lunes, 19 de mayo de 2008

Incidencias de lo social en la salud mental

13/04/1994
Seminario en Rosario


Lo social incide, corta de una manera particular en la generalidad de la Cultura. No hay sociedad (lazo social) sin alternancias de discurso. Lo otro, son las organizaciones artificiales de masas estudiadas por Freud en Psicología de las masas y análisis del yo donde formaliza su estructura en el capítulo sobre enamoramiento e hipnosis bastante homóloga a la del discurso universitario en los matemas lacanianos. En ellas la identificación al líder y por esa vía entre sus componentes, cuando cristaliza, resistiendo al discurso, velando la carencia que lo hace girar, lleva a la captura imaginaria con sus consecuencias de agresividad o de imbecilidad. Su resultado es la báscula entre los estallidos, las puebladas, y la "mayoría silenciosa". Nixon acuñó esta última expresión sumamente verdadera, en tanto describe la pérdida de la palabra, como representante del sujeto, en la identificación enajenante a liderazgos.

A lo social debemos considerarlo como una incisión en la Cultura, un recorte de un período histérico determinado. Considero a la Cultura, como la estructura formal vacía que vehiculiza a la efectuación del sujeto y a la producción del objeto en función de lo que falla (castración en nuestros sobreentendidos) Lo social entonces, tratado en la diacronía de la Cultura, lo definiría como cada paradigma, cada eje vertical sincrónico, definido por un segmento lógico de la historia. Circunscribo a nuestra sociedad contemporánea, como lo efectuado por la Cultura y lo dejado caer de ella, en este segmento/momento de su historia, signado por el triunfo del capitalismo salvaje, el estallido el splitting científico- tecnológico y la derrota del comunismo y los populismos de izquierda (en nuestro caso, de la vulgarización ideológica del marxismo y de la izquierda peronista)

La sociedad incide en la salud mental, la corta y la coarta.
Es en la propia estructura formal vacía de la Cultura -la articulación entre Real-Simbólico e Imaginario y lo que lo anuda- que se funda la dificultad mental.
La función de lo imaginario de darle consistencia al nudo R.S.I. genera estabilidad al precio de cierres para la Cultura. Sostiene al discurso corriente, el que nos permite comunicarnos como en este seminario, pero al precio de incomunicarnos ya que en tanto hablamos, lo m s motorizador de cada uno de nosotros, el deseo, es reprimido, a la vez que causa a hablar. Los síntomas y otras formaciones del inconsciente testimonian por elisión, de la sobrevivencia no reconocida de aquel.
La incapacidad del significante para recubrir totalmente lo real, genera el desfiladero por el que repta el deseo y la pulsión, como pusión de muerte. La represión como defensa fundante contra lo real, civiliza, velando y generando incivilización.
Si esas son las condiciones universales de lo que estructura al ser parlante condicionando la no salud mental, por lo antedicho, esta toma formas peculiares relacionadas con el formato particular que aquellas adoptan en cada sociedad.

Caracterizo a lo real como eso que, escapándose siempre a las posibilidades de aprehensión simbólico/imaginaria, para el sujeto interesado en ‚l, por eso mismo lo traumatiza. Su paradoja reside justamente en que resulta de la operación de lo simbólico incluida su vertiente imaginaria, de sentido, y que de ella se produce siempre un resto, que por la incapacidad del significante enunciada anteriormente (de recubrir totalmente lo real) queda por fuera de esa operación simbólico/imaginaria, volví‚endósele encima, traumáticamente.

¿Qué pasa en ese terreno en la Cultura actual?
Pasa que por ahora ha triunfado el capitalismo. ¿Qué quiere decir eso? ¿Qué ha triunfado la sociedad de amos? No. La sociedad de amos es lo necesario (nos guste o no) a la estructura de la Cultura, es, con su segregación la propiedad privada a la comunidad, uno de sus (hablando en Lacan‚s) sinthomes. No hay discurso sin, al menos un agente que aparentemente lo inicie y otro que haga algo con eso. Es el fundamento formal, de la existencia del inconsciente cuando del lado del agente está el significante patrón indicando que el otro responda con un saber productivo.
Entonces, que ha triunfado el capitalismo, quiere decir que ha triunfado una modalidad histórica particular de la sociedad de amos, la que preparó poner en funciones al desnudo, salvajemente a la plusvalía descubierta por Marx, como lo que la mueve, por funcionar como el objeto que en la fantasía del amo, soporta a su deseo, aparentando resolverle al amo su exclusión del goce de producir. La corrupción generalizada reconoce como una de sus razones, ese transparentarse de la fantasía sostén del deseo del capitalista post-industrial.

