martes, 21 de octubre de 2008

Segunda Parte-B

Seminario “Psicoanálisis y Poesía”
Con Sergio Rodriguez y Hugo Mujica
2006

Organización: El (Otro) Sur
Desgrabación: Anahí Encina
Revisión y edición: María Cristina Moritz

CASSETTE Nº 2 (LADO B)
S.R: (…) Agrego que inclusive hay alguna gente entre ustedes que viene a Buenos Aires a un seminario que estoy dando allá. Entonces también, tengo eso que me persigue. Ya se van a aburrir de escucharme.

C. Názara: pensaba en relación al encuentro de ayer que se habló bastante de los entrecruzamientos entre psicoanalistas y poesía. Y me quedé pensando también en que, dado que también quien estaba con vos ayer, los entrecruzamientos entre psicoanálisis, poesía y religión.

S.R: bien, voy a lo que planteas pero voy a empezar leyéndoles algo que parece que no tuviera nada que ver pero sin embargo por ahí va a servir. Es breve, me llegó vía mail y me pareció interesante imprimirlo y traerlo. Lo mandaba una Lic. Isabel Camburian “Taller: Proyectándose desde la reprogramación de la memoria celular”. Se ve interesante. Yo soy médico de origen, no sé si ustedes sabían, por lo tanto sé que la memoria celular existe, pero ojo!; no es que me ría de eso, existe de maneras muy particulares. Por supuesto que no es la memoria compleja del ser humano, pero hay una memoria celular que tiene mucho que ver con la genética, la transmisión y todo eso. Dice “tener un proyecto significa asumir un compromiso personal para el logro de una necesidad o un deseo”. O sea, la Licenciada parte de que lo importante es tener un proyecto. Que lo segundo es que eso exige asumir un compromiso y que lo tercero sería que ese proyecto es para lograr la necesidad o un deseo. Lo cual si ustedes lo piensan es un poco contradictorio, porque entonces… ¿Qué es lo primero, el proyecto o el deseo? Si es primero el proyecto, el deseo sería un resultado del proyecto. Si es primero el deseo ¿Cómo se llega a ese proyecto? sería la pregunta. Y se la hacen: “¿Cómo se logra?” lo primero es eliminar catástrofes que sería un conjunto de situaciones no deseadas: por ejemplo traumas, vivencias negativas de la propia historia y que en el hoy se manifiestan con miedos, inseguridades, escaceses de todo tipo, de dinero, de afecto, de amor, malas relaciones, soledad, etc. o sea fíjense qué sencillo y qué interesante. Uno elimina las catástrofes de entrada y tiene un proyecto. “¿Cuáles son los pasos a seguir? La comodidad y el éxito no van juntos…

Es una licenciada inteligente. “…La inseguridad es salir mediante un proceso, siguiendo una serie de pasos. Se hace el pasaje del estado presente/problema y se llega al estado deseado o proyecto.” De paso, fíjense que interesante que es el lenguaje. Primero lo estoy leyendo irónicamente, ya ahí ustedes tienen una pista como si yo los convocara a reírnos. ¡Los convoco a reírse! Pero supónganse que esto lo leyera alguien seriamente desde un lugar como éste ¿verdad? Tiene una cantidad de significantes científicos, hasta en parte razonables, que puede impresionar a cualquiera. Eso tiene que ver con lo que los lacanianos llamamos imaginario. Entonces “¿Cuáles son los pasos a seguir?” ya les leí una parte. “Además durante este proceso la memoria celular re-aprende el camino de transformar cada necesidad en realidad”. O sea que la licenciada sin que le tiemble el pulso, lo manda por mail, por eso lo estoy leyendo con nombre y apellido, no tengo nada que ocultar. Lo manda por mail a un montón de gente (debo estar en una base de datos seguramente como médico psicoanalista) y me llega. Reduce toda la cuestión a lo que pase en la memoria celular.

