jueves, 24 de abril de 2008

Clase Nº 3

Clase 3: 2do módulo

Tomo ahora las esquizofrenias no desencadenadas. Lo que van a escuchar ahora sobre esquizofrenias es una elaboración mía, muy apoyada en Freud en primer lugar, en Bateson, en Lacan, y en Bleger. Es una tesis. Sostengo que en la esquizofrenia hay forclusión de la estructura del significante. Ustedes captarán que es distinto decir forclusión de la estructura del significante a forclusión de un significante fundamental. Por supuesto, que si hay forclusión de la estructura del significante, también la hay de ese significante fundamental. Lacan en varios lugares, cuando habla de la esquizofrenia, dice: Para el esquizofrénico todo lo simbólico es real. Lo que no significa, no disposición de la palabra. Todos los esquizofrénicos hablan. El lenguaje ha sido adquirido, pero el viviente no logra encontrar al Otro en él y como consecuencia tampoco se encuentra a sí en el Otro que no encuentra. Freud dice en “Discernimiento de lo inconsciente” (otro texto que les recomiendo leer; está en la Metapsicología): “Si en la esquizofrenia esta huida consiste en el recogimiento de la investidura pulsional de los lugares que representan a la representación objeto inconsciente, cabe extrañarse que la parte de esa misma representación-objeto que pertenece al sistema Prcc –las representaciones palabras que le corresponden- esté destinada a experimentar más bien una investidura más intensa”. Recuerdan ustedes la estructura representacional que propone Freud, representación-palabra, representación-objeto, representación-cosa. La representación-objeto es la articulación entre la representación-palabra y la representación-cosa. La representación-cosa sería la imagen (que también puede ser auditiva); es la representación pura sin articular a la palabra. La representación-palabra sería la representación-palabra pura sin articular al objeto. La representación-objeto es la articulación de ambas y es la que va a colocar Freud en el Preconsciente, mientras que la representación-cosa queda en el inconsciente. “Esperaríamos que la representación-palabra, en cuanto es la porción preconsciente, resistiese el primer asalto de la represión y se volviese por completo no investible después que la represión avanzó hasta las representaciones inconscientes cosa. Sin duda es esta una dificultad para la comprensión. Aquí viene en nuestra ayuda la reflexión de que la investidura de la representación palabra no es parte del acto de la represión, sino que constituye el primero de los intentos de restablecimiento o de curación que tan llamativamente presiden el cuadro clínico de la esquizofrenia”. Recuerden lo que decíamos con respecto a la paranoia. Cuando Freud y Bleuler hablan de curación, se están refiriendo al delirio. “Estos empeños pretenden reconquistar el objeto perdido (recuerdan que había dicho que se había desinvestido el objeto), y muy bien puede suceder que con este propósito emprendan el camino hacia el objeto pasando por su componente de palabra, debiendo no obstante conformarse con palabras en lugar de las cosas... tratan cosas concretas como si fueran abstractas”. Fíjense que es muy parecido a lo que decía Lacan de que para el esquizofrénico todo lo real es simbólico. Freud plantea que tratan cosas concretas como si fueran abstractas. No pueden salir del uso de la palabra.

Lo que planteo, es que hay una diferencia estructural entre forclusión de un significante fundamental, En N del P (lo que corresponde a la psicosis), y forclusión de la estructura del significante, en lo que hace a la representación del sujeto en la relación con el (O)otro -aquí retomo una vieja escritura de Lacan y aludo a las dos funciones del otro, de lugar del significante y la ley y la pareja imaginaria-. O sea, esta última, incluye mucho más, es más abarcativa, que la función fundamental del N del P. Les doy un ejemplo de lo que quiero decir, a la manera de una alegoría: el puente de Zárate Brazo Largo tuvo problemas hace no mucho tiempo, una de sus columnas estaba fisurada; si todas hubieran estado fisuradas, el puente directamente no se hubiera sostenido. Se trata de lo siguiente: las palabras no funcionan estrictamente como significantes para representar al sujeto y al (O)otro, no se disponen las combinaciones necesarias para excavar el lugar del Otro, en alienación y separación de él; en consecuencia tampoco para excavar el lugar del sujeto cuando tiene que funcionar como agente. Lo que falta, por lo tanto, no es solamente el ordenador principal, sino lo que permita ordenar las relaciones de objeto en general, y lo imaginario (yo/moi-otro) del cuerpo propio en esas relaciones. Ello dificulta, más que en las paranoias, que trabajar re-anude, aún cuando sea deseado. En ese tipo de casos es muy importante la función de las identificaciones imaginarias.

