La función del agente en la estructura de los discursos y la funcionalidad del amo para la producción colectiva
Hemos dejado algunos carteles y programas del segundo módulo, si hay entre ustedes gente que ande por hospitales, instituciones, lugares así y pueda colocar los cartelitos, por supuesto agradecidos. También les anuncio que, a pedido del publico (como dirían en otra época), Laura Lueiro a decidido largar un curso introductorio de Lacan. La idea es porque hubo gente entre ustedes, especialmente no psicoanalistas, que se le acercaron diciendo que se les armaba mucha ensalada respecto a las cuestiones de Lacan, si podía hacer algo más de introducción a conceptos de él. Entonces es para iniciados y no iniciados en el psicoanálisis. La propuesta es empezar de cero, con algunos conceptos importantes en la teoría lacaniana, que son imprescindibles para la lectura de sus textos. Por ejemplo los temas: Lengua – Habla ; Signo – Significante – Letra ; Significación – Significancia – Sentido – Efecto de sentido – Valor ; Sintagma – Paradigma – Metáfora – Metonimia ; Los tres registros: lo imaginario, lo simbólico, lo real ; el nudo borromeo ; el objeto a ; la función fálica : Enunciado – Enunciación ; Estructura del discurso: lugares y elementos ; Los cuatro discursos ; Goce: del cuerpo, del significante, del otro.
Hoy les voy a hablar, le puse un título, ¿ Vino mi hijo? Tengo uno de los hijos que viene y es el que más me carga siempre por los títulos, pero no ha llegado así que lo puedo decir tranquilo. El pequeño y breve título es: “La función del agente en la estructura de los discursos y la funcionalidad del amo para la producción colectiva” ¿ qué tal?
Es una clase que va a empezar hoy, que la voy a cortar a las diez, diez y diez, así hacemos, por lo menos, dos grupos de intercambio aparte. El objetivo de la clase es trabajar la cuestión de cómo se relacionan los seres humanos a través de lo que la lingüística dio en llamar discursos. Lacan tomó de la lingüística esa nominación, y es lo que le da lógica a algo que nos llevó ciento cincuenta años de experiencia darnos cuenta que era así, nos gustara o no. Es que no hay, no ha habido, pareciera que no va a haber, por lo menos por como ha sido la experiencia hasta ahora, sociedades que funcionen sin que halla un lugar agente que después puede estar ocupado por diversos tipos de funciones, de investiduras, en función del cual se ordene el vínculo social entre la gente. La clase apunta a eso. Lo más probable, por el tiempo que tengo, es que logre desplegarles nada más que dos de esos discursos. Los dos escritos por Lacan en su momento. Uno, el discurso del amo antiguo, del cual ya les hablé pero lo voy a retomar un poco para poder ir más a fondo al discurso del capitalista, que es una curiosidad dentro de la historia del psicoanálisis. Porque Lacan cuando piensa y lanza este esquema de la lógica entre discursos, plantea cuatro discursos, inclusive taxativamente él plantea en ese seminario que es “El reverso del psicoanálisis”, que no pueden ser más que cuatro. Un buen día, no mucho tiempo después, porque él empieza con esta cuestión de los discursos alrededor del setenta, en el 72 en un viaje a Italia, en Milán, escribe un quinto discurso, el discurso del capitalista. Durante mucho tiempo supuse que eso había ocurrido en buena medida por la influencia de la época, digamos así, y de lo que era el movimiento estudiantil, social y obrero italiano, muy distinto al francés. Pero en la medida que va pasando el tiempo y se va desarrollando la “aldea global” o la “globalización de la aldea”, cada vez me sorprende más la visión que tuvo este tipo en ese momento, en que la verdad, creo que ninguno de nosotros ( ni dentro de los psicoanalistas, ni dentro de los políticos más radicales inclusive) podíamos tener en cuenta a algo que estaba pasando en las entrañas del capitalismo y que estaba transformando importantes modalidades de relación dentro del modo capitalista. Eso es lo que él va a plantear con este discurso del capitalista. Este prólogo es para que ustedes se ubiquen a donde vamos con la clase de hoy. También decidí ir explicándoles de a poco, tanto por los no psicoanalistas como por los que están empezando, digamos, y por todos nosotros, porque les voy a hacer una confesión personal. El tema de los discursos lo vengo trabajando desde el año 1980, o sea ya van 23 años y me doy cuenta que recién me estoy manejando con comodidad, en el sentido de no sentirme apretado por las definiciones estrictas de Lacan, hará tres o cuatro años, cinco no más. Entonces voy a tratar de ahorrarles cierto tiempo a ustedes y transmitírselo de esa manera. Por lo tanto también ustedes tengan presente que lo que van a recibir es una interpretación, por supuesto de los textos de Lacan, y no lo que Lacan decía.
Para leer lo que Lacan decía vayan a “El Envés del psicoanálisis” editado por Paidós como “ Reverso del psicoanálisis”, vayan a “ Radiofonía y Televisión” Especialmente el trabajo sobre radiofonía, vayan a Encore, vayan a la tercera de Roma, son lugares donde él sigue trabajando alrededor de esta cuestión. Acá lo que van a escuchar es a un intérprete. Por lo cual es prácticamente una opinión.
Partan de la siguiente idea: ¿ A que se le llama discurso? Yo no sé que les pasará a ustedes pero cuando empecé a estudiar estas cuestiones, para mi discursos eran lo que yo hacía en las asambleas de la Facultad de Medicina para enardecer a mi tropa y que me siguieran en las barbaridades que yo les proponía, para mí eso era un discurso. También era lo que decía Perón en la plaza, en fin, para mi eso era un discurso. Cuando empiezo a encontrarme con el tema del discurso, ya sea tanto en relación a la lingüística como a Lacan, me empiezo a encontrar con que la cuestión es más compleja: no es solamente lo que alguien dice sino cómo recibe aquel que escucha aquello que alguien dice. Hay una primera escritura en letras de eso, que lamentablemente hoy no se los puedo escribir porque no sé que pasó, desapareció el pizarrón, donde en un lugar se ponía:
E (emisor) R (receptor).
Primera escritura de la teoría de la comunicación, allá por el año 1950. Sobre eso Lacan va a plantear: no, pero no pasa eso sólo, sino que lo que pasa es que el receptor interviene sobre el emisor, entonces el efecto es el efecto de la relación entre lo que el emisor dice, lo que el receptor recibe y significa de eso, de ahí viene el efecto. Los lingüistas también hablaron de Locutor y Locutario, donde vuelve a aparecer esta idea de que alguien habla y alguien que escucha. No es la idea en la que Lacan se va a apoyar, sino que partiendo de esa primer idea, donde estaba la flecha del emisor al receptor, él dibuja la vuelta de la significación del receptor hacia el emisor, E él va desarrollando todo un camino complejo que dura muchos años, que termina pasando por uno de los grafos más desarrollados que él tuvo, que ustedes lo encuentran en un trabajo de él que se llama “La subversión del sujeto” y que se llamó el “Grafo del deseo”. Hasta ahí iba un Lacan que se manejaba en dos dimensiones. A esa altura él empieza a encontrar que lo que se planteaba teóricamente ya de antes, de que en realidad había tres registros ( real, simbólico e imaginario), planteaba la cuestión, por lo menos, en tres dimensiones. A partir de ahí es que él empieza a tratar de entender eso y mostrar lo que entiende, de ahí es que inventa el nudo borromeo, yo se los he mostrado a ustedes, seguramente volveremos sobre él en otras oportunidades. En medio de eso, él discrimina para el discurso cuatro posiciones básicas, cuatro lugares básicos que va a llamar: agente, otro ( por lo tanto la está planteando dos costados), de la verdad (por debajo del agente) y de la producción. Cuando él plantea esa cuestión, plantea que esos lugares pueden ser fijos o rotativos, pero que en todo caso si esos lugares son rotativos las letras tendrían que estar fijas y si esos lugares son fijos, que es lo que se estableció por hábito y costumbre después en el movimiento psicoanalítico, las letras son las que van a ir girando.
agente otro verdad producción (pérdida)
Primero quiero referirles algo sobre esos lugares, porque ahí ya ustedes se encuentran con algunas cosas importantes. Primero, algo que expliqué en la primer clase, que es esta cuestión de que él termina eligiendo el término agente, en lugar de emisor. Y que es una cuestión muy importante porque, creo que a él le viene de Freud, en el sentido de que Freud llamaba Vorstelung Raepresentanz, agente de la representación, o lo que está representando algo del orden de la pulsión y eso queda ahí. En determinado momento, (allá por el año 65´, 66´) se arma una polémica muy fuerte entre Lacan y Laplanche, que era otro gran psicoanalista francés. Laplanche propone traducir Vorstelung Raepresentanz como “representante representativo”, Lacan se enoja y dice: no, representante de la representación. Ustedes notarán que ahí ya hay una discusión de fondo muy fuerte, muy importante. Primero: porque Lacan ahí con lo que barre es con la ilusión de la representación, de que algo puede ser representado cabalmente. En un seminario como éste, que estamos tratando cuestiones de orden social y político, eso es muy importante porque es la primer cuestión, tal vez la más básica, que coloca en cuestión a la democracia, en el sentido de que si hay imposibilidad de representación la democracia como tal es imposible. Eso no quiere decir que yo sea partidario de las dictaduras, antidemocrático, cosas por el estilo, no. Como diría Churchill: es, dentro de los regímenes políticos, el menos malo. Pero de ahí a la ilusión que ustedes escuchan en los liberales, pero no sólo en los liberales, ustedes lo pueden escuchar, en teóricos, historiadores que tienen muy idealizada a la Grecia de Atenas y de Esparta y que suponen que esa Grecia funcionaba a través de la democracia directa, en el sentido de que funcionaba a través de la “Asamblea de los Libres” que por supuesto excluía a los esclavos, suponen entonces de que habría alguna posibilidad de democracia , de democracia directa. Justamente esta cuestión de que puede haber lo que represente, pero que lo que represente no es representativo es lo que poda las posibilidades de la democracia. La existencia del Inconsciente hace que no seamos capaces de representarnos estrictamente ni a nosotros mismos, mucho menos a otros. Cosa que vivimos todos los días,¿ verdad? La palabra agente tiene que ver entonces con esta cuestión de, en la tradición freudiana, de agente de la representación. Así lo traduce Echeverry en la traducción que hizo para Amorrortu. Pero la palabra agente además conlleva otra cosa: el agente no es en sí el propietario, el agente es el intermediario. El intermediario puede tener mayor o menor poder, pero está en representación, lo cual no quiere decir que representa efectiva y eficazmente. Ustedes habrán tenido más de una vez la experiencia de algún abogado, alguna herencia, algún juicio sucesorio, etc. Entonces, él plantea además de que ese lugar es un lugar de apariencia, en francés: un lugar de “semblant”. Esto también le llevó muchos años, no lo planteó de entrada.
