Psicología y
semiología de mensajes políticos
Sergio Rodríguez
Comienzo sintetizando así el planteo de Freud[1],
las masas se organizan identificándose a un liderazgo, en la que sostiene la
identificación entre sus integrantes. También es importante en el trabajo de
Freud, que lo haya llamado Psicología de
las masas y análisis del yo. Me parece indicar que inconsciente o
conscientemente, advirtió que no iba a referirse a lo más inconsciente de las
masas, sino a lo menos. Por eso no lo llamó Psicoanálisis de las masas sino Psicología… Por lo mismo, tampoco puso el término Inconsciente sino
Yo. Las masas no son analizables en función de su inconsciente, porque
éste resulta efecto de las historias individuales de cada persona y las
consiguientes subjetivaciones producidas.
A esta altura, podemos acomplejar dicho planteo. Los
resultados electorales de estos de últimos tiempos, deben descartar análisis
ligeros, que los atribuyen sólo a la composición social de la Capital Federal
de la Argentina. Una web partidaria del Frente para la Victoria[2],
aportó el siguiente dato de interés.
“Esto está
ocurriendo también en sectores más pobres y marginales que las “capas medias”.
“Las comunas 4 y 8
(Lugano, Barracas, La Boca, Nueva Pompeya, Parque Patricios) son las más
afectadas por la problemática: solamente, el hacinamiento alcanza al 20% de la
población de esos barrios. Además, en esas jurisdicciones están las principales
villas, con su histórico reclamo de “urbanización”, que el macrismo desconoció
en sus dos gobiernos.
En ambas comunas, el PRO, que
venció en todo el territorio porteño, ganó con comodidad y solamente estuvo
unas décimas por debajo del número que alcanzó en total (46,6%, en cada
sección). En esas jurisdicciones, el kirchnerismo superó la línea de los 24
puntos, muy por encima de su rendimiento general: se ubicó en segundo lugar,
muy lejos de ECO”
En
las villas, la mayoría de sus habitantes no se destacan por estar por encima o
equivalentes socialmente a las capas medias. Tampoco se distinguen por consumir como ellas, aunque lo desean, y consumen más que en el 2003.
Los trabajadores con oficio o
aprendices, han mejorado laboralmente. Muchos, favorecidos por los programas
sociales del gobierno, pasaron del desempleo a estar empleados. Aunque subsiste
un desempleo importante. Sin embargo en esas “villas” casi la mitad, votó PRO –
Macri[3].
Lo que evidencia que se identificaron con el voto mayoritario en las capas
medias. No es raro escuchar en este tipo de votantes comentarios similares a
los de muchas personas de esas capas. Por ejemplo decir “negros de mierda”,
siendo el que lo dice, alguien de tez oscura. La gran paradoja está, en que hay
muchos periodos en los que eligen por aquellos que los desprecian. Creo muy importante,
que los liderazgos mejor intencionados adviertan esto, pues esa paradoja
muestra que las masas no sólo se identifican a liderazgos y sobre esa base se
identifican entre sí. Los liderazgos tienen que auscultar que pasa en ellas no
sólo económico socialmente, sino también en el terreno de las ideas, modas y
modalidades de conversaciones. Para poder reconocer así, el tejido discursivo e
imaginario en que se sostienen. Sólo así, puede haber una ida y vuelta entre lo
que ellos desean y lo que ocurre en las masas. Deben observar el sistema de
signos, que en ellas van tomando preeminencia. No, para adaptarse así no más.
Pero sí para advertir los cambios que van trayendo, tiempos que corren
vertiginosamente. Y mucho más aceleradamente a partir del desarrollo
de la informática, que marca desigualmente a la Cultura Actual y sus habitantes. Cambios en los que tiene una gran
pregnancia la Televisión. Los urbanos al no sentirse mirados[4],
tratan de darse a ver en la pantalla. Qué parece
mirar, pero ve sólo lo que le rinde utilidad comercial o política. Entonces, son
hipnotizados por algún “sueño” puesto en los pisos de la TV. Si no, caen en el goce del zapping ver, sin mirar.
Algo
parecido ocurre con los Chat –supuestas conversaciones- O los textos y fotos en
Facebook, incluso en rápidos mails. Los
teléfonos celulares iniciaron la era
de mensajitos de texto. Son seudo discursividades en tanto en general, no
logran instalar emisores – receptores, enunciados – enunciaciones, intercambios
de ideas. De ahí, que si los malentendidos habitan las relaciones sociales,
estos recursos tecnológicos los multiplican y no facilitan aclarar.
Lo que
se está expresando en política. En la que la cara con risa, el baile y los saltitos, los
abrazos y los besos, se usan cada vez más como signos para apoyar relatos
vacuos en los que se miente sin vergüenza. Buena parte de la masa, se
identifica a estas modalidades.
¿Ahora,
los políticos bien intencionados, tienen que funcionar como lo otro de esta
modalidad? ¿Cultivar ceños inexpresivos, fruncidos, angelicales, o hacer de la
adustez un emblema? Esas formas de por sí, no aseguraran buenas política. Y el peligro
que afrontan en los tiempos que corren, es el de quedar por fuera de las
mayorías.
Identificarse
con su propio estilo a lo que ya son un fenómenos social masivos, puede
facilitarles llevar su propio discurso, y a éste, ser escuchado y seguido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario