marx, nadie se planteaba a fondo analizar que era lo que generaba condiciones de posibilidad para que pudieran subsistir tales X ideas y que cayeran tales otras X ideas, sino que las cosas eran así. Recién el descubrimiento del inconsciente y la producción de la práctica psicoanalítica con la consiguiente posibilidad de formalizar su experiencia permite ir elaborando un método para analizar que coloque a los fenómenos sociales bajo observación, y hasta los límites que la castración del lenguaje permite, bajo posibilidades de un accionar similar y diferente de los hasta ahora conocidos. Tengo conciencia que estoy planteándoles una paradoja: similar y diferente. Pero no planteo la paradoja de que hay posibilidad de recuperar el paraíso que nunca se tuvo, pero en el cual hasta un Federico Engels creyó que había existido. No sé quienes de ustedes leyeron “El origen de la familia, la propiedad privada y el estado”, pero en ese libro Engels creía que había existido una sociedad sin contradicciones al interior de la sociedad.
El psicoanálisis no cree que haya existido el paraíso ni que pueda llegar a existirlo. Justamente este optimismo escéptico del psicoanálisis, otra vez vuelvo a utilizar la paradoja, junto a que explicita que no es la conciencia de las razones la que pilotea las sociedades, sino la lógica del inconsciente hace que, a pesar de su difusión, particularmente en algunos países occidentales, sea rechazado en su potencialidad para el análisis social por las otras disciplinas sociales y no desarrollado en toda su potencialidad por la inmensa mayoría de los psicoanalistas. La cantidad de colegas presentes en este seminario, que ha tenido buena difusión, es un ejemplo de esto. No lo digo quejándome, ni nada por el estilo, cuando se me ocurrió la idea del seminario yo lo conversaba con Abel, con Laura, con las colegas que están colaborando docentemente en el seminario, yo tenía claro que iba a ser un seminario de poca gente, es más, yo creí ( Laura es testigo porque se lo dije anoche) dije: mañana por ahí suspendemos el seminario porque si no viene gente o vienen tres o cuatro ya está, se acabó ¿no?. Insisto que no lo digo quejándome sino que lo señalo como un síntoma interesante a tener en cuenta, a analizar, pensar, etc.
Dicha lógica, me estoy refiriendo a la lógica del inconsciente, del inconsciente como estructura, articula lo inconsciente, o sea aquello que está reprimido, lo inconsciente que constituye a cada uno, con lo inconsciente de los otros en el lazo social. Este es uno de los grandes problemas del ser humano, que tiene que articular lo que forma parte de su singularidad inconsciente con lo que forma parte de la singularidad inconsciente del otro.
El goce repetitivo y estabilizado. Ustedes saben que hay sociedades que han subsistido con una misma modalidad de producción miles de años. Las crisis y los actos de reposicionamiento de las sociedades se tejen en dicha lógica y con los piolines de los cadenudos. Para aquellos que no son psicoanalistas, no se pongan nerviosos, poco a poco lo vamos a ir trabajando, pero me estoy refiriendo a las cadenas de nudos borromeos. Este es un nudo borromeo (lo muestra), lo voy a ir explicando otra vez, los que vinieron al módulo anterior han escuchado las explicaciones, pero la complejidad de la estructura que sostiene a los seres parlantes es que, justamente, como una red de estos algos (nudos). A eso Lacan le llamó cadenudos, en el sentido de cadenas de nudos.
El psicoanálisis no genera esperanzas, a lo sumo puede facilitar ilusiones. Este es un tema en el que vengo insistiendo desde el año pasado, está en un articulo en www.psyche-navegante.com al que pueden ustedes acceder. En el número 54, el de Julio. También, no me acuerdo si en “ Pollerudos” o en este último libro que habíamos escrito Ricardo y yo: “Escenas, Causas y Razones de la vida erótica”. Pero por qué insisto en diferenciar esperanzas de ilusiones. En primer lugar, de paso les diré, es algo que en parte le adeudo a Tomas Abraham, de una participación de él en una mesa redonda en la que hacía notar que en el mito de la caja de Pandora cuando se sacaban todas las desgracias de la humanidad, la última que se sacaba era la esperanza. Lo cual me dejo pensando. Y es cierto, porque la esperanza deja en manos del otro la resolución positiva de los problemas que lo aquejan a uno. ¿Se dan cuenta? Obviamente el prefijo de esperanza tiene que ver con esperar. Queda el ser parlante en una posición absolutamente pasiva. Distinto de: ilusiones, en las que no prejuzga sobre el resultado, sí manifiesta anhelos, pero en relación a los cuales el ser parlante puede tornarse sujeto activo en el sentido de buscar efectivizar su ilusión. Entonces, después habrá parte que se realizara, parte que no se realizara, en fin, esas cosas que pasan. Pero es totalmente diferente. Entonces el psicoanálisis no genera esperanzas, me meto en esta discusión, por otro lado, porque para los que tenemos una antigua formación lacaniana, sabemos como el lacanismo a estado atravesado por una cantidad de poses que se han tomado en general, en relación a fragmentos de cuestiones que ha ido diciendo Lacan. Una pose de muchos lacanianos es una especie de escepticismo melancólico, donde nada vale nada, nada sirve para nada, las cartas están echadas, sería. Eso, en realidad, tiene que ver con algunas cosas planteadas por Lacan efectivamente en cuanto a la relación entre el deseo y lo imposible, la relación entre el lazo social y lo imposible, pero donde Lacan al mismo tiempo, en otros lados ha planteado que eso no es lo único, digamos. Las sociedades entran no sólo en relación con lo imposible sino también con lo contingente, con lo posible y con lo necesario. El psicoanálisis cuando está operando, por ejemplo, en la singularidad del paciente lo que suele facilitarle es que se le regeneren ilusiones. Una de las patologías más habituales que recibimos en los consultorios actualmente son las patologías depresivas donde la gente viene desesperanzada, desilusionada, desconcertada, aplastada por el desconcierto. El trabajo con ellos lo que suele facilitarles es que vuelvan a engancharse con las ilusiones y por lo tanto con una actitud, con una posición activa en relación a su propia vida. O sea, se hagan responsables de su propia vida, en ese sentido somos casi, yo diría, lo contrario de aquellas religiones fatalistas que creen que todo está decidido por el destino. Nosotros que tanto hemos utilizado y seguimos utilizando el análisis de los mitos griegos, sin embargo, lo que no tenemos es la posición trágica de los griegos, para los cuales las cartas están echadas de tal manera que mientras más el sujeto intente huir de su destino más lo encontraría. El ejemplo clásico fue justamente, Edipo.
