4 de junio de 2002
El hombre propone y el tiempo y Vechiarelli disponen
Esta clase trae sorpresas. Va a ser atípica. Por varias razones. En primer lugar porque cometí un equivoco la clase pasada cuando les dije quÉ iba a dar hoy. Que supuestamente era “una niñez difícil una juventud equivocada” algo así. Después, cuando fui a mirar el programa, dije ¡no! En realidad, no. Supuestamente, la clase tendría que ser “un ángel de 35 años, traído por su padre”. Supongo que voy a llegar a eso, no se si a ángel ni a los 35 años y traído por mi padre seguro que no, pero... Bueno. Pero además, ocurrió que el hombre dispone y el tiempo y Vechiarelli que hoy no ha llegado aún, disponen. Ahora vamos a ver porque. En primer lugar, me había quedado pendiente el grafo de la transferencia. Había quedado pendiente de la ultima clase que di sobre el tema de cómo se había ido armando la transferencia en Lucía. Voy a empezar por ahí, porque creo que tiene importancia ese grafo, y que resulta muy útil para evaluar y discernir los comienzos del trabajo. Y después las otras partes vamos a ver. ¡Sorpresa!.
Esta clase trae sorpresas. Va a ser atípica. Por varias razones. En primer lugar porque cometí un equivoco la clase pasada cuando les dije quÉ iba a dar hoy. Que supuestamente era “una niñez difícil una juventud equivocada” algo así. Después, cuando fui a mirar el programa, dije ¡no! En realidad, no. Supuestamente, la clase tendría que ser “un ángel de 35 años, traído por su padre”. Supongo que voy a llegar a eso, no se si a ángel ni a los 35 años y traído por mi padre seguro que no, pero... Bueno. Pero además, ocurrió que el hombre dispone y el tiempo y Vechiarelli que hoy no ha llegado aún, disponen. Ahora vamos a ver porque. En primer lugar, me había quedado pendiente el grafo de la transferencia. Había quedado pendiente de la ultima clase que di sobre el tema de cómo se había ido armando la transferencia en Lucía. Voy a empezar por ahí, porque creo que tiene importancia ese grafo, y que resulta muy útil para evaluar y discernir los comienzos del trabajo. Y después las otras partes vamos a ver. ¡Sorpresa!.
Bueno, con respecto al grafo de la transferencia, en realidad para ser mas estrictos, Lacan a esto lo llamó el grafo del inicio de la transferencia. La primera vez que lo presentó, fue en “La proposición del 9 de octubre de 1967”, les digo porque es un material que se consigue con relativa facilidad.
Grafo del inicio de la transferencia
St Sq
S (S1 S2 S3S4……Sn)
Les quiero hacer notar una cuestión. Cuando leen a Lacan, , van a encontrarse con algo que puede aparecerles como una dificultad pero en la medida que pesquen de que se trata van a ver que no es tal. Y es que en una serie de matemas al sujeto lo escribe de esta manera: con una S tachada ($), en cambio en otros lugares van a encontrar que al sujeto lo escribe con una s minúscula (s) No lo hizo porque sí. En la medida que uno va leyendo las cosas de él y se va empapando un poco, se da cuenta de que va a hacer funcionar al sujeto representado por una S tachada ($) en aquellos matemas donde la barra que separa los algoritmos no toma el valor, como en la primera vez en que la utilizó en relación al algoritmo saussureano, de barrera, de barra de la represión S En los matemas de los discursos esta barra que separa el piso
s
superior del piso inferior, no tiene el valor de barrera o barra de la represión. Por eso él tacha a la S, con eso está marcando que el sujeto del que se ocupa el psicoanálisis es del que queda siempre bajo represión, que es un sujeto inconsciente y del inconsciente. Ahora, cuando la barra toma el valor de barra de la represión, como en la transformación que él hace del algoritmo saussureano, ¿se acuerdan?
S
s
Él pone significante sobre significado y dice específicamente que esta barra tiene ese valor, de barra de la represión, entonces al sujeto lo pone con una s minúscula (s). Esa s minúscula alude a que quedó por debajo de la represión, que es el sujeto inconsciente y también alude, evidentemente al predominio del significante. Bueno, les doy esta primera pista, porque leyendo se van a encontrar muchas veces con este tipo de cuestiones y se van a preguntar porque lo escribe distinto. Cuando habla del grafo de inicio de la transferencia, que lo va a llevar a definir a la transferencia como la transferencia a un sujeto supuesto al saber, así lo plantea en ese trabajo del 67, lo describe de esta manera: que quien viene a consultar al analista, digámoslo en términos sencillos, viene haciéndose representar por un significante al cual Lacan va a llamar significante de la transferencia. Por ejemplo, a mi modo de ver, en el caso de Lucia su significante de la transferencia seria algo así como “me angustia sentirme atraída por ese hombre”. Ese significante de la transferencia representa a quien viene por ahora, a pedir tratamiento, ante un significante cualquiera que no es cualquier significante, dice él, haciendo un juego de palabras. La q es por quelconque en francés, no la cambio por tradición, pero quiere decir cualquiera. Un significante