Dado que en los seres humanos, por factores anatómicos y biológicos, se halla interrumpido el circuito instintual en la relación materno-filial y que esa interrupción es "salvada" por la posesión de la palabra, existe el Inconsciente. Dicha existencia es una estructura productiva, a causa de que las palabras no tienen sentido unívoco, absoluto, sino que producen efectos de sentido, por vía de la combinación metonímica y la sustitución metafórica aunque sin lograrlos totalizadores, lo que deja marginados de los enunciados, residuos fuera de sentido. Ello hace que el sujeto nunca sepa lo que dijo hasta que lo termina" de decir, y muchas veces ni aún ahí. Por eso puede ocurrir que algún oído despierto, le haga notar que la ambigÜedad de un término, de una frase, o tal "error" de construcción sintáctica, posibilitan generar otro sentido distinto al que el hablante suponía estar empleando. Hasta Freud, se supuso que sólo se estaba ante errores, Freud captó por el contrario, que ellos siempre expresaban la existencia de un segundo discurso (inconciente) que puede ser interpretado. ¿Porque esto es así? Porque las palabras el sujeto las aprehende exigido por ese defecto natural en los instintos antes indicado, lo que las sobrecarga con la exigencia propia de las necesidades vitales, fijándoles el destino irremisible de vehiculizarlas, claro que ya sin la exactitud y la complementariedad (según nos enseña la etología) de los instintos. De ah! que los psicoanalistas formados por la lectura que Lacan hizo de Freud, en lugar de hablar de instintos en relación a los humanos, utilicemos dos categorías que aluden a zonas de la subjetividad relacionadas pero diferentes: deseo y pulsión. De los deseos inconcientes son efecto los sujetos en su accionar, de las pulsiones las preferencias de goce organizadas alrededor de las zonas erógenas (libidinisadas por los cuidados del Otro, más habitualmente maternos) o de desplazamientos y sublimaciones de su dinámica.
Resumiendo esta primer parte: la comunicación humana esta sobredeterminada por la producción del Inconsciente. Este se manifiesta a través de desacordes en el discurso. Esto indica que no todo lo que se comunica es efecto del Inconsciente. A la vez, podemos estar seguros que el mismo incide siempre, de alguna manera, en las principales decisiones de los seres parlantes.
II
Los medios masivos de comunicación en cualquiera de sus formas son hechos de discurso. Ellos aparecen como un agente que emite hacia otros seres hablantes, quienes caracterizarán (en los dos sentidos que se puede tomar esta aserción) al producto. Discurso sostenido en lo que, para el agente, forma parte de su verdad. Estos lugares infaltables en cualquier discurso, o sea en cualquier hecho de habla capaz de establecer vínculo social productivo, siguiendo las formalizaciones lacanianas, lo formularemos así:
Agente-------otro
verdad producción
Al ser hechos de discurso, son campo propicio para el velamiento de lo inconciente a la vez que para la emergencia de sus formaciones, según la lógica paradojal de la palabra, que vela y devela al deseo y las posiciones y lugares de goce en un mismo movimiento. En consecuencia son campo propicio para la lectura psicoanalítica y para la operación del psicoanalista. Dicho de otro modo, pueden generar discurso a interpretar por los psicoanalistas y constituirse en lugar desde donde los psicoanalistas trabajen con numerosas personas. Utilizo esta formulación (numerosidad) para diferenciar de masa. Atiendo as! a una de las tesis fundamentales de la concepción lacaniana del Inconsciente que a la vez que plantea que sus efectos y su producción ocurren en discurso, en sociedad -en lazo social, capta que son singulares para cada sujeto. Lo propio de la masa, como lo describió Freud es que se organice por la fascinación que sobre ella ejerza aquello a lo que sus integrantes le supongan el saber. El trabajo del psicoanálisis, a contrario sensu, apunta a rescatar del embotamiento masificante, a lo que implica la singularidad de cada sujeto del Inconsciente. El mensaje de un medio masivo de comunicación, por definición, ser recibido por numerosas personas. Habitualmente las masifica. La pregunta que ordena a este artículo es por si siempre tiene que ocurrir as! y de ser la respuesta no, cuales serían las condiciones que favorezcan un resultado diferente como para que la participación de un psicoanalista en los medios sea acorde a la ética del psicoanálisis.
