17-05-2004
La influencia de las pasiones en el ámbito de las sociedades
No le puse nombre a la clase de hoy porque de la manera en la que empezamos, estamos atrasados una clase y creo que vamos a llegar así hasta el final.
La clase tiene que ver con la influencia de las pasiones en el ámbito de las sociedades.
En cuanto a lo que se mueve hay algunas constantes que se mantienen. La primera que voy a tomar es el deseo y el goce de los líderes.
Una cosa notable es que siempre hay una tendencia a la corrupción. Si ustedes observan cualquier sociedad, por supuesto van a encontrar líderes más o menos corruptos y líderes no corruptos. Pero se observa que se llega a momentos de gran corrupción en las sociedades, que se tornan invivibles para sus habitantes, hasta que en algún momento se produce una explosión donde les cortan la cabeza a unos cuantos y entonces por un tiempo todos se portan bien. Después todo vuelve a empezar otra vez hasta que aparece un hecho parecido y así sucesivamente.
Les cuento cual fue el primer disparador que me llevó a pensar en esto. Fue el tema del proceso de restitución de niños secuestrados o nacidos en cautiverio en la dictadura.
Empezaron a surgir cosas horrorosas no sólo del lado de los secuestradotes, sino también del lado de aquellos que revindicaban la restitución de los chicos. Produciéndose una situación en la que intervinieron colegas psicoanalistas de mi mayor respeto antes y ahora, yo ya había quedado apartado. Partiendo de la idea de transformar a la verdad en lo fundamental del sujeto y además con la suposición de que hay una verdad material a la cual se puede llegar, se empujó a restituciones forzadas sumamente traumáticas.
Yo hacía una crítica de esa posición. La verdad es que me conmovió.
El caso que a mí más me impactó en ese momento fue el de una pareja conocida mía que era de origen socialista. Habían adoptado una criatura en la época del proceso y cuando se empieza a develar esta cuestión de las desapariciones, deciden ir a Abuelas y decir que tenía una criatura adoptada de esa época que había sido encontrada en los escalones de Casa Cuna y les había llegado a ellos por medio de un juez. Ellos querían que se empezara la investigación para saber si la criatura pertenecía a alguna pareja secuestrada.
Esto fue antes de que existieran las pruebas de ADN.
Se hacen todas las averiguaciones y se llega a la conclusión de que la criatura pertenecía a x familia. Esa familia eran los padres de un muchacho que había desaparecido. Esta gente pide la restitución a la familia biológica de la criatura, cosa a la cual los padres adoptivos no se opusieron, sino que propusieron un convenio para que se pudiera mantener la relación. Del otro lado encontraron una oposición cerrada, argumentando que los padres adoptivos no tenían derecho a nada. La restitución se llevó a cabo por la fuerza.
Los adoptantes deciden seguir el juicio y en ese tiempo aparecieron las pruebas de ADN. Cuando se le hacen las pruebas a esta criatura resulta que no pertenecía a la familia a la cual la habían “restituido”
Reconozco que fue un sacudón muy grande. Lo que a mi me sacudía era el grado de sadismo al que se puede llegar en estas situaciones donde se está jugando la subjetividad de un sujeto como cuestión de propiedad.
No coincido en esto con Federico Engel quien creyó reconocer un estado en el cual no habría habido propiedad privada y había una organización social Patriarcal en la cual la mujer cuidaba de la casa y los hombres salían a cazar y recolectar.
Para Engel hubo una sociedad matriarcal previa a la sociedad patriarcal. Es interesante porque, desde lo que sé, los antropólogos lo que no reafirmaron de Engel fue la idea de la existencia de un comunismo primitivo. Debaten si hubo o no matriarcado. Pero hay ahí una discusión porque hay muchas transmisiones verbales, sobre todo en África, donde efectivamente parecería que en algunos lugares hubo matriarcado previo al patriarcado.
La pregunta que a mí me produjo aquel hecho traumático fue: ¿En qué se engendra el deseo de apropiación y el sentimiento de propiedad? Se puede explicar que yo quiera vivir con un determinado nivel de vida. Pero no se puede explicar que trabaje desmesuradamente para darme un nivel de vida “cómodo”, en lugar de trabajar menos desmesuradamente y vivir menos cómodamente en cuestiones materiales y en lo que suministro a mis hijos y mi familia pero más acorde con mis fuerzas físicas y psíquicas.
El desarrollo tecnológico nos ha generado un imaginario de que se han simplificado un montón de cosas. Esto en cierto sentido es así. Me acuerdo ver a mis abuelas cocinar con cocina económica, amasar las pastas. Cocinar con cocina económica significa que lo que ahora a ustedes les lleva diez minutos de microondas en esa época llevaba tres horas de cocina a leña. Veía a mi madre lavar la ropa a mano y con sabañones en los dedos. Comparemos eso con el lavarropas multifuncional. Hay mil ejemplos, llego al último, los e-mail. Hay algo muy interesante que me lo hizo pensar un paciente. Es un hombre de campo que viene de muy lejos para hacerse atender. Empezamos a conversar como combinábamos la próxima entrevista porque era complicado, si él me hablaba por teléfono yo no soy fácil de encontrar. Entonces le digo: que lastima que no tiene mail. Me dice -¿cómo que no? Si tengo. No sabe como se complicó la vida, me paso horas sentado en la computadora contestando.
Oscar:-eso con las palomas no pasaba.
Sergio:- Ahí me hizo pensar. Me di cuenta que por ahí contesto treinta o treinta y cinco mail diarios. Lo que supuestamente simplificó la vida, en realidad la aceleró, la concentró.
Me vuelve esta cuestión del goce de la propiedad porque es obvio que ahí gozo de mi computadora sostenido por el deseo de apropiación.
Tenía una notebook , un día se la presto a una colega, tiene mala suerte y se le rompe. A partir de ahí no tuve la guita para volver a comprarme otra. Entonces trabajaba con la que tenía, pero me había acostumbrado mucho a la otra. A lo que me había acostumbrado era, que cuando me iba a la terraza a pasar un momento agradable me llevaba la noetbook. Hace diez o quince días se me presentó la oportunidad de comprarme otra notebook que me salía lo mismo que arreglar la computadora que se me había arruinado y me la compré otra vez. Me digo soy un idiota, me pego piñas en la cabeza pero no puedo renunciar a tener la notebook.
Inventada la mercancía es muy difícil sustraerse a ser esclavo de ella. Ustedes conocen la historia de la sociedad de destructores de máquinas. Cuando aparece la máquina a vapor los artesanos son desplazados. Los más rebeldes empezaron a crear una sociedad destructora de máquinas. Llegan a la conclusión de que el problema era que habían aparecido las máquinas, por supuesto que esta sociedad no duró mucho tiempo.
Les digo todo esto porque el tema del que a veces se habla demasiado fácilmente, sobre el goce de la propiedad y el deseo de apropiación, es un tema que tiene raíces muy profundas a las cuales creo que no se va a poder renunciar nunca.
Es la estructura que está en la base de la corrupción, no hay que pensarla como un problema del momento.
Lo que llegué a pensar a esta edad, es que hay una cuestión básica. El ser parlante es causado por la pérdida. Por su pérdida del cuerpo materno, en la que pierde su cuerpo, del de la madre. Esa es la paradoja interesante.
Hay una frase de Lacan en respuesta a Francoise Dolto en los Cuatro Conceptos, donde hablando de la fase oral dice: “un pecho que chupa a la madre”.Es muy interesante, porque ahí queda claro que el chico no está diferenciado del pecho. Para el chico el que está chupando a la madre es el pecho. Si la fantasía de Lacan tiene razón o no es secundario.
Es lo que Winnicott planteaba de otra manera, una buena madre es esa que pone la cosa en momento y en lugar adecuado como para que el chico pueda creer que la creó. La idea es parecida, la cita de Winnicott no es literal.
Silvia Sisto:- la madre no pregunta de quien es.
Sergio:- él le plantea eso a la madre, ésta no tiene que preguntar de quien es ni tampoco tiene que especificar. El planteo de Winnicott es que “hay que dárselo cuando puede crear lo dado”. Es una paradoja, hay algo que se le da y que el chico crea.
Esta pérdida es producida como consecuencia de la privación a que somete la función del padre y gracias a la cual se establece la metáfora paterna y como consecuencia de eso la instalación del nombre del padre y la nominación del niño como falo.
Lo podemos decir así: La formula de la metáfora, que es uno de los temas claves que Lacan desarrolló y que le dio el pase para que los demás lo tomaran como un lingüista importante. Hay algo que tiene que ser significado y va serlo por un significante, pero en la metáfora ese significante cae, aparentemente se corre y es sustituido por otro que es el significante metafórico. La metáfora es uno sobre lo que va a ser significado.
S S’ = S (1)
S’ x (s)
Lo que hace es tachar el significante (S’) tanto arriba como abajo y se produce la relación directa. Pero es relativo lo de tachar, porque éste significante arma el contexto metonímico, como lo va a llamar Lacan nombre lingüístico de lo que Freud llama desplazamiento, que va a permitir que se entienda lo que está significando el significante metafórico.
En el movimiento de desarrollo de una criatura pasa lo mismo. Hay una criatura que tiene que ser significada. Lo es de entrada por el deseo de la madre, pero en cuanto la entrada del padre en funciones, el deseo de la madre queda bajo la nominación del deseo del padre. Ahí es que el Nombre del Padre va a significar al sujeto. Esto vemos como se traslada a la Cultura, fíjense que el apellido que se lleva es el del padre. Lo cual hace que el significado fálico al sujeto se lo dé la relación entre el deseo de la madre y el nombre del padre. Significado fálico en “lalengua” psicoanalítica es el significado de eso que en algún lado no está y que por lo tanto adquiere importancia por ser lo que está en lugar de lo que no está. Para Juanito era “la cosita”. Por eso hay una función nominativa que trasmite el valor que esa criatura ha tenido para esos padres.