cualquiera, pero que no es cualquier significante. Este tema también tiene su interés y tiene mucho que ver justamente con lo que yo les explicaba en esa clase. Es muy raro que alguien vaya a pedir tratamiento, digamos sin ninguna intencionalidad, acerca de a que o a quien se lo va a pedir. ¿Por qué se los digo? Están los casos mas clásicos, que son los mas fáciles, que van pedirle tratamiento a un señor X , a un señor cualquiera, pero que por alguna razón se dirigen a él: porque se lo recomendó una amiga, un familiar, porque lo vio en una conferencia, porque leyó algo de esa persona, etc. Por eso Lacan dice un significante cualquiera pero que no es cualquier significante, en el sentido de que ya tiene una “representación” acerca de quien es esa persona. Todo lo que trabajé en aquella clase sobre la consulta en relación al síntoma. Es más difícil pescarlo y además es uno de los problemas en relación a las instituciones públicas. Particularmente ahora, en la medida en que se esta industrializando la medicina para decirlo de algún modo, del modo en que lo dice Uzorskis, en un libro que va a ser de próxima aparición. Sacó un artículo el jueves en Página 12 (6-VI-2002). En dicha medicina, obras sociales, prepagas, “se elige” por la cercanía del domicilio del terapeuta o porque hay que hacer el trámite ante la auditoria y la auditoria deriva ¿verdad? Allí entran en el aparato industrial de la medicina, incluidos los hospitales públicos. Pero no siempre es así. Por ejemplo: el centro asistencial A. Ameghino. Hay un rumor que circula por ciertos sectores de la sociedad sobre como se trabaja en ese lugar. Sobre el servicio de psiquiatría del Fernández, hay otro rumor que circula sobre como se trabaja en ese lugar. Y así les podría nombrar varios hospitales públicos y obviamente también esos hospitales públicos en relación a sus zonas geográficas. Pero no es tajantemente en relación a sus zonas geográficas, porque uds. van a encontrar en el Ameghuino, gente que va a tratarse desde Lujan, por ejemplo. Y obviamente en el camino entre Lujan y el Ameghino, pueden encontrar una serie de lugares previos, sin embargo eligió ir al Ameghino. O sea, hay una suposición de que ese significante cualquiera, Arturo Ameghino, Centro de Salud Mental, tiene una determinada forma de trabajar por la cual la persona que se representa a este significante cree que se va a encontrar con el lugar adecuado para su tratamiento. Entonces, va a un significante cualquiera, pero que no es cualquier significante. Y acá comienza a jugarse la partida, en el esquema de Lacan, porque depende de que éste significante (Sq), o sea el analista, en la escucha de las entrevistas, sepa situarse en el lugar del sujeto del inconsciente, o se a través de la escucha sepa captar la localización del sujeto del inconsciente en ese acercamiento que podrá producir la interpretación que abra a la cadena de los significantes inconscientes. Los significantes hasta ese momento, aunque haya habido formaciones del inconsciente previas, etc., en tanto nadie las ha podido escuchar a esas formaciones y devolvérselas al paciente para que el paciente trabaje con eso; los significantes han quedado reprimidos, han quedado inconscientes. En la medida en que el analista logra ubicarse acá y desde acá producir su interpretación, se va a abrir la cadena y se abre el juego del análisis. Este es el grafo que plantea Lacan. Bueno, voy a ir rápido, porque me interesa que podamos intercambiar ideas. Lo del grafo de la transferencia lo dejo ahí, luego si uds. quieren, preguntan, comentan, dicen, y lo retomaremos.
Voy a lo que va a ser la segunda parte de la clase, y que todavía no va a entrar en lo que sería la tercer parte, donde voy a trabajar en relación a un paciente que no es Lucía, justamente porque se trata de una situación radicalmente diferente a la de Lucía, y que tiene mucho mas que ver con este tipo de paciente que exige de parte del analista un tipo de trabajo distinto al que hace con los pacientes que vienen muy cercanos a la posición de analizarse. Y para eso vamos a partir citando a Vechiarelli, para sorpresa de Vechiarelli, de paso te digo Vechiarelli que la clase de hoy se va a llamar: “El hombre propone y el tiempo y Vechiarelli disponen”. O sea, ¡que te podes mandar un delirio megalómano sin ningún problema, rápidamente! Bueno, la cuestión es la siguiente. Vechiarelli en la clase que dio Laura, hizo la siguiente pregunta: “la otra pregunta, el discurso de apertura es lo mismo que el discurso del amo, siempre me confundo, o como se llamaría que en el lugar del otro estaría el S1, abajo igual el sujeto barrado, y en el lugar de la verdad estuviera el S2. Como se llamaría ese discurso. Por eso pregunto. Les recuerdo que Laura había escrito el discurso de apertura de la jugada de esta manera. Disculpen la letra.
Matema puesto en cuestión por Vechiarelli:
a S2
S1 $
Lo había escrito de esta manera. Entonces a Roberto le sorprendió. Dice “yo lo tenía entendido de otra manera”. Roberto lo tenía entendido, a ver...lo tenía entendido de esta manera.