La respuesta exige pasar por una pregunta elemental. ¿Por que la gente lee diarios y revistas, mira televisión, escucha radio? Conciente o no, una sensación acompaña permanentemente a todo ser humano. Su saber es insuficiente ante los problemas que cotidianamente le presenta la vida real. Los medios masivos, simplemente por existir y además porque se lo proponen, generan la impresión de que ellos pueden trasmitir ese saber del que los sujetos se sienten en falta. Debido a lo cual, inconcientemente, les tranfieren sus espectativas de dilucidar los dilemas que la cotidianeidad les plantea. En su escena, se realizan deseos y ensueños irrealizados. Placenteros, tensos, eróticos, violentos. De ah! la pregnancia de los medios y principalmento de los audiovisuales -en los que la voz y la imagen que mira, objetos inaprehensibles, sustentan la fascinación. En consecuencia el éxito de los medios depende de su capacidad de producirle a sus consumidores ilusiones, y en particular, la de que les trasmiten los saberes que a ellos les faltan. O sea, de crear la sensación de que cubren lo que se ignora, cuando a decir verdad, sólo lo encubren. Los que logran eso, logran masificar alrededor del sentido de su mensaje.
El psicoanalista en cambio, se propone leer y hacer producir al Inconsciente, lo que empuja al sujeto a encontrarse, aunque sólo parcialmente, con su propia verdad. Entonces, si los medios masivos tienden a masificar y el psicoanálisis a singularizar ¿como un psicoanalista puede trabajar desde un medio sin faltar a su ética? La respuesta no es fácil, pues en su camino se cruzan los índices de venta, de audición, los rating y los targets. No obstante tempranamente, que yo sepa 1937 el propio Freud hizo declaraciones radiales y desde 1939, conferencias de Donald Winicott resultaron muy útiles para la atención de los niños evacuados de las ciudades inglesas durante la segunda guerra mundial. En Francia entre otros Lacan y Serge Leclaire apelaron en diferentes medios electrónicos ha hacer escuchar su mensaje. Se distingui" por el uso sistemático y elaborado de los medios durante el último período de su vida Francoise Doltò. En nuestro país, desde las experiencias pioneras de Eva Giberti somos muchos los psiconanalistas que intentamos la aventura.
III
Desde lo que la experiencia de trabajo con el Inconsciente nos enseña y desde lo que mi participación (*) en medios gráficos, radiales y televisivos me empujo a pensar delinear los siguientes supuestos:
1) El éxito -anhelo princeps- de los medios, depende de su capacidad para captar lo que mas escasea como goce en la vida cotidiana y rutinaria de la masa. Ser eso entonces, lo que pongan en escena, como noticia, telenovela, espectáculo deportivo, etc... En razón de eso los noticiosos seleccionan para construir la información, no lo que ocurre diaria, masiva y rutinariamente en la vida de la gente, sino lo excepcional, asesinatos, accidentes, delitos, conflictos en las cumbres del poder, etc. De la misma manera las telenovelas plantan la escena entre ricos con el condimento de algún, o preferentemente alguna pobre que por un azar pugna eróticamente entre ellos. Como se dijo de Hollywood por metonimia del cine, los medios masivos de comunicación son "grandes fábricas de sueños" destinadas a, parafreseando a Freud, proteger el dormir de los habitantes de nuestro afligido planeta. Y no se entienda esto como una crítica tonta a los medios. No es conveniente despertar a lo real de la vida mientras no se cuente con herramientas simbólicas eficaces para elaborar lo inmediatamente angustioso. Pero entonces, los sueños que fabrican los medios, son los apósitos con que se taponan las heridas abiertas por la insuficiencia simbólica estructural, dicho en jerga psicoanalítica, por la castración de la Cultura.
