Inicio mi intervención, compartiendo con
ustedes, el dolor que nos ha producido la súbita muerte de nuestra querida
María Cristina Moritz.
Introducción
En función de lo que intentaré trabajar
hoy, operaré con el significante esencia. El diccionario de la RAE lo define así: “1. f. Aquello que constituye la naturaleza[1] de las cosas, lo permanente e invariable
de ellas. 2. f. Lo más importante y característico de una
cosa. 1. loc.
verbal. Ser preciso, indispensable. 2. loc. verbal. Ser condición inseparable de algo[2].”
Parece una
contradicción que un psicoanalista, investigue esencias. Ya que nuestra
práctica se distingue por analizar en lo particular, lo singular. Pero sabiendo
que cuando lo amerita, debemos producir un relato que reconstruye una fantasía
que incidió en la vida del analizante sin que éste lo advierta. Claro, que
siguiendo rigurosamente la lógica y los tiempos, de los relatos de cada
paciente. Dichas construcciones colaboran, a producir cambios importantes en
sus modalidades de vivir. Lo que ocurre porque retro-significan su ser de:
sujetos del significante y de lo real[3].
Así favorecemos, que sus deseos articulados en creencias y actos, vayan
acercándose lo más posible a alguna realización. Qué plena, resultará siempre
imposible. Entre otras cuestiones, porque no se puede ignorar la existencia del
otro, con lo que tiene de lo otro,
lo ajeno.
En
referencia a la política, busco producir construcciones, sobre imaginarios
actuales en ella. Trato de colaborar, retro-significándolos.
Esencias
Lógicas
La
primera esencia de la
política, reside en su necesariedad. En toda sociedad no cesa de producirse en
actos, dichos y escritos[4].
Dicha necesariedad está determinada, por ser toda sociedad imperfecta. Lo que torna permanentemente necesario, tratar de orientar y dirigir la actuación
de personas o entidades, en determinado asunto o campo humano[5].
Para eso, se hace política. Tanto en la –polis- ciudad, como con las parejas,
hijos, familias, partidos políticos, sindicatos – sean de trabajadores o
patrones, clubes, movimientos de investigación científica, artística, etc. La
política, consciente o inconscientemente, está presente en toda actividad o
inactividad de los seres humanos por ser productos -como sujetos u objetos- del
habla.
La política
no cesará de engendrarse, porque siempre faltará algo. Incluso lo nuevo
producido, abre nuevas faltas[6].
Nunca logra formularse nada pleno y en términos absolutos. Siempre algo, queda
fuera de lo formulado. Por los límites del lenguaje y de cada lengua en
particular y por los reales que se abren o no se cubren.. También por
diferencias entre deseos y hábitos de goce en los seres hablantes. Algo real,
no cesa de no escribirse totalmente. Lo que lleva a que los
entendimientos sólo resulten parciales. A lo que pueden contribuir misiones
tramposas Cada subjetivación está determinada por deseos inconscientes y goces,
que hace que siempre sienta que hay algo más para decir, para explicar lo que
se quiere. Cualquier experiencia de lazo social lo pone en acto y lo muestra.
Por supuesto hay contingencias, en
las que algo, parece resolverse
totalmente. Ocurre especialmente en los enamoramientos, que discriminamos
desde Freud[7],
del amor. Pero en dichas contingencias, sólo se recubre, lo no resuelto. La
política es uno de los escenarios, en que se hacen más evidentes estos
condicionantes de los lazos sociales.
La Segunda esencia. Estados y empresas, no pueden existir sin
burocracias[8]. Sin organizaciones reguladas por normas que idealmente,
buscan establecer un orden racional para distribuir y gestionar los asuntos que
le son propios. Lógicamente, los liderazgos políticos, necesitan ese orden.