A los amos contemporáneos no les interesa ya el envoltorio imaginario de lo que sus propiedades y sus trabajadores producen -telas, trigo, oro o minicomponentes. Descarnadamente no tienen otro deseo que el de apropiarse de la mayor cuota de plusvalía posible y para eso eran de la producción de automóviles, a la construcción de caminos, a la destrucción de vías férreas, a la posesión de empresas de gas, de TEL‚fonos, de aviación, de bancos, de hiperinflaciones, de estabilizaciones, de una masa de desocupados expulsados del circuito simbólico del sistema y asentados en lo real de "las necesidades básicas insatisfechas", de producir lo que sea, mientras les rinda el máximo beneficio.
Para ello han izado al vértice de la sociedad, el Gholem supremo del EFICIENTISMO. Este Ideal de la "Tercera ola", como en The Wall, transporta seres humanos en una cinta sinfín para que los trague la voracidad superyoica de la Cultura actual. Mayor y mejor producción con menos horas/trabajo humano y a menor salario. Ese es el Japón y los tigres del sudeste asiático que los grandes grupos empresarios idealizan acompañados por la "inversión" y el travestismo de partidos que otrora defendieron intereses obreros y populares, aunque los vean desembocar en los callejones tortuosos que atraviesa la economía japonesa. Ha triunfado como ideal f lico, ordenando la realidad sobre la base de 1500 millones de necesariamente integrados a ella, pues son los que deben consumir para que esta economía subsista y 3000 millones a ser excluidos, pues están demás para ese fin.1500 millones que trabajen a reventar y 3000 millones que revienten por no trabajar. Según la ONU hoy la desocupación abarca ya a un 30 % de la mano de obra disponible a nivel mundial.

Si la idea parece exagerada tomemos en cuenta los efectos de la caída (en su dimensión actual) de la Fuerza Humana de Trabajo como valor de uso.
Se me puede replicar -"no se ponga apocalíptico, se ve que a su edad cae mal el final del milenio, lo mismo se decía con el surgimiento de la industria, a ver si repite la pavada de los de la sociedad de destructores de m quinas".No se malentienda lo que planteo. No resuelve la situación intentar dar marcha atrás en la historia. No creo que se está‚ acabando la especie, aunque si que está en dificultades. Pero la idea de no dar marcha atrás en lo adquirido, no debe inhibir la decisión de trabajar el problema. Postulo la crítica a los valores hegemónicos, y el descentramiento de la mirada subversiva, de anhelar el poder a pensar en la defensa contra el mismo, en el acotamiento de su goce. Me hago cargo de, y subrayo como función necesaria, la del intelectual crítico.

Esto pasa en el contexto de otros dos fenómenos.
El explosivo desarrollo científico tecnológico generador de un real, de un trauma, que se vuelve sobre la humanidad con dimensiones y efectos descalabrantes para el ecosistema del planeta y para la salud mental. Llama a ser observado, seguido y alertado, lo que está ocurriendo en el campo de la gen‚tica que tiene especial importancia por el efecto de fragmentación que está produciendo en el imaginario colectivo. Por ejemplo hay condiciones de posibilidad para fabricar bebés por clonación, a la medida, en lugar de andar robándolos sin garantías de fábrica. La informática, la comunicación satelital digitalizada, el fax, cambiaron la estructura numérica y jerárquica de las relaciones en la empresa e hicieron posible la trasnacionalización de la economía y el reordenamiento de las grandes corporaciones burocratizadas, en pequeñas unidades de negocios.