El marxismo ya advirtió que los conflictos sociales reconocían razones no concientes constituidas por estructuras analizables y trabajables. Por ejemplo recordemos que hablaba de la diferencia entre clase en si, o sea ser en si y conciencia de sí. Toda la preocupación de los partidos marxistas en sus diferentes variantes y matices siempre fue y es, tratar de introducir la conciencia de clase en la clase obrera. El error estuvo, haciendo un balance, en creer que se podía adquirir una conciencia representante del ser. Lacan empieza a plantearse esta problemática, no de la manera que yo lo estoy haciendo ahora, sino a partir del famoso aforismo de Descartes: pienso, luego existo. Y hace todo un trabajo desde empezar a analizarlo, donde él lo que pesca ahí es la diferencia de tiempos, digamos, que marca Descartes: pienso, luego existo ¿verdad? Pienso, mientras pienso no existo, luego existo. Y va haciendo todo un trabajo hasta llegar a otro aforismo que él plantea diferente al de Descartes (está en la Tercera de Roma para quienes tengan ganas de leer) que es: no soy donde pienso, soy donde eso se goza. Sí, más o menos es así, no es literal la cita pero esa es la idea. Con lo cual produce una separación entre el pensar y el ser, y al ser lo introduce como un ser de goce. Por lo tanto es irrepresentable por definición. El marxismo captó también que dichos conflictos se resuelven por la vía de alguna forma de hegemonización y/o transacción. Supónganse: los comunistas cuando se plantearon el tema, pusieron en el centro la toma del poder, lo que ponen en el centro es el concepto de hegemonización: tomar el poder para homogeneizar a la sociedad a través de hegemonizarla. Los reformistas, los social demócratas más bien se plantean la transacción, la negociación por vía de las reformas. Esto creo que tiene que ver con eso que dice Lacan en algunos lugares y que suele ser sorpresivo, por ejemplo está en “Radiofonía”, está dicho en la “Tercera de Roma”, si no recuerdo mal, en “El reverso del psicoanálisis”. Lacan le atribuye el descubrimiento del síntoma a Marx, no a Freud, a Marx. Y creo que tiene que ver con esto: con que efectivamente Marx lo que capta es que los fenómenos sociales no son efecto de la conciencia de la gente sino de algo que pasa en otro lugar, digamos, la estructura de las sociedades. Y que además las sociedades terminan, al funcionar por vía del conflicto, de la contradicción (si hablamos en términos marxistas), terminan o en cierta homogenización hegemonizada como decía anteriormente o en una cierta transacción. Incluso Marx, cuando parte del valor de uso, en su elaboración de la teoría de la plusvalía en “El capital”, en el primer capitulo del primer tomo, plante que algo tenga valor de uso puede partir del estomago o la fantasía, así lo plantea Marx. Con lo que se aparta del materialismo vulgar, en el que, sin embargo, luego recaerán muchos de sus epígonos. El materialismo que supone que es materia sólo lo que es materia, lo digo a lo gallego ( que no se ofenda mi esposa) pero así lo suponían. Marx para nada, Marx lo relacionaba con la fantasía, no sólo con la materia materia.
Freud descubre al inconsciente y su relación con la erogeinización del cuerpo en los primeros tiempos y lo centra, al inconsciente, en el efecto de la represión por función de la cultura. “Malestar en la cultura”, libro clásico de Freud en este terreno. Ahora, esto no debe dejar pasar desapercibido que ya por hablar se reprime. Esto, los colegas y amigos que estuvieron en el módulo anterior, me han escuchado decir bastante de esto, por eso no voy a insistir ahora, pero si de los que no estuvieron en el módulo anterior viene como pregunta, lo charlamos. Ahora, el que sólo por hablar se reprima no excluye, todo lo contrario, los conflictos entre erogeinidad e ideales, que descubrió Freud y que efectivamente están presentes y tienen un peso muy fuerte en estas cuestiones. Lacan parte de esta cuestión de que ya por hablar se reprime y desde ahí recoloca toda la teoría. Al pensar al hablante ser (lo digo de un modo horrible pero así Lacan pone en primer lugar al hablante y al ser en dependencia, justamente, para marcar la dependencia del ser con respecto a la palabra) Entonces conjetura al hablante ser entre los tres registros con sus consecuencias de sentido o sea lo imaginario por efecto de la relación entre significantes; de sin sentido o sea la letra, y lo que queda fuera de sentido a lo cual Lacan le va a llamar objeto a, que queda fuera de sentido y por eso causando el deseo del sujeto. El inconsciente pasa a ser formalizado así como efecto de los cadenudos, estas cadenas de nudos borromeos que les planteaba antes en que los discursos se enredan. Sobre esto hemos hablado bastante en el módulo anterior, vuelvo a repetir lo mismo: los que recién ingresan en este módulo métanse, pregunten, lo volvemos a trabajar lo que haga falta porque a todos nosotros nos viene bien re-trabajar todos estos temas.
El inconsciente entonces pasa a ser una estructura de producción, como ya se lo planteaba Freud con la metáfora de la hilandería en “La interpretación de los sueños”, cuando Freud escribe la interpretación de los sueños, para tratar de dar a entender a sus lectores de qué se trata el inconsciente lo compara con una hilandería. Es más habla del socio industrial que dirige a los trabajadores y del socio capitalista que pone el dinero, en el caso del inconsciente sería la libido, el cuerpo erógeno. Pero Lacan al plantearlo de la manera que les relataba antes, o sea haciéndolo depender de la palabra y de la relación por lo tanto entre discursos y registros ( simbólico, imaginario y real) subordina al inconsciente a esa estructura fundamental en la que se articulan discursos y nudos. Digo esto porque muchas veces se pueden encontrar con la sorpresa en trabajos de Lacan en los que habla de “el inconsciente freudiano y el nuestro” Y uno dice ¿cómo? ¿ Lacan tiene una idea diferente a la de Freud sobre el inconsciente? Sí y no. La idea diferente, en todo caso, tiene que ver con el reconocimiento de las causas del funcionamiento del inconsciente mucho más atadas a la estructura del lenguaje y a esos tres efectos diversos que produce el lenguaje. Por un lado el significado, por otro lado el sin sentido con su disposición a combinarse y por otro lado lo que queda por fuera de ser significado en lo que se habla.
Nietzche planteaba el eterno retorno en relación a la cultura ¿ de qué? De la repetición de lo maligno. El siglo XX obviamente lo volvió a ratificar y no se queda atrás lo poco que va del XXI y no me quiero imaginar los años que vienen. Explotación interhumana, guerras, corrupción. Entonces, ¿los psicoanalistas haremos como Maquiavelo y lo atribuiremos a una maldad intrínseca de los seres humanos?, él se plantea así la cuestión. Maquiavelo hace bien en seguirlo por el lado del ser pero siempre y cuando lo liguemos a lo último que captó Lacan del ser humano y es que su ser sólo está en el goce y no en el pensamiento. Algo que adelantó Georges Bataille en su libro “La parte maldita” pero no porque hagamos como Maquiavelo una calificación moral del mismo. Cuando Maquiavelo habla de que el ser humano es malo, está haciendo una calificación moral. Lacan discierne que eso se goza o gozase, referido al ser de cada uno de nosotros, o sea que se goza del propio cuerpo aunque se lo haga desde fuera del cuerpo para lo cual el otro no es más que un instrumento. El otro que nos hace gozar no es parte de nuestro goce, excepto cuando a lo sumo, se nos aparece como símbolo de nuestro supuesto valor. O sea cuando gozamos del valor que creemos tener, gracias a como vemos al otro gozar. Como podemos desentrañar, se establece un conflicto entre la necesidad del lazo social para sostener una vida gozosa con que esta, la vida gozosa, pasa solo por nuestro cuerpo. Entonces, ¿todo es igual? Cómo plantea Dicépolín en “Cambalache”, ¿todos somos lo mismo? ¿No hay diferencias entre malos y buenos? Por supuesto que las hay, y lo trataremos en otra clase cuando intentemos abrir un poco más de luz sobre la meta- psicología de la bondad y de la maldad, así como de la valentía y la cobardía. Pero ahora estamos trabajando en función de entender algo más, sobre crisis estabilizaciones y repeticiones.