Pero cómo lo Real siempre incide, resulta imposible conseguirlo a pleno. A
partir de lo cual, se abre un amplio espectro entre posibles e imposibles en el
que las contingencias no dejan de jugar sus cartas. Nos encontramos con los
tres registros de la experiencia humana. Lo Real, lo que radicalmente no se
sabe, razón por la que se presenta inquietante. Lo que se sabe sin sabérselo
conscientemente, lo inconsciente que produce síntomas. En el cruce
entre imaginario y simbólico, lo
Real cubierto parcialmente por lo preconsciente, donde se
aloja el goce del Øtro. Sentido por el hablante, como propio, a la vez
que extraño. Lacan lo dibujó en sus relaciones y no relaciones en el Nudo de la Tercera Aplanado.
Las
Teorías Económicas
En las
teorías políticas, las formulaciones económicas comienzan a ocupar un lugar
fuerte, en el siglo XVIII. A mitad del siglo XIX, Carlos Marx vislumbra su
teoría del valor. Advierte también, la apropiación desigual de la distribución
y uso de lo producido en plus. En dicha
apropiación sale perjudicado el productor directo, y beneficiado el propietario
de la tierra y/o demás medios de producción. Puso la piedra fundamental, para un
examen científico del peso de los puntos de vista económicos en las
diferencias políticas. También en definir a que clase o sector social
defendían dichos puntos de vista, según y cómo se situaran en la cuestión clave
de la apropiación, reinversión y distribución del producto en plus.
Los
Políticos
Un error común, está en reducir el
análisis de los políticos a sus dichos. Resulta más significativo, cómo dicen
lo que dicen y con qué hechos y actos proceden.
Si bien la proveniencia social marca, no
decide. Un militar como Juan Domingo Perón, proveniente de un pueblo agrario de
la provincia de Buenos Aires y de una familia de capas medias de esa ciudad,
tomó la defensa del nivel de vida y del ascenso social de obreros y capas
medias. A la inversa, son conocidos en ese mismo sector político, muchísimos “casos”,
de personas surgidas del mundo del obrero y que aprovechándose de sus
posiciones dirigentes, se transformaron en fuertes empresarios. La codicia[9], pudo más, que sus ideales iniciales.
Muchos, comenzaron sus luchas con las mejores intenciones y se corrompieron
ante las tentaciones con que se encontraron. Es una de las razones de la
sensualidad del poder. Genera la ilusión de que se lo tiene. En los
condicionamientos de la acción política, en sus elecciones, los políticos
continúan subjetivándose. Inciden en ello, sus condiciones éticas previas, el
peso de las opciones que se les van presentando y las rivalidades y envidias
propias de lo imaginario.
Digamos que este
mismo tipo de fenómenos humanos, ocurren entre los empresarios. Pero que así
cómo los trabajadores no pueden no competir en la búsqueda de trabajo, los
empresarios no pueden no entrar en las competencias del mercado. Lo que pone a
los mejor intencionados en la opción de tener que elegir entre ideales
juveniles solidarios de promover empresas al servicio de la comunidad, y lo que
la vida les va presentando realmente.
Las
Masas
En Psicología de las masas y análisis del
yo, Sigmund Freud centra en mostrar como las organizaciones de masa se
estructuran por identificación de cada componente al líder, y sostenidos en
dicha identificación se identifican entre sí. No olvidemos que son
organizaciones de masa, como él mismo lo aclaraba, desde las más visibilizadas
como tales hasta parejas y familias.
Escribió ese artículo en la época del
triunfo del comunismo en lo que fue la URSS, del ascenso del nazismo en
Alemania, y del fascismo en Italia. Los comunistas saludaban con el brazo
derecho en alto y el puño cerrado, los nazis alemanes, fascistas italianos y
falangistas españoles, con brazo derecho y mano abierta. Desde las figuras de
los líderes, se irradiaba el saludo como signo, exteriorizando el llamado a la
identificación.
Pero cabe la pregunta - ¿Qué lleva a
identificarse a tal líder y/o a tal otro? ¿Y qué y cómo, se va constituyendo la
“cintura política” que logra qué éste incida, en los movimientos de los
políticos? Hay ida, vuelta, y retroalimentación, entre .
Un liderazgo no puede mantenerse, haciendo todo el tiempo lo
contrario a lo que la masa le demanda. Tras grandes fracasos, tienden a caer.