Otro hecho de envergadura planetaria, reside en la decisiva afirmación de la hegemonía de la televisión y vía satélite de su modalidad norteamericana, como objeto de la transferencia de las masas con respecto a los otros medios masivos de comunicación. Es el gran ordenador de la humanidad, al estilo del objeto externo en el gráfico freudiano de "Psicología de las masas...", humanidad adormilada así, en una planetarizada organización artificial de masas. Por supuesto esto no lo planteo solamente por los sentidos que ella vehiculiza. Lo nuevo a tomar en cuenta es el efecto de sus rasgos particulares de formalización para la transmisión del mensaje. Producción seriada, con sus efectos de repetición. Imagen y no sólo voz, velocidad, discontinuidad, condensación, relación a la imagen desde planos poco habituales para la mirada del teleconsumidor, replay, trastocamiento de los tiempos. Inserción publicitaria con efecto de interferencia a la unidad argumental del producto en transmisión.Videograbación, animación y efectos especiales computadorizados, montaje, edición. A ello se agrega el telecomando con la instalación del zapping en sus diversas versiones y con sus diversos efectos sobre el sujeto. Y ya se nos viene la televisión con múltiples pantallas simultáneas y un alto nivel de definición de imagen, equivalente al del cine. Multimedia periodística con sobreinformación/desinformación y efecto imaginario de conocer el mundo, represor de lo que se sigue desconociendo y en términos relativos se podría decir que el desconocimiento se amplia. Tenemos universalizada, a pesar de los matices, una fábrica de sueños en casa, que de permitirla (a lo que es difícil resistirse, especialmente los chicos) funciona a jornada completa. Está hecha para que despiertos sigamos durmiendo. Esto no es malo en sí, no se puede estar despierto a lo real todo el tiempo. Sin los instrumentos simbólicos imprescindibles, desembocaríamos en la "pura muerte". Pero exagerado, nos lleva a dormir también, cuando podríamos y deberíamos estar despiertos.
Es la primera vez en la historia de la humanidad después del invento del habla, que una nueva modalidad de comunicación (no un nuevo lenguaje) atraviesa vertical y horizontalmente a toda la humanidad.

Como dije antes, la psicopatología del ser parlante es un efecto de las diversas modalidades y dimensiones para cada uno de anudamiento, de lo Real, lo Simbólico y lo Imaginario.
La estructura formal del síntoma no cambia con los tiempos, sí, dichas modalidades y dimensiones.

Ya Bleger planteaba, hace treinta años la mayor incidencia en la demanda a los consultorios, de cuadros no pertenecientes a la nosologia clásica. La afluencia masiva de psicoanalistas a hospitales públicos, psiquiátricos, prepagas y obras sociales le ha agregado a esa notación, este condimento de atender a un arco mucho más amplio que al que está en condiciones económicas de concurrir a la consulta privada.

Lo más complicado parece centrarse en relación a la función del nombre del padre puesta en jaque, tanto por las prolongadas ausencias de sus domicilios por razones de trabajo o de divorcio de quienes la encarnan, o a la inversa, la no salida de los mismos por desocupación, lo que articulado a la salida a trabajar por la misma razón de porcentajes amplios de madres trae efectos no sólo reales, sino también en su imaginario, ergo, en la economía de las relaciones narcisistas y de objeto de la pareja parental.
La desocupación paterna, la interferencia de la televisión y finalmente los trastornos económicos, uno de los lugares m s sensibles para la representación de dicha función en lo que hace al prestigio de quien la porta, más en una situación cultural como la previamente descripta en la que el éxito medido en dinero se ha transformado en la secreción más evidente del máximo ideal "de optimización de beneficios", son cargas de profundidad que bombardean a las encarnaduras de dicha función y como consecuencia a la misma.

Por todo esto que ocurre, se halla cada vez m s puesto en cuestión el valor fálico del pene, con lógicos efectos en la economía relacional entre los sexos, a la vez que declina a ojos vista la familia patriarcal monogámica tradicional.

Las formas del lenguaje televisivo están trayendo efectos en las modalidades de concentración, en la disciplina y en la relación con la lectura y el aprendizaje en general de los chicos. Esto exige modificaciones en las modalidades educativas (por ejemplo utilización en ellas de la multimedia) Inciden en direcciones parecidas y complejas, no simplificables a considerarlos de movida perniciosos, los videogame. Creo que fue una sensación común a la mayoría de la población que la mayor parte de lo que se dijo desde todas las veredas sobre la evaluación educativa, fueron vacuidades, que ni rozaron estos problemas, que no por ser nuevos dejan de ser los fundamentales.

Como comencé‚ a decir antes, la marginación por vía de la desocupación abierta y encubierta de grandes masas, incluyendo el fracaso de la mayoría de los cuentapropistas, no trae problemas solamente a la economía dineraria de esos hogares. Lo más grave está en que objetalizados, son expulsados de la trama simbólico/imaginaria de la sociedad integrada, generándoles condiciones de imposibilidad, que necesariamente los empujan al pasaje al acto o, capturados en el imaginario triunfante, a la inhibición subjetiva por abulia confusional.

