Con excepción del Vicepresidente de la Nación, la mayoría de los actores del escándalo en el Senado no está a salvo de sospechas sobre participación en hechos de coimas -anteriores o actuales.
A lo que debe sumarse que los dos partidos mayoritarios han utilizado dicha Cámara, para refugiar a algunos de sus jefes políticos con causas pendientes. Probablemente el único caso diferente fue el del ex candidato a presidente Eduardo Angeloz, que renunció a sus fueros para someterse a la Justicia. No obstante lo cual y los resultados discutidamente favorables del juicio, no logró evitar sombras de sospecha por el asesinato de su correligionario Mader. Dicho de otra manera, la mayoría de la clase política, se halla sospechada de corrupción.
Esto devela, a la vez que disimula, lo principal. Esa clase política - sin que de ella se excluya el Presidente ni el Vicepresidente, ni sus antecesores- funcionan, objetivamente, como agente de las grandes corporaciones internacionales y de su plan de globalizar la aldea sobre la base de sobre- explotar a su mano y seso de obra, y de expulsar a masas numéricamente importantes, de sus puestos de trabajo. Esa es en esencia la ley de precarización laboral que muñequearon el Presidente y su ministro de trabajo desde el poder ejecutivo, y el vicepresidente Licenciado Carlos Álvarez desde la Presidencia del Senado. Su argumento, a coro con los grandes capitalistas, fue que se lo hacía para bajar el costo argentino y para que nuestras mercancías resulten competitivas en el comercio de la aldea. Con lo que repiten como loros los dichos neo liberales, sin sacar cuentas del desastre que producen en la Cultura y como consecuencia en los habitantes del planeta: seres excluidos de los lazos sociales más cotidianos y fundamentales, familias destruidas, crecimiento de la delincuencia anómica, ecosistema en demolición, etc.
Son consecuencias lógicas de una Cultura que se centra exclusivamente en la reproducción del dinero. Lo que hace que éste tome el lugar de un hiper- sentido que vacía a todo lo demás de sentido, obsesionando a las masas con la vacuidad de lo efímero. Ésta es la verdadera estructura de la corrupción. Lo otro (coimas) no es más que uno de los instrumentos para comprar la voluntad de algunos delincuentes. En cambio la sumisión ante “las verdades naturales” del discurso neo- conservador es mucho más venenosa pues ha logrado corromper los ideales de grandes masas.
Algunos de los principales denunciantes de coimas y tráfico de favores (como el vicepresidente), usan sus denuncias para buscar que la gente olvide el papel que ellos juegan en lo fundamental: la corrupción estructural. La corrupción en el Senado, vela y devela, la estructura corrupta del capitalismo pos – industrial. Los psicoanalistas sabemos desde Freud, y la Cultura desde mucho antes, el servicio que la verdad puede rendirle a la mentira. Un paciente relataba que cuando volvía de algún prostíbulo, y la esposa le preguntaba de donde venía, él le contestaba -de acostarme con una puta. Después de lo cual la mujer no seguía preguntando. La pasión por la “transparencia”, que domina a la mayoría de los demócratas, sólo sirve para dejar bajo represión o renegación, en el olvido o en un saber que ignora, la verdad de que la democracia -como está funcionado- sólo sirve para sostener la tiranía de las grandes corporaciones del capital financiero y comercial (a la que suele llamársele “mercados”). El apoderamiento del deseo, de la voluntad de goce de los dominados, signa a sus agentes como perversos. La tiranía de los llamados “Mercados”, es la forma política que toma la perversión de los que tienen el poder del dinero en la Cultura del capitalismo pos- industrial.
En el momento de máximo triunfo de la globalización neoconservadora, podemos vislumbrar que estamos ante síntomas evidentes del comienzo de su decadencia.
Como en otras épocas de la historia, el mismo pasa por la decadencia ética y moral, afectando vertical y horizontalmente a la mayoría de las sociedades. Ayer, el príncipe consorte en Bélgica; en otro momento el socialista Mitterand en Francia; luego el voluminoso y socialcristiano primer ministro alemán Helmut Kohl; en el “gran país del norte” un oscuro asesinato de un socio en negocios inmobiliarios del actual Presidente y de su señora esposa; o la caída de gabinetes y de su partido más grande en el “ascético” Japón, por negociados entre sus bancos y su mafia, y... podríamos seguir con una lista interminable en la que aparecerían pro hombres de esta ¿cultura?
Chacho presenta como lo ideal un mani puliti. El mani puliti, una vez terminada la borrasca, lo único que dejó además de algún delincuente en el exilio, algunos presos, y el trasvasamiento de políticos a nuevas organizaciones, fue un gran partido obrero transformado en cordero y como contraparte -la extensión y afirmación del neofascismo mass mediático de Berlusconi y sus amigos. La puesta en libertad por un tribunal de feria en Italia del mayor retirado Jorge Olivera (torturador durante el proceso) sobre la base de un certificado de defunción apócrifo o antes ocultado, es una muestra de lo efímero del susodicho mani puliti.
Evidentemente otra, es la alternativa necesaria en nuestro país.
jueves, 22 de mayo de 2008
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