Discurso de Apertura de la partida (matema original):
a S1
S2 $
Cuando lean la desgrabación, si uds. me leen a mí en posición de analistas, captarán que doy una respuesta defensiva, historizando, sesuda y confusa. Recuerdo que en el momento que la emitía, ese sentimiento me acosaba. Releyéndola me doy cuenta que no digo nada que este demasiado mal en esa respuesta, pero que en realidad lo que enuncio, tiene mucho mas de para-respuesta que de respuesta. De paso, tema interesante para pensar el de las para-respuestas que es todo un tema en psicoanálisis ¿no? También para pensar el tema de la ambigüedad, porque el tema de las para-respuestas y la ambigüedad van de la mano ¿no? Ocurrió que cuando, tomando en cuenta la pregunta de Roberto miré la formula escrita en el pizarrón, me desconcerté. Advertí que Roberto había observado con acierto nuestro desacierto. ¿Por qué nuestro? Cuando Laura elaboró la clase y se encontró con el matema escrito en el capitulo 12, pagina 158, del libro “En la trastienda de los análisis” la encontró tal cual la encontró, entonces me consultó en razón de que no le coincidía con la lógica del enunciado de lo que en ese capítulo se desarrollaba, y con lo que ella misma tenía aprehendido (h intermedia) de mi propuesta con el matema original, sobre el discurso de apertura de la partida (les recuerdo que es este) y que aparece bien escrito en el libro en la página 102. O sea, si alguien nos metió en el lío, pero insisto en que va a ser un lío bienvenido, en realidad fue el último tipiador. Porque nosotros hicimos varias correcciones de imprenta en el libro, pero ya cuando fue a impresión, nos llegó el libro. Ahora, ¿qué pasa? uno de los problemas que tenemos los lacanianos con todas estas formulitas, es que las computadoras no están preparadas para hacer esto. Entonces hay que hacerlo a través de algunos métodos secundarios, que uno se los da a que los haga la gente de la imprenta. A uno le pueden llegar las galeras bien, pero después cuando vuelven y tienen que reordenar las galeras para la diagramación, el diseño que tiene el libro, se le saltan de lugar todas esas cosas, entonces ellos miran y lo escriben. Pero eso ya va la imprenta. Eso no llega antes. De ahí que si uds. miran el libro con atención van a ver que este matema esta escrito de dos maneras. La buena manera, digamos, la verdadera manera es ésta:
a S1
S2 $
Y la manera errónea es ésta,
a S2
S1 $
que es con la que se encontró Laura. La otra está en los comienzos del libro (página 102). Cuando Laura me hizo la consulta, yo estaba trabajando sobre tres trabajos que estoy por presentar este fin de semana en un Congreso que se hace en Chile. Estaba, la verdad, absolutamente distraído. Miro, trato de encontrarle una lógica al matema que me mostraba y sin que esa fuera mi intención, mucho menos la de ella, la mando al frente. Quiero decir, no agarré y me puse a pensar si el matema estaba acertado o desacertado, sino, cual era la lógica del matema, y armo cierta explicación. Ella viene y da la clase y escribe este matema. Pero sin embargo cuando uds. lean la clase se van a dar cuenta que la clase tiene una lógica rigurosa pero desemboca en un matema equivocado. Leyendo lo que Laura dice en la clase, encontrarán algunas frases como la siguiente: “si uds. lo miran (se esta refiriendo al matema), aunque no se entienda mucho en este discurso lo que se produce es sujeto barrado, el del discurso de la histérica.” y sigue “Es una modalidad de intervención que permitiría algún giro hacia el discurso de la histérica, y que se pudiera armar o hacer una rotación hacia el discurso del analista”. Pero les quiero subrayar como entra ella allí, “si uds. lo miran aunque no se entienda mucho...” ...después mas adelante, “...En este discurso de apertura, Sergio, lo que esta haciendo, si uds. se fijan, es una alteración en el orden de las letras. Después le pueden preguntar a él como es que las tuerce” (risas) es literario, es evidente. Claro. Y entonces agrega, “Pero a mi lo que me resulta interesante es lo siguiente...” pero a mi lo que me resulta interesante. Por eso les insisto mucho en que es muy importante leer a la letra, no comprender, sino leer a la letra cualquier escrito que sea, cualquier charla que escuchen, etc. “...En el lugar del agente sigue estando el objeto, en el lugar del semblant tenemos las misma posición que en discurso del analista, pero la diferencia fundamental es que en el lugar del Otro, en el lugar del sujeto barrado nos encontramos con el saber”. Esta hablando del falso matema. Dice: “El saber del lugar del Otro esta en la misma posición que en el discurso del amo cuando queda en este lugar”. Y entonces agrega: “en el discurso del amo, el saber en el lugar del Otro, tiene que ver con el saber hacer, el saber hacer inconsciente en relación al goce” cosa que esta bien. “pero también la cara articulada en relación a eso, lo que el paciente dice sobre lo que supone que sabe, y la forma en que goza”. Y entonces pregunta: “¿Es muy complicado?. En criollo,...” Cambia de idioma ahí. Y sigue: “...lo que me parece es que es muy claro que aquel que va a consultar y en los distintos momentos del análisis tiene una hipótesis sobre lo que le pasa, cree saber algo de lo que le pasa o no saber, pero en relación a lo que le pasa. Esto es con lo que el analizante viene.” Entonces, después vuelve a tratar de querer explicar el zafarrancho con que se encontró en el libro y al cual yo le di apoyo. Dice, “este S2 es la condensación de la cadena significante, es S3, S4... El analizante habla, en eso que dice, dice una serie de cosas, sobre todo dice con un cierto sentido. Esto que cuando uno habla cree que sabe lo que esta diciendo y que tiene alguna lógica lo que esta diciendo” Eso es lo que pasó entre el libro, Laura, yo, la exposición acá y la pregunta de Roberto. Y el imprentero. Pero él no tiene ninguna obligación. ¡Bah! Si, tiene. Bueno, Laura, cuando me aborda, va en posición de la histeria. No estamos haciendo una clasificación psicopatológica, no se olviden de eso. Sino, que ella me aborda a mí desde una pregunta. En ese sentido ella como agente sujeto esta partida por la pregunta, esta escindida por la pregunta.
Discurso de la Histérica
$ S1
a S2
Y va ¿a quién?, va al maestro a preguntarle.
Discurso Universitario
S2 a
S1 $
El maestro, supuestamente, tendría que producir un saber sobre el objeto ese sobre el que ella pregunta, que es el matema el objeto ese, en este caso. El maestro mira para otro lado (como suele ocurrirle a las histéricas con los maestros. Esto es un chiste) mira para otro lado sin advertirlo y sin pasar a la posición que podría haber pasado de objeto a, o de histérico él, ¿qué quiero decir? Ante la pregunta, él podría haberle dicho: ¿y a vos que te parece?, con lo cual se hubiera colocado en posición de objeto, en el sentido que le hubiera devuelto la pregunta, ¿qué te interesa de esa pregunta?. No lo hizo. O podría haberse colocado en la posición de histérico e ir al libro: a ver, ¿qué dice? Esto de...¿cómo es?... Tampoco lo hizo. Sino que se identificó a una posición amo. Se colocó en este discurso que es el discurso del amo.