Creo que pasé demasiado rápido el párrafo anterior. Lo que les planteo es que les falta la estructura significante para que funcione como articulador libidinal entre el sujeto y el otro, no sólo en el terreno de las funciones paternas sino más en general en el terreno de las relaciones de objeto. Por eso van a encontrar más de un brote esquizofrénico que suele empezar en la carpa de un camping, en jóvenes y/o adolescentes. En relación al primer intento de relación sexual, por ejemplo. Es en la relación de objeto que se plantea ya la cuestión, no sólo en la relación con la función del En Nombre del Padre. En este tipo de casos toma importancia la función de las identificaciones imaginarias. Por eso es muy importante revincularlos grupalmente, por vía de técnicas terapéuticas, debido a la función que juegan los semejantes como fuentes de identificación. Al mismo tiempo, no debemos ser ingenuos porque sabemos que en la identificación imaginaria se tensa la agresividad y la amenaza de fragmentación, por lo tanto, también es una fuente de complicaciones. Aún así es uno de los caminos más importantes de cura. Más adelante voy a escribir la diferencia entre Neurosis y Paranoia; por ahora escribo, cómo supongo lo que pasa, con lo que queda en lugar de la cadena significante en las esquizofrenias 1

Esquizofrenia = p-p-p-.....-p-...-neologismos-....acciones reales sobre el cuerpo real-.....
RP RP RP RP neologismo ... acciones sobre el cuerpo real

Fíjense que ya no pongo el símbolo de significante, pongo la P de palabra y luego pongo representación-cosa. Parto de la idea de que vivieron como símil neurótico, articulando palabra y representación-cosa. ¿Cómo adquirieron la palabra? Por vía de la identificación. Es un modo diferente de adquirir la palabra al sujeto común, que no lo hace sólo por identificación. Inmediatamente empieza a jugar la relación del sujeto (sexuado) con las palabras y el juego de palabras. Lean todos los domingos en Viva de Clarín las cosas que dicen los chicos y ahí van a ver cómo se adquiere el lenguaje. En estos casos, llega un momento en el que se le produce un agujero. No tiene cómo responder a la representación-cosa. Inmediatamente va a otra palabra con otra representación-cosa, otra vez a un giro, aparece un neologismo articulado a otro neologismo, aparece la nada y aparecen acciones reales sobre el cuerpo real. Fenoménicamente, lo que van encontrar en el momento de constitución de las esquizofrenias y de primeros intentos de cura (en el sentido freudiano), no es el delirio que se va armando el paranoico, que es, como dicen los psiquiatras, organizado, monosistemático, razonante, lógico, sino que van a encontrar micro-respuestas delirantes, que van respondiendo a lo inmediato de lo real de la vida de ese sujeto. Van a ver que se arman y se desarman, que aparecen y que caen, que van acompañados por momentos de mutismo. Me acuerdo de un paciente con el que yo trabajaba que cuando sabía que iba a venir la madre a visitarlo se las ingeniaba para conseguir algún elemento cortante y cortarse los ojos, a pesar de que estaba en una clínica con todos los cuidados. Después lográbamos investigar que el problema de él era “que no tenía que mirar a la madre”. Captan, entonces, porqué los psiquiatras hablaron de demencia precoz. Esto no lo van a ver tan frecuentemente ahora debido a la intervención de los psicoterapeutas y de los psicofármacos. Si le toca un buen psicoanalista, mejor, pero puede ir a parar a manos de un sistémico, de un psiquiatra (que no sea demasiado animal, que converse). Me acuerdo de una experiencia que a mí me impresionó mucho; ya la he contado en otros seminarios. Un amigo mío que fue de interventor a una colonia psiquiátrica, donde el 90% de los internados estaban en mutismo. Fue él con la esposa. Lo primero que hicieron fue ir a comer al comedor de los pacientes. A partir de ahí se empezaron a establecer relaciones de conversación. No mucho tiempo después, había un 70% de los pacientes que habían salido del mutismo. La imagen del otro (no me refiero sólo a la figura, al hablar también) es muy importante como fuente de identificación y de re-estructuración.