Esto también lo pueden observar fácilmente. Es muy común en nosotros, cuando vamos siguiendo un caso, de pronto captar la relación que hay entre el nombre que le pusieron a esa criatura que cuando se está analizando ya es un adulto, y su destino. A veces porque son nombres ligados de algún modo a un significado mitológico o porque es el nombre de algún abuelo o de un tío.
Me acuerdo de un paciente al que le pusieron el mismo nombre que tenía el hermano despreciado en la familia. El peso que en ese hombre tuvo el nombre fue notable. Hizo un gran esfuerzo por salir de eso y cuando había salido y parecía que iba por un camino con viento a favor, un cáncer lo mató. No puedo decir que el cáncer fue por eso, pero resultó llamativo.
Oscar:- En un seminario habías contado el caso de una paciente, de la cual habías fabricado el nombre para poder decirlo ahí. El apellido de la paciente era la negación del nombre propio, el que habías creado era Lucia Luciano.
Sergio:- Ese va ser el tercer volumen de La Trastienda del Psicoanálisis. Por suerte esa mujer tuvo un destino mejor de lo que le venía marcado.
Entonces como ven esta cuestión de la privación que es lo que vía la metáfora del padre produce una privación que aparece como una perdida, que trae una ganancia. Cuando el chico pierde el cuerpo de la madre y ésta pierde el cuerpo de su hijo, el chico, si las cosas andan más o menos bien, logra la nominación del padre, o sea entra dentro del rango de lo que va a heredar de lo simbólico padre. Es una perdida de la cual no salimos nunca, la que pasa a funcionar siempre como causa del deseo. De mil formas, de mil maneras. Freud lo planteó así y nunca lo cambió, Lacan también lo planteó y tampoco nunca lo cambió. Por lo tanto creo que el deseo de apropiación tiene que ver con nuestros orígenes, por eso es tan fuerte y tan imposible librarse de él. De la misma manera que del goce de la propiedad.
Hay un artículo muy interesante de Alejandro del Carril que se va a publicar ahora en Psyche Navegante sobre el discurso capitalista donde se toma este tema por un lado que lo tomó Lacan que lo llama la Lethosa.
El deseo de propiedad y el goce de apropiación no podrán nunca satisfacer la pérdida originaria, Es lo que le da lógica y axioma a que siempre se quiera más. Como la película La Gran Comilona en que comían hasta la muerte.
En mi familia hubo un oficial del Rey en el ejército español del siglo XIX, muy bruto él. Jugó una apuesta de quien chupaba más vino y quien comía más picante. Se murieron tres, entre ellos mi familiar y el que ganó fue el cuarto que quedó vivo. Esto es un extremo, por supuesto no hacemos estas estupideces todo el tiempo.
Todo esto conlleva a una reacción del niño afectado. Esto Freud lo plantea de entrada, la forma de reaccionar frente a esto es el olvido, la renegación, el repudio.
Tanto la represión como la renegación y en cierto modo la forclusión lo que llevan es a la búsqueda de reapropiación o a darse a ser apropiado. Estos son los dos movimientos que encontramos permanentemente en el trabajo con pacientes, o están buscando apropiarse del otro o de lo del otro o están dándose a ser apropiados por el otro. De ahí también lo que decía sobre el planteo de Lacan del lugar agente y del lugar otro.
Esta cuestión del deseo de apropiación es fácil de observar. La corrupción... de ahí el dicho “todo hombre tiene su precio”. Lo que no es tan fácil de entender es lo que es el deseo y el goce de darse a ser apropiados. Uno supondría que naturalmente la gente tiende a ser libre, nada de eso, es mucho más fácil encontrar personas que tienden a ser esclavos que gente que tienda a ser libre.
La gente cuando se mueve en masa y no está demasiado desesperada, busca ser prohijada, colocarse bajo el regazo de alguien y gozar de esta posición. Meman dijo “el esclavo busca ser explotado”. Yo creo que esa es la variante mortífera dentro de la pulsión de muerte.
Para Lacan no había dualismo pulsional como para Freud, para él había una sola pulsión. Es bastante entendible en el sentido de que si uno sigue el curso de la pulsión y al final de la estructura de la pulsión ésta se puede satisfacer sobre su propio borde, es obvio que lleva a la muerte, no sólo a la búsqueda de cosas que pueden llevar a la muerte. Un ejemplo de eso que está de moda, es la anorexia mental.
El planteo de Norberto (Rabinovich) dice que la pulsión de muerte en tanto lleva al corte, también funciona por esa vía como ruta hacia la vida. Lo cual es cierto, pero me parece que hay que observar los dos movimientos.
Entonces, una variable mortífera de la pulsión muerte empuja la tendencia a corromperse parasitando el poder del Otro tras la ilusión de seguridad.
Me acuerdo cuando era chico, se decía: nada más seguro que el empleo del estado. El que tenía a su familiar en algún empleo del estado estaba tranquilo. Yo tenía dos, mi papá trabajaba en Obras Sanitarias y mi mamá era maestra. Vivíamos cagados de hambre, porque tanto los maestros como los empleados de Obras Sanitarias nunca ganaron bien. Pero tenían un sueldo fijo, una jubilación. ¡Pero el precio que pagaron ellos por eso!.
Oscar:- La empresa que se llama Segba antes se llama Cade y los empleados mismos decían -Cade y made hay una sola. Era típico de esa gente, lo repetían como un slogan.
Sergio:- el sindicato de Luz y fuerza en su himno habla de que el sindicato es la madre de todos los trabajadores.
Si hay algo que ha demostrado el siglo es que es una ilusión, hay cantidad de gente que trabajaba para el estado y hoy está cirujiando, juntando cartones. Pero no importa, los seres humanos vivimos de ilusiones, no se hagan ilusiones de que vivimos de otra cosa. Piensen que cuando se encuentran el deseo de apropiación y el goce de apropiación de aquellos que están parados frente a la vida, con el de refugio, parasitismo de los otros, se arma una yunta sobre la que es muy difícil incidir. El peronismo es un claro ejemplo de eso, yo no soy peronista ni me interesan estas cuestiones de colores partidarios, pero es evidente que esa alianza tan poderosa que subsiste aún hoy, tiene mucho que ver con esto. Con todo, el peor problema es cuando no se encuentran estas dos tendencias y se producen esos momentos de anarquía, anomia, disgregación. En nuestro país hemos tenido la anarquía de los años veinte (siglo XIX), después de eso no hemos tenido periodos que duraran mucho en estas situaciones, lo cual es una suerte. Piensen lo que es ahora Afganistán, no lo digo solamente por la invasión norteamericana sino porque es un país dividido en ejércitos tribales a veces mafiosos, que combaten entre sí y ya ni saben porque. Eso es la anomia, la anarquía, la disgregación. Es preferible que surja un líder carismático con capacidad de hacer de ese país una organización artificial de masas.
El tema de la disgregación cuando abarca masas produce ese tipo de efectos. Acá en la Argentina tuvo un período breve pero intenso de diciembre del 2001 a junio del 2002. No sé si recuerdan, decíamos: -¿a dónde vamos?
Después está cuando se producen estos efectos en personas. A veces se organizan en sectas, como la que hizo volar la sede del FBI en EE.UU. Uno se da cuenta que son sujetos que quedan anonadados con lo real y no encuentran otro modo de reacción, porque si uno les pregunta ¿por qué? No saben.
Sintetizo esta primera parte. Lo que quiero plantear con fuerza es que hay causas muy profundas en la propia estructuración de la subjetividad que hacen al deseo de apropiación y al goce de apropiación. Creo que estos son intrínsicos al ser parlante, no porque crea en cuestiones naturalistas, sino porque creo que es un efecto de cómo está transmitida la articulación entre la privación, la nominación y el ser parlante. Y con como eso se va instalando a través del desarrollo de ciertos actos. Y que eso es así y hay que trabajar con eso, no se lo puede evitar.
A partir de ahí, es importante plantearse la ética en política. Les recordaba en el programa la frase de Napoleón “Las bayonetas sirven para cualquier cosa, menos para sentarse sobre ellas”. Napoleón de bayonetas, “algo” sabía. Efectivamente la fuerza bruta no logra ordenar ni organizar nada. Napoleón no es de mi simpatía pero no puedo negar que fue además de un excelente militar, un hombre inteligente. A su modo desplegó una serie de ideas de la revolución burguesa en Europa. Es lo que le da lógica a que los franceses y los parisinos aún lo tengan en el lugar que lo tienen.
De la misma manera creo que tenemos que entender, por las razones que planteaba antes sobre el deseo de apropiación y goce de apropiación, el deseo a darse a ser dominado, el deseo de dominación, etc., que la sociedad de productores libres es una hermosa utopía, una preciosa fantasía pero absolutamente imposible de ser llevada a cabo.
Un amigo que esté trabajando en una fábrica recuperada viene y cuenta de la fábrica. Yo le digo: te doy tres años y charlamos otra vez a ver que pasó en la fábrica recuperada. Por supuesto, todos somos solidarios cuando hay algo para repartir que no es demasiado y tampoco es nada. La cuestión difícil se plantea cuando lo que hay para repartir es muy escaso y cuando hay mucho exceso.