¿ Por qué de apariencia? Porque en realidad, es lo que hace la apariencia de que está dirigiendo el juego, pero en realidad el agente puede dirigir el juego solamente sobre la base de tener en cuenta, o mejor dicho, condicionado por los otros tres elementos que constituyen la relación de discurso.
Se hizo popular ahora, lamentablemente, un llamamiento de Hebe de Bonafini a tomar las armas para hacer la revolución en un acto del M.T.D, o sea un grupo de piqueteros. Evidentemente la señora no tiene la más mínima idea de lo que es la política porque, obviamente, la política está condicionada siempre por una serie de condiciones, por una estructura que la condiciona. Dentro de esa estructura hay momentos, movimientos que se van desarrollando a partir de lo que en la estructura en su conjunto pasa. Esto lo conversábamos bastante largamente, ustedes recordarán, en la clase sobre el tiempo que desarrollamos hace tres o cuatro lunes.
Del otro lado él coloca el término “otro”, otro neutro, no quiere decir ni con mayúscula ni con minúscula, eso va a depender de que función, o sea que letra quede ubicada en ese lugar en los diferentes giros de discurso. Eso le dará una dignidad u otra a ese lugar.
Plantea que la producción siempre es un efecto de lo que ocurre en el otro, la producción no es producida por el agente es producida por el otro. Ayer contaba una anécdota que es verídica: Alejandro Romay le decía a un vecino de un barrio donde yo vivía, que eran muy amigos, escolaceaban juntos, él era fotógrafo, Alejandro Romay le dijo un día: ¿ vos querés hacer plata? Y sí, yo quiero hacer plata. De fotógrafo no la vas a hacer. ¿Cómo no lo voy a hacer? Tengo un estudio fantástico. No, no: la plata se hace con las manos de los demás; nunca con las propias, le dijo. Eso es lo que aparece en el tema de que la producción es un efecto del otro, por supuesto, bajo incidencia del agente. Ustedes ven acá que va una flecha directamente hacia el otro. (remite al “matema” de los lugares que está supra) La verdad sostiene al agente, por lo tanto es la verdad del agente, queda de ese lugar. Todo discurso siempre está al servicio de la verdad del agente, por supuesto que eso se va a acomplejar y complicar porque, ustedes fíjense, que hay una flecha que va de la verdad al otro y una flecha que va de la producción a la gente, por lo tanto la verdad al mismo tiempo que esta sosteniendo a l agente, está incidiendo sobre el otro. Eso también es observable en la cotidianeidad.
Primera cuestión que les quería plantear; porque eso es lo que le permite a Lacan escribir ese primer discurso que él llamó del amo antiguo, que conlleva alguna curiosidad. La relación en el discurso del amo antiguo se plantea entre un significante que represente a un sujeto y un significante que tiene que saber para operar en relación a la indicación desde el lugar del agente. Lacan insiste mucho en que, justamente, el esclavo sirve solo si sabe hacer algo, sino no sirve y esa era la cuestión de las guerras de la antigüedad, donde a los que no sabían hacer nada los mataban y los otros pasaban a ser esclavos. Pero esto es muy complejo en la época actual, porque ahora el saber que se exige del esclavo, el saber que se exige del trabajador es cada vez más complejo, más complicado.
Yo me acuerdo que quedé muy impresionado en una época que trabajaba con un grupo de desocupados y donde uno de ellos era un hombre que había sido el número tres en uno de los grandes frigoríficos de exportación de la Argentina. Cuando hicieron el proceso de reingeniería del frigorífico y de reciclamiento, a él lo dejaron cesante. Él no se calentó demasiado porque era el número tres: iba a conseguir rápido trabajo en algún otro lado. Lo que pasa es que al mismo tiempo empezaba el mismo proceso de reingeniería en los otros frigoríficos. Cuando se quiso acordar llevaba tres años buscando trabajo y en ese tiempo se había reordenado informaticamente toda la producción de los frigoríficos y todo el comercio exportador de los frigoríficos. Era un esclavo que no servía más. No consiguió, por lo menos yo lo vi a esa altura, no había conseguido trabajo y él ya estaba decidido a trabajar de lo que fuera. Y había sido el número tres de un frigorífico. Entonces esta cuestión del saber del lado del esclavo es muy importante. Es ese saber el que le permite a través de su goce producir. ¿ Por qué a través de su goce? Esto también lo hemos hablado en otras clases. Para simplificar, el tema del goce, en psicoanálisis, es muy complejo pero para simplificar ustedes piensen en lo que plantea Lacan en su trabajo “Psicoanálisis y Medicina”: goce es cuando el cuerpo se siente. No abre juicio sobre si se lo siente placenteramente o displacenteramente, no importa eso, sino cuando el cuerpo se siente. Un fenómeno de la actualidad, acá los psicoanalistas dirán si observan lo mismo que yo, pero un fenómeno en la actualidad es que todos los pacientes se quejan de estar cansados, todos, sin excepción, todos sienten el cuerpo. Estamos viviendo en una sociedad que uno puede decir que no se puede no gozar. Cuando les digo todos no les estoy hablando sólo de los trabajadores, ojo, les estoy hablando también de los patrones, de los amos. Es un tema muy interesante, algo de eso hemos tocado en la clase sobre el tiempo, que tiene que ver con la hiper-producción de nuevas tecnologías que se han introducido en la producción y comercialización y que imponen ritmos de trabajo que van mucho más allá de la capacidad humana. Contrariamente a lo que se suponía, se suponía antes que quien tenía que levantar las bolsas sobre su hombro, llevarlo por la lingada y que sé yo, era una sociedad mucho más sacrificada, sin embargo esa es la apariencia. Eso le ocurría a un sector, a los verdaderamente esclavos, pero los otros la pasaban mucho más tranquilos, eso ya no es así. Actualmente el ritmo que se ha introducido es de tal orden que todo el mundo anda cansado.
En el planteo de Lacan, que en otro momento voy a ir un poco más allá y alguna crítica le voy a hacer (no hoy), en este esquema él se plantea estrictamente la doctrina de Marx. Dice: Mientras el amo indica al trabajador producir, el trabajador produce lo que produce ( es el objeto a, va a plantear Lacan) que es el plus de goce, o sea el excedente que el goce del trabajador produce (insisto no se hagan la idea de que el goce es placentero) el excedente que el trabajo del trabajador produce y del cual se va a apropiar el capitalista. Por lo tanto lo que llamó plus de goce es lo que Marx llamaba plusvalía. Fíjense entonces que el deseo del amo es “realizado” por el goce del trabajador.
Ahí hay otra cosa interesante, histórica, porque Lacan cuando habla de eso, lo dice con toda claridad, está hablando de los amos griegos, con lo cual pega todo un salto en relación a la teoría marxista, porque justamente lo que plantea Marx es que la plusvalía aparece recién con la posibilidad de la venta libre de la fuerza de trabajo. Es muy discutible toda la cuestión, lo hemos discutido bastante con algunos amigos marxistas. La idea que llegamos más o menos en común en esa época era que la cuestión está en que en la época previa a la revolución industrial no era calculable la plusvalía. Tengan en cuenta ustedes que hasta la introducción de los números arábigos en occidente, trabajando con números romanos era imposible hacer esos cálculos. Empiecen porque en los números romanos no había cero. Pero además de eso calculen ustedes con letras lo que era calcular la producción, el plus de producción, costos, beneficios, etc. El trabajo era de otro orden. Pero lo que es cierto, si uno lo piensa sencillamente, es que en realidad toda sociedad siempre se ha desarrollado sobre la base de un plus-producto, que ha circulado y ha tenido que ser distribuido de alguna manera. Habrá sido de una manera en la sociedad asiática, de otra en la, de otra en la sociedad industrial, pero siempre, desde que el ser humano se ha organizado en sociedad para trabajar, se ha producido un plus-producto que ha tenido que ser distribuido, y eso es lo que refleja Lacan con el discurso del amo antiguo.
Damos un salto en el tiempo y vamos a ese discurso del capitalista que planteo Lacan en el año 1972 en Milán. Nosotros (Psyche) tenemos el orgullo de haber sido los primeros en el mundo que publicamos este discurso, después de que había sido publicado por los que presenciaron ese seminario de Lacan, que eran unos colegas italianos de la “Universitá Degli Studio Milano”. El psicoanalista que organizó ese seminario se llamaba Finzi Conti, es un psicoanalista que actualmente no es mas lacaniano, y que editaba una revista muy interesante que se llamaba “ Il piccolo lo Hans” Les leo una síntesis muy sintética de lo que dice Lacan cuando larga ese discurso: “El significante es quien ha introducido en el mundo lo uno”, ustedes piensen que es imposible contar si no existiera el significante, aparecería todo como una masa informe, incontable. “El significante es quien ha introducido en el mundo lo uno, es suficiente que haya de lo uno para que eso... eso comience, eso (indica las formulas en el pizarrón)... eso comanda a S2.” (o sea el uno comanda al S2) “... es decir el significante que sigue, lo uno funciona: él obedece. Lo maravilloso de esto es que para obedecer es menester que se sepa algo”, que es de lo que conversábamos antes. “La característica del esclavo, tal como lo expresa Hegel, es la de saber alguna cosa. Si no supiese nada no se tomaría ni siquiera el trabajo de ordenarle cualquier cosa”. Obviamente a alguien que es incapaz de hacer algo a nadie se la va ocurrir darle una orden. “Por el único privilegio, por la sola primacía, la existencia inaugural propia del significante, por el echo que exista el lenguaje, el discurso del amo funciona. Es por otra parte todo lo que el amo necesita: que la cosa funcione.” De ahí pegó el salto.
Empieza a hablar de la crisis. Dice la crisis ( está en el 72, el tipo obviamente esta impactado por lo que pasó en el 68, 69,70, toda la oleada revolucionaria que había habido en Europa y que había abarcado especialmente a Francia, Italia y parte de Alemania y en Estados Unidos a los campus universitarios) “La crisis, no del discurso del amo, la del discurso capitalista que es el que lo sustituye está abierta.” O sea que ahí, él va a distinguir el discurso capitalista del discurso del amo. Dice: “no les digo que el discurso capitalista sea débil, tonto, al contrario es algo locamente astuto, ¿Verdad?”