En cualquiera de esos momentos de una sociedad, los adjetivos enunciados pueden, me refiero a bondad y maldad, pueden tensarse más o menos. Claro que las estabilizaciones facilitan el ejercicio de la bondad. Cuando una sociedad está más o menos “estabilizada, las cosas andan bien, como en Noruega, en Suiza, en Finlandia, etc”, es más fácil ser bueno. El tema es que no hay sociedad perfecta pero, obviamente, no es lo mismo diciembre del 2001 en la Argentina, en cuanto a la relación entre los seres humanos, que este momento. Y no estamos tan lejos ni en el tiempo ni tampoco en la situación concreta material, pero fíjense que el llamado “veranito” de Duhalde, esta nueva ilusión que se arma con Kirchner, etc., aplaca los ánimos, tranquiliza a la gente. Y le permite ser más bondadosa. Las repeticiones, el desconcierto y reacciones imprevisibles, las crisis, facilitan la maldad, generan mejores condiciones para la maldad. Lamentablemente tenemos ejemplos muy gráficos en este momento, no sólo por el aumento de la delincuencia urbana, sino por el aumento de la locura en la delincuencia urbana. La delincuencia urbana hasta hace diez años tenía códigos: no mataba por matar, todo lo contrario, buscaban que no hubiera muertos, en fin, una cantidad de cosas que estos últimos años lo han ido haciendo perder.
Cassette Nº 2
Eso también lo vemos. La reacción de los estudiantes universitarios y de parte del pueblo santafesino con las inundaciones en Santa Fe, fueron un ejemplo de eso, pero sabemos que cuando comparamos, las dimensiones son muy distintas. Lo que trato que discernamos gira alrededor de las condiciones de posibilidad de cada uno de estos fenómenos sociales.
El marxismo caracterizaba a las crisis como efecto de la contradicción de las relaciones sociales de producción con el desarrollo de las fuerzas productivas. Para quienes no hayan tenido ningún recorrido por textos marxistas y para decirlo lo más sencillamente posible, ubiquemos las relaciones sociales de producción como la modalidad de relación que se produce entre los hombres para producir bienes materiales y las fuerzas productivas son los hombres mismos (su fuerza de trabajo) y aquellos instrumentos que se utilizan para producir esos bienes materiales. Fue evidente esa contradicción en la inadaptación del régimen feudal de producción con su legalidad de servidumbre al despliegue de la industria que exigía la circulación libre de la fuerza de trabajo. Otro ejemplo clásico que se suele utilizar es la crisis del esclavismo en EE.UU. Ahora tienen ustedes ahí a la sangre corriendo en Liberia, un país inventado por los norteamericanos para devolver sus esclavos a África, por eso se llama Liberia, porque supuestamente los liberaban. Algo similar ocurrió con la contradicción que se produjo entre las nuevas tecnologías post industriales y el encorsetamiento de la propiedad estatal y la planificación centralizada en el comunismo. Hay algo que, como estamos adentro, es difícil pensarlo pero si ustedes hicieran el esfuerzo por ubicarse dentro de trescientos años y leyeran la historia de la década del noventa y la compararan con la historia del 20 al 80, dirían: ¿qué pasó? ¿Qué pasó con ese régimen que parecía absolutamente acerado, consistente, condensado, inamovible y que parecía además que iba a arrasar con el capitalismo en el mundo? Qué que de golpe se vino abajo como un castillo de naipes? Es curioso que la gente no se pregunte sobre eso, la gente lo vive, dice: sí, pasó. Hay colegas nuestros que ya están analizando a gente que vivía en esos países y que emigraron como producto de la crisis de esos países. Y es curioso, porque lo que me relatan es que esa misma gente que tuvo que emigrar de esos países y que están muertos de hambre acá en nuestro país, así como estaban muertos de hambre allá, no se preguntan qué pasó. Pasó, punto. Sin embargo es un tema interesante a preguntarse, no es cualquier cosa lo que ha pasado ahí. Y algo similar, pero distinto, nuevamente planteo una cierta paradoja, se está produciendo entre los efectos de esas nuevas tecnologías y la modalidad del discurso del capitalista que está vinculando a capitalistas y trabajadores.
$ S2
S1 a
Ustedes piensen que el capitalista queda de este lado (izquierdo), el trabajador queda acá (derecho), lo llamativo de este discurso, a diferencia del amo antiguo a mi modo de ver, es que acá en el lugar del a, el S2 no sólo produce mercancías sino que produce desocupados, produce marginados, produce eso que ven ustedes en la calle hurgando entre las basuras. Ustedes dirán ¿ por qué le echas la culpa a los trabajadores? ¿Qué tienen que ver con eso? Tomen en cuenta ustedes algo muy sencillo: el nivel de movimiento huelguístico y de movimiento en defensa, digamos de la clase, llamémoslo así, ha bajado abruptamente en el mundo desde lo que fueron los finales de la década del 60 comienzo del 70 hasta ahora. Ustedes en esas épocas, todos los fines de año tenían una estadística de la cantidad de centenares de millones de obreros que habían entrado en huelga en los diferentes países del mundo ¿verdad? Ahora ya ni se preocupan en hacer estadísticas porque no existe eso. Ahora ¿por qué no existe?, porque esta gente es mala, como tal vez diría Maquiavelo. Bueno, por supuesto que tendrán su egoísmo como cualquiera de nosotros, pero el tema es que esta gente está cuidando su trabajo y para cuidar su trabajo no duda, no vacila en que haya otros que caigan por fuera de los márgenes. Bueno, obviamente no estoy salvando de responsabilidad a lo que está acá (lado izquierdo) Obviamente son los responsables principales. Entonces, están los dos lugares del lado izquierdo del matema que es el lado del agente, con apariencia de dominante, de hegemonizar. En este momento la gran tensión que hay, a mi modo de ver, entre norteamericanos y europeos (eso se observa bien si se analizan los presupuestos de la Unión Europea y los presupuestos de los norteamericanos) El de estos es el de una sociedad basada en la locura financiera y el armamentismo. El de los europeos corresponde más a una sociedad que sigue intentando basarse en la producción y procurando no ir tan fácilmente a la guerra. No es una tensión cualquiera. Cuando yo le escuché, a Bush decir por la CNN: Salimos de la estrategia disuasiva para ir a la estrategia preventiva y a partir de ahora el eje pasa entre los que están con el bien, que son los que están con nosotros, y los que están con el mal, que son los que no están con nosotros. Pensé: esos no son los musulmanes, esos son los europeos ¿verdad?. Fíjense un detalle que los diarios ( a mi modo de ver) lo trataron demasiado fácilmente. ¿Qué le pasó al amigo Bush que a la semana de que Kirchner hizo su gira “exitosa” (entre comillas no porque este de acuerdo o no conque sea exitosa, sino porque no tengo idea de lo que de fondo pasó ahí o no) pero en todo caso en apariencia exitosa, por Europa, a la semana Bush se lo lleva a EE.UU. Cuando en realidad pensaba entrevistarlo en septiembre ¿ qué es la Argentina en el tablero mundial? Es un país que tiene cierta importancia, pero obviamente no tiene la importancia que tienen, primero un coloso en América del Sur como es Brasil o que tienen una serie de países europeos o de medio oriente o, ni que decir de oriente, tipo China y Vietnam, etc. Entonces, lo que ocurrió es que el tipo vio peligrar, a ver, para hablar en términos ajedrecísticos: el tipo vio peligrar un alfil y se calentó por el alfil. Entonces quiere decir que tiene la dama amenazada ¿verdad?