En mi época juvenil donde hacíamos diversos ejercicios para prepararnos para la revolución, uno de ellos era que nos largaban durante unos días en medio del campo, prácticamente sin alimento, con dos tabletas de chocolate, dos galletas marineras y algunas cosas que nos permitieran cazar o pescar. Cuando teníamos la suerte pescar o cazar más o menos la pasábamos bien.
Oscar:- Con Julián Wheich era.
Sergio:- Fuimos la vanguardia de los reality shows (risas). Me acuerdo de una experiencia en el Tigre, donde nos agarró una crecida que duró como tres o cuatro días, donde no pescabas ni una mojarrita. Teníamos que estar en la parte más alta de la casa porque el resto estaba inundado y al balcón llegaban unas parras de uvas silvestres. No sé si ustedes saben que estas frutas producen grandes diarreas. Pero como dice el refrán, el hambre tiene cara de hereje. Yo no comí porque soy un hombre disciplinado, por suerte, pero hubo algunos que comieron y la pasaron mucho peor que yo. En esas situaciones es mejor estar hidratados que deshidratados.
Otro muchacho logró cazar un pájaro carpintero. Ustedes no saben lo que es ese pájaro al asador, es lo más horrible que hay, negro puro huesitos. Se lo comieron, yo no.
Pero les cuento esto porque en esas situaciones extremas se vuelven a romper todos los vínculos de solidaridad. Miren, que ahí éramos todos tipos de ideas, que estábamos ahí por voluntad. Pero llegaba el momento que por cualquier boludés se armaba una pelea y entonces los más sensatos teníamos que parar a los otros y a veces no era tan fácil pararlos y un golpe de más corría.
Eso fue reali y hay que partir de eso para tratar de pensar, porque sino las fantasías vanas a lo único que llevan es a empeorar esa situación.
Oscar:- Un ejemplo de eso es la cantidad de nodos de trueque que han fracasado, por no decir que el movimiento del trueque ha fracasado. Cuando el bono se convierte en un dinero empieza a padecer de todos los mismos vicios que genera el dinero de verdad, con la que no genera impuestos.
Sergio:- Para esa época que cuenta Oscar yo estaba supervisando en una clínica de Quilmes y ahí se había armado uno de los primero nodos y al muy poco tiempo aparecieron los que estaban verdaderamente desempleados y entonces no podían hacer otra cosa que trocar y estaban los muy pobres que ganaban $200 por mes pero que algo ganaban y entonces iban al trueque y compraban mayor cantidad de mercadería que la que se trocaba porque pagaban en dinero. Obvio el que vendía lo suyo después iba y compraba afuera otra cosa que en el club del trueque no había. O sea que desde la cuna ya no andaba.
Además ya que traes eso, según la hipótesis de un economista francés estructuralista, cuyo nombre se me esfumó, el dinero surgió como una forma de limitar la agresividad del trueque porque al armar un representante universal, facilitaba trocar de una manera distinta a cuando alguien quería trocar una vaca por tres ovejas.
No cuento esto para que nos volvamos fatalistas ni escépticos sino para que tengamos claro que partimos de esas cosas.
La gran discusión de la ética en política fue siempre si el fin justifica o no los medios. El escándalo de muchos fue porque Maquiavelo dijo que el fin justifica los medios. Personalmente no seguiría la discusión por ese lado. Producto de la experiencia de los sesenta y los setenta, a mí la pregunta que se me instaló fue otra, no la de si el fin justifica o no los medios. Uno puede decir siempre, que el fin justifica los medios. Si para salir de una situación muy grave, lo único que hay para hacer no resulta “prolijo” vas a tratar de resolverla, de salir, aunque sea no prolijamente.
Pero hay algo más interesante que es lo que muestra la historia permanentemente. Los medios por retrosignificación se constituyen en significantes que marcan a los fines. Una vez que se utilizó determinados medios con cierta profundidad y cierta fuerza, sacar el cuerpo de ahí ya es muy difícil.
El tema de la revolución francesa no es simplemente que los jacobinos entraron a cortar cabezas, sino que una vez que empezaron, parar la máquina de cortar cabezas se tornó imposible. Fue también lo que pasó en la revolución rusa, en la revolución cubana, que por supuesto como todavía está de moda no saltan todas las cosas que van a saltar cuando pase la moda.
Miren el juicio al general Ochoa que no fue hace tanto, fue hará unos diez años. Hubo un contrabando de cocaína que la CIA lo detectó y pasaba por Cuba. Entonces se lo “cargaron” al jefe del ministerio del interior, que es el puesto número tres en el gobierno. Le hicieron un juicio, lo condenaron. Él no se defendió, aceptó los cargos. Supongo que no se defendió porque se sintió traicionado y porque no quiso traicionar la revolución. Pero cuando los jueces tomaron la resolución de fusilarlo, Ochoa los miró a los ojos uno por uno y les dijo: ustedes saben lo que están haciendo y no se lo van a olvidar nunca. Si Ochoa dirigió un contrabando de cocaína no podía ser que Fidel y Raúl no lo supieran.
Es sabido también que buena parte del contrabando de cocaína pasaba y pasa por Corea del Norte. Quiero decir cuando se incursiona en determinado terreno de los medios para la acción, uno queda agarrado. Ni siquiera son simplemente marcas, imagínense que ahí empiezan a funcionar sociedades, convenios, acuerdos, afectos, etc.
Para mí el tema más fuerte de ética en política, es tratar de pensar cuando ocurre un acontecimiento político que marca va a dejar, que se va a hacer con esas marcas, como se va a hacer para levantarlas, transformarlas o hacer otra cosa.
Piensen la guerra civil española y el triunfo aplastante de Franco, tengan en cuenta que estuvo en el poder hasta que se murió y treinta años después de que fue derrotada la coalición nazi fascista que lo había sostenido en el poder. Franco se sostuvo por lo cruel que fue la guerra civil española. El grado de crueldad era asumible por la derecha, pero a los sectores republicanos, su propia crueldad, terminó desintegrándolos a ellos mismos.
O sea que en la ética el gran problema no es si ante un problema uno va a hacer o no tal cosa. Si se está obligado por los acontecimientos la va a hacer, no hay vuelta. Lo que sí, no hay que dejar de pensar nunca que marca dejó eso y que hacer con esa marca.
A partir de ahí tratemos de pensar una metapsicología de la bondad, la maldad, la valentía y la cobardía. Piensen que estos adjetivos son los más usados en política. Los malos y los buenos y dentro de ambos los cobardes y los valientes. Creo que como adjetivos, tienen la función de reprimir el saber cultural, social y político.
Un ejemplo clásico en la Argentina es el éxito que logró Grondona con la teoría de los dos demonios. Porque a la derecha le dio el argumento de los dos demonios y a la izquierda la quedar amarrada discutiendo contra esta teoría. Lo tonto de esto es que ni la derecha ni la izquierda se ponen a analizar lo que pasó. O sea que este tipo de adjetivos usados como puros adjetivos para lo único que sirven, es para impedir investigar las verdades. El peso de esa teoría no ha permitido pensar todavía el mal encuentro que se produjo en los años setenta. Con esto no estoy liberando de culpas a la dictadura militar.
Con respecto a la maldad, en política ocurren hechos malos y hechos buenos pero es muy fácil que sea remitido a que fue por tal mal tipo o por tal buen tipo. ¿Qué es maldad? ¿Por qué, quien de nosotros no ha cometido una maldad? Ahí me voy a poner en Cristo, el que este libre de pecado que tire la primera piedra. La maldad se cristaliza en maldad, cuando producido el acto, la retrosignificación del mismo le indica al sujeto que fue una maldad. Si a partir de ahí empieza a repetirlo conforma una serie de maldades y se significa como malo. Es distinto que aquel sujeto que produce una maldad, el acto le permite retrosignificar que fue una maldad y decide no volver a caer en actos de ese estilo.
También discutiré la bondad. Parecería ser lo más fácil de definir, sin embargo conocemos el viejo dicho de que el camino al infierno está sembrado de buenas intenciones. En nombre de la bondad, se pueden llegar a producir las peores atrocidades. Si determinado acto bueno, retrosignificado indica que resulta contradictorio con lo que se perseguía y se lo repite una y otra vez, lo que está ocurriendo es que se está recorriendo el camino de la boludés, a lo que muchos le llaman ser buenudo.
Si se insiste, creo que es a puro yo. Generalmente resulta así cuando es una formación reacactiva contra el sadismo o por adicción al goce masoquista, ese que busca hacerse desear como objeto. Entonces aparecen esas bondades, esos buenos que llegado el momento uno no sabe como hacer para sacárselos de encima.
Con respecto a la valentía, es otro tema de la política, por supuesto no es la falta de miedo. La falta de miedo es simplemente la renegación vecina a la boludés y pariente de la manía y de su suposición de triunfo omnipotente sobre el objeto (Melanie Klein). Contrapuesta a la caída de la sombra del yo sobre el sujeto en las melancolizaciones (José Grandinetti).
Ustedes saben que Freud hace una diferenciación entre angustia y miedo. La angustia la coloca como ante la falta de objeto y va a diferenciar la angustia que hace mal sujeto y la angustia que sirve de señal. Lacan va a plantear a la angustia como miedo al miedo y como ante la falta de la falta de objeto. Creo que tenemos que hablar del miedo señal. Una cierta dosis de miedo es importante para poder defenderse en la vida.