“Muy astuto pero destinado a reventar, en fin es el discurso más astuto que se haya jamás tenido. Pero destinado a reventar. Porque es insostenible. Es insostenible... mediante un juego que podría explicarles... porque el discurso capitalista está allí, vean... (indica las fórmulas en el pizarrón) una pequeña inversión simplemente entre el S1 y el S que es el sujeto... es suficiente para que eso marche sobre ruedas, eso no podría correr mejor, pero justamente eso marcha, así velozmente a su consumación, eso se consume, eso se consume, hasta su consumición.” Tengan en cuenta que él está diciendo esto en época que estaba de moda hablar de la sociedad de consumo. Ahora, especialmente en los países del tercer mundo, cada vez se habla menos de eso, pero en los países del llamado primer mundo todavía hablan. Pero él hace un juego ahí, en el sentido ¿ qué es lo se consume en estas sociedades? ¿ qué es lo que está pasando? Entonces vayamos al análisis del discurso en sí.
$ S2 discurso del capitalista
S1 a
Eliminó la flecha que iba directo del lugar de la gente al lugar del otro, es el único discurso donde él hace eso. ¿ qué consecuencias tiene esto? Primera cuestión: que las dos flechas estén hacia abajo muestran lo insostenible que él habla ¿ por qué? En cualquiera de los otros discursos el lugar de la verdad está sosteniendo al agente, en cambio en el discurso del capitalista fíjense que no está sosteniendo al lugar del agente. Algunos piensan que sólo habla de la inversión, puede ser, pero veamos otro efecto que tal vez es el más importante y este, lamentablemente, los argentinos lo hemos vivido en toda la década menemista. Ese efecto es el siguiente: la falta de esta flecha indica que se produce una falta de relación entre el que da la orden y el que es ordenado. Esto es muy evidente, especialmente en relación al capital financiero, a los llamados capitales golondrina, algunos lo llaman capitales buitres y, ojo, porque esos capitales muchas veces operan no sólo sobre la base de, supónganse, las inversiones en la bolsa o las inversiones bancarias, etc., sino (acá en la argentina hemos tenido la experiencia), de firmas alemanas, españolas que han venido y han comprado grandes editoriales, por ejemplo, u otras grandes empresas de fabricación, las han reciclado y las han vendido. Otras han sido compradas directamente para ser cerradas, eso ustedes saben, empresas que han comprado a sus competidores y han cerrado esa empresa, ¿verdad? En general cuando se analiza ese tipo de capital se ve que está manejados por los llamados “ fondos de inversión”. Lo cual vuelve a complicar todo, porque en los fondos de inversión, por supuesto, hay grandes capitales de propietarios privados que ponen su inversión ahí. Supónganse, los conocidos, los famosos, un Gates, la familia Rockefeller, cualquiera de esos, pero además de eso algo que dice Bush es cierto: hay miles y miles de pequeños ahorristas que también ponen esos fondos ahí. Acá en la Argentina se armó mucho lío con el asunto del corralito y de que habían sido expropiados quienes habían depositado sus fondos en los bancos. En la misma época, entre el 2000, 2001, hubo caídas en la Bolsa de Nueva York, especialmente en el índice NASDAQ, en las que se fundieron también miles y miles de pequeños ahorristas. Ellos sí, sin ninguna posibilidad de poder llegar a recuperar algo de esos fondos, directamente se fundieron. Lo llamativo de eso es que esas empresas no están dirigidas por sus dueños, digamos el dueño es anónimo. Están dirigidas por sus ejecutivos, ustedes vieron que uno de los grandes líos que surgió en Estados Unidos fue justamente porque una de las razones por las cuales algunos de esos grandes de esos grandes conglomerados empresarios se fundían, eran por los sueldos que se auto adjudicaban los ejecutivos que funcionaban como presidente de la empresa, vicepresidente, etc. Extracciones enormes que hacían en dinero y en acciones. Pero ¿ qué tiene que ver esto con esto? Lo que tiene que ver con esto es que es muy distinto el efecto subjetivo que se produce en el amo, en el patrón, cuando tiene que tratar directamente con sus empleados, con sus trabajadores, con sus esclavos, que cuando para él sus trabajadores, sus esclavos son nada más que números.
Recuerdo una anécdota que me impresionó mucho de una muchacha que se analizaba conmigo,. Fue en la época de la hiperinflación menemista, ¿se acuerdan? La época que después se resuelve con las medidas que tomó Herman González como Ministro de Economía. El padre de ella era un viejo polaco, emigrado de la guerra cuando era chico. Se había educado acá en la Argentina, era contador, etc., etc. Había llegado a ser uno de los dos tipos principales de recursos humanos de una de las grandes empresas que se habían instalado en Ushuaia. ¿ Se acuerdan de la época que tenían beneficios legales por instalar empresas en esos lugares? Bueno, esa empresa se empezó a fundir, empezaron entonces la reingeniería y el reciclado. Este hombre había estado, él y su familia, en un campo de concentración nazi. Entonces llega un momento donde él y su compañero en recursos humanos tenían que agarrar la lista de los obreros, empleados, etc., y poner una crucecita a quienes quedaban afuera y los que no tenían la crucecita quedaban adentro. Este hombre tuvo un infarto en medio de esa función, en cambio al otro no le pasó nada. Claro, él había recibido esa función también pasivamente cuando de niño había estado en el campo de concentración, en cambio para el otro eran simples números lo que él estaba haciendo.
De otra paciente, su marido era jefe de recursos humanos de una gran empresa alemana. Este hombre también era judío-alemán, con toda una cuestión muy compleja porque la madre que también había estado en un campo de concentración, había tenido relaciones con uno de los carceleros del cual había nacido un hijo pero que no era él sino su hermano. La mujer había, primero, salvado la vida a partir de eso y luego rehecho su vida a partir de eso. La esposa me contaba horrorizada cómo este hombre, cuando llegó el momento de la reingeniería de la empresa, ella lo veía en su casa con la lista y una sonrisa de goce cada vez hacia que una crucecita.
Traigo estos dos ejemplos clínicos porque les quiero mostrar que el tema de ser amo, no se lo puede generalizar, simplificar y decir: “los amos”. Hay diferentes tipos de amos, hay diferentes tipos de discurso y según los diferentes tipos de discurso también el amo tiene diferente tipo de relación con sus trabajadores lo que resulta en diferentes tipos de amos. Este tipo de amos como los del discurso del capitalista, fue un gran golpe de vista que tuvo Lacan en 1972. Pasado el tiempo me asombró, cuando pasamos la experiencia menemista acá, ese golpe de vista que él tuvo. Porque tengan en cuenta que en el mundo ese tipo de capitalismo en realidad se empieza a desarrollar fuerte a partir de 1980, ochenta y pico. Acá en la Argentina y en muchos otros países su auge fue en la década del 90, comienzos del siglo XXI. Lo que capta Lacan en ese sentido (esa es mi lectura, por eso yo les decía están escuchando una interpretación de lo él escribió), lo que él capta es esa desarticulación que se produce entre el agente y el otro. Eso favorece un criterio mucho más cruel y sádico en el manejo de las empresas. Fíjense que a propósito huyo a la tentación de decir que son menos humanos, que los otros eran más humanistas, todo eso son tonteras. Si hay una bestia cruel y sádica es el ser humano. Pero lo es mucho más justamente, cuando el significante, el número, el símbolo permite establecer una distancia de tal orden que no se recibe esa vuelta que en cambio recibía el amo antiguo de la presencia carnal de sus trabajadores. Los otros animales funcionan distinto. O lo que yo llamo discurso del amo entre causante y encausado (lo vamos a trabajar en otra parte del seminario), que por ejemplo es el capitalista típico de las pymes, que aun subsisten unas cuantas en la Argentina, a pesar de todo. Pero que acá, por el tipo de formación económico social que tuvimos hasta el menemismo, podríamos decir que se empezó a destruir antes, en el 75, 76, pero por lo menos en el menemismo casi se destruyó totalmente. Había un tipo de funcionamiento donde la relación entre el amo y el trabajador era mucho más directa y eso le complicó la vida a muchos amos durante el menemismo. Por lo menos en mi consultorio he observado y he trabajado mucho con patrones que se les transformaba en todo una cuestión de conciencia (cambio de cinta) Cuando tenían que echar un obrero yo les escuchaba decir: “ Cuando era chico él ya trabajaba en la fabrica, cuando mi papá estaba empezando a hacer la fábrica yo iba y él me enseñaba a mi un montón de cosas ¿ cómo lo voy a echar?” Pescan la diferencia que hay entre ese amo y este otro amo, aquel para el cual su trabajador es nada más que un número. Entonces tener en cuenta estas cuestiones tiene su importancia porque sirve para un análisis social y político más complejo, más teniendo en cuenta lo que pasa verdaderamente y no resolverlo con consignas fácilistas, como: “la lucha es entre explotadores y explotados” y creer que de un plumazo se resolvió todo. Hay que tener más en cuenta qué es lo que pasa en el propio corazón de la producción y tener en cuenta como funciona eso. Bueno, paro ahí.
- Laura: A mí me cuesta mucho pensar que en el lugar agente está el sujeto barrado como agente, siempre me resultó difícil pensar y aprovecho la ocasión para hacerte la pregunta. Por otra parte siempre me resulto simpática esta cuestión de que quede el signo pesos en el lugar agente del discurso capitalista, pero bueno, no me alcanza para explicar lo del sujeto ahí, como agente.