- (intervención inaudible)
A Bush que le amenacen la dama, hay que tener ganas... más fea que la mierda, tonta encima. Bueno, pero el tampoco es un tipo, digamos brillante. Vamos a pasar un avisito publicitario: les recomiendo de vez en cuando entrar a televerdades (www.televerdades.com), hay una que es maravillosa, de la primera dama de allá. Le prepara un cumpleaños sorpresa a Bush, lo anuncia por chateo, por lo cual por supuesto salió en televisión y en todos los diarios. ¿No es maravilloso? Yo a veces digo: ¿estos están dirigiendo al mundo? Uno se ríe para no llorar porque en cualquier momento volamos por los aires, si estos tipos dirigen el mundo.
La pregunta es esa: ¿qué pasa que no hemos volado por los aires? Pero bueno, digresiones... pero digamos: hablando en los términos lancaneses, donde está hegemonizando el discurso del capitalista claramente es en EE.UU. En Europa todavía no tiene ese grado de hegemonía el discurso del capitalista. Pesa mucho aún el discurso del amo antiguo y algunos otros discursos capitalistas de los cuales hablaremos en el resto del modulo. Pero este discurso es terrible, porque eso lo decíamos en la última clase, quiebra la relación directa entre amo y trabajador. Lo que no dije en esa clase, por cuestiones de didáctica (quise centrarla en determinadas cuestiones) es esto que les digo hoy, que es la otra cosa grave: ese discurso produce no sólo mercancías sino que produce restos humanos. Fíjense que una de las grandes preocupaciones del propio Bush en este momento es como aumentó la desocupación en EE.UU y entonces ha empezado a usar (ha tenido como maestro a Menem, evidentemente) ha empezado a usar los instrumentos menemistas para tratar de disimular. ¿Por qué? Porque los tipos tenían un 6,4 de desocupación, calculaban que este mes pasaban a un 6,3, cuando hacen las estadísticas llegan a la conclusión que pasaron a un 6,2. Pero ¿por qué pasaron a un 6,2? Porque hay casi 600.000 norteamericanos que dejaron de buscar trabajo. Esto los argentinos lo conocemos bien: con eso disimulaba Menem la desocupación en la Argentina, no contaba a los que ya se resignaban y dejaban de buscar trabajo. Eso está pasando en EE.UU. Si ustedes no me creen, tienen derecho, al fin y al cabo ¿quién soy? Pero entren a la CNN en internet, y esto está publicado (yo no me acuerdo) pero hace tres días más o menos, está publicado por la CNN.
Bueno entonces, el problema de este discurso me parece a mí en las sociedades en las que se torna hegemónico, está que al producir esta dis-relación, digamos, esta no relación directa facilita el efecto de producir seres humanos como restos, como ocurrió en la Argentina, por lo menos hasta la caída de De la Rúa, y no sabemos todavía que va a ocurrir. Lo que pasa es que nosotros no estamos al tanto, digamos, no seguimos los diarios con atención pero en los “pequeños tigres asiáticos” pasó algo parecido, durante un momento. Lleva a una modalidad de degradación que se caracteriza por la disgregación. Eso que ustedes escuchan decir habitualmente de que la gente está cada vez más aislada, de que la amistad cada vez tiene menos peso, de que el individualismo se sobrepone absolutamente a las relaciones sociales, etc. O sea que realmente genera un peligro grave social que ya no es lo que se imaginaba Marx de clase contra clase, sino de disgregación social, que es otra cosa. Acá en la Argentina, en Colombia (sé que hay un amigo colombiano) eso es muy evidente, la lucha de pobres contra pobres, como forma de degradación y disgregación. En Colombia también ocurre, por lo menos es lo que uno ve en la película “ La virgen de los Sicarios”. Bien. Entonces esto referido a las crisis.
En relación a la estabilización desde el punto de vista de esta conceptualización lacaniana que planteaba anteriormente, lo que ocurre en las estabilizaciones es que ha logrado producirse un imaginario social que anuda eficazmente lo simbólico y lo real durante un período de tiempo. Eso lleva a producir una nueva realidad social. Son esos períodos donde en una sociedad triunfa una determinada idea, supónganse el “new deal” en EE.UU. El “new deal” en EE.UU. los sacó de un estado donde ellos también se sentían bajo la amenaza de la disgregación. O supónganse la Italia de los 80´ en comparación con la Italia de los 70´, 60´. Son momentos, o supónganse la España post franquista en comparación con la España franquista, son momentos donde se produce un imaginario eficaz, llamémosle así, para el funcionamiento de la sociedad. Durante un tiempo va a servir para mantener esa estabilidad y esa sensación (no sé como decirlo), pero esa sensación de “felicidad”. A mí me causa mucha gracia porque últimamente en mi consultorio escucho mucha gente que dice: “ no, si nosotros estuviéramos como España, yo me quiero ir a España” y yo me acuerdo lo que era España ¿vos te acordás? ¿te acordás la obra de teatro esa? “La camisa” creo que se llamaba, una obra de teatro donde al protagonista era una emigrante española, no me acuerdo en que país europeo, que trabajaba de planchadora o de costurera, para poder mandar algunos manguitos a su familia en España. Y todo el drama se desarrollaba alrededor de esa cuestión, de eso no hace tanto, eso era en le época que vivía Franco todavía, mil nueve setenta y pico, Franco murió en el 74´, si no recuerdo mal.