2) Con lo que volvemos a la paradoja que subyace a todo este artículo. Si la principal expectativa de los medios es el éxito y para ello fabrican sueños, ¿como hacer lugar en ellos al psicoanálisis cuya función es interpretarlos para despertar al durmiente y ponerlo a trabajar sobre lo que realmente escapa a sus deseos, desplazando y deformando su gozar? Este es el punto donde muchos psicoanalistas que acceden a los medios dimiten de la ética que anima al psicoanálisis para adaptarse a la que vitaliza a aquellos .Se transforman entonces en dadores de consejos, pasando a ser personajes del sueño que sueña que se puede enseñar a vivir. Otros, algo de eso ocurrió con Lacan después de sus intervenciones en radiofonía y televisión (**), para no renunciar a la ética del psicoanálisis intervienen de una manera que convoca al zapping y en consecuencia a que no se les preste más esa escena.
3) Según mi opinión, hay otro camino posible. Él se ha tornado más factible con las actuales condiciones técnicas que permiten la comunicación telefónica con retorno al aire en radio y televisión y la grabación con posterior edición, montaje de lo acontecido e inserción de fragmentos del pasado, de otros programas, y en TV. películas y diversos materiales audio y/o visuales.
Claro que lo fundamental reside no en lo tecnológico, sino en el criterio que se emplee. Un punto en común causa la existencia de los medios y del psicoanálisis. La insuficiencia en el saber como estructural y estructurante de la Cultura. Es desde ella desde donde el psicoanalista se puede situar para operar en los medios. Su arte, que debe tenerlo, residir en mantener abierta la pregunta pero de una manera distinta a en el consultorio, aunque la verdad sea dicha, relativamente. Debe sostener la pregunta de manera que facilite el fluir discursivo en el público. Se logra así, mantener la ilusión en un saber posible, a la vez que el propio discurrir hace que el mismo se escurra permanentemente, dando lugar a nuevas intervenciones del público. Ejecuta de esta manera una función en la que el psicoanalista se oferta como un "sabio" posible, a la vez que no responde desde esa posición. La deja en reserva para hacer hablar a los interrogantes, ideas, recuerdos, mitos y prejuicios del público. Presiona así la ignorancia estructural de los seres parlantes provocando a que en su evacuación vayan encontrando sus propias modalidades de lidiar con sus problemas (modalidades de goce). Finalmente, puntualizando lo inconsciente en los dichos aportados por el público mismo, va enhebrando un imaginario relativo sobre las cuestiones tratadas.
Se invierte por lo tanto la relación habitual de los medios con su público. Deja el conductor de ser un "sabihondo" que puede responder a todo, para pasar a ser un "idóneo", capaz de hacer hablar al Inconsciente de aquel del público que, presionado por sus sufrimientos busca el saber en el psicoanalista mediático, encontrándose llevado a localizarlo en su propio holding simbólico/imaginario/real.
A través de las marcas de la enunciación en los enunciados de un sujeto, exquisito anuncio de la localización inconsciente del mismo en relación a la cadena significante que lo representa en ese discurso, el psicoanalista interviene no sólo sobre él sino también sobre numerosos, anónimos e invisibles oyentes o televidentes que sintieron que lo dicho por aquel, resonaba familiarmente en las tribulaciones de su ser. En esa circunstancia el medio puede no hacer masa y en cambio hacer serie.
Lo que suelen ser dificultades en los medios para participar, límites de espacio y de tiempo que comprimen el mensaje, para el psicoanalista pueden transformarse en una ventaja pues obstaculizarán las aburridas racionalizaciones. La condensación -formación del Inconsciente, obligación del psicoanalista, lo sabemos, es razón de excelencia estética. La imposibilidad de corregir cuando los programas van en vivo, también se transforma en ventaja pues facilita que lo inconsciente del psicoanalista entre en producción mostrando en acto que el Inconsciente no es un defecto de unos supuestos enfermos sino una estructura que nos abarca a todos.
Contribuyen a la estética pero también a la provocación al Inconsciente, insertar bellamente aquellas producciones de la Cultura donde lo inconsciente habla -la de los artistas: canciones, narraciones, filmes, etc.