- Sergio: Lo del signo pesos nos causa gracia por supuesto a los argentinos y a otros lugares que lo tienen como signo, pero suponte los franceses que tienen el franco, el Euro. Voy a la otra pregunta. Primero: al poner al sujeto barrado en ese lugar, pone al efecto más radical sobre el sujeto que produce el que sea efecto de la relación entre dos significantes. El efecto más radical es justamente la castración, la división, el puro corte. Es difícil de imaginar, además y no procuremos tampoco “imaginarlo”, pero es eso que hace que siempre estemos deseando, a menos que estemos muy enfermos. Por eso Lacan plantea que es muy astuto el discurso del amo, porque coloca al comando del discurso al puro deseo. Ahora también Lacan alrededor de eso tuvo idas y vueltas. Eso vos lo conoces porque también lo has trabajado, mientras en el seminario de la ética en el 7 Lacan hace una idealización del deseo puro a través de la posición de Antígona, en los Cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis, pone el freno, da marcha atrás y dice, da a entender que el deseo puro es lo que llevó, en definitiva, al holocausto nazi. Es el gran peligro. El gran peligro es justamente que está el puro deseo puesto ahí y creo que en ese sentido un ejemplar bastante típico de eso es Bush. Para él en lo posible no hay límites, cuando aparecen los límites son lo que le provienen de lo real, no hay ninguna frontera simbólica que a él lo pare. Fíjense en toda esta última discusión entre ellos alrededor de si había o no armas de destrucción masiva en Irak, ha sacado cada argumento de la manga que uno dice (está bien, uno sabe que es medio idiota pero es un idiota que está dirigiendo al mundo y que además, obviamente tiene todo un estado alrededor. Esos tipos nunca están solos, son productos del contexto en el cual están). Para él simplemente la cuestión es el deseo de apropiación que lo habita a él y a sus congéneres más cercanos que él lo vive como absoluto. Por eso me parece que es el mejor ejemplo en este momento del discurso capitalista. Acá tipos como Moneta, como Menem son ejemplo de eso. Vos fijate que está el sujeto de deseo pero también que en el lugar de la verdad está el significante amo, o sea, el deseo de quién está en el lugar agente es el deseo del amo. Ustedes dirán ¿ cuál es la diferencia con el discurso del amo antiguo? Y que en el discurso del amo antiguo el que esta en el lugar de agente es un significante causado por un deseo, el sujeto barrado, pero es lo que trabajo Marx en “ EL Capital”, cuando trabaja el tema de la plusvalía toma el ejemplo del industrial textil. Y era toda una cosa, eran familias donde el orgullo era haber sido el que desarrolló el automóvil, la familia Ford, supónganse ustedes. Actualmente ese tipo de capitalista le importa un bledo la producción de la cuál se trate en la que invierte sus capitales, lo único que le llama la atención es producir la mayor ganancia posible y por eso los capitales van de un lado para otro sin ningún tipo de límite. El grupo Excel, por ejemplo, en él estaba Yabrán.
- Escudero: Simplemente quería referirme al concepto de plus desde la perspectiva de lo económico, saliendo un poquito del tema de Lacan. Porque en realidad lo que se ha demostrado desde el punto de vista económico o empresarial, el plus lo produce el empresario por la conjunción de elementos de servicio que pone, que le agrega al producto. Porque el producto, por ejemplo, una vez producido y estacionado o acopiado, si no está distribuido, si no tiene un diseño acorde, si no está publicitado y no está en los canales de distribución en tiempo y en forma, no tiene valor. O sea, el plus de valor lo produce la gestión empresaria a través de la combinación de una serie de elementos que son complejos desde la perspectiva del “homo faber”, o sea desde la persona que simplemente lo produce. O sea todo lo demás me parece que cierra, pero el tema del plus, que el producto vaya al amo, yo diría que es un tránsito sin agregado de valor.
- Sergio: Mirá, en buena parte estoy de acuerdo con lo que vos decís. Es más, es un adelanto de lo que va a ser la clase mía cuando trabaje el tema del Discurso del amo entre encausante y encausado. La diferencia que en todo caso tengo con vos, es que creo que el plus es una producción de la relación de discurso en su conjunto. Está todo lo vos decís del amo, creo que ese fue el gran error de Marx, no captar esa función del amo y volcarse, enfocarse, sólo en la función del trabajador. Creo que nosotros cometeríamos el error inverso si nos volcamos y no encerramos en sólo la función del amo. No hay amo sin trabajador y no hay trabajador sin agente, esa es la cuestión. A partir de eso me parece sí, que hay que repensar todo el tema de la distribución del plus. Es sabido que inclusive en las empresas hay empresas que tienen una modalidad de manejo del plus muy diferentes a otras y producen también efectos muy diferentes ¿ no?
- Abel: Dos cosas. Primero yo estaba pensando la cuestión del plus: es cierto que si hay una producción de una empresa que no se distribuye ese plus desaparece, pero lo que es intrínseco es que hay un plus que se produce y que va a ir originariamente a alguien que no es el trabajador, a nivel estrictamente económico. Hay algo que se extrae que es ese plus, que se llama plusvalía de la teoría de Marx. Pero por otro lado yo estaba pensando, Sergio, si en el discurso del capitalista el sujeto barrado, en la forma en que vos lo estás trabajando, no tiene que ver con Sade ¿no? Es una pregunta porque lo que me aparece ahí, lo que se me ocurre es el lugar donde no hay, es a puro deseo, sin límite, absolutamente sin límite. Es decir, el único límite viene por la fuerza de lo real, sería ahí donde algo puede caer. De Bush podemos decir: no tiene límites, hasta que le empiezan a aparecer los muertos de vuelta.
- Sergio: Sí, estoy de acuerdo, creo que esa es la cuestión y la verdad que yo estaba muy pesimista hasta el momento de las grandes manifestaciones de masa contra la guerra en Irak, ¿ se acuerdan? El quince de febrero, las manifestaciones previas a la guerra, porque es la primera vez en la historia del mundo que hay manifestaciones masivas que abarcan a millones de personas antes de una guerra, eso es muy importante. Pero la verdad que hasta ese momento yo estaba muy pesimista, no sé si tiene algún valor dejar de lado ese pesimismo pero por lo menos hay un poco más de oxigeno. Porque, efectivamente, esos amos no tienen límites. Lo que dice Abel es estrictamente así por eso es que Lacan plantea que marchan hacia su consumición, dice van a su consumación sí y a su consumición. Porque, claro, lo que a esos tipos no les cabe en la cabeza es que a medida en que liquidan a sus esclavos se liquidan a si mismos. Es cierto que hay condiciones tecnológicas de un orden diferente a la época clásica del amo y el esclavo, supónganse donde el trabajo manual era imprescindible. Es cierto que ahora con, yo me acuerdo, acá está Pablo Zunino un amigo de hace muchos años ¿ te acordás el diario Japonés en el ochenta?, que lo podían producir con seis tipos, o sea, fuera de los periodistas, el resto del diario eran seis tipos y los tipos producían el diario. Había fábricas japonesas de autos donde ocupaban mano de obra para evitar la desocupación, pero con cuatro o cinco obreros podían producir toda la cadena, porque habían robotizado absolutamente la fábrica. Desde el punto de vista tecnológico el capitalista podría producir sin necesidad casi de mano de obra. Esa es la gran diferencia con la época de Hegel, pero lo que ellos no pueden evitar es que para que la empresa ande, esa producción hay que vendérsela a alguien, por lo tanto si liquidan la mano de obra liquidan a los clientes. El gran problema me parece a mi en que está el capitalismo en la época actual es ese, que si liquida a la mano de obra liquida a los clientes. Esto lo discutieron los Golden Boys, un grupo de futurólogos norteamericanos que tenían concentrados en Miami y que pagan los Rockefeler, los Ford, para que piensen en el futuro, hacían futurología. Estaba el matrimonio aquel, ¿cómo se llamaba?, se acuerdan , los que escribían en Clarín, se me voló ahora... Albin Topfler. Estaba él y todo otro núcleo de tipos. Estaban pensando cómo seguir al mundo en esas condiciones. En esa época el mundo era un mundo de cinco mil millones (5.000.000.000) de personas y los tipos habían llegado a la conclusión de que el planeta era un planeta para mil quinientos millones (1.500.000.000) de personas, o sea que había tres mil quinientos millones (3.500.000.000) que estaban de más. Hay un chiste que yo lo había pegado en las paredes de mi casa porque me divertía mucho, de Fontanarrosa, donde hay un cicerone mostrándole a turistas y está en un country. Entonces muestra el country y el tipo dice: bueno, esto es el equivalente a las sociedades amuralladas de la edad media y se veían a los famélicos alrededor. Todo eso que para Fontanarrosa era un chiste en el año ochenta y pico, los futurólogos pensaban en el año ochenta, es una realidad actualmente. No sólo en la Argentina, no nos engañemos, porque cuando yo escucho: “no, este país...” Este país las pelotas. Vayan a ver la película norteamericana, el documental Bowling Columbine y se darán cuenta que no es un problema solamente argentino. Es un problema que hace a lo que esta pasando en las entrañas del modo de producción capitalista, que por otro lado es el único modo de producción en estos momentos. Ahora pareciera que empieza a haber una reacción dentro de los propios capitalistas, porque además, no creo que ninguno de ustedes suponga que lo que está pasando en este momento con el kirchnerismo en la Argentina es producto del alma bella de Kirchner. Yo no lo conozco personalmente, no tengo la menor idea de quien es. No se hablaban cosas demasiado buenas de cómo había llevado adelante su provincia, otras sí. No me interesa, no es ese el punto. Sino que creo que hay todo un sector del capitalismo que de algún modo está captando que se iba a lo que plantea Lacan ahí, a la consumición de si mismo.
- Abel: Yo estaba pensando que lo que plantea Lacan ahí (se me ocurre, no sé), si en esa época estaba relacionado con Heidegger, porque la idea de consumación, de consumar, viene por ahí la cosa. Para la lengua castellana consumar es llevar algo hasta el final. Heidegger tiene un trabajo, creo que es en “Poesía y verdad”, de la década del 30, 31, 32, para él la cultura occidental se va a consumar, algo así como que va a terminar para que comience algo diferente y nuevo. Al estilo del movimiento de la cultura Toynbe, cada x cantidad de tiempo se renueva y aparece una nueva cultura, en ese sentido habla de consumación. No como que se termina sino que llega a su fin para reiniciarse en un nuevo comienzo con un nuevo movimiento. Esta es la idea de Heidegger, que por ahí se me ocurre que la vuelta que le da Lacan es por este lado.
- Escudero: Yo no sé, desde el punto de vista de, saliendo de lo psicoanalítico, la religión misma plantea que si un ser degrada al otro por su naturaleza de contingente se degrada a si mismo y pienso que en lo que vos decías de Heidegger, de repente es más significativo lo que dice Levinas con relación al otro: que el otro es el lugar de la impotencia del sujeto y donde se tiene que abstener de toda acción para que el otro siga siendo el otro. Entonces, si el ser humano aunque lograra construir un mundo feliz a lo Huxley, podrían funcionar porque supuestamente la tecnología dice que biológicamente se puede condicionar al operario que no va a tener trabajo ni ingresos. Lo podes condicionar a una forma de vida rudimentaria, pero la persona que condiciona a la vez se degrada a sí mismo y borra la alteridad, borra la posibilidad de evolución a través del otro, o sea se está auto condenando, no sólo desde el punto de vista económico sino también desde el punto de vista de evolución psicológica.
- Sergio: Bueno, esperá un poquito. Te agradezco, paramos acá y vamos a los grupos, sino va a pasar lo mismo de siempre.