En cambio las crisis se producen cuando ese imaginario entra a fracasar porque es agujereado por lo real. O sea porque surge algo real que pone en crisis, que lleva a fracasar ese imaginario, ahí es donde empieza, de algún modo, lo simbólico a tratar de agujerear a ese real para reconstituir un imaginario. En ese sentido, si ustedes lo piensan, hay un cierto ejemplo de eso en la Argentina actual. Simplemente que, por casualidad, porque no nos engañemos: no creo que haya sido producto de ninguna estrategia del otro mundo sino por casualidad, Kirchner llegó a presidente y empezó a tomar una cantidad de medidas inesperadas aún para los kirchneristas más cercanos. Y produce una nueva realidad. Ahora, cuando digo “una nueva realidad” ¿qué digo? ¿bajó mucho la desocupación? No. ¿ mejoraron mucho los sueldos? No. Simplemente se armó otro estado de ánimo en la gente y otra ilusión.
Las repeticiones en lo social se dan entre otras causas, por la imposibilidad de prescindir de algunas de las formas de discurso para el lazo social. Siempre el lazo social se produce en relación al discurso, o sea a lo que emite el agente, a lo que recibe el receptor (el otro) y a las modalidades de significación que eso produce. Lo cual hace que en algún momento aparezca la castración. Además, y esto ocurre porque lo real se produce, se regenera como efecto a posteriori de las propias operaciones simbólicas. No es como algo que nos cae del cielo, sino que la propia operación simbólica llega a un límite donde se manifiesta fracasada o donde como resto produce un nuevo real. Hubo un tiempo donde se logra sostener la situación, y hay un momento donde empieza a fracasar. En el momento en que empieza a fracasar, reaparece, digamos lo real. Lo real, o sea aquello de lo que no sabemos nada, aquello que trataremos de ubicar dentro de algún saber, como lo hacían los animistas con las almas para los elementos naturales, los politeístas con los dioses, los monoteístas con el dios, y en la modernidad, los científicos con la ciencia. Eso es otra cosa: si bien muchos de nosotros todavía arrastramos eso por nuestra progenie, pero está como olvidado lo que era la ilusión científica. En los años 50, 60, se creía que con el desarrollo científico y técnico se iban a generar las condiciones para que no subsistieran los graves desequilibrios sociales que traían todas las sociedades. Estamos hablando de algo de hace 40 años, no tanto. Creo que hay que abandonar la idea de recuperar un paraíso que nunca existió y que no lo construirán ni revoluciones, ni reformas, ni programas, ni modelos, ni pedagogías como instrumentos teleológicos, o sea como instrumentos que supuestamente llevan a un final exitoso. Sí, que tanto diversas formas de movimientos políticos que a veces pueden tomar formas pacíficas, formas democráticas, formas no democráticas, como diversos tipos de programas, modelos, pedagogías, en diferentes momentos pueden ser útiles para la construcción de imaginarios necesarios para el lazo social, pero imaginarios que no podrán dejar de ser transitorios. Esto facilitará capacidades para mantenerse atentos a las emergencias de la castración, o sea de agujeros en esos imaginarios, y su consecuencia, el reinicio de operaciones simbólicas que generen nuevos imaginarios transitorios. Dicho de otra manera, a mi modo de ver, los seres humanos estamos condenados a una búsqueda permanente del buen ordenamiento de la sociedad y por lo tanto condenados a no encontrarlo nunca. Sí, encontraremos mejores, peores, pero nada más. Bueno, acá paro.
- Fernando Escudero: Eso último que dijiste es textual, lo de la concepción existencialista de ¿Geop Simmel? Acerca de que las formas individuales están en permanente en búsqueda de trascendendencia y que viven trascendiéndose, o sea que la característica de la vida psicológica o la vida espiritual, es estar entre la forma individual necesaria para iniciar un proceso de trascendencia y la trascendencia. O sea que es una permanente búsqueda. Simmer es, de alguna forma, inspirador en muchos aspectos de Heideger, o sea es una filosofía metafísica pero que se adapta mucho exactamente a esa dinámica.
- Sergio Rodriguez: Te agradezco el comentario. No lo conozco a Simmel, te soy franco, no soy un gran conocedor de filosofía. Puedo coincidir con él en un terreno: de que justamente es en buena medida función del imaginario en nosotros, los seres hablantes, generar la idea de la trascendencia. En ese sentido es una idea muy seductora, casi diría hipnótica. Es una idea a la que yo personalmente trato de resistirme, sé que no lo logro en la dimensión que quisiera. Pero fijate que cuando se dice trascendencia se está trayendo una palabra que es muy cara a las religiones. No lo digo peyorativamente, al contrario, justamente en cierto modo voy a levantar eso. Ahora me invitaron a un congreso de psiquiatría donde voy a tomar el tema porque creo que el psicoanálisis justamente de una de las cosas que nos saca, a los que más o menos nos apropiamos y somos apropiados por él, es de batallar, idea contra idea. Y nos mete más en el interrogante de que función y qué valor cada idea tiene en el funcionamiento social. No para establecer, llamémosle así, igualdades conciliadoras: no es esa la cuestión. Sino, doy un ejemplo en Freud: para mí Freud sobre la religión, que tiene varios escritos, ustedes saben: “Moisés y el monoteísmo”, “Tótem y Tabú”, “ El porvenir de una ilusión”, en general hay una serie de escritos donde el se mete bien psicoanalíticamente, ¿qué función jugó tal creencia, o religión o tal patriarca o tal profeta en tal sociedad? Es una forma de meterse. Otra forma de meterse, que creo que en algo de eso cae en “El porvenir de una ilusión” es en hacer una crítica liberal de la religión. Por supuesto cualquier científico podría creer que demuestra que dios no existe, en realidad la cuestión de dios es un tema de lógica, y es un tema indecidible, desde el punto de vista lógico. Pero podría mostrar que las religiones, en fin, “son creencias de los ignorantes”. Eso no agrega no quita mucho. El propio Marx, ustedes saben, decía que la religión era el opio de los pueblos. En parte tiene razón, pero ahí le plantearía a Marx: ¿ y el opio no jugará alguna función en la sociedad? ¿Qué quiero decir con esto? Por ejemplo, veo como uno de los graves problemas del momento actual y esta claro que si hay un tipo ateo, laico, agnóstico, soy yo porque ya soy de tres o cuatro generaciones en ese sentido, o sea ni siquiera lo tengo que pensar, es algo que lo llevo en la sangre ¿verdad? Pero cuando veo esa tendencia brutal a la disgregación, la caída del peso de la religión católica como religión de masas y el asenso de las religiones electrónicas, la verdad, me preocupo. ¿Por qué? Porque las religiones electrónicas, esas religiones electrónicas prometen la cura ya. Mientras la religión católica propone la trascendencia del ser humano en el paraíso según las acciones que haya llevado cabo en la tierra con lo cual establece, digamos, una cierta carta social, un cierto contrato social, podríamos decir. No sé si ustedes ven las consignas de ellos. Bueno, por ejemplo la que tenés acá en Santa Fe ¿cómo se llama? La iglesia universal de Dios, por ejemplo. Porque justamente al quebrar absolutamente una idea de la trascendencia pensada en un más allá que el presente transforman al ser humano en un ser de puro presente donde entonces no hay otra salida que la disgregación, la confrontación. En el momento en que entre ellos están juntadas sus manos y con el pastor hablando y que sé yo, parece al revés del coro de ángeles. Cuando salen de ahí ya no es así, la selva urbana sigue estando. Entonces cuando vos traes ese tema a mi me parece interesante y no me molestaría estar hablando en ese sentido de algún modo de la trascendencia. Lo que me parece que no hay que rendirse es a cierta idea de la trascendencia que tiene que ver con uno como persona, lo llamaría así. A esa idea se rindió Freud por ejemplo. Esto lo dijo Lacan cuando criticó que Freud haya dejado en manos de un terceto, x, no importa, el movimiento psicoanalítico, dominado por la psicología del yo. Lo curioso es que Lacan tampoco se pudo liberar de eso y después de haber criticado todo el tiempo eso y después de haber disuelto su propia institución cuando él ya se había decidido a morir, no pudo dejar de dar el paso atrás de tratar de volver a convocar una institución tras su imagen, sus ideales y dejarle la herencia a un x de la institución. No me interesa en sentido los temas del parentesco, cuestiones que plantean algunos. Sino esta cuestión de que él no pudo soportar la idea de no tratar de trascender a través de sus herederos. Entonces, volviendo a lo que vos planteas, creo que la trascendencia juega toda una función en la sociedad y que no es despreciable, todo lo contrario. Nada más que hay que articularlo en los tres registros.