Discurso del amo
S1 S2
$ a
Dicho de otra manera, supuestamente le dio una explicación para que ella siga trabajando y produzca el objeto que tenia que producir. No sabia, ese amo, que lo estaba haciendo desde su propia escisión.
S1 S2
$ a
Espero que me puedan ir siguiendo. Veo una cara de una chilena ahí, pero, ...son tus primeras armas. Alguien dice por aquí que ya lleva muchas armas pero que tampoco entiende (risas). Colocada desde esa posición se pone a trabajar, y trabaja. Pero fíjense al trabajar, significa a lo que el amo va a sostener, que es la validez de este matema. El amo, tonto, como habitualmente son los amos, no se ocupó demasiado en investigar la cuestión. La significación que ella produce, aparentemente similar a lo que el amo le indica, pero en realidad leído fina y estrictamente, tiene diferencias con lo que el amo le indica. Este, de paso digamos, es uno de los problemas permanentes en la sociedad. Porque cuando Lacan dice que el amo indica, y el saber del esclavo produce, también es equivalente a que el saber (S2) significa al S1, pero nunca esa relación es sin pérdida, nunca esa relación es un perfecto encastre, para decirlo de alguna otra manera, nunca es complementaria. Porque hace justamente a la estructura del lenguaje y a que los seres humanos somos sujetos del lenguaje. Bueno, la pérdida que se produjo, fue el error con el que uds. se encontraron. Lo verdadero, que es lo que esta en la primera parte del libro.(les dije antes en que página) Lo verdadero es lo que planteaba Roberto en su pregunta. El discurso de apertura de la partida se encuentra con que en el lugar del otro no aparece a como en el discurso del analista. En el discurso del analista, uds. van a encontrar del lado del analista, en el lugar de lo que hace de apariencia, de agente, a esa apariencia, a la vestidura correspondiente para cada circunstancia. Del otro lado van a encontrar al sujeto barrado, el sujeto que viene con interrogantes, el sujeto escindido
Discurso del analista
a $
S2 S1
Y como producto, como les explicaba Laura, la interpretación, que es el nuevo significante que se permite captar, por lo que agrega a la formación del inconsciente, tomada en cuenta en relación al contexto en el cual se produjo. Por eso aparece como S1, como un nuevo significante. Creo que en otras clases les dije, creo que también Laura lo dijo de entrada, en sus clases, uds. partan de que cada una de estas letras que tienen mas o menos una definición general para cada una de ellas, luego toma definiciones particulares según en que función están. No es lo mismo el saber en el lugar del otro, que el saber en el lugar del agente. Se va a tratar en ambos casos de saber, pero no el mismo. Con el S1 pasa lo mismo también. El S1 nunca aparece desnudo. Cuando el S1 aparece desnudo nadie sabe que ahí hay un S1, uno va a percibir que hay un primer significante recién cuando capto cual es el segundo, que es el que le va a dar sentido al primero, pero el primero apareció como un sentido, no aparece como un significante desnudo, vacío de ropas, aparece como un signo. En el caso, supónganse, de Lucia, ese significante era “¿cómo puede ser que ese hombre me atraiga a mi?”, o, “¿puede ser que este enamorada de ese hombre?” o “no puedo enamorarme de ese hombre” o cualquiera de la variantes que uds. puedan imaginar alrededor del mismo núcleo. Pero fíjense que para ella, si bien aparece por vía de la pregunta, no por eso deja de ser un representante y una representación, en lo que es el registro imaginario de ella. La contestación del significante cualquiera, del analista, es otra pregunta, y que es una pregunta sin mucho sentido, pero no absolutamente sin sentido, es la que indica que pudo ubicarse alrededor del sujeto reprimido. Uds. recuerdan, la pregunta es ¿por qué no? Les digo con menos sentido, pero no sin un sentido absoluto, porque al plantear por que no, esta planteando también bueno, puede ser, vaya a saber, habrá que ver, ¿verdad? Y eso abre el juego de la circulación de la cadena significante que estaba bajo la represión y eso abre curso al análisis. Bueno, cuando captamos que se había producido ese error en la clase, yo pensé ¿cómo lo resuelvo? Uds. imagínense, la vergüenza se apodero de mí porque obviamente era el responsable principal. Ella me miraba con cara seria, ¿para que nos vamos a engañar? Pero pensé, si justamente lo que estamos haciendo es un curso de clínica, es un curso de práctica clínica, por que no puede transformarse en un ejercicio de práctica clínica ¿verdad? Se produjo un equivoco. El análisis quedará por cuenta de uds., yo ya lo llevé hasta donde pude.
Roberto Vechiarelli: sin embargo yo me quedé pensando que ese matema también podría andar. (Risas)
Sergio R.: No me vas a joder Vechiarelli, si ahora te gusta, vas a dar una clase sobre ese matema!!