Hemos dejado algunos carteles y programas del segundo módulo, si hay entre ustedes gente que ande por hospitales, instituciones, lugares así y pueda colocar los cartelitos, por supuesto agradecidos. También les anuncio que, a pedido del publico (como dirían en otra época), Laura Lueiro a decidido largar un curso introductorio de Lacan. La idea es porque hubo gente entre ustedes, especialmente no psicoanalistas, que se le acercaron diciendo que se les armaba mucha ensalada respecto a las cuestiones de Lacan, si podía hacer algo más de introducción a conceptos de él. Entonces es para iniciados y no iniciados en el psicoanálisis. La propuesta es empezar de cero, con algunos conceptos importantes en la teoría lacaniana, que son imprescindibles para la lectura de sus textos. Por ejemplo los temas: Lengua – Habla ; Signo – Significante – Letra ; Significación – Significancia – Sentido – Efecto de sentido – Valor ; Sintagma – Paradigma – Metáfora – Metonimia ; Los tres registros: lo imaginario, lo simbólico, lo real ; el nudo borromeo ; el objeto a ; la función fálica : Enunciado – Enunciación ; Estructura del discurso: lugares y elementos ; Los cuatro discursos ; Goce: del cuerpo, del significante, del otro.
Hoy les voy a hablar, le puse un título, ¿ Vino mi hijo? Tengo uno de los hijos que viene y es el que más me carga siempre por los títulos, pero no ha llegado así que lo puedo decir tranquilo. El pequeño y breve título es: “La función del agente en la estructura de los discursos y la funcionalidad del amo para la producción colectiva” ¿ qué tal?
Es una clase que va a empezar hoy, que la voy a cortar a las diez, diez y diez, así hacemos, por lo menos, dos grupos de intercambio aparte. El objetivo de la clase es trabajar la cuestión de cómo se relacionan los seres humanos a través de lo que la lingüística dio en llamar discursos. Lacan tomó de la lingüística esa nominación, y es lo que le da lógica a algo que nos llevó ciento cincuenta años de experiencia darnos cuenta que era así, nos gustara o no. Es que no hay, no ha habido, pareciera que no va a haber, por lo menos por como ha sido la experiencia hasta ahora, sociedades que funcionen sin que halla un lugar agente que después puede estar ocupado por diversos tipos de funciones, de investiduras, en función del cual se ordene el vínculo social entre la gente. La clase apunta a eso. Lo más probable, por el tiempo que tengo, es que logre desplegarles nada más que dos de esos discursos. Los dos escritos por Lacan en su momento. Uno, el discurso del amo antiguo, del cual ya les hablé pero lo voy a retomar un poco para poder ir más a fondo al discurso del capitalista, que es una curiosidad dentro de la historia del psicoanálisis. Porque Lacan cuando piensa y lanza este esquema de la lógica entre discursos, plantea cuatro discursos, inclusive taxativamente él plantea en ese seminario que es “El reverso del psicoanálisis”, que no pueden ser más que cuatro. Un buen día, no mucho tiempo después, porque él empieza con esta cuestión de los discursos alrededor del setenta, en el 72 en un viaje a Italia, en Milán, escribe un quinto discurso, el discurso del capitalista. Durante mucho tiempo supuse que eso había ocurrido en buena medida por la influencia de la época, digamos así, y de lo que era el movimiento estudiantil, social y obrero italiano, muy distinto al francés. Pero en la medida que va pasando el tiempo y se va desarrollando la “aldea global” o la “globalización de la aldea”, cada vez me sorprende más la visión que tuvo este tipo en ese momento, en que la verdad, creo que ninguno de nosotros ( ni dentro de los psicoanalistas, ni dentro de los políticos más radicales inclusive) podíamos tener en cuenta a algo que estaba pasando en las entrañas del capitalismo y que estaba transformando importantes modalidades de relación dentro del modo capitalista. Eso es lo que él va a plantear con este discurso del capitalista. Este prólogo es para que ustedes se ubiquen a donde vamos con la clase de hoy. También decidí ir explicándoles de a poco, tanto por los no psicoanalistas como por los que están empezando, digamos, y por todos nosotros, porque les voy a hacer una confesión personal. El tema de los discursos lo vengo trabajando desde el año 1980, o sea ya van 23 años y me doy cuenta que recién me estoy manejando con comodidad, en el sentido de no sentirme apretado por las definiciones estrictas de Lacan, hará tres o cuatro años, cinco no más. Entonces voy a tratar de ahorrarles cierto tiempo a ustedes y transmitírselo de esa manera. Por lo tanto también ustedes tengan presente que lo que van a recibir es una interpretación, por supuesto de los textos de Lacan, y no lo que Lacan decía.
Para leer lo que Lacan decía vayan a “El Envés del psicoanálisis” editado por Paidós como “ Reverso del psicoanálisis”, vayan a “ Radiofonía y Televisión” Especialmente el trabajo sobre radiofonía, vayan a Encore, vayan a la tercera de Roma, son lugares donde él sigue trabajando alrededor de esta cuestión. Acá lo que van a escuchar es a un intérprete. Por lo cual es prácticamente una opinión.
Partan de la siguiente idea: ¿ A que se le llama discurso? Yo no sé que les pasará a ustedes pero cuando empecé a estudiar estas cuestiones, para mi discursos eran lo que yo hacía en las asambleas de la Facultad de Medicina para enardecer a mi tropa y que me siguieran en las barbaridades que yo les proponía, para mí eso era un discurso. También era lo que decía Perón en la plaza, en fin, para mi eso era un discurso. Cuando empiezo a encontrarme con el tema del discurso, ya sea tanto en relación a la lingüística como a Lacan, me empiezo a encontrar con que la cuestión es más compleja: no es solamente lo que alguien dice sino cómo recibe aquel que escucha aquello que alguien dice. Hay una primera escritura en letras de eso, que lamentablemente hoy no se los puedo escribir porque no sé que pasó, desapareció el pizarrón, donde en un lugar se ponía:
E (emisor) R (receptor).
Primera escritura de la teoría de la comunicación, allá por el año 1950. Sobre eso Lacan va a plantear: no, pero no pasa eso sólo, sino que lo que pasa es que el receptor interviene sobre el emisor, entonces el efecto es el efecto de la relación entre lo que el emisor dice, lo que el receptor recibe y significa de eso, de ahí viene el efecto. Los lingüistas también hablaron de Locutor y Locutario, donde vuelve a aparecer esta idea de que alguien habla y alguien que escucha. No es la idea en la que Lacan se va a apoyar, sino que partiendo de esa primer idea, donde estaba la flecha del emisor al receptor, él dibuja la vuelta de la significación del receptor hacia el emisor, E él va desarrollando todo un camino complejo que dura muchos años, que termina pasando por uno de los grafos más desarrollados que él tuvo, que ustedes lo encuentran en un trabajo de él que se llama “La subversión del sujeto” y que se llamó el “Grafo del deseo”. Hasta ahí iba un Lacan que se manejaba en dos dimensiones. A esa altura él empieza a encontrar que lo que se planteaba teóricamente ya de antes, de que en realidad había tres registros ( real, simbólico e imaginario), planteaba la cuestión, por lo menos, en tres dimensiones. A partir de ahí es que él empieza a tratar de entender eso y mostrar lo que entiende, de ahí es que inventa el nudo borromeo, yo se los he mostrado a ustedes, seguramente volveremos sobre él en otras oportunidades. En medio de eso, él discrimina para el discurso cuatro posiciones básicas, cuatro lugares básicos que va a llamar: agente, otro ( por lo tanto la está planteando dos costados), de la verdad (por debajo del agente) y de la producción. Cuando él plantea esa cuestión, plantea que esos lugares pueden ser fijos o rotativos, pero que en todo caso si esos lugares son rotativos las letras tendrían que estar fijas y si esos lugares son fijos, que es lo que se estableció por hábito y costumbre después en el movimiento psicoanalítico, las letras son las que van a ir girando.
agente otro verdad producción (pérdida)
Primero quiero referirles algo sobre esos lugares, porque ahí ya ustedes se encuentran con algunas cosas importantes. Primero, algo que expliqué en la primer clase, que es esta cuestión de que él termina eligiendo el término agente, en lugar de emisor. Y que es una cuestión muy importante porque, creo que a él le viene de Freud, en el sentido de que Freud llamaba Vorstelung Raepresentanz, agente de la representación, o lo que está representando algo del orden de la pulsión y eso queda ahí. En determinado momento, (allá por el año 65´, 66´) se arma una polémica muy fuerte entre Lacan y Laplanche, que era otro gran psicoanalista francés. Laplanche propone traducir Vorstelung Raepresentanz como “representante representativo”, Lacan se enoja y dice: no, representante de la representación. Ustedes notarán que ahí ya hay una discusión de fondo muy fuerte, muy importante. Primero: porque Lacan ahí con lo que barre es con la ilusión de la representación, de que algo puede ser representado cabalmente. En un seminario como éste, que estamos tratando cuestiones de orden social y político, eso es muy importante porque es la primer cuestión, tal vez la más básica, que coloca en cuestión a la democracia, en el sentido de que si hay imposibilidad de representación la democracia como tal es imposible. Eso no quiere decir que yo sea partidario de las dictaduras, antidemocrático, cosas por el estilo, no. Como diría Churchill: es, dentro de los regímenes políticos, el menos malo. Pero de ahí a la ilusión que ustedes escuchan en los liberales, pero no sólo en los liberales, ustedes lo pueden escuchar, en teóricos, historiadores que tienen muy idealizada a la Grecia de Atenas y de Esparta y que suponen que esa Grecia funcionaba a través de la democracia directa, en el sentido de que funcionaba a través de la “Asamblea de los Libres” que por supuesto excluía a los esclavos, suponen entonces de que habría alguna posibilidad de democracia , de democracia directa. Justamente esta cuestión de que puede haber lo que represente, pero que lo que represente no es representativo es lo que poda las posibilidades de la democracia. La existencia del Inconsciente hace que no seamos capaces de representarnos estrictamente ni a nosotros mismos, mucho menos a otros. Cosa que vivimos todos los días,¿ verdad? La palabra agente tiene que ver entonces con esta cuestión de, en la tradición freudiana, de agente de la representación. Así lo traduce Echeverry en la traducción que hizo para Amorrortu. Pero la palabra agente además conlleva otra cosa: el agente no es en sí el propietario, el agente es el intermediario. El intermediario puede tener mayor o menor poder, pero está en representación, lo cual no quiere decir que representa efectiva y eficazmente. Ustedes habrán tenido más de una vez la experiencia de algún abogado, alguna herencia, algún juicio sucesorio, etc. Entonces, él plantea además de que ese lugar es un lugar de apariencia, en francés: un lugar de “semblant”. Esto también le llevó muchos años, no lo planteó de entrada.