La valentía es útil cuando en ecuación con los objetivos, produce la decisión de no dejarse inhibir por el miedo. Por eso la valentía reconoce como componente clave el sentimiento de legitimidad. Todo esto es una idea mía, no llega a ser una hipótesis, si bien la sostengo desde hace muchos años y podría decir que la sostengo por lo que me han enseñado análisis que he conducido. Creo que uno de los factores de la brutal derrota que sufrieron los Montoneros, no el ERP, tuvo que ver con el profundo sentimiento de ilegitimidad que produjo en la masa montonera el haberse pasado a la clandestinidad en pleno gobierno peronista. Caían presos desmoralizados y es mucho más difícil soportar las torturas así, que cuando se caía como cayó la gente del ERP, que aún en plena derrota enfrentaban orgullosos a sus captores pues se sentían legítimos aunque fueran ilegales.
O sea que la relación entre la valentía, la legitimidad y la legalidad social, entre la valentía, lo simbólico y lo imaginario tiene un peso importante.
Con respecto a la cobardía, a veces es precaución como efecto de cálculo Está el famoso dicho popular: soldado que huye sirve para otra batalla. Cuando es repetida y no calculada resulta de anteponer el propio yo a la libidinización del vínculo social. Es justipreciar al yo por encima del lazo social por lo tanto es apartarse del discurso. No lo estoy planteando en un sentido moral, lo que quiero decir es como se está jugando subjetivamente. Es bastante evidente que el cobarde tiende a separarse de espacio social al que perteneció.
Hay un dicho presocrático, que luego Vinicius lo transformó en un verso de una hermosa canción: “vivir no es preciso navegar si lo es”. Me parece que es un dicho sumamente importante porque justamente es el que pone en su lugar a la cobardía. Porque: ¿la cuestión solamente es vivir, o cómo vivir?
Me parece que en ese sentido lo de Vinicius encierra una profunda sabiduría. En cambio, capturado por su codicia, Hernán Cortés quemó sus naves para no ceder a su propio miedo y el de su tropa y no huir ante la primera arremetida de la indiada. Aparentemente triunfó. En realidad, ahí entra lo azaroso, triunfó sirviéndose del sentimiento de culpa y de deuda que tenían los aztecas que esperaban el castigo de los dioses por haber masacrado a un pueblo pacífico. Triunfó también por haberse servido de los favores de la Malinche traidora. Derrotó a Moctezuma y se llenó de oro. De poco le sirvió, la muerte lo estaba esperando antes o después igual que a cualquiera. Su traición sólo le sirvió a la corona española.
Nosotros tuvimos acá un famoso intelectual, Manzano, que decía robo para la corona. Tenía razón.
Silvia Sisto:- un comentario sobre la figura de la Malinche. Ella lo que hace es uso del lenguaje en realidad cuando oficiaba de mediadora entre Moctezuma y Cortés. Lo que hacía era cambiar de acuerdo a las conveniencias del caso. Creo que ahí era una traidora valiente.
Aparece la traición pero no la cobardía.
Sergio:- explicame mejor porque no te entendí.
Silvia:- Me parece, con esta figura de la Malinche, que no siempre la traición va del lado de la cobardía. Era capaz de traicionar a su propio pueblo o al hombre que supuestamente la quería y ella decía que lo quería. En ese sentido era una mujer valiente que se la bancaba. Ese lugar que estaba jugando ahí no era el lugar de una cobarde.
Oscar:- Pero lo acomodaticio de las traducciones que hacía, la tornan camaleónica.
Sergio:-Lo que me parece a mí, es que como operaba en definitiva era para Cortés.
Silvia:- No siempre. Leí una novela que habla sobre el tema.
Sergio:- Tal vez el ejemplo no ha sido elegido con suerte de mi parte porque no conozco mucho del tema.
Silvia:- El tema era la cobardía y la traición de un mismo lado.
Sergio:- Efectivamente en algunos casos se puede ser valiente para traicionar. Eso vuelve otra vez a quitar el valor moral de cada cosa. Porque a veces una traición justamente puede estar a favor de lo mejor.
Para el cumpleaños de Ulloa le mandó Rodrigué un escrito muy simpático al estilo de él y una de las cosas que le agradece a Ulloa es que le hubiera enseñado la diferencia entre traición y deslealtad. Le dice: nosotros nunca fuimos desleales, nunca pretendimos seriamente seducir a la mujer del otro (carcajadas). Me pareció interesante.
Oscar: -Me acuerdo un ejemplo que a lo mejor ilustra sobre la traición y la valentía. En una introducción muy conocida a la obra de Lacan que encabeza Roberto Marchilli que salió en el año ochenta y seis, sobre un seminario que se dio en el ochenta y dos, un seminario medio defectuoso porque todavía no había mucho material de Lacan circulando. Interesa que cuando intentan ubicar el ingreso de Lacan a Argentina a través de Oscar Masotta lo dicen muy poéticamente pero hay una traición valiente de parte de Masotta. Dice: que están en mediados de los años sesenta y Oscar Masotta descubre una crítica que le hace Sartre a Freud. Masotta era un estudioso de Sartre en ese momento y lo que dice es una crítica que su maestro Sartre le hace a Freud. Entonces dice Masotta descubrió que la razón estaba del lado de su maestro, ahora Freud.
En ese trompo del lenguaje el tipo ubica un inconveniente traicionero del lado del papanatismo sesudista, pero que es noble en como defiende ese cambio de posición.
Disculpen por la duda pero es que se me acaba de armar. No va a volver a pasar (risas).
Sergio: - En verdad todo movimiento nuevo, en adelante, es subversivo en el sentido estricto de la palabra. Lacan a propósito diferencia entre subversión y revolución. Revolución es una vuelta de trescientos sesenta grados. Subversión no, es justamente voltear lo instituido. En toda subversión siempre hay una traición. Marx lo traiciona Hegel, Lacan en cierto punto lo traiciona a Freud. Son traiciones valientes. Cada uno de ellos va jugando sus propias cartas.
Silvia Sisto:- Freud y Breuyer también ¿no?
Sergio.:- No, en todo caso Breuyer con respecto a Freud. No con respecto Freud sino más bien con respecto a Anna O, porque en el momento en que se despliega la transferencia erótica amorosa y una fantasía de embarazo en ella, Breuyer salió corriendo. Eso es una traición cobarde.
Según dicen algunas lenguas luego embarazó a su mujer. Otras lenguas no.
Ethel:- ¿Eso no es condición de la metáfora?
Sergio:- Es traición
Ethel:- No me mires con esa cara
Oscar:- Hacéle juicio a mis viejos (risas).
Ethel:- Cuando se somete al significante, cuando se lo funde, está instalado un nuevo significante. ¿No es condición?
Edio:- ¿De la traición?
Ethel:- Claro
Oscar:- Es un hecho de estructura
Sergio:- Es un hecho de estructura porque cuando s instalás un nuevo significante forzosamente tenés que dejar caer otro.
Oscar: - Lo mismo que cuando un paradigma científico cae en pro de otro. Tiene que caer porque sino no hay salto cualitativo.
Martha Roblat:- Mi pregunta es ¿Eso es traición?
Sergio:- Es no acatar la ley previa.
Martha Roblat:- Es que me parece muy fuerte la palabra traición.
Oscar:- Es traición. Pero hay una cosa que yo siempre cito de Alejandro Dolina que dice que la relación entre las palabras debe funcionar como amantes furtivos y no como matrimonios consolidados durante cincuenta años. Es decir tienen que tener una relación de Tach and go. Eso tiene un efecto liberador. Entonces en ese sentido traditore, tradutore, traición inherente a la traducción es un hecho de estructura más allá de la intencionalidad del que traduce. Ahora si encima el que traduce, lo hace con una intención aviesa ahí tenés una doble traición. La que estamos hablando es un hecho de estructura que implica el pasaje de lenguas.
Ethel:- No podés ejercer la metáfora si acatas la ley. Porque siempre vas a seguir el mismo significante. La posibilidad de cambiar el significante es salirse de la ley.
Oscar: - El acto poético es traicionero en ese sentido. Las licencias que se procuran necesariamente adquieren la vulneración del código de lenguaje como código cerrado.
Edio:- Creo que la traición tiene algo de sinónimo con la exogamia. Es lo que uno debe hacer en el pasaje de niño a adulto. Si uno no traiciona la familia original, no traiciona a la madre, no lo hace con el padre, no puede hacer una vida nueva. Hay algo muy funcional en el ser humano. Si uno no lo hace no se crece.
Oscar: - Si uno no traiciona en el sentido que dice él, habría endogamia de lenguaje, endogamia de paradigmas científicos, endogamia de relaciones de parentesco.
Ethel:- Torre de Babel, único significante.
Sergio: - Torre de babel antes de ser destruida. Todo queda encerrado en lo mismo.
Es muy interesante como se ha construido este intercambio de ideas, porque ahí tienen en vivo ustedes como las palabras no están atadas a sus significados. Ahora, después de terminar la clase y toda esta conversación, me doy cuenta que cuando se me ocurrió poner en juego cuatro significantes cobardía, traición, bondad y maldad, lo que puse en juego en realidad es una serie de combinatorias que pueden dar finitas posibilidades de combinación.
Público:- No te podría dar exactamente cuenta del por qué. Pero en los ..........................
como si el goce tuviera una separación. La única forma de poner en juego la producción es la traición.
Sergio:- Me hiciste acordar a algo que decía Edio antes en relación a que hay que traicionar a la familia misma y esto lo lleva a pensar a Oscar en la endogamia de paradigmas. Todo adolescente debe matar a su padre y el padre no debe dejarse matar (tal como lo planteó Winnicott).
Edio:- Porque le generaría culpa al hijo
Sergio: - Eso es una cosa. Pero la cuestión también está en que sólo de la pugna de ambos, surge ese nuevo sujeto. Tiene mucho que ver con la cuestión de la metáfora. El que va a caer es el padre, pero no se entrega porque si lo hace, no le permite al hijo matarlo.