- Fernando Escudero: No habla de una trascendencia hacia un mundo no natural. Él habla de la trascendencia en formas individuales, lo imaginario desde el punto de vista del psicoanálisis puede ser una forma individual, transitoria que vos decís que está, el ser humano, condenado a una permanente formulación de un imaginario. Él dice exactamente lo mismo, lo que pasa es que lo dice no con relación a lo imaginario sino habla de formas individuales que pueden ser idiosincrasias, identidades sociales, pueden ser categorías, valores elegidos. Inclusive él habla que al hablar de un mundo particular para cada uno que puede ser una forma individual, se accede a ese mundo a través de elección de categorías, conceptos y todo lo demás que no llegan a la cosa en sí. O sea que por eso a veces hay incompatibilidad porque un mundo de una clase social, por ejemplo, frente a otra puede ser un mundo que no está contacto con la cosa en sí, ni con el dinero ni con el poder, sino con categorías y con formas de denominar a la cosa en sí pero que no es la cosa en sí, por eso muchas veces no hay entendimiento. O sea él habla, como es un metafísico, habla de la vida en términos existenciales y en términos de esta dinámica, pero no habla de trascendencia con relación al otro mundo, sino de superación de formas individuales que son, él dice que son inevitables, y son como una demanda permanente de lo que él llama vida.
- (Sergio Rodriguez) Entendí lo que vos planteabas, ya lo entendí digamos en la intervención anterior y ahora lo reafirmas bien. Lo tomé, como base, para ampliarlo en relación a cuestiones más generales de las sociedades y en las que creo que la religión es un punto clave. La búsqueda de la trascendencia individual, vos además lo planteaste muy claro en relación a identidades, por ejemplo dijiste por ahí, en relación a rasgos. Efectivamente se juega en el orden de lo imaginario, por supuesto, como cualquier otra cuestión humana en el orden de lo imaginario no sin su relación con lo simbólico y lo real. No tiene forma de liberarse en ese sentido. Yo lo lleve a las religiones, porque me vino bien el comentario tuyo para ir a algo que a mi, en este momento, me tiene preocupado. Pero con esto no se vaya a creer que yo hago una exaltación de la religión. No es esa la cuestión, sino que intento ubicar la religión en su función. Su función es, por un lado, como decía Marx: ser el opio de los pueblos. Pero por otro uno debe hacerse sobre la pregunta si los pueblos no “necesitan opio”. Imaginémonos una sociedad que viviera sus pulsiones y sus confrontaciones sin red imaginaria. Algo parecido ocurre con la televisión. La televisión es un fenómeno muy actual, recordemos que en la Argentina la apareció en el año 1954. Y tomó alcance masivo con el campeonato mundial del 78´, la televisión color y el control remoto. Aún hay lugares en la Argentina, y con Laura hemos estado en lugares que no son justamente como la capital, hemos estado en la quebrada de Humahuaca, en la Yunga norteña, y ahí todavía hay muchísima gente que vive sin televisión. Ahora, la televisión como fenómeno de masas en la urbe juega una serie de funciones. Una de las que juega es que la gente no se mate entre si, aunque esto resulte paradójico. Hay algunos sociólogos o psicólogos que plantean que el aumento de la delincuencia urbana tiene que ver con lo que la televisión muestra en las pantallas. Eso es una tontería, el aumento de la delincuencia urbana tiene que ver con cuestiones mucho más de fondo. En cambio, que la gente se quede atrapada en la pantalla facilita que no aumente la violencia urbana. Esto a mi me lo hizo entender un sociólogo chileno que cuenta que estaba haciendo una encuesta de opinión y va a encuestar a un, lo que nosotros llamaríamos un “villero”, lo que entre ellos es un habitante de una “cayampa” y le pregunta por qué mira televisión. Y este hombre lo hace entrar al encuestólogo a la casilla (ustedes se imaginan: una pequeña casilla como una villa de acá) lo lleva, en tres pasos, a la pared de atrás. Hay una ventana, abre la ventana, cuando abre la ventana hay otra casilla de la villa y entonces le dice: ¿qué quiere que mire esto todo el día?. Me parece un buen ejemplo. O sea que lo que estoy planteando es que a todos los fenómenos humanos tratemos de ubicarlos en relación a los tres registros ya que eso nos facilitará conjeturar, momento por momento, circunstancia por circunstancia, situación por situación, qué función está jugando. Si a mi me hubieran preguntado hace treinta años sobre el Papa, lo hubiera mandado a la puta que lo parió. Si hoy me preguntan: ¿Qué opinas del Papa? Contestría: mirá fue la única voz importante en el sentido de trascendente que se levantó contra la guerra de Irak. Bueno, eso me parece importante. En cambio ahora lanza una campaña contra la homosexualidad, eso no sirve. Me parece que lo interesante del psicoanálisis es que nos puede sacar de esa cuestión de identificarnos con la bandera de un club, o con la camiseta de un club y por el contrario, colocar en análisis cada situación que se va dando.