En la causa de la esquizofrenia no está solamente el fracaso del En N. del P. Está también la predominancia en el Otro primordial de la renegación con sus relaciones a la ambigüedad y sus efectos de doble vínculo. No me meto con esto porque tiene más que ver con la teoría de la causa. Hoy lo que me interesaba era más que nada, lo que ustedes recibieran en la presentación del paciente. En cuanto a la presentación: arrastran un cierto deterioro, que puede estar velado por destacarse en alguna producción, en la que tienen concentrada toda su libido. Suele aparecer una mimesis con la madre. Me impresionó mucho encontrar más de un esquizofrénico que nunca me hablaba de la madre. Después cuando conocí a la madre, en realidad la madre hablaba en esta persona. Así como las hijas del hombre asesinado decían que el demonio estaba en su cuerpo, en más de un esquizofrénico se van a dar cuenta de que lo que dice, es estrictamente lo que dice la madre sobre el padre, los tíos, la familia, la vida. Ahí se encuentran con los enunciados sin metonimia sin punto de basta. Predomina la arborización, el lenguaje representacional (no significante, sí significativo). No novelizan. Ustedes se aburren con ellos. Nosotros los neuróticos, cuando contamos nuestros males los novelamos. Somos siempre protagonistas de epopeyas novelescas. En cambio, en los esquizofrénicos es un relato donde la puntuación no funciona dándole fuerza ficcional al relato. Escucho comentarios, preguntas, discusiones.

Intervención: Yo antes había leído un trabajo donde usted planteaba el cuidado en las primeras entrevistas en relación a la cuestión de no ocupar o semblantear este lugar de Un padre. En este sentido, no me queda claro el ejemplo de este paciente al que usted le dice que traiga a la mujer.

Sergio Rodríguez: Es muy importante la pregunta, porque trabajando sobre la clase y experiencias clínicas del último tiempo, pensaba en el planteo de Lacan, que es muy acertado y ha modificado la clínica de las psicosis. Los kleinianos... ciertos kleinianos... los kleinianos (trato de salvar a algunos) (risas) planteaban que había que empujarlos al desencadenamiento, al brote. Entre los kleinianos, y entre algunos antipsiquiatras como Ronald Laing, estaba la teoría de que había que favorecer la regresión a los núcleos psicóticos más primitivos, para después desde ahí reconstruir la personalidad. Llegaron a los núcleos más primitivos, a la reconstrucción de la personalidad nunca. La primera vez que Lacan hace su planteo es hasta emocionante, porque dice: sabemos qué pasa cuando analizamos prepsicóticos, cuando analizamos prepsicóticos producimos psicóticos. Fíjense que lo dice en primera persona del plural. O sea, que se está refiriendo a experiencias de él. Es algo que a él le viene de la práctica. Creo que al mismo tiempo produjo (por lo menos en mí, supongo que en otros también) un cierto efecto inhibitorio: en el sentido siguiente, si estoy ante una psicosis no desencadenada o desencadenada, cuidarme de no meterme para nada cuando aparece la pareja yo-objeto o realidad-ideal. El tiempo me fue obligando a intentar caminos, y me empecé a dar cuenta más precisamente a lo que se refería. No es simplemente meterse no en esa pareja, sino no meterse como Un padre. En ese sentido la intepretación psicoanalítica puede no funcionar como Un padre. Depende de cómo se la estructura y qué se toque, a dónde esté dirigida y de qué manera. Esto es toda una discusión. Es muy común oír a los supervisores de hospital que en las psicosis no hay que interpretar. No estoy de acuerdo con eso. Creo que con la interpretación bien utilizada se puede facilitar que la cura del psicótico no atraviese sólo los caminos del delirio, lo cual es mucho mejor. Intervenir como un padre, es intervenir en la función de privación. Dicho en términos sencillos: “ni para vos, ni para vos, la perlota queda acá y la pasarán a buscar mañana; ahora que están peleando, no”. Eso es un padre. Cuando no hay significante del N. del P. eso aparece como un padre real, o sea como un padre no representable; por lo tanto, induce a la agresión erotizada. Estoy bajando el nivel de la discusión, pero trato de dar un ejemplo gráfico. En el caso de este muchacho, el problema fue que me intervención era efecto ...¿cómo se dice cuando no hay otra salida que pasar por un único lugar?............. Este muchacho dormía hasta las diez de la mañana. La mujer se levantaba a las siete para ir a laburar. La mujer se ponía de la nuca con esto. Primero, empezó a protestarle; después a subir más el tono y después era una pelea encarnizada. Yo me di cuenta de que la que estaba interviniendo como Un padre era ella. Intervenía entre la realidad del muchacho de levantarse a las diez de la mañana y el ideal de levantarse a las siete. No encontraba forma de pararlo. Le daba explicaciones a él: que hay gente que tiene que dormir más horas que otra gente (cosa que es cierta) y que lo conversara con la mujer. Nada. En esa situación, pensé: “tengo que intervenir, si no, se viene el brote”. Ahí le propuse que la trajera a la mujer, así conversábamos los tres. Piénsenlo desde el muchacho: aparecería Un padre que iba a intervenir entre él y el objeto. Ahí le aparece la idea paranoica de que yo me quería levantar a la mujer. Agresividad erotizada. Paro la pelota y le digo que no. En ese momento, no se por qué, la mujer dejó de romperle las pelotas. Con lo cual, zafamos los tres durante un tiempo. Es distinto a una interpretación o una .............................; puede haber muchas interpretaciones que no estén apuntando a privar, ni intervenir en esa relación. Esas interpretaciones, esas intervenciones, esas reconstrucciones creo que son absolutamente útiles.