Eso puede llevar en muchas oportunidades a líderes, sean de derecha, centro, o
izquierda, a hacer lo contrario a lo que le indicaban sus convicciones. Es uno
de los afluentes que contribuyó a que palabras como oportunismo y
oportunista/as, y una variante, demagogia y demagógicos, sean tan usadas en
discusiones o análisis políticos. Tanto en la izquierda, como en el centro o la
derecha. En el mismo sentido el uso de la alocución “la gente”, tiende un manto, que disimula diferencias producidas
entre las personas.
Los
medios de información
Emisores y receptores. Engloban a
gráficos, radiofónicos, televisivos, redes sociales y sus consumidores. Es
imposible que puedan informar objetivamente. Por razones de espacio los
gráficos, límites de tiempo televisión radios y redes, les resulta imposible
emitir toda la información de la que se enteran. Lo que los obliga a
seleccionar. Lógicamente todos, informan
más, lo que compete a la propia aldea. A la vez, dicha información será
seleccionada en cuanto al espacio que se le da, según las ideas dominantes en
quienes seleccionan. Y serán escritas del modo más acorde con esas ideas.
Muchas veces Clarín, titula de una manera, y si se lee la noticia completa, se
advierte que tiene un sentido diferente y a veces opuesto al titulado. Sobre
estos procederes, operan razones conscientes e inconscientes, vinculadas a
goces y deseos de los que deciden. La información objetiva es una utopía
inalcanzable. La propia recepción de cada uno de nosotros, también peca de
parcialidad por razones equivalentes a las enunciadas con respecto a los
emisores. Agreguémosle el efecto de tiras y programas de entretenimiento de los
medios masivos que alimentan y retroalimentan un circuito, con el sentido común
más empobrecido, de quienes están deseosos de vivir aventuras a las que no se
animan o que les resultan imposibles.
Digitalización,
Medios = virtualización[10]
de información
La digitalización de informaciones y
comunicaciones sumada en estos últimos años, las ha transformado para bien y
para mal. Lo que incide fuertemente en la política. Facilita comunicarse entre
personas en tiempo real y a escala planetaria. Y ha servido para desenvolver
acciones políticas de masa, positivas y/o negativas.
Además incide también, en los lazos
sociales menos amplios. Los padres pueden comunicarse en tiempo real con los
hijos. Las parejas, con su par. Se facilita así comunicarse. Lo que es
relativizado, cuando celulares y computadoras, son apagados o dejados “fuera de
servicio”. Como todo, todo medio virtual, también puede ser usado para mentir.
O sea: también incomunican. Son escenas
cada vez más comunes en restaurantes y otros espacios públicos, las de parejas
o familias que están retraídas sin hablarse, pero mandando mensajes de texto o
jugando con jueguitos del celular. La digitalización, también sirve para
incomunicar. Lo dice así, el escritor y director británico Gary Turk[11]:
“Tengo 422 amigos y sin embargo estoy solo. Hablo con todos ellos todos los
días y ninguno me conoce”
Lo
más humano: el narcisismo.
Freud se sintió impelido a variar su
esquema de las pulsiones, dejando de lado que sólo estuvieran orientadas a la
búsqueda del placer y del sostenimiento de la vida. La primera guerra mundial y
casos tratados por él, en los cuales la obstinación en arriesgar, perder o
arruinar la vida propia y/o de otros, lo convencieron de que también hay una
pulsión que pulsa hacia la muerte. El narcisismo, tal como indicó Lacan, es
alimentado fuertemente por la capacidad de las pulsiones de auto satisfacerse
en su propio borde. Ergo, pueden alimentar no sólo a entrar en lazos sociales,
también al egocentrismo. El egocentrismo puede llevar a proteger la vida propia
y de otros, otras veces, a lastimarla y hasta eliminarla. Poco antes de
formular su teoría de la pulsión de muerte, Freud afirmó en Lo Siniestro:
“/…esta palabra, heimlich, no posee un sentido único, sino que pertenece a dos
grupos de representaciones que, sin ser precisamente antagónicas, están, sin
embargo, bastante alejadas entre sí: se trata de lo que es familiar,
confortable, por un lado; y de lo oculto, disimulado, por el otro. Unheimlich
tan sólo sería empleado como antónimo del primero de estos sentidos, y no como
contrario del segundo.” En política y en
guerras lo más familiar, el otro humano, aparece como lo ajeno contrario y
peligroso. Para y por eso, la historia la escriben los vencedores. Se muestran como los buenos, y muestran a los
otros cómo los malos. Pero en verdad, en todos lados de cada guerra, se “cocinaron
habas” siniestras. Lo que lleva también a
que una de las causas de las guerras, la política, pueda resultar a veces siniestra.