Terminamos por hoy.
La clase tiene que ver con la influencia de las pasiones en el ámbito de las sociedades.
En cuanto a lo que se mueve hay algunas constantes que se mantienen. La primera que voy a tomar es el deseo y el goce de los líderes.
Una cosa notable es que siempre hay una tendencia a la corrupción. Si ustedes observan cualquier sociedad, por supuesto van a encontrar líderes más o menos corruptos y líderes no corruptos. Pero se observa que se llega a momentos de gran corrupción en las sociedades, que se tornan invivibles para sus habitantes, hasta que en algún momento se produce una explosión donde les cortan la cabeza a unos cuantos y entonces por un tiempo todos se portan bien. Después todo vuelve a empezar otra vez hasta que aparece un hecho parecido y así sucesivamente.
Les cuento cual fue el primer disparador que me llevó a pensar en esto. Fue el tema del proceso de restitución de niños secuestrados o nacidos en cautiverio en la dictadura.
Empezaron a surgir cosas horrorosas no sólo del lado de los secuestradotes, sino también del lado de aquellos que revindicaban la restitución de los chicos. Produciéndose una situación en la que intervinieron colegas psicoanalistas de mi mayor respeto antes y ahora, yo ya había quedado apartado. Partiendo de la idea de transformar a la verdad en lo fundamental del sujeto y además con la suposición de que hay una verdad material a la cual se puede llegar, se empujó a restituciones forzadas sumamente traumáticas.
Yo hacía una crítica de esa posición. La verdad es que me conmovió.
El caso que a mí más me impactó en ese momento fue el de una pareja conocida mía que era de origen socialista. Habían adoptado una criatura en la época del proceso y cuando se empieza a develar esta cuestión de las desapariciones, deciden ir a Abuelas y decir que tenía una criatura adoptada de esa época que había sido encontrada en los escalones de Casa Cuna y les había llegado a ellos por medio de un juez. Ellos querían que se empezara la investigación para saber si la criatura pertenecía a alguna pareja secuestrada.
Esto fue antes de que existieran las pruebas de ADN.
Se hacen todas las averiguaciones y se llega a la conclusión de que la criatura pertenecía a x familia. Esa familia eran los padres de un muchacho que había desaparecido. Esta gente pide la restitución a la familia biológica de la criatura, cosa a la cual los padres adoptivos no se opusieron, sino que propusieron un convenio para que se pudiera mantener la relación. Del otro lado encontraron una oposición cerrada, argumentando que los padres adoptivos no tenían derecho a nada. La restitución se llevó a cabo por la fuerza.
Los adoptantes deciden seguir el juicio y en ese tiempo aparecieron las pruebas de ADN. Cuando se le hacen las pruebas a esta criatura resulta que no pertenecía a la familia a la cual la habían “restituido”
Reconozco que fue un sacudón muy grande. Lo que a mi me sacudía era el grado de sadismo al que se puede llegar en estas situaciones donde se está jugando la subjetividad de un sujeto como cuestión de propiedad.
No coincido en esto con Federico Engel quien creyó reconocer un estado en el cual no habría habido propiedad privada y había una organización social Patriarcal en la cual la mujer cuidaba de la casa y los hombres salían a cazar y recolectar.
Para Engel hubo una sociedad matriarcal previa a la sociedad patriarcal. Es interesante porque, desde lo que sé, los antropólogos lo que no reafirmaron de Engel fue la idea de la existencia de un comunismo primitivo. Debaten si hubo o no matriarcado. Pero hay ahí una discusión porque hay muchas transmisiones verbales, sobre todo en África, donde efectivamente parecería que en algunos lugares hubo matriarcado previo al patriarcado.
La pregunta que a mí me produjo aquel hecho traumático fue: ¿En qué se engendra el deseo de apropiación y el sentimiento de propiedad? Se puede explicar que yo quiera vivir con un determinado nivel de vida. Pero no se puede explicar que trabaje desmesuradamente para darme un nivel de vida “cómodo”, en lugar de trabajar menos desmesuradamente y vivir menos cómodamente en cuestiones materiales y en lo que suministro a mis hijos y mi familia pero más acorde con mis fuerzas físicas y psíquicas.
El desarrollo tecnológico nos ha generado un imaginario de que se han simplificado un montón de cosas. Esto en cierto sentido es así. Me acuerdo ver a mis abuelas cocinar con cocina económica, amasar las pastas. Cocinar con cocina económica significa que lo que ahora a ustedes les lleva diez minutos de microondas en esa época llevaba tres horas de cocina a leña. Veía a mi madre lavar la ropa a mano y con sabañones en los dedos. Comparemos eso con el lavarropas multifuncional. Hay mil ejemplos, llego al último, los e-mail. Hay algo muy interesante que me lo hizo pensar un paciente. Es un hombre de campo que viene de muy lejos para hacerse atender. Empezamos a conversar como combinábamos la próxima entrevista porque era complicado, si él me hablaba por teléfono yo no soy fácil de encontrar. Entonces le digo: que lastima que no tiene mail. Me dice -¿cómo que no? Si tengo. No sabe como se complicó la vida, me paso horas sentado en la computadora contestando.
Oscar:-eso con las palomas no pasaba.
Sergio:- Ahí me hizo pensar. Me di cuenta que por ahí contesto treinta o treinta y cinco mail diarios. Lo que supuestamente simplificó la vida, en realidad la aceleró, la concentró.
Me vuelve esta cuestión del goce de la propiedad porque es obvio que ahí gozo de mi computadora sostenido por el deseo de apropiación.
Tenía una notebook , un día se la presto a una colega, tiene mala suerte y se le rompe. A partir de ahí no tuve la guita para volver a comprarme otra. Entonces trabajaba con la que tenía, pero me había acostumbrado mucho a la otra. A lo que me había acostumbrado era, que cuando me iba a la terraza a pasar un momento agradable me llevaba la noetbook. Hace diez o quince días se me presentó la oportunidad de comprarme otra notebook que me salía lo mismo que arreglar la computadora que se me había arruinado y me la compré otra vez. Me digo soy un idiota, me pego piñas en la cabeza pero no puedo renunciar a tener la notebook.
Inventada la mercancía es muy difícil sustraerse a ser esclavo de ella. Ustedes conocen la historia de la sociedad de destructores de máquinas. Cuando aparece la máquina a vapor los artesanos son desplazados. Los más rebeldes empezaron a crear una sociedad destructora de máquinas. Llegan a la conclusión de que el problema era que habían aparecido las máquinas, por supuesto que esta sociedad no duró mucho tiempo.
Les digo todo esto porque el tema del que a veces se habla demasiado fácilmente, sobre el goce de la propiedad y el deseo de apropiación, es un tema que tiene raíces muy profundas a las cuales creo que no se va a poder renunciar nunca.
Es la estructura que está en la base de la corrupción, no hay que pensarla como un problema del momento.
Lo que llegué a pensar a esta edad, es que hay una cuestión básica. El ser parlante es causado por la pérdida. Por su pérdida del cuerpo materno, en la que pierde su cuerpo, del de la madre. Esa es la paradoja interesante.
Hay una frase de Lacan en respuesta a Francoise Dolto en los Cuatro Conceptos, donde hablando de la fase oral dice: “un pecho que chupa a la madre”.Es muy interesante, porque ahí queda claro que el chico no está diferenciado del pecho. Para el chico el que está chupando a la madre es el pecho. Si la fantasía de Lacan tiene razón o no es secundario.
Es lo que Winnicott planteaba de otra manera, una buena madre es esa que pone la cosa en momento y en lugar adecuado como para que el chico pueda creer que la creó. La idea es parecida, la cita de Winnicott no es literal.
Silvia Sisto:- la madre no pregunta de quien es.
Sergio:- él le plantea eso a la madre, ésta no tiene que preguntar de quien es ni tampoco tiene que especificar. El planteo de Winnicott es que “hay que dárselo cuando puede crear lo dado”. Es una paradoja, hay algo que se le da y que el chico crea.
Esta pérdida es producida como consecuencia de la privación a que somete la función del padre y gracias a la cual se establece la metáfora paterna y como consecuencia de eso la instalación del nombre del padre y la nominación del niño como falo.
Lo podemos decir así: La formula de la metáfora, que es uno de los temas claves que Lacan desarrolló y que le dio el pase para que los demás lo tomaran como un lingüista importante. Hay algo que tiene que ser significado y va serlo por un significante, pero en la metáfora ese significante cae, aparentemente se corre y es sustituido por otro que es el significante metafórico. La metáfora es uno sobre lo que va a ser significado.
S S’ = S (1)
S’ x (s)
Lo que hace es tachar el significante (S’) tanto arriba como abajo y se produce la relación directa. Pero es relativo lo de tachar, porque éste significante arma el contexto metonímico, como lo va a llamar Lacan nombre lingüístico de lo que Freud llama desplazamiento, que va a permitir que se entienda lo que está significando el significante metafórico.
En el movimiento de desarrollo de una criatura pasa lo mismo. Hay una criatura que tiene que ser significada. Lo es de entrada por el deseo de la madre, pero en cuanto la entrada del padre en funciones, el deseo de la madre queda bajo la nominación del deseo del padre. Ahí es que el Nombre del Padre va a significar al sujeto. Esto vemos como se traslada a la Cultura, fíjense que el apellido que se lleva es el del padre. Lo cual hace que el significado fálico al sujeto se lo dé la relación entre el deseo de la madre y el nombre del padre. Significado fálico en “lalengua” psicoanalítica es el significado de eso que en algún lado no está y que por lo tanto adquiere importancia por ser lo que está en lugar de lo que no está. Para Juanito era “la cosita”. Por eso hay una función nominativa que trasmite el valor que esa criatura ha tenido para esos padres.