Lidia Araneo: Respecto al ejemplo que diste de Cantor, me parece que se puede confrontar los límites de lo que no estuvo en la Cultura y no psicotizarse. Por ejemplo, Freud. Se encontró con algo nuevo y no se psicotizó.

Sergio Rodríguez: Thank you, very much. Vamos a jugar. ¿Estás segura de que no se psicotizó? Después de la clase de Lamorgia, nos fuimos a charlar y surgía un punto que es interesante: si a la falta de significantes la única respuesta es la psicosis o si hay otras. Partíamos de lo que Lacan plantea en el seminario 11 donde pone el mismo punto de fijación para la psicosomática que para la psicosis. Al final de la clase yo di un par de ejemplos de psicosomáticos que, curados de su psicosomática, se les declara la psicosis. Uno podría suponer que la psicosomática estaba en el lugar de la psicosis y que tal vez hubiera sido mejor para ellos no curarse de la psicosomática. Hay algo de la biografía de Freud que es extraño. Justamente coincide con el momento en el que él funda el psicoanálisis. Estoy pensando en voz alta, me obligás con la pregunta. No es algo absolutamente comprobado, pero hay muchísimas evidencias. La mayor parte de los biógrafos de Freud lo han dado por cierto: Freud habría dejado de tener relaciones sexuales a partir de los 41 años. Después del embarazo del cual nace Anna. Yo no te voy a decir que era un psicótico por eso, aunque me animaría a sostenerlo. Pero que un hombre que desplegó la teoría y la práctica en relación a la sexualidad justamente, se prive del acto sexual a esa edad y, además, de un modo complicado. Hay cartas de Freud sobre eso, donde él habla de lo que está produciendo con la invención del psicoanálisis, lo metaforizaba como un embarazo. Es el momento del Proyecto de psicología para neurólogos. Ustedes saben que lo escribe en 1895, lo tira, y las casualidades del destino hacen que quede en el fondo de un cajón, y se publica en 1953. Fíjense la fuerza que tiene el Proyecto de psicología para neurólogos, tanto como para que él quisiera tirarlo, como para que a la vez no lo tire y se publique tantos años después. Para mí es uno de lo más grandes escritos teóricos de Freud, si se lo sabe leer. En ese momento él habla de la teoría de la que “está embarazado” y protesta contra el embarazo del cual va a nacer Anna. Luego Anna se transforma en el bastón de Freud. Un bastón bien usado sirve para caminar, pero también puede servir para tropezarse y caer. Eso le pasó a Freud con Anna. Emilio Rodrígué en su biografía de Freud plantea una tesis que me parece brillante. Dice que el psicoanálisis fue el sinthôme de Freud y que Anna Freud fue su síntoma. ¿Se enloqueció? ¿El psicoanálisis le hizo de cuarto nudo? Ahí hay un punto, sobre el que queríamos hacer un grupo este año, que es estudiar dónde se psicotizaron o se estabilizaron algunos grandes psicóticos. Si la escritura le permitió a Joyce estabilizarse, sobre la base de que él partió de que esa escritura le serviría para que los académicos trescientos años después sigan hablando de él, pero además también se estabilizó gracias a dos mujeres que compartieron su vida, a Schreber llegar a la presidencia del senado lo desestabilizó. Hay todo un juego sobre el que no hay que hacer esquemas mecánicos, con la cuestión de estabilización, desestabilización, sinthôme, cuarto nudo, etc. Yo mantendría la sospecha sobre si Freud tuvo o no alguna relación con la psicosis. Ni qué decir Lacan que, más de una vez, dijo: ustedes tienen que preguntarse si yo soy o no psicótico. Corre frío en la sala cuando hablamos de estas cosas.