¿ Por qué de apariencia? Porque en realidad, es lo que hace la apariencia de que está dirigiendo el juego, pero en realidad el agente puede dirigir el juego solamente sobre la base de tener en cuenta, o mejor dicho, condicionado por los otros tres elementos que constituyen la relación de discurso.
Se hizo popular ahora, lamentablemente, un llamamiento de Hebe de Bonafini a tomar las armas para hacer la revolución en un acto del M.T.D, o sea un grupo de piqueteros. Evidentemente la señora no tiene la más mínima idea de lo que es la política porque, obviamente, la política está condicionada siempre por una serie de condiciones, por una estructura que la condiciona. Dentro de esa estructura hay momentos, movimientos que se van desarrollando a partir de lo que en la estructura en su conjunto pasa. Esto lo conversábamos bastante largamente, ustedes recordarán, en la clase sobre el tiempo que desarrollamos hace tres o cuatro lunes.
Del otro lado él coloca el término “otro”, otro neutro, no quiere decir ni con mayúscula ni con minúscula, eso va a depender de que función, o sea que letra quede ubicada en ese lugar en los diferentes giros de discurso. Eso le dará una dignidad u otra a ese lugar.
Plantea que la producción siempre es un efecto de lo que ocurre en el otro, la producción no es producida por el agente es producida por el otro. Ayer contaba una anécdota que es verídica: Alejandro Romay le decía a un vecino de un barrio donde yo vivía, que eran muy amigos, escolaceaban juntos, él era fotógrafo, Alejandro Romay le dijo un día: ¿ vos querés hacer plata? Y sí, yo quiero hacer plata. De fotógrafo no la vas a hacer. ¿Cómo no lo voy a hacer? Tengo un estudio fantástico. No, no: la plata se hace con las manos de los demás; nunca con las propias, le dijo. Eso es lo que aparece en el tema de que la producción es un efecto del otro, por supuesto, bajo incidencia del agente. Ustedes ven acá que va una flecha directamente hacia el otro. (remite al “matema” de los lugares que está supra) La verdad sostiene al agente, por lo tanto es la verdad del agente, queda de ese lugar. Todo discurso siempre está al servicio de la verdad del agente, por supuesto que eso se va a acomplejar y complicar porque, ustedes fíjense, que hay una flecha que va de la verdad al otro y una flecha que va de la producción a la gente, por lo tanto la verdad al mismo tiempo que esta sosteniendo a l agente, está incidiendo sobre el otro. Eso también es observable en la cotidianeidad.
Primera cuestión que les quería plantear; porque eso es lo que le permite a Lacan escribir ese primer discurso que él llamó del amo antiguo, que conlleva alguna curiosidad. La relación en el discurso del amo antiguo se plantea entre un significante que represente a un sujeto y un significante que tiene que saber para operar en relación a la indicación desde el lugar del agente. Lacan insiste mucho en que, justamente, el esclavo sirve solo si sabe hacer algo, sino no sirve y esa era la cuestión de las guerras de la antigüedad, donde a los que no sabían hacer nada los mataban y los otros pasaban a ser esclavos. Pero esto es muy complejo en la época actual, porque ahora el saber que se exige del esclavo, el saber que se exige del trabajador es cada vez más complejo, más complicado.
Yo me acuerdo que quedé muy impresionado en una época que trabajaba con un grupo de desocupados y donde uno de ellos era un hombre que había sido el número tres en uno de los grandes frigoríficos de exportación de la Argentina. Cuando hicieron el proceso de reingeniería del frigorífico y de reciclamiento, a él lo dejaron cesante. Él no se calentó demasiado porque era el número tres: iba a conseguir rápido trabajo en algún otro lado. Lo que pasa es que al mismo tiempo empezaba el mismo proceso de reingeniería en los otros frigoríficos. Cuando se quiso acordar llevaba tres años buscando trabajo y en ese tiempo se había reordenado informaticamente toda la producción de los frigoríficos y todo el comercio exportador de los frigoríficos. Era un esclavo que no servía más. No consiguió, por lo menos yo lo vi a esa altura, no había conseguido trabajo y él ya estaba decidido a trabajar de lo que fuera. Y había sido el número tres de un frigorífico. Entonces esta cuestión del saber del lado del esclavo es muy importante. Es ese saber el que le permite a través de su goce producir. ¿ Por qué a través de su goce? Esto también lo hemos hablado en otras clases. Para simplificar, el tema del goce, en psicoanálisis, es muy complejo pero para simplificar ustedes piensen en lo que plantea Lacan en su trabajo “Psicoanálisis y Medicina”: goce es cuando el cuerpo se siente. No abre juicio sobre si se lo siente placenteramente o displacenteramente, no importa eso, sino cuando el cuerpo se siente. Un fenómeno de la actualidad, acá los psicoanalistas dirán si observan lo mismo que yo, pero un fenómeno en la actualidad es que todos los pacientes se quejan de estar cansados, todos, sin excepción, todos sienten el cuerpo. Estamos viviendo en una sociedad que uno puede decir que no se puede no gozar. Cuando les digo todos no les estoy hablando sólo de los trabajadores, ojo, les estoy hablando también de los patrones, de los amos. Es un tema muy interesante, algo de eso hemos tocado en la clase sobre el tiempo, que tiene que ver con la hiper-producción de nuevas tecnologías que se han introducido en la producción y comercialización y que imponen ritmos de trabajo que van mucho más allá de la capacidad humana. Contrariamente a lo que se suponía, se suponía antes que quien tenía que levantar las bolsas sobre su hombro, llevarlo por la lingada y que sé yo, era una sociedad mucho más sacrificada, sin embargo esa es la apariencia. Eso le ocurría a un sector, a los verdaderamente esclavos, pero los otros la pasaban mucho más tranquilos, eso ya no es así. Actualmente el ritmo que se ha introducido es de tal orden que todo el mundo anda cansado.
En el planteo de Lacan, que en otro momento voy a ir un poco más allá y alguna crítica le voy a hacer (no hoy), en este esquema él se plantea estrictamente la doctrina de Marx. Dice: Mientras el amo indica al trabajador producir, el trabajador produce lo que produce ( es el objeto a, va a plantear Lacan) que es el plus de goce, o sea el excedente que el goce del trabajador produce (insisto no se hagan la idea de que el goce es placentero) el excedente que el trabajo del trabajador produce y del cual se va a apropiar el capitalista. Por lo tanto lo que llamó plus de goce es lo que Marx llamaba plusvalía. Fíjense entonces que el deseo del amo es “realizado” por el goce del trabajador.
Ahí hay otra cosa interesante, histórica, porque Lacan cuando habla de eso, lo dice con toda claridad, está hablando de los amos griegos, con lo cual pega todo un salto en relación a la teoría marxista, porque justamente lo que plantea Marx es que la plusvalía aparece recién con la posibilidad de la venta libre de la fuerza de trabajo. Es muy discutible toda la cuestión, lo hemos discutido bastante con algunos amigos marxistas. La idea que llegamos más o menos en común en esa época era que la cuestión está en que en la época previa a la revolución industrial no era calculable la plusvalía. Tengan en cuenta ustedes que hasta la introducción de los números arábigos en occidente, trabajando con números romanos era imposible hacer esos cálculos. Empiecen porque en los números romanos no había cero. Pero además de eso calculen ustedes con letras lo que era calcular la producción, el plus de producción, costos, beneficios, etc. El trabajo era de otro orden. Pero lo que es cierto, si uno lo piensa sencillamente, es que en realidad toda sociedad siempre se ha desarrollado sobre la base de un plus-producto, que ha circulado y ha tenido que ser distribuido de alguna manera. Habrá sido de una manera en la sociedad asiática, de otra en la, de otra en la sociedad industrial, pero siempre, desde que el ser humano se ha organizado en sociedad para trabajar, se ha producido un plus-producto que ha tenido que ser distribuido, y eso es lo que refleja Lacan con el discurso del amo antiguo.
Damos un salto en el tiempo y vamos a ese discurso del capitalista que planteo Lacan en el año 1972 en Milán. Nosotros (Psyche) tenemos el orgullo de haber sido los primeros en el mundo que publicamos este discurso, después de que había sido publicado por los que presenciaron ese seminario de Lacan, que eran unos colegas italianos de la “Universitá Degli Studio Milano”. El psicoanalista que organizó ese seminario se llamaba Finzi Conti, es un psicoanalista que actualmente no es mas lacaniano, y que editaba una revista muy interesante que se llamaba “ Il piccolo lo Hans” Les leo una síntesis muy sintética de lo que dice Lacan cuando larga ese discurso: “El significante es quien ha introducido en el mundo lo uno”, ustedes piensen que es imposible contar si no existiera el significante, aparecería todo como una masa informe, incontable. “El significante es quien ha introducido en el mundo lo uno, es suficiente que haya de lo uno para que eso... eso comience, eso (indica las formulas en el pizarrón)... eso comanda a S2.” (o sea el uno comanda al S2) “... es decir el significante que sigue, lo uno funciona: él obedece. Lo maravilloso de esto es que para obedecer es menester que se sepa algo”, que es de lo que conversábamos antes. “La característica del esclavo, tal como lo expresa Hegel, es la de saber alguna cosa. Si no supiese nada no se tomaría ni siquiera el trabajo de ordenarle cualquier cosa”. Obviamente a alguien que es incapaz de hacer algo a nadie se la va ocurrir darle una orden. “Por el único privilegio, por la sola primacía, la existencia inaugural propia del significante, por el echo que exista el lenguaje, el discurso del amo funciona. Es por otra parte todo lo que el amo necesita: que la cosa funcione.” De ahí pegó el salto.
Empieza a hablar de la crisis. Dice la crisis ( está en el 72, el tipo obviamente esta impactado por lo que pasó en el 68, 69,70, toda la oleada revolucionaria que había habido en Europa y que había abarcado especialmente a Francia, Italia y parte de Alemania y en Estados Unidos a los campus universitarios) “La crisis, no del discurso del amo, la del discurso capitalista que es el que lo sustituye está abierta.” O sea que ahí, él va a distinguir el discurso capitalista del discurso del amo. Dice: “no les digo que el discurso capitalista sea débil, tonto, al contrario es algo locamente astuto, ¿Verdad?”