Esto también lo pueden observar fácilmente. Es muy común en nosotros, cuando vamos siguiendo un caso, de pronto captar la relación que hay entre el nombre que le pusieron a esa criatura que cuando se está analizando ya es un adulto, y su destino. A veces porque son nombres ligados de algún modo a un significado mitológico o porque es el nombre de algún abuelo o de un tío.
Me acuerdo de un paciente al que le pusieron el mismo nombre que tenía el hermano despreciado en la familia. El peso que en ese hombre tuvo el nombre fue notable. Hizo un gran esfuerzo por salir de eso y cuando había salido y parecía que iba por un camino con viento a favor, un cáncer lo mató. No puedo decir que el cáncer fue por eso, pero resultó llamativo.
Oscar:- En un seminario habías contado el caso de una paciente, de la cual habías fabricado el nombre para poder decirlo ahí. El apellido de la paciente era la negación del nombre propio, el que habías creado era Lucia Luciano.
Sergio:- Ese va ser el tercer volumen de La Trastienda del Psicoanálisis. Por suerte esa mujer tuvo un destino mejor de lo que le venía marcado.
Entonces como ven esta cuestión de la privación que es lo que vía la metáfora del padre produce una privación que aparece como una perdida, que trae una ganancia. Cuando el chico pierde el cuerpo de la madre y ésta pierde el cuerpo de su hijo, el chico, si las cosas andan más o menos bien, logra la nominación del padre, o sea entra dentro del rango de lo que va a heredar de lo simbólico padre. Es una perdida de la cual no salimos nunca, la que pasa a funcionar siempre como causa del deseo. De mil formas, de mil maneras. Freud lo planteó así y nunca lo cambió, Lacan también lo planteó y tampoco nunca lo cambió. Por lo tanto creo que el deseo de apropiación tiene que ver con nuestros orígenes, por eso es tan fuerte y tan imposible librarse de él. De la misma manera que del goce de la propiedad.
Hay un artículo muy interesante de Alejandro del Carril que se va a publicar ahora en Psyche Navegante sobre el discurso capitalista donde se toma este tema por un lado que lo tomó Lacan que lo llama la Lethosa.
El deseo de propiedad y el goce de apropiación no podrán nunca satisfacer la pérdida originaria, Es lo que le da lógica y axioma a que siempre se quiera más. Como la película La Gran Comilona en que comían hasta la muerte.
En mi familia hubo un oficial del Rey en el ejército español del siglo XIX, muy bruto él. Jugó una apuesta de quien chupaba más vino y quien comía más picante. Se murieron tres, entre ellos mi familiar y el que ganó fue el cuarto que quedó vivo. Esto es un extremo, por supuesto no hacemos estas estupideces todo el tiempo.
Todo esto conlleva a una reacción del niño afectado. Esto Freud lo plantea de entrada, la forma de reaccionar frente a esto es el olvido, la renegación, el repudio.
Tanto la represión como la renegación y en cierto modo la forclusión lo que llevan es a la búsqueda de reapropiación o a darse a ser apropiado. Estos son los dos movimientos que encontramos permanentemente en el trabajo con pacientes, o están buscando apropiarse del otro o de lo del otro o están dándose a ser apropiados por el otro. De ahí también lo que decía sobre el planteo de Lacan del lugar agente y del lugar otro.
Esta cuestión del deseo de apropiación es fácil de observar. La corrupción... de ahí el dicho “todo hombre tiene su precio”. Lo que no es tan fácil de entender es lo que es el deseo y el goce de darse a ser apropiados. Uno supondría que naturalmente la gente tiende a ser libre, nada de eso, es mucho más fácil encontrar personas que tienden a ser esclavos que gente que tienda a ser libre.
La gente cuando se mueve en masa y no está demasiado desesperada, busca ser prohijada, colocarse bajo el regazo de alguien y gozar de esta posición. Meman dijo “el esclavo busca ser explotado”. Yo creo que esa es la variante mortífera dentro de la pulsión de muerte.
Para Lacan no había dualismo pulsional como para Freud, para él había una sola pulsión. Es bastante entendible en el sentido de que si uno sigue el curso de la pulsión y al final de la estructura de la pulsión ésta se puede satisfacer sobre su propio borde, es obvio que lleva a la muerte, no sólo a la búsqueda de cosas que pueden llevar a la muerte. Un ejemplo de eso que está de moda, es la anorexia mental.
El planteo de Norberto (Rabinovich) dice que la pulsión de muerte en tanto lleva al corte, también funciona por esa vía como ruta hacia la vida. Lo cual es cierto, pero me parece que hay que observar los dos movimientos.
Entonces, una variable mortífera de la pulsión muerte empuja la tendencia a corromperse parasitando el poder del Otro tras la ilusión de seguridad.
Me acuerdo cuando era chico, se decía: nada más seguro que el empleo del estado. El que tenía a su familiar en algún empleo del estado estaba tranquilo. Yo tenía dos, mi papá trabajaba en Obras Sanitarias y mi mamá era maestra. Vivíamos cagados de hambre, porque tanto los maestros como los empleados de Obras Sanitarias nunca ganaron bien. Pero tenían un sueldo fijo, una jubilación. ¡Pero el precio que pagaron ellos por eso!.
Oscar:- La empresa que se llama Segba antes se llama Cade y los empleados mismos decían -Cade y made hay una sola. Era típico de esa gente, lo repetían como un slogan.
Sergio:- el sindicato de Luz y fuerza en su himno habla de que el sindicato es la madre de todos los trabajadores.
Si hay algo que ha demostrado el siglo es que es una ilusión, hay cantidad de gente que trabajaba para el estado y hoy está cirujiando, juntando cartones. Pero no importa, los seres humanos vivimos de ilusiones, no se hagan ilusiones de que vivimos de otra cosa. Piensen que cuando se encuentran el deseo de apropiación y el goce de apropiación de aquellos que están parados frente a la vida, con el de refugio, parasitismo de los otros, se arma una yunta sobre la que es muy difícil incidir. El peronismo es un claro ejemplo de eso, yo no soy peronista ni me interesan estas cuestiones de colores partidarios, pero es evidente que esa alianza tan poderosa que subsiste aún hoy, tiene mucho que ver con esto. Con todo, el peor problema es cuando no se encuentran estas dos tendencias y se producen esos momentos de anarquía, anomia, disgregación. En nuestro país hemos tenido la anarquía de los años veinte (siglo XIX), después de eso no hemos tenido periodos que duraran mucho en estas situaciones, lo cual es una suerte. Piensen lo que es ahora Afganistán, no lo digo solamente por la invasión norteamericana sino porque es un país dividido en ejércitos tribales a veces mafiosos, que combaten entre sí y ya ni saben porque. Eso es la anomia, la anarquía, la disgregación. Es preferible que surja un líder carismático con capacidad de hacer de ese país una organización artificial de masas.
El tema de la disgregación cuando abarca masas produce ese tipo de efectos. Acá en la Argentina tuvo un período breve pero intenso de diciembre del 2001 a junio del 2002. No sé si recuerdan, decíamos: -¿a dónde vamos?
Después está cuando se producen estos efectos en personas. A veces se organizan en sectas, como la que hizo volar la sede del FBI en EE.UU. Uno se da cuenta que son sujetos que quedan anonadados con lo real y no encuentran otro modo de reacción, porque si uno les pregunta ¿por qué? No saben.
Sintetizo esta primera parte. Lo que quiero plantear con fuerza es que hay causas muy profundas en la propia estructuración de la subjetividad que hacen al deseo de apropiación y al goce de apropiación. Creo que estos son intrínsicos al ser parlante, no porque crea en cuestiones naturalistas, sino porque creo que es un efecto de cómo está transmitida la articulación entre la privación, la nominación y el ser parlante. Y con como eso se va instalando a través del desarrollo de ciertos actos. Y que eso es así y hay que trabajar con eso, no se lo puede evitar.
A partir de ahí, es importante plantearse la ética en política. Les recordaba en el programa la frase de Napoleón “Las bayonetas sirven para cualquier cosa, menos para sentarse sobre ellas”. Napoleón de bayonetas, “algo” sabía. Efectivamente la fuerza bruta no logra ordenar ni organizar nada. Napoleón no es de mi simpatía pero no puedo negar que fue además de un excelente militar, un hombre inteligente. A su modo desplegó una serie de ideas de la revolución burguesa en Europa. Es lo que le da lógica a que los franceses y los parisinos aún lo tengan en el lugar que lo tienen.
De la misma manera creo que tenemos que entender, por las razones que planteaba antes sobre el deseo de apropiación y goce de apropiación, el deseo a darse a ser dominado, el deseo de dominación, etc., que la sociedad de productores libres es una hermosa utopía, una preciosa fantasía pero absolutamente imposible de ser llevada a cabo.
Un amigo que esté trabajando en una fábrica recuperada viene y cuenta de la fábrica. Yo le digo: te doy tres años y charlamos otra vez a ver que pasó en la fábrica recuperada. Por supuesto, todos somos solidarios cuando hay algo para repartir que no es demasiado y tampoco es nada. La cuestión difícil se plantea cuando lo que hay para repartir es muy escaso y cuando hay mucho exceso.
En mi época juvenil donde hacíamos diversos ejercicios para prepararnos para la revolución, uno de ellos era que nos largaban durante unos días en medio del campo, prácticamente sin alimento, con dos tabletas de chocolate, dos galletas marineras y algunas cosas que nos permitieran cazar o pescar. Cuando teníamos la suerte pescar o cazar más o menos la pasábamos bien.