IV
Para ilustrar algo de lo planteado, transcribir fragmentos de una audición que se lleva a cabo sobre el tema. Hablemos de amores.
Motorizada por la pregunta lanzada a los oyentes ¿Amor/es felicidad? (***).
Llega un comentario de la oyente María del barrio de Once que dice: "Si. Amor es igual a felicidad aunque se sufra. Yo tengo 37 años y no pude ni puedo querer a nadie. Sufro mucho por eso. No s quien soy, supongo que el amor da una cierta identidad"
Comentario de Sergio Rodríguez: -Me impresiona el mensaje de María y me lleva a invitarla a que llame nuevamente para que podamos conversar telefónicamente, en el aire. El amor tiene algo que hace a la estructura del mismo y que es la mentira. No hay ningún amor en el que no haya mentira. Inclusive el amor de madre por supuesto es mentiroso.. y el de los hijos..."
Blanca Rébori (periodista): -"A ver por que?
SR:- Y... porque siempre en algo se esta mintiendo, se esta diciendo más allá...
BR: -¿Exagerando?
SR:-Claro
BR:-Por ejemplo cuando se dice yo por vos doy todo, doy la vida, la vida, la vida ¿eso por ejemplo?
El amor en un sentido metafórico...pero hay otras cosas que exceden lo metafórico, cuando empieza una madre a decir que da todo y que se mata por un hijo...
SR -Exactamente
BR -¿eso, vos decís que tiene algo de mentira?
SR -Seguro que hay algo de mentira. En ese sentido el amor es mentir un poco y también un poco creerse las mentiras del otro. Quiero decir, el amor nunca es tan ideal, tan exquisito como se lo presenta durante los momentos del efluvio amoroso. Eso no quiere decir que los sujetos que lo están diciendo, que lo están escuchando, no estén creyendo lo que dicen...Pero que estén creyendo lo que dicen no quiere decir que en eso que dicen no hay algo que no es cierto.
BR -¿la acción, la práctica?
SR -Si. Por ejemplo sós la única mujer de mi vida!, después con los años hay algún incidente, alguna cuestión, o ya antes lo hubo...
BR – Bue ...pero en el momento...
SR -En el momento...
BR -Por ah! en el momento le esta diciendo la verdad el pobre hombre..
SR -Puede ser, pero "sabiendo" que esa verdad puede ser una mentira. Por algo en el amor siempre hay sospecha...
BR -¿celos?
SR -Celos. Es la forma más habitual de aparecer la sospecha en el amor. Y amor sin celos ¿es amor?
/.../ Estoy de acuerdo con lo que dice María del Once, "el amor es felicidad aunque se sufra". Por eso me llama la atención cuando dice: "no pude ni puedo querer a nadie, sufro mucho por eso" O sea, sin amar tambien sufre. Dice: "no se quien soy, supongo que el amor da una cierta identidad" Tiene razón, el estar enamorado produce un efecto de que se es eso que est enamorado. Le preguntaría a María, sino ser que no se enamora porque no soporta ese grado de mentira que puede haber en la relación amorosa de una y otra parte.Una cosa es quien se desilusiona y supone que no se va a enamorar más, y otra quien como María, por ahora, dice no haberse enamorado nunca.
BR.-María esta en línea...adelante, aquí esta el Dr. Sergio Rodríguez escuchándote...Vos ¿escuchás?
María -si...perfectamente
SR -Buenas tardes María, que tal?
M -Buenas tardes...bien. Estoy de acuerdo con todo lo que usted dijo recién. Es decir, sobre la mentira, la infidelidad...Yo me siento con mucha capacidad afectiva a pesar de todo, aunque parezca una contradicción.
SR -Seguro que la tiene.
M -Yo estuve en una relación que era fraternal más que de noviazgo. Desplegó bastante afecto. Era un hombre que necesitaba protección y nada más que con eso me basta para desplegar afecto...
SR -Aha..
M -Yo era un poco como la madre...pero nada más, llegue hasta ahí. Lo que no puedo llegar es nunca a una intimidad de pareja...