- Abel Langer: Yo estaba pensando en el matema del supercapitalista y estaba pensando en el resto y la disgregación que produce este discurso. Vos traías el ejemplo de los países de oriente que sufrieron también las consecuencias de las crisis y yo estaba pensando que salieron rápidamente de esas crisis, es decir en el término de dos años salieron de esas crisis totales en las que habían caído. La Argentina lleva, digamos para remitirnos a lo que nos pasa acá, llevamos cinco años de depresión económica y, digamos, con el discurso de Menem diez años de disgregación social en avance ¿no? Y estaba pensando que ahí en este discurso no hay salida. Si fuera un discurso aplicable a la sociedad Argentina nada más, bueno: nos vamos a Uruguay. El problema es que es un discurso que avanza y, por otro lado, lo que vos planteabas: bueno, estando Kirchner en Europa lo citó Bush allá. Vos decías peligró la dama. Es cierto, por otro lado es: “aquí mando yo, entiéndase”. Lo pienso así, a buen entendedor pocas palabras: “oiga, venga para acá. Y tal día y a tal hora. Se terminó, a ver si entiende quién es el que manda”. Porque a mi me parece que las dificultades que suceden en el mundo actual es que hay gente que no entiende quién manda. Digamos ese es el vacío con el que se enfrenta el lenguaje, que ahí es donde aparece lo real: cuando no se entiende quién es el que manda. Y en este discurso me parece que los que aparecen como resto también pueden ser que sean los que no entienden quienes son los que mandan.
- Sergio Rodriguez: Eso es sabido por encuestas: que una parte de los que votaron a Menem proviene de los propios marginales. Ahora la diferencia que tendría,: por un lado me parece muy importante lo que vos planteas en el sentido de que hay mucha gente que pareciera no entender que el mundo cambió y quienes están mandando ahora y que consecuencias eso tiene ¿no? Eso se lo dijo Lula hace poco a la izquierda de su partido, no sé si ustedes lo leyeron pero salió en todos los diarios. Les dijo: “ustedes no entienden que el mundo cambió”
- Abel Langer: Digamos si él hubiese entendido que el mundo cambió no hubiese avanzado con las propuestas que avanzó durante 30 o 40 años. Ahora, él que no entendió, lo entendió de golpe y le tiene que hacer entender a los otros. Le va a costar un poco de trabajo.
- Sergio Rodriguez: Lo que plantea Abel es muy interesante en el siguiente sentido: por un lado así como critiqué a Marx lo voy a reivindicar ahora y también lo voy a reivindicar a Lacan y al psicoanálisis en ese sentido. En el sentido de que la gente según el lugar que ocupe está limitado por ese lugar y dentro de ese lugar tiene movimientos limitados para hacer. Esto lo vemos tanto en la clínica psicoanalítica, por ejemplo cuando muchas veces uno ve, escucha gente que supuestamente cae de su peso que tendría que separarse en su matrimonio y, sin embargo, no se separan. Uno no debe observar con la mentalidad fundamentalista de esa tontería que anduvo en el lacanismo en alguna época de que había que proceder según el deseo y punto. Lacan de lo que habló es de “no ceder en el deseo”, de que cuando se cede en el deseo quien lo hace puede pasar a sentirse culpable. Pero no es lo mismo no ceder, que hacer el deseo. Ese fundamentalismo tiene que ver también con vacilaciones dentro del propio Lacan, donde en alguna época, hablando de Antígona, levantaba el “deseo puro”. Pero ya en “Los cuatro conceptos...”, en cierto modo, él se autocrítica de eso. ¿Por qué? Por una cuestión muy sencilla, porque las relaciones sociales justamente son entre deseos salvajes, pero que tienen que vehiculizarse vía la demanda. Y la demanda no es ejecutable si no es en la relación con el otro. No se debe ceder en el deseo, pero eso no quiere decir que uno lo lleve hasta las últimas instancias, de cualquier manera. Eso uno lo observa mucho en la clínica, pero en las cuestiones políticas también porque lo que apareció brutalmente en la década del noventa digamos, y en los comienzos del siglo XX, fue la hegemonía de ese Discurso del capitalista, que pone al deseo del agente amo como absoluto. Pero en la guerra de Irak cuando hay toda una parte de Europa que se le abre, y donde Bush no puede llevar adelante la guerra de Irak con el apoyo de la ONU, ahí tenemos que leerlo como un síntoma social, ahí ha pasado algo, no es cualquier cosa. Porque además era muy divertido, yo no sé si ustedes vieron el discurso del ministro de relaciones exteriores de Francia ( no me acuerdo ahora como se llamaba) en la ONU. Parecía un demócrata de izquierda de la mejor cepa y en realidad es ministro de un gobierno conservador. Hizo un bellísimo discurso, me acuerdo. Pero si ocurre eso, es porque si bien es cierto que manda este discurso, también es cierto que está en complicaciones, que está en dificultades.
- (intervención inaudible)
- No claro, por supuesto. Pero las dificultades se le han metido adentro del propio centro del Imperio. Por ejemplo: los tipos dicen con mucha claridad. Uno de los problemas que tienen es que están gastando 4000 millones de dólares mensuales en el sostenimiento de las tropas en Irak y encima las tropas se le quieren volver porque los están matando todos los días y además porque extrañan a la novia. Cómo le dijo en su momento, este chico Bin Laden, “ellos están demasiado acostumbrados al confort como para hacer la guerra”. Quiero decir: está todo en movimiento. Ahora, captar lo que vos planteas es muy importante y vos tenés razón. Lula recién lo capta cuando tiene que gobernar, hasta que él no tuvo que gobernar el no captaba eso.
- Abel Langer: Yo creo que la lectura desde nosotros, psicoanalistas, es lo que nos permite a veces captar algunas cosas para no embarcar a toda la gente en cualquier cosa.
- Serio Rodriguez: Estoy de acuerdo en eso que plantea Abel, pero no es porque nosotros seamos mejores como personas porque no, no es esa la historia, sino que justamente nuestra propia función como psicoanalistas nos hace escuchar tantas cosas que el mundo se nos aparece mucho más complejo que al común de la gente. Mucha de las cosas que estoy trasmitiendo en este seminario y he trasmitido en otros seminarios anteriores, especialmente en relación a la función amo tienen que ver con lo que les he ido escuchando a mis pacientes, a mis pacientes amos, donde he visto gente florecer “mágicamente” y he visto gente hundirse trágicamente y he escuchado cuales eran las cosas que les iban pasando y cómo ellos iban reaccionando a esas cosas que los lleva....
Cassette Nº 3
- Sergio Rodriguez: ... Filósofos, no digo porque vos seas filósofo sino porque los citas con cierta regularidad, no tienen esa ventaja que tenemos nosotros de estar escuchando diariamente estas cuestiones. Estamos como metidos en el guiso, entonces no es ni que somos más inteligentes ni que nada, sino simplemente que estamos metidos en el guiso y al mismo tiempo, estamos metidos en el guiso sin hervirnos en él. Esa es la ventaja también porque no es lo mismo ser el psicoanalista que escucha al capitalista mientras se le funde la empresa, que ser el capitalista que se le funde la empresa. Obviamente son dos posiciones distintas, pero que están metidos de un modo diferente en el mismo guiso.