Ocurre, cuando lo más cercano y familiar, se nos vuelve lo peor. Las guerras
son el peor mal de la humanidad, por la pérdida de vidas humanas e insumos, que
producen. Estallan cuando alguno de los sectores en pugna, concluye que no hay
otra salida que imponer como sea, su creencia sobre que es justo y que no. Para
la actualidad, cito un “pirulo de tapa” de Página 12[12], que relata: “GUERRAS. El mundo fue más
violento en 2013: según un estudio presentado ayer en Alemania, el año pasado
hubo 20 guerras, 2 más que en 2012, y más conflictos armados. Además de las
guerras en Afganistán e Irak, se sumaron las de Siria, Mali y República
Centroafricana, señaló el Instituto de Investigación de Conflictos
Internacionales de Heidelberg. Los expertos consideraron además que los choques
entre las fuerzas del nuevo gobierno egipcio y los Hermanos Musulmanes
alcanzaron dimensiones de guerra. El instituto contó el año pasado 414
conflictos en todo el mundo, 9 más que en 2012. Entre ellos, 45 se consideraron
como altamente violentos.”
No le va en zaga la “ley” de Lynch. Que
elude la Justicia como institución administradora de las leyes y también, al ojo
por ojo diente por diente de la milenaria ley del talión, en el Antiguo
Testamento. Hace muy poco, por robar un diente –una cartera- “la gente” en
jauría, linchó al presunto ladrón. No hay injusticias ni justicias, con o sin,
partes de verdad y de error. Pero lo peor es la mano propia, porque arrasa con
el derecho de defensa. Esto, sin contar que la mayoría de estos ladronzuelos
linchados provienen de los márgenes más excluidos de las sociedades. Lo que no
los justifica, pero sí, los condiciona.
La
igualdad.
Suele ser, una consigna de los políticos
que se proponen a la opinión ciudadana como progresistas. Se levanta desde la
revolución burguesa anti monárquica en la Francia de 1789. Estrictamente, es
imposible y su sostenimiento reduce a la estafa o la impotencia. Dice Federico
Engels en el Anti-Düring: “La reivindicación de la igualdad en boca del
proletariado tiene un doble significado. O bien es una reacción natural contra
las clamorosas desigualdades sociales, contra el contraste entre ricos y
pobres, señores y siervos, hartos y hambrientos –tal el caso en los comienzos,
como por ejemplo la Guerra de los Campesinos-; así considerada, la
reivindicación de la igualdad es la simple manifestación del instinto
revolucionario y solamente en ese instinto encuentra su justificación. O bien
ha surgido contra la demanda burguesa de igualdad, deduce de ella reivindicaciones
más o menos justas, más o menos progresistas; sirve como medio de agitación
para incitar con las propias consigna capitalistas, a los obreros contra los
capitalistas, y en este caso se mantiene con la igualdad burguesa y cae con
ella. En ambos sentidos, el contenido real de la reivindicación proletaria de
igualdad es la supresión de las clases. Toda reivindicación de igualdad que
exceda este contenido real, llega a ser necesariamente un absurdo”. Obviamente,
la soñada revolución proletaria y la supresión de las clases, fracasó
estrepitosamente y no por principalmente, causas externas sino internas. Fracasó por fenómenos como los que apunté en
el apartado sobre los políticos: “personas surgidas del mundo obrero y que
aprovechándose de sus posiciones dirigentes, se transformaron en fuertes
empresarios” Así ocurrió en todos los países en que se instaló el llamado socialismo
real y hasta en alguno como Corea del Norte, funciona una monarquía no
declarada, pero ya ejercida por tres generaciones.