SR: Tal vez por esa misma situación que usted cuenta. No es sencillo, en realidad es imposible llegar a una intimidad de pareja con la madre.
M -si...es cierto. De todos modos, nunca pude crear un vínculo de pareja, de noviazgo.
V
Para finalizar. Como habrán podido apreciar lo que dije trabaja la articulación entre los medios masivos y el psicoanálisis con la estructura de la Cultura y desde ahí, los efectos de imposibilidad, posibilidad y contingencia sobre la vinculación entre psicoanálisis y medios. Creo conveniente, a modo de epílogo abierto, producir una lectura de la variante que predomina actualmente en esa relación.
El registro Imaginario -el de la univocidad de sentido, de la pregnancia de lo universalizador de las imágenes, simplificador de las complejidades de las letras y las palabras, es el que sostiene la apariencia de continuidad y la escisión de todo en pares antitéticos. En él encuentra su alimento preferido el maniqueísmo. No obstante no puede resistir el impacto de lo real, de lo que no cesa de no ser registrado. Lo simbólico, punza, marca, merced a la plurisemia del significante y a su multiplicadora capacidad de combinación y de sustitución y puede operar sobre lo real cuando este rasga a lo imaginario. En el cruce de esos tres operadores lo que queda sin resolver mantiene al deseo en movimiento.
Las culturas son ficciones en las que se traman los sistemas de creencias que sostienen las relaciones entre los hombres encubriendo y dando sentido a los diferentes modos de explotación interhumanas. El historiador Ignacio Lewkcowicz planteaba recientemente, que aparentemente los momentos de agotamiento de las diferentes formaciones económico-sociales se caracterizan por que en ellos se tornan cada vez más transparentes los resortes de explotación y de corrupción que la ficción correspondiente encubría. En esas circunstancias la consistencia imaginaria de la misma se tensa hasta su caída y sustitución por una nueva ficción más adecuada a un nuevo anudamiento real/simbólico/imaginario.
En mi opinión un movimiento de este orden esta ocurriendo en la Cultura actual, al compás de un reordenamiento económico mundial en el que las viejas ficciones de un "capitalismo racional y ordenado por las necesidades sociales" deja lugar a la verdad desnuda de que el único deseo que lo anima es el de la máxima extracción de plusvalía. Esa transparencia exige la hegemonía en los "mass-media" de un mensaje maniqueo y simplificador (Bernardo Neustad y con mayor sofisticación Mariano Grondona dicen, con el acompañamiento muchas veces de médicas psiquiatras, sexólogos, parapsicólogos y algún tipo de psicólogos).La función del psicoanálisis tal como la propongo entonces, es marginada y deber esperar a otros tiempos, tiempos en que lo real torne obsoleto dicho imaginario y haga impostergable la emisión de nuevas simbolizaciones.
SERGIO RODRIGUEZ // 18 Setiembre de 1993
(*) Gran cantidad de artículos publicados en los diarios: Tiempo Argentino, La Razón, Clarín y Página 12 y diferentes revistas. Participación en varias emisiones del programa televisivo A cara limpia y en otros programas. Columnista en el programa Raíces emitido por radio Municipal (AM). La columna llevo por nombre Cada loco con su tema título de una canción del cantautor catalán Joan Manoel Serrat, y como volanta Conversaciones con el psicoanalista Sergio Rodríguez sobre temas de la vida cotidiana y duraba entre una hora a una hora y media. Fundador, editor y director -junto con Pedro Fernández Mouján- de Psyche una de las revistas con más suceso del medio psicoanalítico, hasta su cierre.
(xx) Publicados con el título Radiofonía y Televisión. El primero reúne lo dicho en las emisiones del 5-10-19 y 26 de junio de 1970.Televisión en dos emisiones de la Televisión francesa en enero de 1973.
(xxx) Programa Raíces conducido por Blanca Rebori, columna Cada loco con su tema en Radio Municipal de Buenos Aires, Diciembre 1992.
No hay comentarios:
Publicar un comentario