Intervención: Volviendo al ejemplo que planteabas de este paciente paranoico. Me quedé pensando cuál sería la diferencia entre intervenir como un padre, a partir de la presencia real de la mujer en el consultorio, y las intervenciones que vos previamente tenías sobre las representaciones de la mujer de él.

Sergio Rodríguez: Creo que la diferencia fue esa justamente, que iba a aparecer en presencia real ella. Lo otro eran conversaciones entre cómplices, por llamarlas de algún modo, donde yo no aparecía como un padre, sino más bien como un amigo. En cuanto él pensó en los dos sentados ahí y yo en el medio, aparecí como un padre violador, para decirlo en términos sencillos.

Intervención: Cuando hablás de la identificación con los rasgos paternos, hay varios puntos que me llaman la atención. Me gustaría que aclares como pensás esta identificación en relación a ese punto particular del que hablás. El significante del N. del P. estaría representado por diferentes cosas. ¿Cómo lo pensás?

Sergio Rodríguez: A propósito usé la palabra mimesis y no identificación; pero no porque esté seguro de que no sea identificación. Habría que hacer todo un trabajo para llegar a una discriminación clara de eso. Lo digo en el sentido de que es la extrema no privación de ese hijo para la madre. Por ejemplo, un obsesivo es el falito de la mamá; hace esfuerzos enormes para que a la mamá le brillen los ojos cuando llega a la casa, se pone dos corbatas. Lo que ya sabemos de los obsesivos. En cambio, en este tipo de pacientes lo que pasa es que no hay diferencia de enunciados, entre lo que dice la madre y lo que él dice. Les doy un ejemplo clínico. Un muchacho esquizofrénico que en medio del tratamiento hizo su segundo brote, el cual fue calamitoso, arrasó con la subjetividad de este muchacho; venía al consultorio no sólo en mutismo, sino con la boca abierta y babeando, la mirada perdida. Hasta que hubo un momento en que no se levantaba de la cama. Entonces, voy a verlo a la casa y hago una reunión de familia con él incluido. Cuando la escucho hablar a la madre, me doy cuenta de que todo lo que él decía sobre el padre eran exactamente las palabras de la madre. No es que tenía las mismas opiniones, sino que las decía con las mismas palabras. Impresionante. Una copia textual. Por eso usé lo de mimesis en lugar de identificación.

Intervención: Yo me refería al caso de la paranoia. .............inaudible.......