Oscar:- Con Julián Wheich era.
Sergio:- Fuimos la vanguardia de los reality shows (risas). Me acuerdo de una experiencia en el Tigre, donde nos agarró una crecida que duró como tres o cuatro días, donde no pescabas ni una mojarrita. Teníamos que estar en la parte más alta de la casa porque el resto estaba inundado y al balcón llegaban unas parras de uvas silvestres. No sé si ustedes saben que estas frutas producen grandes diarreas. Pero como dice el refrán, el hambre tiene cara de hereje. Yo no comí porque soy un hombre disciplinado, por suerte, pero hubo algunos que comieron y la pasaron mucho peor que yo. En esas situaciones es mejor estar hidratados que deshidratados.
Otro muchacho logró cazar un pájaro carpintero. Ustedes no saben lo que es ese pájaro al asador, es lo más horrible que hay, negro puro huesitos. Se lo comieron, yo no.
Pero les cuento esto porque en esas situaciones extremas se vuelven a romper todos los vínculos de solidaridad. Miren, que ahí éramos todos tipos de ideas, que estábamos ahí por voluntad. Pero llegaba el momento que por cualquier boludés se armaba una pelea y entonces los más sensatos teníamos que parar a los otros y a veces no era tan fácil pararlos y un golpe de más corría.
Eso fue reali y hay que partir de eso para tratar de pensar, porque sino las fantasías vanas a lo único que llevan es a empeorar esa situación.
Oscar:- Un ejemplo de eso es la cantidad de nodos de trueque que han fracasado, por no decir que el movimiento del trueque ha fracasado. Cuando el bono se convierte en un dinero empieza a padecer de todos los mismos vicios que genera el dinero de verdad, con la que no genera impuestos.
Sergio:- Para esa época que cuenta Oscar yo estaba supervisando en una clínica de Quilmes y ahí se había armado uno de los primero nodos y al muy poco tiempo aparecieron los que estaban verdaderamente desempleados y entonces no podían hacer otra cosa que trocar y estaban los muy pobres que ganaban $200 por mes pero que algo ganaban y entonces iban al trueque y compraban mayor cantidad de mercadería que la que se trocaba porque pagaban en dinero. Obvio el que vendía lo suyo después iba y compraba afuera otra cosa que en el club del trueque no había. O sea que desde la cuna ya no andaba.
Además ya que traes eso, según la hipótesis de un economista francés estructuralista, cuyo nombre se me esfumó, el dinero surgió como una forma de limitar la agresividad del trueque porque al armar un representante universal, facilitaba trocar de una manera distinta a cuando alguien quería trocar una vaca por tres ovejas.
No cuento esto para que nos volvamos fatalistas ni escépticos sino para que tengamos claro que partimos de esas cosas.
La gran discusión de la ética en política fue siempre si el fin justifica o no los medios. El escándalo de muchos fue porque Maquiavelo dijo que el fin justifica los medios. Personalmente no seguiría la discusión por ese lado. Producto de la experiencia de los sesenta y los setenta, a mí la pregunta que se me instaló fue otra, no la de si el fin justifica o no los medios. Uno puede decir siempre, que el fin justifica los medios. Si para salir de una situación muy grave, lo único que hay para hacer no resulta “prolijo” vas a tratar de resolverla, de salir, aunque sea no prolijamente.
Pero hay algo más interesante que es lo que muestra la historia permanentemente. Los medios por retrosignificación se constituyen en significantes que marcan a los fines. Una vez que se utilizó determinados medios con cierta profundidad y cierta fuerza, sacar el cuerpo de ahí ya es muy difícil.
El tema de la revolución francesa no es simplemente que los jacobinos entraron a cortar cabezas, sino que una vez que empezaron, parar la máquina de cortar cabezas se tornó imposible. Fue también lo que pasó en la revolución rusa, en la revolución cubana, que por supuesto como todavía está de moda no saltan todas las cosas que van a saltar cuando pase la moda.
Miren el juicio al general Ochoa que no fue hace tanto, fue hará unos diez años. Hubo un contrabando de cocaína que la CIA lo detectó y pasaba por Cuba. Entonces se lo “cargaron” al jefe del ministerio del interior, que es el puesto número tres en el gobierno. Le hicieron un juicio, lo condenaron. Él no se defendió, aceptó los cargos. Supongo que no se defendió porque se sintió traicionado y porque no quiso traicionar la revolución. Pero cuando los jueces tomaron la resolución de fusilarlo, Ochoa los miró a los ojos uno por uno y les dijo: ustedes saben lo que están haciendo y no se lo van a olvidar nunca. Si Ochoa dirigió un contrabando de cocaína no podía ser que Fidel y Raúl no lo supieran.
Es sabido también que buena parte del contrabando de cocaína pasaba y pasa por Corea del Norte. Quiero decir cuando se incursiona en determinado terreno de los medios para la acción, uno queda agarrado. Ni siquiera son simplemente marcas, imagínense que ahí empiezan a funcionar sociedades, convenios, acuerdos, afectos, etc.
Para mí el tema más fuerte de ética en política, es tratar de pensar cuando ocurre un acontecimiento político que marca va a dejar, que se va a hacer con esas marcas, como se va a hacer para levantarlas, transformarlas o hacer otra cosa.
Piensen la guerra civil española y el triunfo aplastante de Franco, tengan en cuenta que estuvo en el poder hasta que se murió y treinta años después de que fue derrotada la coalición nazi fascista que lo había sostenido en el poder. Franco se sostuvo por lo cruel que fue la guerra civil española. El grado de crueldad era asumible por la derecha, pero a los sectores republicanos, su propia crueldad, terminó desintegrándolos a ellos mismos.
O sea que en la ética el gran problema no es si ante un problema uno va a hacer o no tal cosa. Si se está obligado por los acontecimientos la va a hacer, no hay vuelta. Lo que sí, no hay que dejar de pensar nunca que marca dejó eso y que hacer con esa marca.
A partir de ahí tratemos de pensar una metapsicología de la bondad, la maldad, la valentía y la cobardía. Piensen que estos adjetivos son los más usados en política. Los malos y los buenos y dentro de ambos los cobardes y los valientes. Creo que como adjetivos, tienen la función de reprimir el saber cultural, social y político.
Un ejemplo clásico en la Argentina es el éxito que logró Grondona con la teoría de los dos demonios. Porque a la derecha le dio el argumento de los dos demonios y a la izquierda la quedar amarrada discutiendo contra esta teoría. Lo tonto de esto es que ni la derecha ni la izquierda se ponen a analizar lo que pasó. O sea que este tipo de adjetivos usados como puros adjetivos para lo único que sirven, es para impedir investigar las verdades. El peso de esa teoría no ha permitido pensar todavía el mal encuentro que se produjo en los años setenta. Con esto no estoy liberando de culpas a la dictadura militar.
Con respecto a la maldad, en política ocurren hechos malos y hechos buenos pero es muy fácil que sea remitido a que fue por tal mal tipo o por tal buen tipo. ¿Qué es maldad? ¿Por qué, quien de nosotros no ha cometido una maldad? Ahí me voy a poner en Cristo, el que este libre de pecado que tire la primera piedra. La maldad se cristaliza en maldad, cuando producido el acto, la retrosignificación del mismo le indica al sujeto que fue una maldad. Si a partir de ahí empieza a repetirlo conforma una serie de maldades y se significa como malo. Es distinto que aquel sujeto que produce una maldad, el acto le permite retrosignificar que fue una maldad y decide no volver a caer en actos de ese estilo.
También discutiré la bondad. Parecería ser lo más fácil de definir, sin embargo conocemos el viejo dicho de que el camino al infierno está sembrado de buenas intenciones. En nombre de la bondad, se pueden llegar a producir las peores atrocidades. Si determinado acto bueno, retrosignificado indica que resulta contradictorio con lo que se perseguía y se lo repite una y otra vez, lo que está ocurriendo es que se está recorriendo el camino de la boludés, a lo que muchos le llaman ser buenudo.
Si se insiste, creo que es a puro yo. Generalmente resulta así cuando es una formación reacactiva contra el sadismo o por adicción al goce masoquista, ese que busca hacerse desear como objeto. Entonces aparecen esas bondades, esos buenos que llegado el momento uno no sabe como hacer para sacárselos de encima.
Con respecto a la valentía, es otro tema de la política, por supuesto no es la falta de miedo. La falta de miedo es simplemente la renegación vecina a la boludés y pariente de la manía y de su suposición de triunfo omnipotente sobre el objeto (Melanie Klein). Contrapuesta a la caída de la sombra del yo sobre el sujeto en las melancolizaciones (José Grandinetti).
Ustedes saben que Freud hace una diferenciación entre angustia y miedo. La angustia la coloca como ante la falta de objeto y va a diferenciar la angustia que hace mal sujeto y la angustia que sirve de señal. Lacan va a plantear a la angustia como miedo al miedo y como ante la falta de la falta de objeto. Creo que tenemos que hablar del miedo señal. Una cierta dosis de miedo es importante para poder defenderse en la vida.
La valentía es útil cuando en ecuación con los objetivos, produce la decisión de no dejarse inhibir por el miedo. Por eso la valentía reconoce como componente clave el sentimiento de legitimidad. Todo esto es una idea mía, no llega a ser una hipótesis, si bien la sostengo desde hace muchos años y podría decir que la sostengo por lo que me han enseñado análisis que he conducido. Creo que uno de los factores de la brutal derrota que sufrieron los Montoneros, no el ERP, tuvo que ver con el profundo sentimiento de ilegitimidad que produjo en la masa montonera el haberse pasado a la clandestinidad en pleno gobierno peronista. Caían presos desmoralizados y es mucho más difícil soportar las torturas así, que cuando se caía como cayó la gente del ERP, que aún en plena derrota enfrentaban orgullosos a sus captores pues se sentían legítimos aunque fueran ilegales.