¿Se pueden administrar con justicia las
lógicas desigualdades? Hasta cierto punto no precisable, pues depende en cada
circunstancia de correlaciones de fuerzas y creencias que impregnan a sectores
diversos de las ciudadanías.
Entonces, consignas como –todos por la inclusión
resultan renegatorias y engañosas, por mejor intencionadas que estén. Aunque a
los políticos y a la mayoría de las personas les cueste creerlo, el todos no
existe. Es justo, proponerse modificar condicionamientos económicos y sociales
que generan exclusiones, pero no todos los excluidos lo son por condiciones
económico sociales. No hay un todos, que pueda incluir a todos los excluidos. Incluso,
una proporción minoritaria pero existente de los excluidos, inconsciente o
conscientemente no desea ser incluido. Es muy importante analizar
particularizando para poder ser eficaz políticamente.
Paradojas
y Solidaridad.
En el DRAE: Solidaridad: (De solidario). 1. f. Adhesión circunstancial a la causa o a la
empresa de otros. 2. f. Der. Modo de derecho u obligación
in sólidum. En el Diccionario Etimológico
de Corominas encontramos: “Solidaridad: SUELDO, del lat. tardío S֊LէDUS ‘cierta moneda de
oro, ducado’, que es propiamente el adjetivo clásico SOLIDUS ‘sólido’ sustantivado. 1. ª doc.: soldo, 1062-3; sueldo, 1129 (Oelschl.) Antiguamente
la paga que se daba a los soldados mercenarios fue por algún tiempo igual a un
sueldo, y así el vocablo se hizo sinónimo de ‘paga del mercenario’, ac. con que
aparece en APal. (280d), Nebr.
(«s. en la guerra: stipendium»), etc.; después
‘paga de un criado’ (Aut.) y
‘salario en general’; comp. Cej. IX, § 150. SOLIDUS
como nombre de moneda aparece ya en el Digesto y en otros textos latinos
de baja época; la razón semántica de esta sustantivación es fácil de concebir
en términos generales y más difícil de concretar: unos piensan en el oro de que
se hacía el SOLIDUS por oposición
a la hojalata en que se acuñaban otras monedas inferiores; otros, en el valor
monetario invariable que se asignó a esta unidad, a diferencia de otras monedas
que se desvalorizaban rápidamente: de todos modos la denominación tiene que ver
con la prolongada crisis económica del Bajo Imperio. Comp. SALDO.
Son cultismos los siguientes. Sólido [APal. 310d, 462d, 463b; 1633,
Lz. de Arenas, p. 44], del adjetivo sŏlĭdus íd.; solidez [S. XVII, Aut.]; solidario [Acad. 1884, no 1843], solidaridad
[íd.], solidarizar. Consolidar [fin S. XV, Aut.], de consolidare íd.; consolidación,
consolidativo.”
Sintetizando.
Solidario viene de oro y de paga a los soldados romanos y a los mercenarios.
¿Es una pista que puede permitirnos suponer, que por lo menos para la Cultura
latina, solidaridad y solidario son significantes que trasmiten una formación
reactiva contra la manía imperial, la guerra como instrumento y la codicia cómo
rasgo de carácter? ¿Será la base más sólida (que tiene la misma etimología que
solidaridad) de solidaridad y solidario? Conocemos a las formaciones reactivas.
Valdría una transformación de un viejo refrán y decir: dios, protégeme de mis
solidarios que de mis enemigos me protejo solo. Por supuesto con esto, no estoy
despreciando al sentido común sobre solidaridad, que creo que hay que apoyar.
Pero por lo menos los psicoanalistas, no debemos olvidar sus dos caras, muy
evidentes en organizaciones tipo “damas de caridad”. Un colega en análisis,
decía que muchas de esas organizaciones, vehiculizan un deseo de que haya
pobres para tener a quienes ayudar.
Pedagogía y política. ¿Educar al soberano?