Sergio Rodríguez: Me confundí con la esquizofrenia. Si ustedes se encuentran con alguien que hasta los cincuenta años hizo la conscripción, hizo una carrera universitaria, es jefe de oficina, tiene hijos y no se desencadenó la psicosis, quiere decir que atravesó una serie de situaciones de la vida donde había En Nombre del Padre para enfrentarlas. Como el chatarrero ese del que les hablé. En este hombre, uno podría decir que la psicosis se le empezó a preparar temprano, pero en un punto no en cualquiera. No a todos los hombres se nos ocurre casarnos con una prostituta. No es lo más común. Ese movimiento llama la atención. Pero también uno conoce más de uno que se ha casado con prostitutas y ha llevado una vida más o menos feliz. Este hombre llevaba esa vida feliz. Se produce el delirio celotípico cuando el hijo se casa. Obviamente de lo que está celoso es de la esposa del hijo. Todo eso se transforma en un complejo encadenamiento, donde cree la que lo cuernea es la esposa. Ahí el fracaso del N. del P. es en la relación entre padre e hijo con respecto a la mujer. Con respecto a la mujer como la mujer erótica del hijo, no la mujer de él, aunque todo el delirio lleve finalmente a la esposa de él, la madre del chico. La única explicación que uno puede tener de los celos de ese hombre es porque el hijo se casó con una mujer. En realidad, el delirio está dirigido a esa mujer. Por lo tanto, donde ha habido fracaso de la instalación del N. del P. para este hombre es en lo que fue la relación del padre de él con él respecto de la que sería la mujer de él (con todo lo que ahí pueden suponer de relación con la transferencia materna). Ahí nos vuelve el recuerdo de que fue a buscar a su mujer a un prostíbulo. Más de ahí no puedo ir porque este caso fue en los comienzos de mi práctica. No entendía nada de lo que pasaba. Varios años después, reflexionando un poco más, fui entendiendo el caso, pero no tengo la suficiente información para poder discriminarlo mejor. Ahí tenés un buen ejemplo de cómo esta cuestión de la forclusión del N. del P. no es un fenómeno absoluto y total en la paranoia, sino que es puntual. Ahora, puede ser puntual con un punto más abierto, uno más cerrado, con más puntos en la cadena donde eso pase. Ahí está la complejidad de cada caso. ¿Se entiende a qué me estoy refiriendo con esto de puntual? No es la misma idea de la forclusión parcial de Nasio. Yo lo que estoy planteando es que el N. del P. ha funcionado en una serie de cuestiones para ese sujeto, pero ha habido un punto donde no ha funcionado. Cuando ese sujeto se tuvo que enfrentar con ese punto en lo real de su vida, se abrió la forclusión.

Intervención: Volviendo al tema de Freud y la cuestión de psicosomática y psicosis. Lo que Freud sí tuvo fue un cáncer durante muchos años. Rodrigué también lo relaciona con el sueño de la inyección de Irma (que es justamente en el que se revela el enigma de los sueños). Ahí podría haber una relación entre la invención del psicoanálisis y el desarrollo del cáncer.

Sergio Rodríguez: Sí, inclusive en la clase Oscar planteó una relación entre la extracción de la i de Sigismund (que quiere decir “boca victoriosa”) y ese cáncer. Efectivamente, hay todo un circuito ahí para pensar que pasó algo muy grueso en la vida de Freud en relación a la invención del psicoanálisis. No respondió al estilo Cantor haciendo una locura clásica, pero pasaron cosas muy gruesas. En el sueño de la inyección de Irma, ustedes recordarán que Freud en una parte donde dice: “paro acá porque ya entro en zonas de las que no quiero hablar”. Si yo no recuerdo mal (después lo voy a revisar en la desgrabación)1, sobre ese sueño investigaron varios, entre ellos el que cuidaba el museo Freud...., ahí aparece un problema en relación al embarazo que está cursando en ese momento y del cual va a nacer Anna. También está la carta a Flies sobre que está embarazado de su nueva teoría. Ahí hubo algo muy grueso. Volviendo a tu pregunta. ¿Qué tuvo que ver el viejo de Freud con esta historia? Nada y algo. Porque ustedes saben que Freud es hijo de un segundo matrimonio. El nace cuando el padre es un hombre muy grande. El hijo mayor del primer matrimonio funciona mucho como padre de Freud. De ahí aparecen una serie de confusiones bastante serias en relación a la imagen del N. del P., no sé si al N. del P. O sea, que por ahí el psicoanálisis nació gracias a la desgracia de Freud. O, quizás, la desgracia de Freud fue inventar el psicoanálisis. C´est finni.


1 Esquizofrenia = p-p-p-.....-p-...-neologismos-....acciones reales sobre el cuerpo real-.....
RP RP RP RP neologismo ... acciones sobre el cuerpo real
RC RC RC RC
1 no tuve tiempo

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