Roberto V.: no, no, dos cosas. Yo leí tu libro. Bah, lo leí varias veces, la última página, está el matema escrito así, y después en la explicación del texto está más bien como lo digo yo. Mas bien a como lo decía yo antes. (Risas). Bueno, pero a mí me parece que ahí los dos funcionan, a lo mejor son momentos distintos. Porque a mi me gustó lo que dijo Laura después. En el consultorio uno tiene posibles analizantes que vienen, y vienen justamente con esa cuestión, en una posición así de saber ¿no? Y que me parece que la diferencia en el que está (esto que digo por ahí es un poco fenomenológico) que está el S1 en lugar del Otro, y en el que está el S2 en el lugar del Otro, la diferencia me parece que está en que en el matema como escribió Laura, me parece, habla de un lugar saber, pero permite un mayor deslizamiento, que uno entre y produzca, que justamente caiga del lado de la producción un sujeto dividido. En cambio me parece que los pacientes que vienen así, S1, del lado del Otro, S1, el analizante del amo, me parece que son esos en donde el significante esta tan coagulado que cuesta muchísimo más moverlos de ahí. Yo lo aprendí porque, claro, tanto tiempo haciendo los seminarios con vos...no hay peor astilla que la del propio palo, o como diríamos los racinguistas no hay peor mostaza que la del propio frasco! Pero, como lo escribió ella también me gusta. No se, para dejarlo abierto y pensarlo.
Público: le gustan todas!
Sergio R.: bueno, estoy de acuerdo que es para pensarlo, no es para resolverlo hoy. Y en serio te digo, sería interesante si armás algo sobre eso, inclusive podemos ver de suplantar alguna de las clases y que vos trabajaras ese tema. No hay inconvenientes, todo lo contrario.
Marta: que le de un nombre.
Sergio R: tendrías que lograr nombrarlo plantea Marta, y es cierto es todo un ejercicio, es interesante lo que planteaste. Y ojo, esto no tiene que hacerles creer que puede hacerse cualquier cosa. Uds. escucharon que él dio todo un razonamiento acerca de porque le parece que también podría ser. Planteó una lógica en relación a eso.
Público: no se escucha.
Sergio R.: no, yo ahí creo que entré con el discurso del amo, porque en realidad creo que no tenía mucha explicación para darle. Claro, ahí tendrían que conocer la propia interna, ya que parece que la está por deschavar.
Laura L.: no, porque estás deschavando lo que dice Roberto. Yo hago el mismo planteo que hace Roberto. Si yo sigo la lógica del discurso, del otro lado me aparece el S1, y sin embargo acá esta impreso el S2, con lo cual algo no coincide. Entonces el me dice: “olvídate de la explicación, lee el discurso” entonces lo que yo hago es leer el discurso. Armo una lógica del discurso porque lo leo. Entonces él intervino: “pero no del discurso universitario, sino del discurso amo” lee el discurso, olvídate de todo lo que está escrito. Bueno, yo leo el discurso.
Público: mal...mal...
Sergio R.: Bueno, voy rápido. (Me estoy yendo mucho...¿qué hora es?) Voy entonces al caso. La verdad es que fue uno de los pacientes de todo mi pasaje por este oficio complicado que tenemos, que quise mucho. Con lo cual ya les estoy diciendo, que hace un par de años, dos o tres años, que no esta trabajando conmigo. Lamentablemente la crisis económica Argentina lo obligo al padre en determinado momento a trasladarlo a que siga trabajando en una institución pública. Pero justamente hablé con el padre alrededor de diciembre del 2001 y para alegría mía, me dijo que seguía andando bastante bien, dentro de las limitaciones en que él estaba. Es un muchacho que cuando vino a verme, en realidad, vino primero el padre, el padre me pidió una entrevista, y dijo que quería hablar de la problemática de uno de sus hijos. Le di la entrevista. Me encontré con un buen hombre, muy firme. Seguro de lo que decía. Dolido y angustiado por lo que le pasaba a su hijo. Cosa que pasó a relatarme. Les voy a decir cosas muy breves. Mas bien una viñeta. Era un muchacho que hacía unos 5-6 años estaba en tratamiento con una colega, de la zona por la que ellos vivían, que era una zona lejana a mi consultorio, y que esta colega se había encontrado en determinadas dificultades, con el tratamiento. Entre otras que había ocurrido un accidente grave, donde corrió peligro la vida del muchacho. Eso, le había inducido a plantearle al padre que mejor me consultara a mí. O sea me lo derivaba la propia colega que lo había tenido en tratamiento hasta ese momento. Lo digo, obviamente, con mucho respeto por esa colega, porque, entre su interés inmediato y el interés del paciente, eligió por el interés del paciente. Suponiéndome ella, el saber a mí. Ahí vuelven a tener todo el tema de la transferencia. Porque ahí esta la transferencia que ella, a quien yo no conozco, tenia conmigo, y que se la transfiere al padre del muchacho. Bueno. Lo que me cuenta, es que el muchacho tenía 34 años en esa época, soltero, nunca había tenido relaciones sexuales. Siempre había llevado, a partir de la pubertad, una vida muy introvertida, muy aislada. Que a partir de determinado momento, ya mas grande... bueno, el padre entra en un segundo matrimonio, (luego les relato un poco sobre eso). En ese momento el muchacho no quiere ir a vivir con el papá. Habían heredado un departamento chico. Se va a vivir solo al departamento chico. Vive ahí. No logra trabajar. Había estado trabajando en una empresa, mas bien vecinal, pero en determinado momento lo habían despedido sin mayores explicaciones, a pesar de que había estado inclusive “palanqueado”. Lo que, en confianza le dicen al padre es que no lograban que el muchacho hiciera algo mas o menos ordenadamente, en tareas muy elementales, en tareas de peón, de las cuales él se tenia que ocupar. Tenía una historia que influía para eso. Dentro de la cual aparecerá el problema que va a originar después la derivación. Por un lado tenia este padre, que apareció