O sea que la relación entre la valentía, la legitimidad y la legalidad social, entre la valentía, lo simbólico y lo imaginario tiene un peso importante.
Con respecto a la cobardía, a veces es precaución como efecto de cálculo Está el famoso dicho popular: soldado que huye sirve para otra batalla. Cuando es repetida y no calculada resulta de anteponer el propio yo a la libidinización del vínculo social. Es justipreciar al yo por encima del lazo social por lo tanto es apartarse del discurso. No lo estoy planteando en un sentido moral, lo que quiero decir es como se está jugando subjetivamente. Es bastante evidente que el cobarde tiende a separarse de espacio social al que perteneció.
Hay un dicho presocrático, que luego Vinicius lo transformó en un verso de una hermosa canción: “vivir no es preciso navegar si lo es”. Me parece que es un dicho sumamente importante porque justamente es el que pone en su lugar a la cobardía. Porque: ¿la cuestión solamente es vivir, o cómo vivir?
Me parece que en ese sentido lo de Vinicius encierra una profunda sabiduría. En cambio, capturado por su codicia, Hernán Cortés quemó sus naves para no ceder a su propio miedo y el de su tropa y no huir ante la primera arremetida de la indiada. Aparentemente triunfó. En realidad, ahí entra lo azaroso, triunfó sirviéndose del sentimiento de culpa y de deuda que tenían los aztecas que esperaban el castigo de los dioses por haber masacrado a un pueblo pacífico. Triunfó también por haberse servido de los favores de la Malinche traidora. Derrotó a Moctezuma y se llenó de oro. De poco le sirvió, la muerte lo estaba esperando antes o después igual que a cualquiera. Su traición sólo le sirvió a la corona española.
Nosotros tuvimos acá un famoso intelectual, Manzano, que decía robo para la corona. Tenía razón.
Silvia Sisto:- un comentario sobre la figura de la Malinche. Ella lo que hace es uso del lenguaje en realidad cuando oficiaba de mediadora entre Moctezuma y Cortés. Lo que hacía era cambiar de acuerdo a las conveniencias del caso. Creo que ahí era una traidora valiente.
Aparece la traición pero no la cobardía.
Sergio:- explicame mejor porque no te entendí.
Silvia:- Me parece, con esta figura de la Malinche, que no siempre la traición va del lado de la cobardía. Era capaz de traicionar a su propio pueblo o al hombre que supuestamente la quería y ella decía que lo quería. En ese sentido era una mujer valiente que se la bancaba. Ese lugar que estaba jugando ahí no era el lugar de una cobarde.
Oscar:- Pero lo acomodaticio de las traducciones que hacía, la tornan camaleónica.
Sergio:-Lo que me parece a mí, es que como operaba en definitiva era para Cortés.
Silvia:- No siempre. Leí una novela que habla sobre el tema.
Sergio:- Tal vez el ejemplo no ha sido elegido con suerte de mi parte porque no conozco mucho del tema.
Silvia:- El tema era la cobardía y la traición de un mismo lado.
Sergio:- Efectivamente en algunos casos se puede ser valiente para traicionar. Eso vuelve otra vez a quitar el valor moral de cada cosa. Porque a veces una traición justamente puede estar a favor de lo mejor.
Para el cumpleaños de Ulloa le mandó Rodrigué un escrito muy simpático al estilo de él y una de las cosas que le agradece a Ulloa es que le hubiera enseñado la diferencia entre traición y deslealtad. Le dice: nosotros nunca fuimos desleales, nunca pretendimos seriamente seducir a la mujer del otro (carcajadas). Me pareció interesante.
Oscar: -Me acuerdo un ejemplo que a lo mejor ilustra sobre la traición y la valentía. En una introducción muy conocida a la obra de Lacan que encabeza Roberto Marchilli que salió en el año ochenta y seis, sobre un seminario que se dio en el ochenta y dos, un seminario medio defectuoso porque todavía no había mucho material de Lacan circulando. Interesa que cuando intentan ubicar el ingreso de Lacan a Argentina a través de Oscar Masotta lo dicen muy poéticamente pero hay una traición valiente de parte de Masotta. Dice: que están en mediados de los años sesenta y Oscar Masotta descubre una crítica que le hace Sartre a Freud. Masotta era un estudioso de Sartre en ese momento y lo que dice es una crítica que su maestro Sartre le hace a Freud. Entonces dice Masotta descubrió que la razón estaba del lado de su maestro, ahora Freud.
En ese trompo del lenguaje el tipo ubica un inconveniente traicionero del lado del papanatismo sesudista, pero que es noble en como defiende ese cambio de posición.
Disculpen por la duda pero es que se me acaba de armar. No va a volver a pasar (risas).
Sergio: - En verdad todo movimiento nuevo, en adelante, es subversivo en el sentido estricto de la palabra. Lacan a propósito diferencia entre subversión y revolución. Revolución es una vuelta de trescientos sesenta grados. Subversión no, es justamente voltear lo instituido. En toda subversión siempre hay una traición. Marx lo traiciona Hegel, Lacan en cierto punto lo traiciona a Freud. Son traiciones valientes. Cada uno de ellos va jugando sus propias cartas.
Silvia Sisto:- Freud y Breuyer también ¿no?
Sergio.:- No, en todo caso Breuyer con respecto a Freud. No con respecto Freud sino más bien con respecto a Anna O, porque en el momento en que se despliega la transferencia erótica amorosa y una fantasía de embarazo en ella, Breuyer salió corriendo. Eso es una traición cobarde.
Según dicen algunas lenguas luego embarazó a su mujer. Otras lenguas no.
Ethel:- ¿Eso no es condición de la metáfora?
Sergio:- Es traición
Ethel:- No me mires con esa cara
Oscar:- Hacéle juicio a mis viejos (risas).
Ethel:- Cuando se somete al significante, cuando se lo funde, está instalado un nuevo significante. ¿No es condición?
Edio:- ¿De la traición?
Ethel:- Claro
Oscar:- Es un hecho de estructura
Sergio:- Es un hecho de estructura porque cuando s instalás un nuevo significante forzosamente tenés que dejar caer otro.
Oscar: - Lo mismo que cuando un paradigma científico cae en pro de otro. Tiene que caer porque sino no hay salto cualitativo.
Martha Roblat:- Mi pregunta es ¿Eso es traición?
Sergio:- Es no acatar la ley previa.
Martha Roblat:- Es que me parece muy fuerte la palabra traición.
Oscar:- Es traición. Pero hay una cosa que yo siempre cito de Alejandro Dolina que dice que la relación entre las palabras debe funcionar como amantes furtivos y no como matrimonios consolidados durante cincuenta años. Es decir tienen que tener una relación de Tach and go. Eso tiene un efecto liberador. Entonces en ese sentido traditore, tradutore, traición inherente a la traducción es un hecho de estructura más allá de la intencionalidad del que traduce. Ahora si encima el que traduce, lo hace con una intención aviesa ahí tenés una doble traición. La que estamos hablando es un hecho de estructura que implica el pasaje de lenguas.
Ethel:- No podés ejercer la metáfora si acatas la ley. Porque siempre vas a seguir el mismo significante. La posibilidad de cambiar el significante es salirse de la ley.
Oscar: - El acto poético es traicionero en ese sentido. Las licencias que se procuran necesariamente adquieren la vulneración del código de lenguaje como código cerrado.
Edio:- Creo que la traición tiene algo de sinónimo con la exogamia. Es lo que uno debe hacer en el pasaje de niño a adulto. Si uno no traiciona la familia original, no traiciona a la madre, no lo hace con el padre, no puede hacer una vida nueva. Hay algo muy funcional en el ser humano. Si uno no lo hace no se crece.
Oscar: - Si uno no traiciona en el sentido que dice él, habría endogamia de lenguaje, endogamia de paradigmas científicos, endogamia de relaciones de parentesco.
Ethel:- Torre de Babel, único significante.
Sergio: - Torre de babel antes de ser destruida. Todo queda encerrado en lo mismo.
Es muy interesante como se ha construido este intercambio de ideas, porque ahí tienen en vivo ustedes como las palabras no están atadas a sus significados. Ahora, después de terminar la clase y toda esta conversación, me doy cuenta que cuando se me ocurrió poner en juego cuatro significantes cobardía, traición, bondad y maldad, lo que puse en juego en realidad es una serie de combinatorias que pueden dar finitas posibilidades de combinación.
Público:- No te podría dar exactamente cuenta del por qué. Pero en los ..........................
como si el goce tuviera una separación. La única forma de poner en juego la producción es la traición.
Sergio:- Me hiciste acordar a algo que decía Edio antes en relación a que hay que traicionar a la familia misma y esto lo lleva a pensar a Oscar en la endogamia de paradigmas. Todo adolescente debe matar a su padre y el padre no debe dejarse matar (tal como lo planteó Winnicott).
Edio:- Porque le generaría culpa al hijo
Sergio: - Eso es una cosa. Pero la cuestión también está en que sólo de la pugna de ambos, surge ese nuevo sujeto. Tiene mucho que ver con la cuestión de la metáfora. El que va a caer es el padre, pero no se entrega porque si lo hace, no le permite al hijo matarlo.
Terminamos por hoy.
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