El brutal clima competitivo y exigente que plantea el ideal eficientista articulado al desarrollo tecnológico en el terreno de las comunicaciones electrónicas y satelitales y la informática, representado por los teléfonos celulares, las computadoras personales y las redes de bancos de datos especialmente alimentados con los transmeridiánicos de las bolsas de Tokio, Londres y Nueva York, sitúan a los amos de esta situación en una atmósfera de aceleración, de pérdida de la vida en familia y de la privacidad, que hace difícil la existencia de "aparato de defensa contra las excitaciones" que aguante. Cocaína, alcoholismo, tabaquismo, infartos juveniles, fragilidad de los lazos libidinales, consecuencias graves en las generaciones siguientes, son algunos de los nombres de esta enfermedad social en las cúspides, entre los amos.

El imaginario disparado por la hegemonía televisiva y primer mundista, factura la idea de que lo que no está en la pantalla no existe y que todo lo que existe está en ella. Mientras no recuerdo las caras de mis vecinos, tengo presente la de Grondona si soy culturoso, la de Neustad o Cavallo si estoy subido a la manía privatista, la de "Su" Giménez o Mirta Legrand si soy familiero, etc. La libido se ha retraído sobre la pantalla chica que pasa a integrar el perímetro narcisista deteriorándose las relaciones de objeto, los lazos sociales, no sin consecuencias sobre la salud mental. Una de las quejas más extendidas en las consultas versa sobre el aislamiento, la soledad, la escasez del otro sexo y la depreciación de la estima de sí mismo. Velamiento y efecto de ello es la New Age fundamentada en el significante auto y en la relación con el espejo.

A partir de lo dicho voy a hablar sobre el corte que produce la actualización del malestar en la Cultura, en la enseñanza necesaria e imposible de la clínica psicoanalítica.
Una de las definiciones de Lacan sobre la misma -"tratamiento de lo real por medio de lo simbólico" me resulta suficientemente amplia como para permitirme abarcar la función del psicoanálisis en intención y en extensión, o sea, aunque pierda un poco de rigor con la explicación, con el consultante individual y gracias a lo que con el mismo aprendemos, con los discursos que circulan en la Cultura.

En el contexto cultural/social descripto anteriormente, podemos afirmar que hay efectos que se notan tanto en uno como en el otro. Lo nuevo en la clínica es efecto, de la convergencia de la fenoménica enunciada y de los desarrollos en la teoría y la práctica del psicoanálisis que lo facultan progresivamente, para involucrarse en campos cada vez m s amplios de trabajo contra el sufrimiento del sujeto y de la sociedad.
Las actuales incidencias sociales están desplegando un campo de patologías no fácilmente situables en los cuadros clásicos. Las mismas, son efecto de un grado importante de déficit simbólico, tanto por expansión y congelamiento de un imaginario en el que vuelven formatos arcaicos -new age, esoterismos varios, terapias alternativas- como por la expansión de lo real co-impulsando acciones como las guerras. Habrá que ver en las generaciones futuras, el efecto de la progresiva degradación de la función del nombre del padre. Esto exige en la práctica, un alto y responsable grado de invención por parte de los psicoanalistas
En ese contexto toma nueva dimensión: singularizar a cada caso y a cada momento del tratamiento, al encuadre, al manejo del pago del análisis como efecto de la lectura del transcurso de cada uno y en relación a las expectativas económicas del analista sobre el conjunto de su trabajo, un manejo responsable de la interpretación, la adecuación del tiempo de las sesiones a la lógica del Inconsciente, la frecuencia semanal a las condiciones de posibilidad y el tener en cuenta entonces este factor en relación a los limites de tiempo y eficacia de cada cura, las pretensiones de las mismas según el caso de que se trate, las intervenciones a partir de la insistencia de alguna letra destinadas a hacer entrar en las posibilidades de simbolización a lo fuera de sentido, las intervenciones destinadas a sustraer tapones pulsionales para liberar deseos, las intervenciones sobre la comunidad, las indicaciones resocializantes, los hospitales de día, las escuelas de artes y oficios, la orientación de la asistencia social no según sentimientos altruistas o beneficentes, sino según lo mas conveniente para facilitar al sujeto desobjetalizarse en lo posible, saliéndose de posiciones pasivas y masoquistas, la participación de los psicoanalistas en los medios masivos de comunicación procediendo a la lectura a la letra de las diversas modalidades de discurso social, etc.

La incidencia de lo social en la salud mental y en la clínica psicoanalítica toma así el cariz positivo de presionarnos a ampliar las herramientas de esta para hacer nuestro el deseo de Freud enunciado allí por 1918 de abrirle nuevos caminos a la terapia psicoanalítica "combinando el oro puro del psicoanálisis con el cobre" de otros recursos. Más, cuando la historia volvió a colocarnos repetidamente ante la experiencia de que "no todo lo que reluce es oro"

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