de esa manera, y que en la medida en que lo fui conociendo y fui conociendo la relación, (yo la mayor parte de la entrevistas las he tenido con el muchacho a solas, pero en algunos momentos las he tenido con el padre y el muchacho y en otros momentos con el padre, el muchacho y una hermana que en realidad era la única que se avenía a venir a esas entrevistas). Otros hermanos no se avenían a venir a las entrevistas. Y en las entrevistas, lo que aparecía, era un padre tan sobre-protector sobre el hijo, que no le dejaba lugar a la menor autonomía. Creo que esto llevó a la colega a una equivocación, en el sentido de que se propuso independizar al padre del hijo, para lo cual entró a criticarle al padre esas intromisiones. Pero claro no es lo mismo un chico de 4-5-6 años, que un hombre de 34 ¿no? El muchacho además, quería hacer cosas por su cuenta. Entonces pintaba la mitad del departamento y chau, no pintaba más. O se proponía ocuparse de su ropa, y entonces salía con una media roja y una media verde, por ejemplo y sandalias, supónganse. Y en una de esas, se propuso arreglar toda la instalación eléctrica de la casa, y ahí fue donde casi “se quedó pegado”. Produjo un cortocircuito que fue grave. Ahí fue donde la colega decidió derivarlo. Pero... ¿captan mas o menos el tipo de relación entre ese padre y ese hijo?. El padre, a solas, me cuenta de que en realidad él había sido “cazado” por la suegra. En el sentido de que él había conocido a la que después fue su esposa como compañera de trabajo en un empleo común, como podría ser un shopping ahora, habían salido un par de veces, habían tenido relaciones sexuales, ella había quedado embarazada de este muchacho. Cuando se encontró con eso, él no estaba enamorado de esa mujer, propuso hacer un aborto y entonces la que va ser la suegra después lo llama al orden, le da una filípica, y él identificado a sus deberes morales, se casa. Y tienen a esta criatura. Casado con esa mujer tiene varios hijos más. Guardo datos por razones obvias. Esta mujer tenía una relación totalmente apegada a la madre, entre simbiótica y sincrética. Tal es así que, fíjense uds., que cuando pasa lo del embarazo no es ella la que discute con quien la embarazó, es la madre quien discute. Cuando se muere su madre, esta mujer hace un primer brote esquizofrénico. El marido se ocupa de esa situación. Sale más o menos de ese brote. Un tiempo después hace un segundo brote, bastante grave, donde entre otras cosas lo quiere acuchillar a este hombre, al marido. Ahí este hombre decide separarse. Además tengo la impresión de que él ya había empezado otra relación. Y a partir de ahí aparece toda una historia donde viven separados, relativamente cerca y donde él se sigue ocupando de la casa originaria como si estuviera casado. Al mismo tiempo que forma una nueva pareja con la cual no tiene hijos, pero sí viven juntos. Ahí aparece un tercero y un cuarto brote por parte de la madre de este muchacho. Cuando empecé a trabajar con él, esta mujer ya hacia 10 años que estaba internada en el Moyano, producto de ese cuarto brote. Yo en esa época tenía un consultorio en lo que sería un quinto piso. Ya me llamó el atención que subió por las escaleras. Cuando nos encontramos, me encontré con un muchacho muy-muy tímido, realmente muy tímido, que me miraba con una mirada renuente, no una mirada torva que es distinto, sino con una mirada renuente, como asustado. Me doy cuenta cuando me da la mano que la tenía absolutamente sudorosa, que todo él estaba sudoroso y agitado. Bueno, lo hago pasar. Lo trato lo más amablemente de que soy capaz y le digo que me cuente que es lo que le pasa. Hay un rato largo de silencio y entonces le digo “en realidad vos viniste ahora porque tu papá me contó que estabas en tratamiento y que la colega había indicado que mejor siguiera yo el tratamiento. Pero necesitaría saber que es lo que te pasa”. Con muchas dificultades...pero no eran dificultades del lenguaje, no era que no sabía hablar, sino que tenía muchas dificultades para dirigirse al Otro, que era yo en este caso, y que no era un par. Ante él me aparecía desde la figura, la imagen que yo podía tener ante él que sabia que venía derivado a la autoridad de no se que cosa. Él era mucho más alto que yo, me podría haber dado vuelta. Le costaba hablar. Entonces me cuenta que en realidad no tiene ningún problema, que en realidad es el papá el que tiene el problema, porque él así como vive, vive bien. Pero que el papá quería que él hiciera otras cosas, que él no viviera como vivía. Después me cuenta que tiene algunos amigos. Lo cual ya me hace ruido, en relación al relato del padre, de que estaba introvertido, aislado solitario, etc. Bien. Le pregunto entonces por el accidente y me da explicaciones mas bien por la vía de la equivocación, de que el creyó que sabia hacerlo pero que después no sabia. Me es muy difícil trasmitirles exactamente como era la conversación. Bueno, así fue mas o menos la primera, segunda, tercera entrevista y yo me di cuenta a esa altura que estaba frente a lo que la psiquiatría clasificaría como una esquizofrenia simple. O sea un muchacho como detenido en el desarrollo mental, muy asustado, y con dificultades de relación. Pero ojo las dificultades de relación no eran absolutas. Por ejemplo el tenia un grupo de amigos, eran cuatro, si no recuerdo mal. Cuando me voy enterando a través del tiempo de las historias de esos amigos, eran mas o menos como en una película (no se si uds, la vieron) “Me llamo Sam”. Bueno, era como el grupo de amigos de Sam. Los que no la vieron, no es una extraordinaria película, pero vale la pena alquilarla en video. Yo creo que justamente lo que muestra la película ahí es que el personaje es un deterioro de una esquizofrenia infantil. Esta muy bien planteada. Después, bueno, es hollywoodense, tienen el ideal de que el amor lo va a curar todo, pero fuera de eso está bueno.