“Muy astuto pero destinado a reventar, en fin es el discurso más astuto que se haya jamás tenido. Pero destinado a reventar. Porque es insostenible. Es insostenible... mediante un juego que podría explicarles... porque el discurso capitalista está allí, vean... (indica las fórmulas en el pizarrón) una pequeña inversión simplemente entre el S1 y el S que es el sujeto... es suficiente para que eso marche sobre ruedas, eso no podría correr mejor, pero justamente eso marcha, así velozmente a su consumación, eso se consume, eso se consume, hasta su consumición.” Tengan en cuenta que él está diciendo esto en época que estaba de moda hablar de la sociedad de consumo. Ahora, especialmente en los países del tercer mundo, cada vez se habla menos de eso, pero en los países del llamado primer mundo todavía hablan. Pero él hace un juego ahí, en el sentido ¿ qué es lo se consume en estas sociedades? ¿ qué es lo que está pasando? Entonces vayamos al análisis del discurso en sí.
$ S2 discurso del capitalista
S1 a
Eliminó la flecha que iba directo del lugar de la gente al lugar del otro, es el único discurso donde él hace eso. ¿ qué consecuencias tiene esto? Primera cuestión: que las dos flechas estén hacia abajo muestran lo insostenible que él habla ¿ por qué? En cualquiera de los otros discursos el lugar de la verdad está sosteniendo al agente, en cambio en el discurso del capitalista fíjense que no está sosteniendo al lugar del agente. Algunos piensan que sólo habla de la inversión, puede ser, pero veamos otro efecto que tal vez es el más importante y este, lamentablemente, los argentinos lo hemos vivido en toda la década menemista. Ese efecto es el siguiente: la falta de esta flecha indica que se produce una falta de relación entre el que da la orden y el que es ordenado. Esto es muy evidente, especialmente en relación al capital financiero, a los llamados capitales golondrina, algunos lo llaman capitales buitres y, ojo, porque esos capitales muchas veces operan no sólo sobre la base de, supónganse, las inversiones en la bolsa o las inversiones bancarias, etc., sino (acá en la argentina hemos tenido la experiencia), de firmas alemanas, españolas que han venido y han comprado grandes editoriales, por ejemplo, u otras grandes empresas de fabricación, las han reciclado y las han vendido. Otras han sido compradas directamente para ser cerradas, eso ustedes saben, empresas que han comprado a sus competidores y han cerrado esa empresa, ¿verdad? En general cuando se analiza ese tipo de capital se ve que está manejados por los llamados “ fondos de inversión”. Lo cual vuelve a complicar todo, porque en los fondos de inversión, por supuesto, hay grandes capitales de propietarios privados que ponen su inversión ahí. Supónganse, los conocidos, los famosos, un Gates, la familia Rockefeller, cualquiera de esos, pero además de eso algo que dice Bush es cierto: hay miles y miles de pequeños ahorristas que también ponen esos fondos ahí. Acá en la Argentina se armó mucho lío con el asunto del corralito y de que habían sido expropiados quienes habían depositado sus fondos en los bancos. En la misma época, entre el 2000, 2001, hubo caídas en la Bolsa de Nueva York, especialmente en el índice NASDAQ, en las que se fundieron también miles y miles de pequeños ahorristas. Ellos sí, sin ninguna posibilidad de poder llegar a recuperar algo de esos fondos, directamente se fundieron. Lo llamativo de eso es que esas empresas no están dirigidas por sus dueños, digamos el dueño es anónimo. Están dirigidas por sus ejecutivos, ustedes vieron que uno de los grandes líos que surgió en Estados Unidos fue justamente porque una de las razones por las cuales algunos de esos grandes de esos grandes conglomerados empresarios se fundían, eran por los sueldos que se auto adjudicaban los ejecutivos que funcionaban como presidente de la empresa, vicepresidente, etc. Extracciones enormes que hacían en dinero y en acciones. Pero ¿ qué tiene que ver esto con esto? Lo que tiene que ver con esto es que es muy distinto el efecto subjetivo que se produce en el amo, en el patrón, cuando tiene que tratar directamente con sus empleados, con sus trabajadores, con sus esclavos, que cuando para él sus trabajadores, sus esclavos son nada más que números.
Recuerdo una anécdota que me impresionó mucho de una muchacha que se analizaba conmigo,. Fue en la época de la hiperinflación menemista, ¿se acuerdan? La época que después se resuelve con las medidas que tomó Herman González como Ministro de Economía. El padre de ella era un viejo polaco, emigrado de la guerra cuando era chico. Se había educado acá en la Argentina, era contador, etc., etc. Había llegado a ser uno de los dos tipos principales de recursos humanos de una de las grandes empresas que se habían instalado en Ushuaia. ¿ Se acuerdan de la época que tenían beneficios legales por instalar empresas en esos lugares? Bueno, esa empresa se empezó a fundir, empezaron entonces la reingeniería y el reciclado. Este hombre había estado, él y su familia, en un campo de concentración nazi. Entonces llega un momento donde él y su compañero en recursos humanos tenían que agarrar la lista de los obreros, empleados, etc., y poner una crucecita a quienes quedaban afuera y los que no tenían la crucecita quedaban adentro. Este hombre tuvo un infarto en medio de esa función, en cambio al otro no le pasó nada. Claro, él había recibido esa función también pasivamente cuando de niño había estado en el campo de concentración, en cambio para el otro eran simples números lo que él estaba haciendo.
De otra paciente, su marido era jefe de recursos humanos de una gran empresa alemana. Este hombre también era judío-alemán, con toda una cuestión muy compleja porque la madre que también había estado en un campo de concentración, había tenido relaciones con uno de los carceleros del cual había nacido un hijo pero que no era él sino su hermano. La mujer había, primero, salvado la vida a partir de eso y luego rehecho su vida a partir de eso. La esposa me contaba horrorizada cómo este hombre, cuando llegó el momento de la reingeniería de la empresa, ella lo veía en su casa con la lista y una sonrisa de goce cada vez hacia que una crucecita.
Traigo estos dos ejemplos clínicos porque les quiero mostrar que el tema de ser amo, no se lo puede generalizar, simplificar y decir: “los amos”. Hay diferentes tipos de amos, hay diferentes tipos de discurso y según los diferentes tipos de discurso también el amo tiene diferente tipo de relación con sus trabajadores lo que resulta en diferentes tipos de amos. Este tipo de amos como los del discurso del capitalista, fue un gran golpe de vista que tuvo Lacan en 1972. Pasado el tiempo me asombró, cuando pasamos la experiencia menemista acá, ese golpe de vista que él tuvo. Porque tengan en cuenta que en el mundo ese tipo de capitalismo en realidad se empieza a desarrollar fuerte a partir de 1980, ochenta y pico. Acá en la Argentina y en muchos otros países su auge fue en la década del 90, comienzos del siglo XXI. Lo que capta Lacan en ese sentido (esa es mi lectura, por eso yo les decía están escuchando una interpretación de lo él escribió), lo que él capta es esa desarticulación que se produce entre el agente y el otro. Eso favorece un criterio mucho más cruel y sádico en el manejo de las empresas. Fíjense que a propósito huyo a la tentación de decir que son menos humanos, que los otros eran más humanistas, todo eso son tonteras. Si hay una bestia cruel y sádica es el ser humano. Pero lo es mucho más justamente, cuando el significante, el número, el símbolo permite establecer una distancia de tal orden que no se recibe esa vuelta que en cambio recibía el amo antiguo de la presencia carnal de sus trabajadores. Los otros animales funcionan distinto. O lo que yo llamo discurso del amo entre causante y encausado (lo vamos a trabajar en otra parte del seminario), que por ejemplo es el capitalista típico de las pymes, que aun subsisten unas cuantas en la Argentina, a pesar de todo. Pero que acá, por el tipo de formación económico social que tuvimos hasta el menemismo, podríamos decir que se empezó a destruir antes, en el 75, 76, pero por lo menos en el menemismo casi se destruyó totalmente. Había un tipo de funcionamiento donde la relación entre el amo y el trabajador era mucho más directa y eso le complicó la vida a muchos amos durante el menemismo. Por lo menos en mi consultorio he observado y he trabajado mucho con patrones que se les transformaba en todo una cuestión de conciencia (cambio de cinta) Cuando tenían que echar un obrero yo les escuchaba decir: “ Cuando era chico él ya trabajaba en la fabrica, cuando mi papá estaba empezando a hacer la fábrica yo iba y él me enseñaba a mi un montón de cosas ¿ cómo lo voy a echar?” Pescan la diferencia que hay entre ese amo y este otro amo, aquel para el cual su trabajador es nada más que un número. Entonces tener en cuenta estas cuestiones tiene su importancia porque sirve para un análisis social y político más complejo, más teniendo en cuenta lo que pasa verdaderamente y no resolverlo con consignas fácilistas, como: “la lucha es entre explotadores y explotados” y creer que de un plumazo se resolvió todo. Hay que tener más en cuenta qué es lo que pasa en el propio corazón de la producción y tener en cuenta como funciona eso. Bueno, paro ahí.
- Laura: A mí me cuesta mucho pensar que en el lugar agente está el sujeto barrado como agente, siempre me resultó difícil pensar y aprovecho la ocasión para hacerte la pregunta. Por otra parte siempre me resulto simpática esta cuestión de que quede el signo pesos en el lugar agente del discurso capitalista, pero bueno, no me alcanza para explicar lo del sujeto ahí, como agente.