Efectivamente, con mayor o menor éxito, siempre se educó al soberano. Pero
el soberano, nunca fue ni puede ser el pueblo. Porque es imposible que lo sea.
Entre otras cosas por lo captado por Freud en Psicología de las masas y
análisis del yo. Las masas se organizan identificándose a liderazgos. Lo que en lo inconsciente, se basa más en
el arrastre de la sujeción a la función materna, que a la del Nombre del Padre.
Y ni decir, que a la del propio nombre. Y cómo aquellas, sólo resultan
“suficientemente buenas[13]” en épocas de mucha bonanza económica. En
épocas de crisis tienden a buscar líderes que encarnen la función del nombre
del padre, aunque sea, como “padres terribles”. Los verdaderos soberanos,
son siempre, los liderazgos. Liderazgos que se educan, se forman, en función de
los intereses que se proponen defender.
Sin
embargo es absolutamente corriente, la creencia que educando en éticas
solidarias y responsabilidad social, podrían lograrse sociedades más justas. La
sostienen en la opinión de que los humanos, somos básicamente buenos. Ponen sus
ilusiones en adjetivos, perdiendo de vista que antes que los mismos, están los
sustantivos y principalmente los verbos. El accionar humano muchas veces,
indica otra cosa. Bernardo Klisberg es actualmente, uno de los más insistentes
exponentes, de dicha idea. Para propagar la cual, obtiene páginas en diarios de
izquierda o altos foros de las Naciones Unidas.
Es
mejor guiarse por los hechos y no por los dichos. Desde esferas del actual gobierno,
suelen compartirse aquellos enunciados o equivalentes. Por ejemplo: todos por
la inclusión. Posiciones diversas, los desmienten en acto. Por ejemplo ante
cuestiones como los precios cuidados. Las resultantes, son efecto de habilidades
y correlaciones de fuerza, entre los intereses en conflicto. No es la educación
la que resuelve, sino disputas y negociaciones entre posiciones diferentes. Las
que responden en primer lugar, a si se está entre los productores o entre los
consumidores. Resulta complejo definirlos, pues no hay productores que no
consuman ni consumidores que de alguna forma directa o indirecta, no produzcan.
Sea por posiciones en la producción, gestión, o en la circulación y/o
distribución de mercancías incluido el dinero.
Presentado en las Primeras Jornadas de Psicoanálisis
en la Patagonia “Rutas del Psicoanálisis al Sur
del Cielo” 9 y 10 de mayo 2014 en Viedma- Río Negro
Sergio Rodríguez
[1] Las negritas serán puestas
por mí, a menos que aclare otra procedencia.
[2] Diccionario de la Real
Academia Española © Todos los
derechos reservados
[3] Invito a releer Construcciones en Psicoanálisis,
producción esencial de la madurez de Freud.
[4] Estoy utilizando
el reordenamiento de las categorías modales propuesto por Lacan en Encôre.
[5] Sigo, por considerarla acertada, estas definiciones que da el Diccionario
de la Real Academia Española.
[6] En el sentido
freudo-lacaniano de carencia
[7] Ver en Enamoramiento e Hipnosis –Psicología de las masas y análisis del yo- Sigmund
Freud
[8] burocracia. 1. f. Organización
regulada por normas que establecen un orden racional para distribuir y
gestionar los asuntos que le son propios. 2. f. Conjunto de
los servidores públicos. 3. f. Influencia excesiva de los
funcionarios en los asuntos públicos. 4. f. Administración
ineficiente a causa del papeleo, la rigidez y las formalidades superfluas. Real Academia Española © Todos los derechos reservados
[9] codicia.
(Del
lat. *cupiditĭa, de cupidĭtas, -ātis). 1. f. Afán
excesivo de riquezas. DRAE.
[10] Virtual –Adjetivo. (1) Que tiene virtud para producir un efecto,
aunque no lo produce de presente, frecuentemente, en oposición a efectivo o
real. (2) Adjetivo: Implícito, tácito. (3) Adjetivo en Física: Que tiene
existencia aparente y no real. DRAE
[11] El Argentino -7-V-2014 página 24
[12] Miércoles 26 de febrero del 2014
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