La memoria celular es muy amplia en el ser humano. Todos tenemos neuronas, células musculares, tejido muscular liso y estriado, tipos de células diferentes, y tenemos las células epiteliales, endoteliales, etc. podría seguir aburriéndoles con un montón de células. Cada célula, cada sistema celular, tiene diferentes formas de memoria que se entrecruzan, son variables que funcionan. La señora lo reduce a una memoria celular; con que re-aprendan la memoria celular, bue…
Modalidad de trabajo. Se lograría transformar necesidades en realidad, modalidad de trabajo ocho encuentros de dos horas y media”. Da un horario, etc., lo que vale, bueno esas historias. Otras actividades realizadas por la Licenciada Camburian, “Terapia individual de limpieza de reprogramación celular”. Es interesante ¿no? Imagínense, limpiar células… es interesante claro, ¿te imaginás?

Especialmente para los obsesivos. Es un enfoque rápido, cosa importante en la época actual, todo el mundo corre, nadie sabe hacia donde pero todo el mundo corre (risas). “Dinámico” (también importante), “resolutivo”, (no van a vender cualquier cosa), “efectivo para todo” (la palabra todo tiene su importancia) “todo síntoma o situaciones. Síntomas tales como depresión, ataques de pánico, inseguridad, angustia, desorientación, estrés, etc., situaciones, conflictos laborales, profesionales, económicos, sentimentales, soledad, mala relación con el entorno, etc.” Todo eso.
Después te lo dejo (risas).

Claro llame ya!. “Terapia de pareja, parejas en crisis, en discordia, desentendimiento, es posible reavivar los sentimientos del primer encuentro y recomponer la relación”. Me lo dice a mí que llevo más o menos cuatro divorcios, encima. Uno ha efectivizado en el registro civil porque jamás habíamos cometido semejante dislate de ir al registro civil pero los otros… ¡No! Tres divorcios. ¡No! Me mata mi mujer si se entera que dije cuatro. Bueno …

No ya sé, y ella se lo va a contar además. Bueno “en solo uno o dos encuentros, se trabaja la memoria celular de la pareja”. ¡Es maravilloso, es maravilloso! (risas)
En uno o dos encuentros la memoria celular de la pareja ¡eh! “el momento de los primeros encuentros cuando todo estaba comenzando”. Después de acá lo tenés te lo podés llevar, no hay ningún problema. Ah, no tiene interés. “La Licenciada Isabel Camburian es egresada de la Universidad del Salvador; Psicóloga; Psicoanalista; Terapeuta transpersonal; Renacedora, formada por tres Maestros internacionales y su creador Leonard Ord; formación de Posgrado en la UBA, Harvard. Es Docente de la Universidad del Salvador; es terapeuta de la Clínica Moravia, psiquiatría dinámica, facilitadora de la memoria celular, método Consalves; matrícula nacional Nº xxx”. No sé que hacen ustedes acá realmente, ya que pierden el tiempo conmigo, si ésta señora estaría mucho mejor.

Vos dirás qué tiene que ver con tu pregunta. Yo diría qué tiene que ver porque justamente poesía, psicoanálisis, religión, ninguna de ellas tres creen en esto. Cualquiera de ellas tres, desde su complejidad, trabajan para eso tan complejo que es el ser humano. Y que es tan complejo que ha producido algo que en general nos resulta natural. Por eso entonces nunca nos situamos así, miramos y decimos ¿Qué hicimos? Pero es incomparable con cualquier otro elemento del reino animal de este planeta, no sabemos de otros lugares. Yo a veces miro así, me paro en medio de la calle miro y digo ¿Qué hace un tipo como yo en medio de esto? ¿Cómo apareció? Pero además ¿Por qué vivo? ¿para qué vivo? ¿Qué es esto? A nosotros insisto, nos resulta natural… Bueno, cualquiera de los tres elementos poesía, psicoanálisis y religión no han tomado eso como la señora Camburian, sino como una cuestión bastante más compleja. Y cada uno ha tratado de pilotearlo, digamos, en relación a esa complejidad y como ha podido.

Ayer el chiste de Hugo Mujica realmente me hizo reír mucho cuando entramos a joder sobre las sectas. Y él dice “pero la mía es la verdadera”. (Risas) Fue buenísimo. Porque además eso lo podría decir cualquier lacaniano en serio. Él lo dice en chiste. Habría muchos lacanianos que lo dirían en serio, totalmente convencidos. Entonces, primera cuestión: creo que lo que tenemos en común esos tres campos, aparentemente tan diferentes, es que tratamos de trabajar sobre lo mismo y sin perder de vista, no racionalmente ni conscientemente, sino desde nuestro inconsciente esa complejidad.

Cuando ayer les traje la cita del Martín Fierro, fíjense que verdaderamente José Hernández, parece un psicoanalista. Si ustedes lo piensan porque en un rápido pantallazo de dos estrofas (porque son dos estrofas y son las dos primeras estrofas del Martín Fierro) son las que fundamentan al Martín Fierro. El tipo hace un recorrido que sé que haría cualquier psicoanalista en relación a lo que uno llamaría demanda de análisis. El psicoanalista hablaría de demanda de análisis. Uno diría bueno, ahí lo que está ocurriendo tiene que ver con esas cuestiones, hay pena, hay desvelo, hay búsqueda de consuelo. Se sabe que no se lo puede lograr de otra forma que contando la propia historia ¿verdad? Y para contar la propia historia se sabe que la memoria de por sí flaquea, que por lo tanto tiene que acudir a algo que está más allá de la memoria tradicionalmente concebida que le va a llamar los santos del cielo, Dios, etc. Tiene claro cómo se le va a anudar la lengua, cómo se le va a cerrar la garganta. Realmente era un hombre inteligente. Me parece que José Hernández, era más inteligente que la Licenciada.

Como cada uno lo encare, tampoco es tan diferente, por lo menos en determinadas corrientes psicoanalíticas. Porque uno podría decir, la religión plantea que con creer en Dios y tratar de cumplir sus preceptos, sus mandamientos, se puede funcionar mejor en la tierra. A propósito no digo ser feliz. El religioso no es tonto, ninguna de las religiones, ninguno cree que va a encontrar la felicidad en la tierra. Justamente por eso aparece la esperanza en que haya un paraíso ¿verdad? Pero funcionar mejor en la tierra. Después por supuesto aparecen un montón de vueltas que se van dando dentro de la banda de Moebius, donde las religiones entran en sus conflictos también. ¿Los psicoanalistas no? Los psicoanalistas cuando son buenos, entran en conflicto nada mas que cuando interpretan. Y verdaderamente cuando logran interpretar más poéticamente. No porque se proponen ser poetas (que además la mayoría somos malos cuando lo intentamos) sino porque en verdad no nos estamos dejando guiar por las razones, o por las razones de la conciencia para decir más exactamente. Sino porque aparece eso otro que tanto insistía Mujica ayer: como el silencio que nos reclama y a la vez nos hace hablar ¿verdad? Y por lo tanto hace que la intervención resulte poética.

Entre ustedes hay alguna gente que de vez en cuando concurre a mi consultorio, ya saben que mi modalidad de intervención tiene algo de poético y mucho de humorístico. En ese sentido yo instalaría junto con el psicoanálisis, la poesía y la religión, al humor. El humor no es la payasa…no es, porque la traducción que hicieron de la payasada (en cuanto a lo que planteaba Lacan cuando el decía yo soy un payaso, etc.) no se si es exacta, ya que no se si lo de Lacan no tiene más que ver con clown que con payaso. O sea, cuando hablo de humor por lo tanto no estoy hablando de comicidad, es decir de combustión de la imagen y la constitución de la risa por vía de la constitución de la imagen. Sino que estoy hablando mas del retruécano, de la ironía, ese tipo de cuestiones que suelen ser bastante poéticas. Inclusive hay toda una parte del Martín Fierro si ustedes lo han leído, es la que tiene que ver con el viejo Vizcacha que en realidad, es un gran escrito de humor. Entonces, me parece que esas cuatro variantes cuando logran intervenir fuera de la secta, digamos, porque a nosotros los psicoanalistas también nos apresa la secta, nos apresa el dogma. Cuando logran intervenir como conversábamos ayer con Hugo, desde el margen que es de donde verdaderamente se está jugando el destino de ese ser humano y lo que está complicando es eso que aparece consistente, central, sabido, etc. porque es lo que está obstaculizando que aparezca el verdadero saber necesario que es el saber por venir, nunca es el saber ya establecido.

El saber ya establecido funciona, ese no es el problema, es más no sólo funciona sino que muchas veces o generalmente hace de obstáculo, al saber por venir. Porque “ya lo se” es la típica frase que es mortífera. Entonces no hay ninguna fan interrogativo sobre eso que nos presenta la vida. Y no es por un capricho, no es un capricho de los psicoanalistas de que siempre quieren saber más, no, no. Sino que cuando Lacan, en el Nudo de Borromeo les plantea a la vida en la arandela de lo simbólico, a la muerte en la arandela de lo simbólico y a la vida en la arandela de lo real, es porque es así. Lo que verdaderamente presenta sorpresa, te moriste y chau. Después cada uno, previo justamente, cuando está viviendo, tiene una serie de fantasías. Hoy nos tomamos los desayunos juntos, con Mujica y nos reíamos alrededor de esta cuestión de la muerte. Él no es tan grande, pero bueno me contaba algunas cosas en relación a él. Entonces me contaba anécdotas como cura confesor y yo le contaba anécdotas por otros lados. Y eran todas muy divertidas realmente. Me contaba, por ejemplo, de un filósofo judío muy importante, argentino, que siempre había sido ateo, agnóstico, materialista, etc., judío además, y que ya en el lecho de muerte lo mandó llamar y le pidió confesarse. Y él le dice “pero usted es judío”; “si, pero antes de irme al otro lado te quiero contar una cosa”. Y se confesó con el cura. Lo divertido es que después me contaba que estaba toda la familia rezando cuestiones de la religión católica alrededor del lecho de muerte.

Conozco una historia que me tocó vivirla personalmente y otra me la contaron de segunda mano. En uno de mis matrimonios, tuve un suegro anarquista, pero de esos españoles anarquistas. No sé si ustedes conocen las canciones anarquistas de los españoles. “Con la tripa del último cura colgaremos al último burgués…”, decían cosas de ese estilo. Y él había vivido toda su vida así. Tan la había vivido así, que recién dejó el anarquismo cuando Mao, se enfrentó contra los soviéticos y entonces se hizo maoísta. Porque claro, era como la última batalla y estuvo internado quince días en un hospital con un problema urinario que finalmente muere.
Los curas y las monjas iban todo el tiempo a tratar de convencerlo de que se convirtiera, y las sacaba carpiendo a todas. De casualidad estuve en el momento en que él falleció, y quince minutos antes de morir, me dice “Sergio llame a la hermanita” y le digo “¿para qué?” “llame a la hermanita”. Entonces voy y traigo a la monja y dice “¿me cuelga un escapulario?” (Risas).

La otra historia me la contó un amigo, muy amigo de Alfredo Palacios, que era Decano de la Facultad de Medicina cuando yo era presidente del Centro de Estudiantes y éramos por lo tanto entre nosotros dos, también había una… el era socialista, una relación amistosa. Entonces me cuenta que Palacios cuando estaba agonizando llama a los amigos, entre los cuales estaba él (eran cinco o seis amigos) los reúne alrededor de su lecho de muerte y les dice: “Sé que estoy agonizando. Si ustedes me escuchan pedir un cura no me den pelota, quiere decir que entré a delirar”. (Risas) O sea que tenía la idea, obviamente el viejo tenía la idea ¿verdad?

Bueno, les cuento estas cosas en el sentido de que los que nos ocupamos de la vida y la muerte, obviamente no podemos caer en esas sencilleces, porque entonces no se puede entender nada de todas estas cuestiones. Yo por ejemplo, soy agnóstico, pero verdaderamente agnóstico pero no ya a esta altura, no es ni por cuestiones ideológicas, no! es mucho peor; es porque no me cabe en la cabeza la existencia de un creador, de un ser omnipotente. Cómo decirles; a ver, si a ustedes no les gusta… ¿Qué comida no le suele gustar a la gante? supónganse que no les guste las berenjenas con hongos. No les gustan las berenjenas y les ofrecen un plato de berenjenas con hongos y no lo quieren. A mi con el agnosticismo me pasa así. No es que esté convencido, soy así.
Entonces a veces me ha tocado de venir en viaje en avión de Brasil, y hay una zona atravesando el sur de Brasil donde suelen haber muchas turbulencias, y a veces hay turbulencias en donde el avión cae trescientos metros. Entonces uno ve que toda la gente saca rosarios, saca de todo, lloran y entran a rezar. Y yo digo ¡la puta madre que me parió por qué no creeré en algo! ¡Por qué no creeré en algo a lo cual encomendarme!

Es decir, en verdad el tema de la creencia es un tema importante. Creo que hay una cantidad de puntos de contacto entre religión, psicoanálisis, poesía y humor; que tienen que ver con esta cuestión de que trabajamos sobre el mismo objeto. En definitiva trabajamos sobre el mismo objeto que es el ser parlante, en sus conflictos. Eso mismo hace que tal vez, excepto los humoristas, porque hasta entre los poetas ha ocurrido, se tiende a formar iglesias. No solo las iglesias forman iglesias; casi me animaría a decir que es una necesidad humana. No estoy usando la palabra necesidad sin darme cuenta de la palabra que uso.

Pero bueno vuelvo a Hugo.
Hoy charlando sobre esta cuestión de la muerte, él me decía cuando yo le contaba lo del anarquista y lo de Palacios, lo del judío. Me decía “¿sabes que?, dicen que finalmente cuando uno está en ese momento que esta por dar el paso, se siente la necesidad de pertenecer a algo”. Dice, es muy difícil no sentir esa necesidad de pertenecer a algo. Eso es absolutamente así, porque digamos, si hay algo que nos hace presente es la verdadera soledad en la vida que vivimos habitualmente, es el momento del paso a la muerte. A mi me causa gracia. Nunca me río delante de ellos, por supuesto, pero si después.
El otro día me pasaba con un paciente que había descubierto al padre dos días después de que se había muerto. Se murió solo en su habitación de un infarto. Vivía en la casa con el hermano, el hermano había estado fuera, vuelve a la casa y lo encuentra muerto. Entonces ella me dice “¿te das cuenta? se murió solo”, y yo le dije “¿a vos te parece que hay alguna otra forma de morirse? Si la hay contáme”.

Todos se mueren solos, pero todos quieren la ilusión que se mueren acompañados. Los otros, los vivos van a quedar, él va a morir y por lo tanto está solo. Entonces con todo eso nos tenemos que arreglar. Al tener que arreglarnos con todo es fácil que aparezca ese sentimiento de pertenencia, digamos, donde entonces es necesaria la escuela, el grupo, etc. eso que nos deja la idea de que hay algo que nos trasciende, que está mas allá de nosotros. Y que disciplinaremos a eso, y así nuestra vida por lo menos es menos solitaria, esa es la sensación, me parece.

Ahora ¿qué ocurre? El psicoanalista, el humorista no se proponen nada, el humorista, yo se los digo por experiencia. El tema… con la Lueiro siempre jodemos con esto. Porque ella es gallega, es gallega hasta nacionalizada, pero es hija de padres gallegos. Yo vengo de Andalucía. Mis abuelos eran andaluces. Ahora, los gallegos somos mas o menos como los japoneses digamos. Los japoneses no sé si ustedes saben, cuando van a hacer un chiste informan que van a hacer un chiste, porque si no se les puede armar un quilombo enorme, en el sentido de que la gente no entienda que se está haciendo un chiste. Se lo toma en serio, y bueno, imaginate. De manera que ellos informan y dicen voy a hacer un chiste y lo cuentan. Entonces se ríen, y no hay problema.
¿Ustedes conocen en que derivó el famoso asunto del jugador francés? ¿Cómo se llamaba?

Público: Zidane

S.R: Zidane, éste del cabezazo. Nadie entendía nada, era el último partido, y si a él no lo hubieran echado podrían haberle ganado los franceses a los italianos. Por lo tanto podrían haber ganado el campeonato. El tema es que fué y le pegó un evidente cabezazo a un jugador italiano. Bueno, ahora saltó la cuestión: el italiano lo tenía todo el tiempo agarrado de la camiseta. Como éste jugaba muy bien, para que no se le escapara lo tenía todo el tiempo agarrado. Entonces Zidane se da vuelta y le dice “cuando termine el partido te doy la camiseta si querés”, y el otro le responde “prefiero que me des tu hermana”, entonces le pegó un cabezazo (…)

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