- Sergio: Lo del signo pesos nos causa gracia por supuesto a los argentinos y a otros lugares que lo tienen como signo, pero suponte los franceses que tienen el franco, el Euro. Voy a la otra pregunta. Primero: al poner al sujeto barrado en ese lugar, pone al efecto más radical sobre el sujeto que produce el que sea efecto de la relación entre dos significantes. El efecto más radical es justamente la castración, la división, el puro corte. Es difícil de imaginar, además y no procuremos tampoco “imaginarlo”, pero es eso que hace que siempre estemos deseando, a menos que estemos muy enfermos. Por eso Lacan plantea que es muy astuto el discurso del amo, porque coloca al comando del discurso al puro deseo. Ahora también Lacan alrededor de eso tuvo idas y vueltas. Eso vos lo conoces porque también lo has trabajado, mientras en el seminario de la ética en el 7 Lacan hace una idealización del deseo puro a través de la posición de Antígona, en los Cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis, pone el freno, da marcha atrás y dice, da a entender que el deseo puro es lo que llevó, en definitiva, al holocausto nazi. Es el gran peligro. El gran peligro es justamente que está el puro deseo puesto ahí y creo que en ese sentido un ejemplar bastante típico de eso es Bush. Para él en lo posible no hay límites, cuando aparecen los límites son lo que le provienen de lo real, no hay ninguna frontera simbólica que a él lo pare. Fíjense en toda esta última discusión entre ellos alrededor de si había o no armas de destrucción masiva en Irak, ha sacado cada argumento de la manga que uno dice (está bien, uno sabe que es medio idiota pero es un idiota que está dirigiendo al mundo y que además, obviamente tiene todo un estado alrededor. Esos tipos nunca están solos, son productos del contexto en el cual están). Para él simplemente la cuestión es el deseo de apropiación que lo habita a él y a sus congéneres más cercanos que él lo vive como absoluto. Por eso me parece que es el mejor ejemplo en este momento del discurso capitalista. Acá tipos como Moneta, como Menem son ejemplo de eso. Vos fijate que está el sujeto de deseo pero también que en el lugar de la verdad está el significante amo, o sea, el deseo de quién está en el lugar agente es el deseo del amo. Ustedes dirán ¿ cuál es la diferencia con el discurso del amo antiguo? Y que en el discurso del amo antiguo el que esta en el lugar de agente es un significante causado por un deseo, el sujeto barrado, pero es lo que trabajo Marx en “ EL Capital”, cuando trabaja el tema de la plusvalía toma el ejemplo del industrial textil. Y era toda una cosa, eran familias donde el orgullo era haber sido el que desarrolló el automóvil, la familia Ford, supónganse ustedes. Actualmente ese tipo de capitalista le importa un bledo la producción de la cuál se trate en la que invierte sus capitales, lo único que le llama la atención es producir la mayor ganancia posible y por eso los capitales van de un lado para otro sin ningún tipo de límite. El grupo Excel, por ejemplo, en él estaba Yabrán.
- Escudero: Simplemente quería referirme al concepto de plus desde la perspectiva de lo económico, saliendo un poquito del tema de Lacan. Porque en realidad lo que se ha demostrado desde el punto de vista económico o empresarial, el plus lo produce el empresario por la conjunción de elementos de servicio que pone, que le agrega al producto. Porque el producto, por ejemplo, una vez producido y estacionado o acopiado, si no está distribuido, si no tiene un diseño acorde, si no está publicitado y no está en los canales de distribución en tiempo y en forma, no tiene valor. O sea, el plus de valor lo produce la gestión empresaria a través de la combinación de una serie de elementos que son complejos desde la perspectiva del “homo faber”, o sea desde la persona que simplemente lo produce. O sea todo lo demás me parece que cierra, pero el tema del plus, que el producto vaya al amo, yo diría que es un tránsito sin agregado de valor.
- Sergio: Mirá, en buena parte estoy de acuerdo con lo que vos decís. Es más, es un adelanto de lo que va a ser la clase mía cuando trabaje el tema del Discurso del amo entre encausante y encausado. La diferencia que en todo caso tengo con vos, es que creo que el plus es una producción de la relación de discurso en su conjunto. Está todo lo vos decís del amo, creo que ese fue el gran error de Marx, no captar esa función del amo y volcarse, enfocarse, sólo en la función del trabajador. Creo que nosotros cometeríamos el error inverso si nos volcamos y no encerramos en sólo la función del amo. No hay amo sin trabajador y no hay trabajador sin agente, esa es la cuestión. A partir de eso me parece sí, que hay que repensar todo el tema de la distribución del plus. Es sabido que inclusive en las empresas hay empresas que tienen una modalidad de manejo del plus muy diferentes a otras y producen también efectos muy diferentes ¿ no?
- Abel: Dos cosas. Primero yo estaba pensando la cuestión del plus: es cierto que si hay una producción de una empresa que no se distribuye ese plus desaparece, pero lo que es intrínseco es que hay un plus que se produce y que va a ir originariamente a alguien que no es el trabajador, a nivel estrictamente económico. Hay algo que se extrae que es ese plus, que se llama plusvalía de la teoría de Marx. Pero por otro lado yo estaba pensando, Sergio, si en el discurso del capitalista el sujeto barrado, en la forma en que vos lo estás trabajando, no tiene que ver con Sade ¿no? Es una pregunta porque lo que me aparece ahí, lo que se me ocurre es el lugar donde no hay, es a puro deseo, sin límite, absolutamente sin límite. Es decir, el único límite viene por la fuerza de lo real, sería ahí donde algo puede caer. De Bush podemos decir: no tiene límites, hasta que le empiezan a aparecer los muertos de vuelta.
- Sergio: Sí, estoy de acuerdo, creo que esa es la cuestión y la verdad que yo estaba muy pesimista hasta el momento de las grandes manifestaciones de masa contra la guerra en Irak, ¿ se acuerdan? El quince de febrero, las manifestaciones previas a la guerra, porque es la primera vez en la historia del mundo que hay manifestaciones masivas que abarcan a millones de personas antes de una guerra, eso es muy importante. Pero la verdad que hasta ese momento yo estaba muy pesimista, no sé si tiene algún valor dejar de lado ese pesimismo pero por lo menos hay un poco más de oxigeno. Porque, efectivamente, esos amos no tienen límites. Lo que dice Abel es estrictamente así por eso es que Lacan plantea que marchan hacia su consumición, dice van a su consumación sí y a su consumición. Porque, claro, lo que a esos tipos no les cabe en la cabeza es que a medida en que liquidan a sus esclavos se liquidan a si mismos. Es cierto que hay condiciones tecnológicas de un orden diferente a la época clásica del amo y el esclavo, supónganse donde el trabajo manual era imprescindible. Es cierto que ahora con, yo me acuerdo, acá está Pablo Zunino un amigo de hace muchos años ¿ te acordás el diario Japonés en el ochenta?, que lo podían producir con seis tipos, o sea, fuera de los periodistas, el resto del diario eran seis tipos y los tipos producían el diario. Había fábricas japonesas de autos donde ocupaban mano de obra para evitar la desocupación, pero con cuatro o cinco obreros podían producir toda la cadena, porque habían robotizado absolutamente la fábrica. Desde el punto de vista tecnológico el capitalista podría producir sin necesidad casi de mano de obra. Esa es la gran diferencia con la época de Hegel, pero lo que ellos no pueden evitar es que para que la empresa ande, esa producción hay que vendérsela a alguien, por lo tanto si liquidan la mano de obra liquidan a los clientes. El gran problema me parece a mi en que está el capitalismo en la época actual es ese, que si liquida a la mano de obra liquida a los clientes. Esto lo discutieron los Golden Boys, un grupo de futurólogos norteamericanos que tenían concentrados en Miami y que pagan los Rockefeler, los Ford, para que piensen en el futuro, hacían futurología. Estaba el matrimonio aquel, ¿cómo se llamaba?, se acuerdan , los que escribían en Clarín, se me voló ahora... Albin Topfler. Estaba él y todo otro núcleo de tipos. Estaban pensando cómo seguir al mundo en esas condiciones. En esa época el mundo era un mundo de cinco mil millones (5.000.000.000) de personas y los tipos habían llegado a la conclusión de que el planeta era un planeta para mil quinientos millones (1.500.000.000) de personas, o sea que había tres mil quinientos millones (3.500.000.000) que estaban de más. Hay un chiste que yo lo había pegado en las paredes de mi casa porque me divertía mucho, de Fontanarrosa, donde hay un cicerone mostrándole a turistas y está en un country. Entonces muestra el country y el tipo dice: bueno, esto es el equivalente a las sociedades amuralladas de la edad media y se veían a los famélicos alrededor. Todo eso que para Fontanarrosa era un chiste en el año ochenta y pico, los futurólogos pensaban en el año ochenta, es una realidad actualmente. No sólo en la Argentina, no nos engañemos, porque cuando yo escucho: “no, este país...” Este país las pelotas. Vayan a ver la película norteamericana, el documental Bowling Columbine y se darán cuenta que no es un problema solamente argentino. Es un problema que hace a lo que esta pasando en las entrañas del modo de producción capitalista, que por otro lado es el único modo de producción en estos momentos. Ahora pareciera que empieza a haber una reacción dentro de los propios capitalistas, porque además, no creo que ninguno de ustedes suponga que lo que está pasando en este momento con el kirchnerismo en la Argentina es producto del alma bella de Kirchner. Yo no lo conozco personalmente, no tengo la menor idea de quien es. No se hablaban cosas demasiado buenas de cómo había llevado adelante su provincia, otras sí. No me interesa, no es ese el punto. Sino que creo que hay todo un sector del capitalismo que de algún modo está captando que se iba a lo que plantea Lacan ahí, a la consumición de si mismo.
- Abel: Yo estaba pensando que lo que plantea Lacan ahí (se me ocurre, no sé), si en esa época estaba relacionado con Heidegger, porque la idea de consumación, de consumar, viene por ahí la cosa. Para la lengua castellana consumar es llevar algo hasta el final. Heidegger tiene un trabajo, creo que es en “Poesía y verdad”, de la década del 30, 31, 32, para él la cultura occidental se va a consumar, algo así como que va a terminar para que comience algo diferente y nuevo. Al estilo del movimiento de la cultura Toynbe, cada x cantidad de tiempo se renueva y aparece una nueva cultura, en ese sentido habla de consumación. No como que se termina sino que llega a su fin para reiniciarse en un nuevo comienzo con un nuevo movimiento. Esta es la idea de Heidegger, que por ahí se me ocurre que la vuelta que le da Lacan es por este lado.
- Escudero: Yo no sé, desde el punto de vista de, saliendo de lo psicoanalítico, la religión misma plantea que si un ser degrada al otro por su naturaleza de contingente se degrada a si mismo y pienso que en lo que vos decías de Heidegger, de repente es más significativo lo que dice Levinas con relación al otro: que el otro es el lugar de la impotencia del sujeto y donde se tiene que abstener de toda acción para que el otro siga siendo el otro. Entonces, si el ser humano aunque lograra construir un mundo feliz a lo Huxley, podrían funcionar porque supuestamente la tecnología dice que biológicamente se puede condicionar al operario que no va a tener trabajo ni ingresos. Lo podes condicionar a una forma de vida rudimentaria, pero la persona que condiciona a la vez se degrada a sí mismo y borra la alteridad, borra la posibilidad de evolución a través del otro, o sea se está auto condenando, no sólo desde el punto de vista económico sino también desde el punto de vista de evolución psicológica.
- Sergio: Bueno, esperá un poquito. Te agradezco, paramos acá y vamos a los grupos, sino va a pasar lo mismo de siempre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario