jueves, 23 de julio de 2015

Psicología y semiología de mensajes políticos

Psicología y semiología de mensajes políticos
Sergio Rodríguez

Comienzo sintetizando así el planteo de Freud[1], las masas se organizan identificándose a un liderazgo, en la que sostiene la identificación entre sus integrantes. También es importante en el trabajo de Freud, que lo haya llamado Psicología de las masas y análisis del yo. Me parece indicar que inconsciente o conscientemente, advirtió que no iba a referirse a lo más inconsciente de las masas, sino a lo menos. Por eso no lo llamó Psicoanálisis de las masas sino Psicología… Por lo mismo, tampoco puso el término Inconsciente sino Yo. Las masas no son analizables en función de su inconsciente, porque éste resulta efecto de las historias individuales de cada persona y las consiguientes subjetivaciones producidas.
A esta altura, podemos acomplejar dicho planteo. Los resultados electorales de estos de últimos tiempos, deben descartar análisis ligeros, que los atribuyen sólo a la composición social de la Capital Federal de la Argentina. Una web partidaria del Frente para la Victoria[2], aportó el siguiente dato de interés.
“Esto está ocurriendo también en sectores más pobres y marginales que las “capas medias”. “Las comunas 4 y 8 (Lugano, Barracas, La Boca, Nueva Pompeya, Parque Patricios) son las más afectadas por la problemática: solamente, el hacinamiento alcanza al 20% de la población de esos barrios. Además, en esas jurisdicciones están las principales villas, con su histórico reclamo de “urbanización”, que el macrismo desconoció en sus dos gobiernos.
En ambas comunas, el PRO, que venció en todo el territorio porteño, ganó con comodidad y solamente estuvo unas décimas por debajo del número que alcanzó en total (46,6%, en cada sección). En esas jurisdicciones, el kirchnerismo superó la línea de los 24 puntos, muy por encima de su rendimiento general: se ubicó en segundo lugar, muy lejos de ECO
En las villas, la mayoría de sus habitantes no se destacan por estar por encima o equivalentes socialmente a las capas medias. Tampoco se distinguen por consumir como ellas, aunque  lo desean, y consumen más que en el 2003. Los  trabajadores con oficio o aprendices, han mejorado laboralmente. Muchos, favorecidos por los programas sociales del gobierno, pasaron del desempleo a estar empleados. Aunque subsiste un desempleo importante. Sin embargo en esas “villas” casi la mitad, votó PRO – Macri[3]. Lo que evidencia que se identificaron con el voto mayoritario en las capas medias. No es raro escuchar en este tipo de votantes comentarios similares a los de muchas personas de esas capas. Por ejemplo decir “negros de mierda”, siendo el que lo dice, alguien de tez oscura. La gran paradoja está, en que hay muchos periodos en los que eligen por aquellos que los desprecian. Creo muy importante, que los liderazgos mejor intencionados adviertan esto, pues esa paradoja muestra que las masas no sólo se identifican a liderazgos y sobre esa base se identifican entre sí. Los liderazgos tienen que auscultar que pasa en ellas no sólo económico socialmente, sino también en el terreno de las ideas, modas y modalidades de conversaciones. Para poder reconocer así, el tejido discursivo e imaginario en que se sostienen. Sólo así, puede haber una ida y vuelta entre lo que ellos desean y lo que ocurre en las masas. Deben observar el sistema de signos, que en ellas van tomando preeminencia. No, para adaptarse así no más. Pero sí para advertir los cambios que van trayendo, tiempos que corren vertiginosamente. Y mucho más aceleradamente a partir del desarrollo de la informática, que marca desigualmente a la Cultura Actual y sus habitantes. Cambios en los que tiene una gran pregnancia la Televisión. Los urbanos al no sentirse mirados[4], tratan de darse a ver en la pantalla. Qué parece mirar, pero ve sólo lo que le rinde utilidad comercial o política. Entonces, son hipnotizados por algún “sueño” puesto en los pisos de la TV. Si no, caen en el goce del zapping ver, sin mirar.
Algo parecido ocurre con los Chat –supuestas conversaciones- O los textos y fotos en Facebook, incluso en rápidos mails. Los teléfonos celulares iniciaron la era de mensajitos de texto. Son seudo discursividades en tanto en general, no logran instalar emisores – receptores, enunciados – enunciaciones, intercambios de ideas. De ahí, que si los malentendidos habitan las relaciones sociales, estos recursos tecnológicos los multiplican y no facilitan aclarar.
Lo que se está expresando en política. En la que la cara  con risa, el baile y los saltitos, los abrazos y los besos, se usan cada vez más como signos para apoyar relatos vacuos en los que se miente sin vergüenza. Buena parte de la masa, se identifica a estas modalidades.
¿Ahora, los políticos bien intencionados, tienen que funcionar como lo otro de esta modalidad? ¿Cultivar ceños inexpresivos, fruncidos, angelicales, o hacer de la adustez un emblema? Esas formas de por sí, no aseguraran buenas política. Y el peligro que afrontan en los tiempos que corren, es el de quedar por fuera de las mayorías.
Identificarse con su propio estilo a lo que ya son un fenómenos social masivos, puede facilitarles llevar su propio discurso, y a éste, ser escuchado y seguido.







[1] En su clásico y fundamental trabajo Psicología de las masas y análisis del yo.
[2] Agencia Paco Urondo. De su boletín del 28 de abril 2015
[3] Macri ahora, trata de apropiarse tomando como banderas  algunos de esos programas
[4] Cómo sí ocurría y aún ocurre, en la vida de poblaciones pequeñas.

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