- Laura Lueiro: En relación a la conversación que ustedes llevaban. En el discurso este que tiende a armar una cierta consistencia importante, digamos, ¿qué alternativa habría en el discurso capitalista? Estoy pensando en voz alta ¿no? Lo que sabemos es que los discursos pueden girar por cuarto giro, así que giran en función de alguna falla en el discurso que acá (indica la falta de flecha en el piso superior del discurso del capitalista) es difícil que se produzca por el lado de que no hay relación y porque las flechas tienen el mismo sentido. Ahora, el reverso de ese discurso, si uno lo piensa en el reverso, porque además cada giro implica según dijo Lacan la emergencia del discurso analítico, que permite el giro en el punto de falla, es decir que aparezca la castración operando en el discurso. El reverso de ese discurso, según tu lectura de hoy, serían los restos humanos en el lugar agente produciendo síntoma en el lugar del otro. Lo cual me parece, me asusta, por un lado, como si la única posibilidad de salida que yo veo hoy es diciembre del 2001 o cualquier evento similar donde los restos humanos, en el sentido de dislocados de algún ordenamiento social, toman el comando apelando al S1 que quedaría en el lugar del otro, significante amo, produciendo síntoma y obligando a hacer algo con eso. Si esta es una de las formas de salir del discurso capitalista es que corra sangre. Bueno, si se les ocurre alguna otra me encantaría.
- Alicia: Me venía acordando de algo que me contó una amiga que hace más o menos 20, 25 años que vive en Suecia pero viene muy al pie de lo que vos decís, si bien lo mío viene más del lado de la anécdota. Ella trabaja como una asistente social que trabaja con adolescentes, con muchísimos problemas que en general tienen que ver bueno, con el suicidio, con un alto porcentaje de alcoholismo, drogas, etc., lo que quieras encontrar. Y pensaba que es una sociedad, me quede mucho esto de la estabilización, terriblemente estabilizada por cosas que ella me cuenta de que hace veinte años que ella vive allí, además de los comentarios que uno puede tener en las generalidades. En donde la familia y las madres sobre todo, no necesitan hacer de madres, ni sostener a sus hijos porque digamos el estado, la escuela les resuelve absolutamente todo. Quiere decir que entran a la escuela y tienen el odontólogo, el pediatra, o sea que los padres no tienen que llevarlos ni al médico... Bueno, en esta sociedad, en donde los chicos se crían de esa manera, donde ingresan no sé, las horas que son bastantes en la escuela, y donde supuestamente no hay nada de que preocuparse, no se sabe los adolescentes cómo se están matando.
- S.R: Es interesante lo que trae Alicia, porque ahí ustedes tienen una sociedad que no está bajo la hegemonía del discurso del capitalista, está bajo la hegemonía de, si lo dijera en mis matemas, del discurso del capitalista entre encausante y encausado. Un capitalista más al estilo del capitalista del capitalista del “new deal” y sin embargo efectivamente esos fenómenos existen. Eso mismo plantea la importancia de la función del psicoanálisis para tratar de analizar estas cuestiones. El aburrimiento en esas sociedades es uno de los motores por ejemplo, de las tragedias entre los pibes. Me acuerdo un exiliado argentino que era hijo de suizos, se exilió en Suiza, vivió en Suiza como hasta el ochenta y pico una cosa así, y un día el hijo, que había ido a Suiza de chiquito con el padre, le dice: papá, me vuelvo a la Argentina. ¿Cómo? Se imaginan, ya acá era el 85, 86, no me acuerdo. Tenían todo asegurado, vivían bárbaro y que sé yo. ¿Por qué? Porque me aburro, acá me aburro. Y el padre le dice: ¿sabes una cosa? Yo también. Y se volvieron los dos. Lo cuento porque esa es la complejidad del fenómeno humano. Las sociedades nórdicas son el mejor producto de la utopía moderna científica y socialista. No las critico, ni las peyoriso, sino que simplemente digo, son sociedades que hay que analizar cuales son sus problemas y sus cosas. Pero volviendo a lo de Laura. Bueno, el punto que vos planteas es el que se nos plantea a nosotros en la Argentina actualmente. Este terrible aumento que ha habido de la delincuencia urbana que están tratando de manejar vía represiva y vía asistencialismo. Puso a esos restos como agente, por lo menos en esos fenómenos, pero no sólo en esos fenómenos. Hay algo que a mí me llamó mucho la atención y que es muy interesante y es que en esas fiestas, llamémosle “menemistas”, esas fiestas de gente con guita, como los de acá de la torre, ¿cómo se llama esta que tenemos cerca? “Le Parc” ¿ cuál es la música que le gusta poner a los pendejos? Cumbia villera. “Los pibes chorros”. Esa es la música que ponen los hijos de los ricos, que después se quejan porque si salen en su cuatro por cuatro los secuestran y viene toda la historieta que sabemos después. Esto es lo interesante del ser humano, porque uno puede, ahí se tiene que preguntar ¿qué le pasa a esos pibes? ¿Qué les entra a funcionar como objeto de su deseo en el fantasma?: el pibe villero, el pibe pistolero. Hace poco, no sé si leyeron ustedes, ayer, anteayer, dos pibes bien de clase media uno de 14 años y otro de 17 mataron a una anciana para asaltarla. De clase media, gente económicamente bien puesta. Entonces, esa es una posibilidad y la verdad es que es la más preocupante. Porque si el mundo fuera eso, el genero humano así como está habitado por la pulsión de muerte y no logra evitar armar una catástrofe cada X tiempo y producir los efectos que esa catástrofe produce, también es cierto que ha tenido siempre la capacidad de algún modo re-equilibrarse durante otro tiempo. Entonces, no sé que va a pasar, la verdad no sé, si yo dijera qué va a pasar sería un tonto, no sé que va a pasar. Una posibilidad es esa. Otra posibilidad es lo que aparentemente está incubándose en Europa, todo eso entra en tensión, está incubándose en Europa, está incubándose en el fenómeno Kirchner acá. No sabemos a donde va Kirchner, yo no lo conozco, no creo que alguno de los que... ni el debe saber a dónde va. Es más, el otro día me llegó el comentario de gente muy cercana de él, que empiezan a estar asustados de lo que ellos llaman los fuegos artificiales del gobierno. No sabemos. Lula, lo de Lula no es tan sencillo como lo ve la ultra-izquierda, es una tontería eso. Porque así como Lula agarra y le da una parte de las jubilaciones a las empresas privadas, como acá las AFJP y todo eso, por otro lado también agarra y empieza una reforma agraria donde le entrega partes muy grandes de la tierra brasilera a los “sin tierra”, eso salió hace tres días en los diarios. Son fenómenos complejos que están en marcha, no sabemos adonde van. Me hacen señal que corte. Bueno muchachos, buenas noches, nos vemos la próxima.
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