Público: no se escucha.
Sergio R: “Mente brillante” también, por supuesto. “Me llamo Sam”, no perdón “Mi nombre es Sam”. Bueno, tenía un grupo de amigos así. Cuando me voy enterando ...uno, era una esquizofrenia grave que había intentado matar a la madre, que le había pegado a la abuela con lo cual lo había fracturado la cadera. Otro era un paranoico que estaba permanentemente esperando la invasión de los extraterrestres y pensando si valía la pena esperarla vivo o no. Y después había un cuarto, que era bastante como yo... ¿qué quiero decir? Que era bastante menos complicado, menos problematizado.
Público: no se escucha
Sergio R.: Bueno... pueden guardarse su juicio (risas). Bueno. Frente a ese muchacho, yo les diría que me planté de esta manera, ¿le hacia semblant de objeto? Sí, ya que lo había atendido muy amablemente de entrada, que lo había hecho sentar, le había tenido paciencia, establecido conversaciones, etc. Había, evidentemente todo un movimiento en ese sentido, para alguien que estaba muy acostumbrado a un padre que era muy afectuoso con el, pero al mismo tiempo, en el fondo muy peyorativo, pero en el fondo ¡ojo!, realmente le tenia mucho cariño, por eso mismo se desesperaba de verlo tan inutilizado. Pero eso, de algún modo, lo decía, cosa que el muchacho lo recibía. Me puse en esa posición desde lo que yo ya sabía a esa altura. A esa altura me agarra ya bastante formado, digamos, inclusive investigando el tema de la esquizofrenia, a esa altura yo ya hacia unos 8 años que venia investigando el tema de la esquizofrenia fuerte. Entonces, ¿a quién o qué me dirijo yo?. Fíjense, si tomamos el discurso del analista, el analista en el discurso de apertura verdadero, no el de Vechiarelli, se dirige a un S1, buscando que se produzca la escisión del sujeto, que lo haga girar, como explicaba Laura en su clase, al discurso de la histérica y que permita el análisis. El tema de este muchacho es que él no tenia significante que lo represente. Yo no me podía dirigir a un S1
a S1
S2 $
y no podía pretender lograr una escisión. No podía pretender lograr que él se encontrara, para ser más exacto, con su escisión. Yo, a lo que me dirigía, no por hacerme el francés, sino porque acá sí me sirve el francés, me dirigía al moi, o sea me dirigía a lo que él era en sus enunciados. Por eso tacho je
a moi
S2 je
Por ejemplo: el se encontraba todos los jueves con sus hermanos y toda una barra a jugar al fútbol. Él venia y me relataba los partidos de fútbol, y para él eran muy importantes esos partidos de fútbol. Pero no era un relato como un relator de radio, ni siquiera tampoco como cuando los muchachos salen de un partido de fútbol y cuentan todas las contingencias del partido y se apasionan alrededor de eso. No, no. Era un relato estricto, literal: como había empezado el partido, quien había movido la pelota, a quien se la había pasado...en fin. Yo me dirigía a ese moi, porque en ese muchacho, al no haber un S1 que lo represente no hay posibilidad de enunciación. Me dirigía al YO del enunciado, sin esperar encontrarme con el YO de la enunciación. No había enunciación. Eso, me permitió durante un tiempo, ir trabajando e ir encontrando lo que aparecía como le que más le gustaba. Lo digo así, porque venía dicho así, no había una pasión, ni nada. Él el único trabajo que hacia más a gusto era la changa de cortarle el pasto a algunos vecinos.
Público: ......
Sergio R. : No, digamos, lo aterrorizaba. No daba para ahí.
Público: ......
Sergio R.: Sí, sí. Interesante la pregunta que me planteaste porque me trajiste un recuerdo El muchacho, la única pasión .... La única pasión que tenía este muchacho era leer historia. Era un erudito callado, pero erudito en historia. Había leído un montón. Todo libro de historia que encontraba agarraba (porque además era un muchacho de escasa condición económica, por eso tuvieron que terminar llevándolo a una institución pública y eso que yo le hice una rebaja de honorarios muy grande a él) Pero él tenía dos pesos de esa época (estábamos en la convertibilidad todavía) en el bolsillo y no iba y se compraba un par de medias o iba a un cine (bueno, con dos pesos tampoco ibas al cine, pero no importa) sino que se iba a las librerías de viejo a revolver en las mesas y buscaba libros de historia. Y leía y leía libros de historia. Pero no salía de ahí, porque le hice el toque en algún momento...porque él había terminado el secundario, yo creo que había terminado el secundario sobre la base esa de cuando los ayudan los profesores para que terminen el secundario. Pero lo había terminado. Mi primer intento fue para el lado de la historia justamente. Pero la universidad para él era Goliat. Mi segundo fue para el lado de la jardinería...tampoco anduvo. Empezó si con un albañil conocido de él a hacerle de peón de albañil, de pintor con otro, empezó a tener changas, digamos. En medio de eso, empiezo a observar que la otra cosa que, no les diría lo apasionaba porque la historia si lo apasionaba, era lo único en lo que le encontré pasión a este muchacho. Pero lo otro, era que cuando aparecía una mujer con dificultades de salud, él se sentía inmediatamente obligado a ayudarla. Entonces, por ejemplo, era el único de los hermanos (que eran varios) que iba todas las semanas regularmente a visitar a la madre al Moyano, a llevarle yerba, cigarrillos y a pasarse la tarde del domingo tomando mates con la madre. Después, una hermana hizo una agorafobia grave. Entonces él era el que la acompañaba al psicoanalista para que ella pudiera tratarse. Después...otra mujer que había aparecido...que ahora se me voló de la cabeza. Ah!, no sólo con mujeres, sino que era con enfermos, porque también lo hacia con amigos. Por ejemplo con ese que había querido matar a la madre y que otra vez le rompió la cadera a la abuela, y que tuvo varias internaciones serias, severas, él iba a visitarlo. Era el único amigo que iba a visitarlo. Y al otro muchacho, que estaba esperando la llegada de los extraterrestres, que no tuvo ninguna internación, porque él vivía en su casa, con la mamá, no se que habrá pasado después, alguna vez la mamá se moriría, no se que habrá pasado después, pero hasta ese momento era así. Él iba regularmente a visitarlo. Era observable también que cuando iba a visitar muchachos y amigos de él, la relación la establecía en realidad con la madre del amigo. Quiero decir, en los dos casos, de varias maneras,: hacer pizzas, comer empanadas, cebar mates y tomar mates, hacerse cortar el pelo, en fin, ese tipo de cuestiones. Entonces empecé a tratar de hacerle observar eso, a ver que pasaba. No pasó nada bueno. Además era una preocupación del padre también, que el padre me la había trasmitido y que me parecía razonable, que este muchacho no estaba pudiendo lograr algo para él y si estaba permanentemente de apoyo de este tipo de situaciones, personas, etc. Entonces, varias veces le dije que parecía que lo atraía trabajar como de enfermero, varias veces. Con tan mala suerte que un día va a visitar a la madre al Moyano y un enfermero de esos con los que la madre y él habían establecido una relación fuerte, ¿vieron esas relaciones que se arman en los psiquiátricos con algunos enfermeros? tuvo un cáncer fulminante de médula ósea y en quince días se murió. Con lo cual este muchacho que hasta ese momento nunca había estado alucinado, ni delirado, en ese momento hizo una mimesis, diría yo, para no llamarlo identificación. O, si habláramos en lenguaje kleiniano, podríamos decir una “identificación masiva” al enfermero y empezó a estar aterrado, porque él creía que también tenía un cáncer. Empezó a tener alucinaciones cenestésicas en las piernas y empezaron a aparecerle, dolores de los que él le había escuchado comentar al enfermero. Con lo cual hubo que activar el tratamiento por el lado de ayudarlo con medicación y al mismo tiempo mandarlo a un Hospital de Día. Fue al Hospital de Día. Realmente era un muchacho muy querible, realmente era muy querible, y rápidamente se transformó en el tipo querido del lugar. Había internada otra muchacha con un tipo de esquizofrenia que no es frecuente ver pero que cuando aparece es muy impresionante porque no logran armar un delirio, entonces son puros ataques de angustia. Son ataques de angustia brutales. Cuando uno los ve, sufren terriblemente. Y era una muchacha separada, que tenía un hijo. Y empezó un romance. Empezó un romance entre ellos dos. La muchacha comezó a demandarle tener relaciones sexuales. Yo pensé, bueno, acá sonamos definitivamente. Pero me transformé en una especie de sexólogo, quiero decir, empecé a responderle todas las preguntas que él me iba haciendo sobre el tema del sexo, y a tratar básicamente de descargarle todos los temores que a él le aparecían en cuanto al temor a fracasar, de que no se le pare, de que no le guste después a la muchacha, en fin, todo ese tipo de cuestiones. Y bueno, tuvieron un par de acercamientos frustros, donde también tuve que hacer un trabajo fuerte de apoyatura, digamos. Y ya en la tercera “entramos”, digamos. Y a partir de allí se estableció una relación amorosa fortísima entre ellos dos, con todos los quilombos del amor, como se pueden imaginar. Las peleas básicamente se armaban de parte de ella porque él a todo decía que sí. Entonces si él a todo decía que sí, ella se enojaba porque él a todo decía que sí. Y él no sabia decir que no. Y la verdad, yo tampoco intenté que aprendiera a decir que no, llamémosle así. Porque no estaba en condiciones realmente, no podía soportar lo que él no, hubiera significado. El no, probablemente, es el significante de la lengua. La otra vez yo conversaba con unos colegas y les decía que si no existiera el no, no sabríamos hablar. Cualquier otro significante puede o no estar, pero el no, no, tiene que estar. Bien. Y estableció una relación muy fuerte, una relación bastante “masoca” del lado de él en el sentido de que ella era, lo que diría alguna abuela: de muy mal carácter, pero donde él se sentía muy feliz. Y creo que efectivamente había pasado a otro momento de su vida. Bueno, en ese momento fue que el padre vino y me planteó esa cuestión de que tenía que pasar a una institución pública. Yo estuve de acuerdo. Armamos el pasaje de una manera que le fuera mas fácilmente soportable a él. y colorín colorado, esto ha terminado. Lo que les traje del caso este, que lo llamé así, uds. se dan cuenta ahora porque lo llamé un ángel. Me parece que es un ejemplo gráfico de cómo uno a veces se tiene que mover en relación a determinados casos que no son estrictamente analizables, en el sentido de lo que es un psicoanálisis clásico, tradicional, etc. pero que son casos en los que yo creo que sólo un psicoanalista puede entender lo que ahí pasa y trabajar de la manera más adecuada posible para que el paciente viva lo mejor posible. Nada más.
No se grabó una parte del diálogo con los alumnos en el que se me objetó que hubiera definido como “de tipo sexólogo” la función que jugué. Se propuso que había sido más bien paterna. Objeté que “sobre posiciones sexuales”, etc., los jóvenes lo hablan mas entre pares. Incluso, que eso era más conveniente. Luego de intercambio de ideas, acordamos que se había parecido más a la función que suelen ejercer los tíos más jóvenes.
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